Sinopsis:

Phoebe aprende un poco sobre reencarnación, y ésto le hace pensar en la posibilidad de reencontrarse con el que creyó un día que era el amor de su vida...

Notas:

-Charmed y los personajes no me pertenecen a excepción de Bill, que ha sido creación mía. Hago algunas referencias a los episodios "Pardon my past" y "A knight to remember" (2x14 / 4x06)

-Este primer capítulo es una pequeña introducción a lo que vendrá luego. La "verdadera" historia, será años después en el segundo capítulo, donde Phoebe aplicará sus nuevos conocimientos.

-Quiero agradecer a HalliwellMB por apoyarme en mi primer fic. Gracias linda!

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Algún día, en otra vida.

Capítulo 1: Aprendiendo.

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Una noche lluviosa del año 2006, Paige se encontraba en el ático de la mansión revisando algunos libros, haciendo apuntes en su libreta y pegando notas en una pizarra de corcho. Ella estaba tan metida en su trabajo, que no notó que Phoebe había entrado. Su hermana mayor se sonreía mientras la veía trabajar tan apasionadamente. A Paige se le cayeron algunas hojas de la mesa y al recogerlas fue cuando se dio cuenta que los pies de su hermana estaban ahí.

—¡Phoebe! —Le dijo sorprendida mientras se levantaba con las hojas en sus manos— No te oí llegar.

—¡Ya me di cuenta! —Le respondió entre risas— Ven, dame un abrazo. Mmm, no te he visto en mucho tiempo, hermanita.

—No exageres, sólo han sido unos días.

—Sí, pero has estado tan ocupada dando clases en la escuela de magia y cuando vuelves sigues trabajando... ¿Sobre qué estas leyendo ahora?

—Reencarnación.

—¿Reencarnación? No sabía que dieran esa materia en la escuela de magia.

—No la damos. De hecho, es una investigación que estoy haciendo por mi parte. —Phoebe la miró confundida, como pidiéndole una explicación— Es que... tengo un alumno; Bill. —Empezó a contarle mientras se sentaba a la mesa junto a Phoebe— Bill ha tenido algunos dolores fuertes últimamente.

—¿Qué clase de dolores?

—Éso es lo que no sabemos. Dice que siente una gran presión en todo el cuerpo, no puede respirar y la visión se le nubla, aparte de sentirse perdido. Le pasa cada año sin falta, pero este año ha sido más potente. Ha ido con doctores de todo tipo y todos dicen que está bien.

—¿Y qué tiene que ver ésto con la reencarnación?

—Tú sabes mejor que yo, que las fobias son causadas por traumas del pasado —Phoebe asintió con la cabeza— Pues bien, no todas las fobias tienen justificación alguna, y según estos libros, cuando éso sucede, puede ser que la raíz de ese miedo esté ligado a algo que nos sucedió... en otra vida.

—Por éso no lo recordamos y no sabemos cómo superarlo —Agregó Phoebe.

—Exactamente. Mira este libro; aquí dice que un hecho impactante afecta directamente al alma y el dolor o trauma producido por ésto, puede repetirse en una vida futura, como una herida que todavía no cicatriza. Y ésto aumenta cuando ese hecho fue la causa de muerte, pues no se ha digerido el duelo, entonces-

—¡Eh, eh, eh! Más despacio, hermana. Vengo de trabajar, leer tantas cartas revuelve mis ideas ¿sabes? —La interrumpió riéndose sutilmente. Paige reordenó por un segundo sus ideas y volvió a explicarle, esta vez de una forma más directa.

—Tengo la teoría... de que Bill murió ahogado en alguna de sus vidas pasadas. Cuando uno muere de una manera tan-

—¿Escalofriante?

—Ajá; no puede superarlo. Cuando reencarnamos olvidamos todo, sin embargo, hay cosas que se nos quedan grabadas.

—Claro, como cuando recordaste el hechizo de la hechicera para enamorar a tu príncipe... —Le dijo con una sonrisa picarona.

—¡Sí! y con una muerte como la de Bill, tarde o temprano vuelve a ti como una fobia o un recuerdo desagradable, y como no conoces nada más que tu vida presente, no puedes darle ni explicación médica.

—Tiene sentido. Él tiene síntomas de asfixia.

—Asfixia debajo del agua.

—Es como cuando mi vida pasada se manifestó y tuve que volver al pasado para arreglar lo que Anton me había hecho —Rió medio avergonzada al recordar.

—¿Quién es Anton?

—Oh, era un hombre muy muy malo —Volvió a reir de nervios. Aunque ya lo había superado, le avergonzaba un poco haber sido seducida por un brujo para matar a sus primas que después se convertirían en sus hermanas. Ella siempre iba tras los chicos malos. La explicación de Paige le hizo pensar que tal vez, ser atraída por los guapos malvados era un patrón de conducta que no había superado desde su vida pasada.

—Y... ¿ésto se aplica sólo para fobias? ¿Puede ocurrir también en otras cosas, cómo... no sé, atracción por cierto tipo de personas? —Le preguntó refiriéndose a su duda, sin querer indagar demasiado en el tema. No le gustaba mucho hablar de su vida privada y sus problemas, era muy orgullosa en ese aspecto.

—Aplica para todo. Para talentos, gustos, hasta para tu grupo de almas.

—¿Qué es éso?

—Es el grupo de personas con las que reencarnas. En tu vida pasada conviviste con las vidas pasadas de Prue y Piper ¿no? —Phoebe afirmó con la cabeza— Ellas son parte de tu grupo de almas. No siempre reencarnan juntos, pero suelen hacerlo cuando hay amor y asuntos pendientes de por medio, incluso odio.

—¿Dos personas que se odian pueden reencarnar juntas? ¿Para qué, para vengarse?

—Mmm... supongo. O tal vez para aprender a perdonarse. Tarde o temprano debemos arreglar nuestros problemas con los demás, aunque sea en otra vida.

—¿Qué hay de los talentos?

—Hay personas que nacen con el gusto y la agilidad de un oficio, como cantar, cocinar, escribir... Es porque ya lo han aprendido en otra vida, y cuando vuelven a nacer, no lo aprenden otra vez, sino que lo recuerdan inconscientemente de su pasado, es por éso que se les facilita mucho más que a otros. Es igual con los gustos, si te gustaba algo o alguien en tu pasado, es muy probable que te guste cuando reencarnes.

—¿Como almas gemelas?

—Sí. ¿Sabías que dos almas que se aman pueden reencarnar infinidad de veces juntos? Apuesto que Romeo y Julieta pudieron ser felices en otra época.

—Dorian Gray y Sibyl Vane.

—Pocahontas y John Smith.

—Justin y Britney... —Paige frunció la nariz ante ese comentario— ¿Cómo es sabes tanto, sabionda? —Le dijo en broma, ligeramente celosa porque su hermana sabía muchas cosas que ella no, no obstante en el fondo la admiraba mucho. Paige sonrió ufanamente con su comentario—. Y... regresando a lo de Bill ¿cómo pretendes arreglar su problema? ¿Vas a llevarlo al pasado para cambiar su muerte como hice yo?

—No podemos cambiar todo el pasado, Phoebe. Algunas cosas deben quedarse tal como están para no alterar nuestro karma y la vida de otros que estén relacionados con el acontecimiento. En ocaciones sólo nos queda seguir adelante y aprender de nuestros errores.

—¿Entonces que vas a hacer?

—Lo voy a hipnotizar. La regresión es el mejor método para superar algo de lo cual no recuerdas su origen. En mis libros han muchas anécdotas de gente que logró vencer miedos y traumas que no sabían de donde provenían. Algunos sólo necesitan regresar a su niñez, pero ya que Bill nació con esos achaques, no puede ser otra cosa mas que una vida pasada. Una vez entendido el problema, ya no hay razón para sufrirlo, y ¡asunto arreglado! ¡Hurra para mí!

Horas después, Paige llamó a su alumno Bill, con ayuda de Phoebe lo hipnotizaron y finalmente él revivió en su cabeza cómo había fallecido gracias a un accidente en bote en los años setentas. Se había perdido en medio del mar y una tormenta destruyó su botecito. Él sabía nadar pero la horrible lluvia se lo impedia. A media noche, solo, sin ningún farol a la vista y sin lugar a donde ir; murió ahogado entre las aguas oscuras de esa fria noche lluviosa, como ésta. Lo último que sintió fue la presión del agua sobre él que le impedían respirar, y un reflejo borroso de la luna que se filtraba entre las olas fue su última visión. Hoy se cumplían 30 años de su muerte y era por éso que su alma recordaba la fecha con los mismos síntomas. Aunque la regresión fue dolorosa tanto física como emocionalmente, Bill pudo entender que todo había sido un evento infortunado sin remedio. Él lo recordó y lo comprendió con melancolía, mas fue el punto final a sus dolores en el cuerpo. Como había dicho Paige, tarde o temprano regresamos para perdonar, en el caso de Bill, perdonó al mar por haberle arrebatado su vida tan joven. Suena tonto, pero no siempre tenemos rencor contra personas, sino contra hechos, lugares o cosas. Una vez deshiptonizado, despertó y le agradeció infinitamente a Paige por haberlo ayudado, le prometió que algún día le regresaría el favor... aunque fuera en otra vida. Después, se fue contento dispuesto a aprovechar el tiempo que no pudo vivir anteriormente.

—Ayudaste a ese chico. Estoy muy orgullosa de ti, Paige.

—No lo hice sola, tú me ayudaste. —Le sonrió. Phoebe agachó su mirada y pensó por un momento.

—Entonces... reencarnamos con un grupo de almas, eh. A veces por amor... a veces por asuntos pendientes... a veces por ambas.

—Y a veces por odio.

—Sí... y por odio. —Ella no pudo evitar pensar en alguien con quien tenía asuntos de odio y amor pendientes, alguien de quien creyó que se había librado—. ¿Sería posible que volviera a verlo? —pensó—. ¿Qué voy a hacer si reencarno junto a... Cole? No puedo volver a amarlo, caer en el mismo error dos veces... ¿o eran tres? ¿cuatro?

—¡Hola! ¡Tierra llamando a Phoebe! —Agitó sus manos frente a su cara para que su hermana saliera de sus fantasías—. ¿Qué te pasa?

—¿Eh? No, nada... —Paige la miró incrédula retándola a confesar— Yo sólo... pensaba en que sería lindo reencarnar junto a mis hermanas otra vez.

—Sí... y esperemos que ni tú ni yo seamos malvadas nuevamente. —Dijo mientras abrazaba a Phoebe por encima de su hombro.

—Si ya sabías de mi vida pasada, entonces sabes quien era Anton, niñita —Paige rió delatándose— Además, yo no fui mala, sólo fui... traviesa.

—Oh Phoebe, tú siempre has sido mala en el pasado —Se burló de ella—. ¡Mmm! ¿Hueles éso? Creo que Piper cocinó galletas.

—No me cambies el tema. Te contó Piper ¿verdad?

—Mmm. De chocolate.

—¡Paige! Contéstame.

—¡Con chispitas!

—¡Paige!

Sólo quedó el eco de la risa de Paige mientras ellas bajaban a la cocina junto a Piper.

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