De: Helene Rowle
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Editora: Alexandria Black
Aclaración: Tengo muchas cosas que me pertenecen, entre ellos mi gorro de Teemo, mi libro de biología natural y el resfriado que obtuve por caminar 20 minutos bajo la lluvia por comprar una caja de chocolates Vicio con el dinero de la locomoción. Pero lamentablemente entre esas cosas no se encuentra la Leyenda de Korra.
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Antes de que empiecen a leer les dejo las siguientes instrucciones.
1. Buscar la primera temporada de La legenda de Korra
2. Abrir el episodio 4.
3. Ir al minuto 3:40
4. Parar el capítulo y empezar a leer.
Capitulo Primero.
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Accidente
Era ya de tarde, el sol lentamente se empezaba a esconder en el horizonte. Como cada día, Ciudad Republica bullía como si tuviera vida propia. Los satomóviles recorrían las calles, la gente lentamente comenzaba a salir del trabajo, cansados después de un día laborar estresante. Incluso el Avatar, que trataba de meditar en la lejana Isla de los maestros aires, sentía como toda energía se movía a su alrededor.
Nunca había sido buena meditando, su carácter era tan hiperactivo que no podía concebir quedarse tanto tiempo quieta. Un tic nervioso apareció en su ojo izquierdo, ya que su mente no hacía más que agitarse en torno a un millar de ideas que no le daban la paz que supuesta mente debía alcanzar. Al final soltó un gruñido de frustración y deshizo la postura de meditación. Sujeto su cabeza con una mano, y la apretó con fuerza. Había tenido una mala noche, llena de pesadillas en donde sus mayores miedos se hacían realidad. Y desde el amanecer, esos pensamientos no hacían más que torturarla, especialmente al no poder contarlo. Era después de todo, el Avatar, el ser más poderoso de todo el mundo, y uno que tenía un orgullo tan grande que no dejaba ver ni una pisca de debilidad.
Salto del lugar alto en donde se encontraba meditando y aterrizo sin problemas, golpeando el suelo con algo más de la fuerza necesaria. No se sentía de humor para avisar o si quiera ver a Tenzin, que seguramente la regañaría por no estar entrenando. Corrió al lugar en donde se encontraba su única amiga. Naga la recibió moviendo la cola con alegría y Korra no pudo evitar sonreír, su fiel compañera siempre le robaba una sonrisa sin importar lo mal que estuviera.
"Vamos chica ¿Estas lista para un ligero nado?" La oso-perro polar gruño con alegría. Y antes de que cualquiera lo notara, ambas se encontraban en el agua recorriendo la distancia que las separaba de Cuidad Republica.
Llegaron al puerto y el gran animal salió del agua sin problema, y en el proceso se sacudió empapando a cualquiera que estuviera cerca. Rápidamente ambas comenzaron a recorrer las calles de la Metrópolis, sin un rumbo fijo. Lo único que deseaba Korra era que su mente se despejara. Y antes de que siquiera razonara, ya habían llegado al estadio de pro-control. El Avatar sonrió y acaricio el cuello de su amiga.
"Me conoces bien, chica" Y de un salto bajo, y se dirigió a la entrada. Recorrió el camino que ya conocía de memoria sin apenas darse cuenta, y subió a donde sabía, vivían sus compañeros. Apenas había asomado la cabeza en aquel lugar, cuando una voz la recibió.
"¡Korra, compañera querida!" La saludo con la alegría que solo Bolin tenía, acercándose con saltos largos a donde ella se encontraba. "¿Qué haces honrándonos con tu presencia en este basurero al que llamo hogar?" La maestra de los cuatro elementos se rio, divertida.
"Bo, solo vengo de pasada" Respondió Korra con una sonrisa algo distante, algo que el maestro tierra apenas noto debido a su despistada forma de ser. "¿Y Mako?" El maestro tierra solo encogió los hombros, sin perder su típica sonrisa.
"Mi querido hermanito está en el trabajo, y por cierto, ya debe estar por llegar." Dijo mirando la posición del sol por la gran ventana. Pabu escalo por la espalda de Bolin hasta ganarse en su usual lugar, saludando con su ruido característico al Avatar. Una idea surgió en la mente de Korra. "Está bien, salúdalo de mi parte ¡Nos vemos!" Y tal como llego, bajo por las escaleras esta vez con un paso apresurado.
Bolin solo se quedó mirando extrañado el lugar por donde había desaparecido su amiga, para finalmente soltar un suspiro. Jamás entendería a las mujeres, y su atención se volvió a centrar en la misión de tratar de ordenar el lugar donde vivía.
Korra ya estaba sobre su compañera y antes de siquiera dar una orden, su amiga ya estaba en marcha. "Al centro, Naga" Murmuro pensando que con suerte, se encontraría con Mako en aquel lugar. Sentía una gran ansia de ver a aquel maestro fuego. Paso todo el camino con la mente lejos de su cuerpo, rondando a muchas ideas y a nada en concreto. Al final llegaron al lugar, y Korra agito su cabeza para despejarse. Bajo de Naga, le indico que se quedara aquí, y recorrió con la vista el lugar. A lo lejos vio una bufanda roja que conocía muy bien. Empezó a acercarse con paso rápido, tratando de no perderlo entre la multitud en la que lo vio sumergirse. Empujo y avanzo como pudo entre tanta gente, mirando por donde había visto desaparecer a aquel joven, hasta que finalmente salió con un gruñido de hastió. Odiaba las multitudes.
Busco con la mirada y vio a Mako mirando a ambos lado de una calle antes de cruzar corriendo. Lo siguió lo más rápido que pudo, viendo como formaba fila para subirse a un transporte – que seguramente lo llevaría a casa. Estaba cruzando la calle mirando con frustración el transporte que se llevaba al maestro fuego en su interior, cuando sucedió. Lo único que escucho fue un ruido sordo a lo lejos, un frenado y un golpe que la mando lejos.
"¡Ay, ay, ay!" Se quejó después de haber dejado de rodar, sujetándose la cabeza con fuerza. El golpe había sido especialmente duro en la parte posterior de su cabeza.
"Ay no, lo siento mucho, no te vi" Escucho una voz femenina a lo lejos, y unos pasos que se acercaban mientras farfullaba palabras que le darían un ataque a Tenzin de solo escucharlas.
"Ah claro, por supuesto que no me viste" Hablo con sarcasmo sentándose en el suelo y viendo a la extraña que se agacho para estar a su altura. Llevaba un casco, que se quitó con elegancia revelando su larga cabellera y unos extraños ojos verdes. Ante ese movimiento solo logro arquear una ceja.
"Realmente lo siento, saliste de la nada" Dijo mientras sujetaba el brazo del Avatar para ayudarla a pararse. Korra no dejo de tocar su cabeza ante el dolor. Esto preocupo a la persona que la había arrollado "¿En serio estas bien? Debería llevarte a un sanador, en serio que lo lamento" Solo recibió un bufido irritado antes de ver unos ojos azules como el cielo.
"Soy el Avatar, algo así solo me hace cosquillas" La voz estaba teñida de un orgullo egocéntrico señalándose con el pulgar. Esto hizo que la extraña arqueara las cejas.
"Ah claro, pero el Avatar acaba de ser arrollado como cualquier humano" Se cruzó de brazos ante la mirada de Korra.
"Si, y tú tienes la culpa" Recalco apuntándola con el dedo índice. Los ojos verdes mostraron inmediatamente culpa que divirtió al Avatar. Formo una sonrisa burlesca mientras que aquella extraña le extendía la mano.
"Asami, y sinceramente lo siento" La maestra de los cuatro elementos miro el gesto un momento con duda antes de corresponder agarrando la mano.
"Korra" Una sonrisa apareció en el rostro de la Sato.
"Qué tal si te invito a comer, como disculpa" Korra en definitiva habría rechazado cualquier invitación de una extraña, si esta no hubiera dicho la palabra comida.
"Si es comida, acepto lo que sea." Dijo sinceramente, haciendo que Asami riera.
"Bueno ¿Qué tal mañana a las 8 en la cocina de Kwong?" [NT: Sé que esto parece una cita, pero no lo es. Considero a Asami una persona generosa y amable, pero acostumbrada a ir solamente a restaurantes caros]
"¿Kwong? ¿Qué es eso y donde esta?" Pregunto con duda el Avatar rascándose la cabeza.
"¿No conoces a Kwong? ¿En serio, en dónde vives?" El rostro de Asami mostraba lo sorprendida que se encontraba.
Korra se irrito con aquellas palabras "Bueno, hace poco que llegue a la Ciudad, y entre mis poderes de Avatar no se encuentra tener un mapa integrado a mi mente" Sus palabras chorreaban el sarcasmo de un orgullo herido. Esto extrañamente le causo gracia a Asami, los gestos de aquella muchacha la hacían recordar a las de una niña pequeña.
"Perdón, perdón" Movió la mano tratando de quitarle seriedad al asunto, haciendo que su cabellera negra se moviera. "Hagamos esto, te llevo en mi bicimoto al lugar para que puedas conocer donde es, y mañana puedas ir".
"¿Bici qué?" Asami estuvo tentada a darse con la palma en la frente. Se dio la vuelta para agarrar su medio de transporte y acercarlo a Korra para que pudiera verlo mejor.
"Esto es una Bicimoto" El Avatar se acercó curiosa, mirándola por todos los ángulos como una niña descubriendo algo nuevo. Asami sonrió ante esto. Se encontraba realmente sorprendida de estar frente al Avatar. Siempre se la había imaginado como un ser frío y todo poderoso, ideas que no encajaban con la actitud infantil que podía apreciar ante sus ojos.
"Nunca me he subido a otra cosa que no sea Naga" Contesto Korra volteándose para mirar directamente a su acompañante, con las manos agarradas detrás de su espalda y con los ojos brillantes de emoción.
"¿Naga?" Dijo una Asami divertida. Le agradaba el Avatar, solo con verla podía darse cuenta que era un libro abierto, una persona sincera, como pocas que habían en su vida.
"Mi oso-perro polar" Señalo con el pulgar a algo detrás de sí. Asami se inclinó hacia un lado para ver lo que señalaba. A la distancia pudo ver un gran animal blanco que se encontraba recostado en un rincón.
"Pues, yo jamás he montado un animal, pero ¿En serio nunca te has subido siquiera a un Satomovil?" Miro a esos ojos azules con incredulidad.
"¿Sato qué? Y no, en el polo sur lo único que teníamos eran animales" Esta vez Asami se encontró sinceramente sorprendida. En Ciudad Republica no existía nadie que no conociera su apellido, y esta situación, de no ser reconocida, le agradaba. Le regalo a Korra una sonrisa alegre.
"Más adelante te mostrare un Satomovil, por mientras vayámonos" La indirecta que mando con aquella frase fue captada por el Avatar ¿Quería que se siguieran viendo? Antes de poder seguir sopesando esa interrogante, escucho nuevamente la voz de Asami.
"Vamos ¿Qué esperas?" La miraba ya con el casco nuevamente puesto y subida aquel extraño artefacto que no conocía, extendiéndole algo similar a lo que llevaba puesto en la cabeza. Se sentía algo insegura, todo esto era bastante extraño. Se estaba haciendo amiga de la persona que la había arrollado, una total desconocida, pero muy amable. Las dudas se fueron al ver los ojos verdes de Asami, que la miraban con un brillo de emoción. Como si estuvieran a punto de iniciar una nueva aventura. Y Korra amaba las aventuras. Cogió el casco y se lo puso en la cabeza, mientras que se subía detrás de Asami.
"¿Lista?" Volteo a ver a Korra.
"Si" Dijo con una sonrisa el Avatar
"Entonces ¡Sujétate!" Y antes de que pudiera acatar la orden, ya se estaban moviendo a gran velocidad. Soltó una exclamación, casi un grito de sorpresa Korra y se aferró como pudo a la parte trasera. Esto hizo reír a Asami, y apretando el acelerador, incremento la rapidez. Se movieron de un lado a otro, esquivando los obstáculos con gran maestría que trajo la experiencia de la Sato.
Al principio, Korra se asustó ante el miedo de caerse, pero cuando ya pudo encontrar un soporte firme, empezó a sentir la brisa en el rostro, una sensación de adrenalina nació en el estómago del Avatar y se apodero de todo su cuerpo.
"¡Esto es genial!" Grito con euforia Korra, levantando un brazo encantada. Jamás había ido tan rápido en toda su vida y le fascinaba. Asami sonrió y se concentró en el camino para no sufrir otro accidente. Rápidamente ambas recorrieron toda la ciudad, girando bruscamente ante cada curva, algo que hacia gritar al Avatar, moviendo con agilidad y salteando todo lo que se cruzaba ante su camino. Asami amaba la velocidad, la euforia que esta le provocaba, y este sentimiento empezó a ser compartido por la extraña que había arrollado hace poco, que gritaba llena de aquel sentimiento.
Cuando llegaron a su objetivo, Sato apretó el freno y derrapo, estacionándose frente a un gran edificio con estilo. El cosquilleo que sintió Korra en el estomago la hizo reír fuertemente, una risa contagiosa que fue imitada por Asami.
"Eso fue ¡Genial!" Dijo el Avatar saltando de la bicimoto con gran energía. La adrenalina fue como cafeína para su organismo, llenándola de vivas y dulce euforia.
"Claro que lo fue" Respondió Asami quitándose el casco nuevamente con la elegancia que la caracterizaba. "La velocidad es lo mejor" Y la sonrisa que mostró Korra indicaba que compartía aquella opinión. Esta daba saltitos por todo el lugar, riéndose por lo bajo plenamente feliz.
Asami con una sonrisa en el rostro se bajó de la bicimoto y señalo el lugar que se encontraba detrás de Korra. "Este es la cocina de Kwong." Inmediatamente la maestra se volteo para observar el lugar.
"Wouh" Korra inclino la cabeza hacia atrás para poder ver el final de aquel inmenso edificio, pero no pudo distinguirlo, algo que logro impresionarla más. Aquel lugar era gigante. Una pregunta surgió en su mente "¿Aquí preparan comida deliciosa?" Dijo volteando a ver a su acompañante.
La sonrisa no se borraba del rostro de Asami "Por supuesta, es la mejor" Esto fue como decirle al Avatar que se había ganado la lotería.
"Entonces ¡No puedo esperar a que llegue mañana!" Y al voltearse pudo ver la posición del sol. Toda la sangre desapareció del rostro de Korra, y una sonrisa nerviosa apareció en su rostro. "Ay, me van a matar"
"¿Sucede algo Korra?" Pregunto Asami acercándose para verla mejor.
"Sucede que me van a matar y colgar mi cuerpo en lo más alto de un poste si no me voy inmediatamente" La exageración de Korra hizo que Asami volviera a reírse. En un solo día el Avatar la había hecho reír más de lo que había hecho en toda la semana.
Korra junto sus dedos para llevárselos a la boca y soltar un gran silbido que resonó por todo el lugar. Casi un minuto después se escucho a lo lejos unas pisadas enormes y apareció de una de las calles el gran perro-oso polar. Se acerco moviendo su cola hacia su dueña, pegando su cabeza al cuerpo de Korra para recibir mimos. El avatar le respondió acariciándola con cariño, y luego volteo para ver a la otra persona que se encontraba en el lugar.
"Asami, esta es Naga, mi mejor amiga, Naga, esta es Asami, me arrollo con su bici-no-se-que pero me invito a comer, y por eso la perdone" La presentación causo la risa de Asami que fue abordada por el cariñoso animal.
"Ay que linda" No pudo evitar soltar Asami al ver la cara que ponía el oso-perro para que le dieran cariño. "Se parece a ti Korra" Se burlo haciendo que Korra mostrara un puchero tan igual al de Naga que causo la risa de la empresaria.
"No te burles" Dijo mientras se subía al lomo de su mejor amiga y agarraba las riendas, preparándose para irse. "Bueno Asami, nos vemos mañana" Y salió disparada por una de las calles, mientras que Asami hacia una seña con la mano para despedirse. Esta dio un suspiro y una sonrisa alegre se formo en su rostro. Se sentía feliz, se había hecho amiga – aunque sea muy temprano para llamarla así – de nada más y nada menos que del Avatar, una muchacha alegre y sincera que le había alegrado el día.
Lamentablemente para Korra aquel día no termino bien. El sermón de Tenzin duro casi dos horas, derritiendo y acabando con la alegría que el encuentro con Asami le había dejado. En medio de la cena llego un tal Tarlok a invitarla a participar a su fuerza especial para derrotar a Amon, algo que la deprimió de sobremanera al recordar todos los miedos que el líder de los igualitarios le provocaba. Rechazo la solicitud, con un sabor amargo en la boca.
Pero, al momento de irse a dormir y recordar los eventos de aquel día, no pudo evitar que una sonrisa se le formara. El paseo en moto-no-se-que le había encantado a Korra, y el solo pensar que mañana comería algo delicioso la incentivaba a pensar que, después de todo, no había sido un mal día. Ni siquiera recordó que su meta inicial era encontrar a Mako.
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"¿Mako? ¡Hermanito querido!" Grito Bolin al ver llegar a su hermano del trabajo. Este solo le dedico una sonrisa y le entrego una bolsa café. Sin decir palabras se recostó en el sillón y hecho la cabeza hacia tras cansado.
"Ay, no debiste, mis bocadillos preferidos" El maestro tierra ni siquiera había terminado de decir la frase cuando uno de los pastelitos ya desaparecía por su garganta, y un sonido similar al que hacia Pabu al comer se escapo de su boca. Pasaron varios pastelitos después para que Bolin recordara lo que había sucedido esta tarde. Se golpeo el pecho para hacer pasar más rápido la comida y se acerco dando saltos a su hermano mayor. "¡Mako, adivina quién me vino a ver hoy!" Y estiro los brazos como si fuera a decir lo más genial del mundo. "¡Korra!"
El solo mencionar el nombre del Avatar hizo que la atención de Mako se centrara en su hermano. Lo miro arqueando la ceja algo incrédulo. "¿Y que vino a hacer aquí?" El rostro de Bolin se torno a una mueca extraña.
"En realidad ni yo lo entendí, solo llego, me saludo – y por cierto, te mando saludos – se despidió y salió casi volando del lugar." Mako arqueo la ceja e hizo una seña de indiferencia fingida. Una parte de él realmente se preguntaba que había hecho Korra el día de hoy.
Bolin soltó un suspiro exageradamente dramático. "No entiendo a las mujeres"
"Ni yo Bo, ni yo"
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El sol apenas se asomaba en la lejanía cuando Korra fue levantada de su cama. Como cada mañana, con los ojos casi cerrados se vistió, cabeceando por momentos ante el sueño. Salió de su habitación con lentitud y choco con toda pared que se cruzaba en su camino. El despertar temprano – o el simple hecho de despertar – jamás había sido su rasgo más destacado. Se sentó como pudo en la mesa del comedor para tomar su desayuno.
"Korra, no comas con los ojos cerrados" La regaño un Tenzin totalmente despejado. Sus hijos – Jinora, Ikki y Meelo – se encontraban a su lado derecho comiendo el desayuno con la alegría que los caracterizaba a cada uno. Jinora comía tranquilamente, Ikki movía los palillos a una velocidad increíble, reflejando su personalidad hiperactiva, y Meelo casi metía la cabeza en el plato de comida para acabar más rápido. Pema los miraba al otro lado de la mesa, soltando un suspiro y esperando que su siguiente hijo – el que venía en camino y se reflejaba perfectamente en su abultada pansa – fuera un poco más tranquilo. O por lo menos que no fuera un mini-Meelo, que por cierto, acaba de tirar un sonoro eructo.
Tenzin volteo a mirar a su hijo con desaprobación. Mientras, Korra lentamente comenzaba a despertar, ingiriendo el delicioso desayuno con la energía que lentamente comenzaba a nacer en su cuerpo. Después de unos cuantos minutos, dejo el plato y los palillos y agradeció por la comida. Le dijo a Tenzin que iría a entrenar, y este solo le asintió.
Paso casi toda la mañana entrenada los elementos que mejor dominaba. Fuego nacía por doquier, la tierra se removía a sus pies y del mar se elevaba agua que giraba con fluidez alrededor del Avatar. Abdominales, flexiones de brazo, levantamiento de pesas. Una mañana como cualquiera.
Ya después de la hora del almuerzo comenzó el entrenamiento de aire control con Tenzin, y como cada día desde que había llegado, nada funciono. Al final terminaron meditando para tratar de encontrar dentro de sí algún indicio de aquel poder, pero lo único que lograron esas largas horas de meditación, fueron llenar de frustración al Avatar. Finalmente abrió los ojos gruñendo por lo bajo y vio la posición del sol. Una sonrisa surgió de la nada.
"Lo siento Tenzin, tengo un compromiso" Dijo lo más rápido que pudo para empezar a correr sin siquiera escuchar una contestación "¡Nos vemos!" Y escapo del regaño que seguramente se perdió a la distancia.
Monto a Naga y con la fluidez y la rapidez que las caracterizaban, recorrieron a nado hacia Ciudad Republica y en un parpadeo llegaron frente al mismo edificio en donde ella y Asami habían ido el día de ayer. Se bajo y le ordeno a Naga que se quedara ahí esperándola, prometiéndole comida al volver a casa. Luego entro al edificio con una decisión que se fue esfumando con cada paso que daba al ver por dentro la cocina de Kwong. Se sintió, totalmente fuera de lugar. El lugar era elegante, refinado y fino, características tan opuestas a la forma de ser del Avatar que la desconcertaron.
"Ah, Bienvenida a la cocina de Kwong, señorita Korra" Hablo un extraño hombre que realizo una reverencia tan profunda que su cabeza casi toco el suelo. "¿Señorita? ¿Yo?" No pudo evitar pensar el Avatar, ante unas palabras que nadie nunca había relacionado con su nombre. El tipo extraño la llevo a una habitación y trato de hacer que usara un vestido, no cabe decir que aquel tipo término medio chamuscado, aceptando el hecho que Korra no se sacaría la ropa del polo sur a la que tanto cariño le tenía. La guió hasta una mesa apartada en donde diviso a Asami. Se sentó frente a ella y sonrió algo incomoda. Sin siquiera saberlo, se había ganado varios puntos a su favor en la mente de la Sato. Tiene carácter y no se deja pasar a llevar por nadie. No pudo evitar que su mente la relacionara con su propia forma de ser.
"Vaya, que interesante ¿Y el vestido que elegí especialmente para ti?" Hablo burlona mente la ingeniera, mirando fijamente a los ojos de Korra. Esta le devolvió la mirada irritada.
"Odio los vestidos, es más, odio toda la ropa que no sea la del polo Sur" Esto hizo reír a Asami, causando que la irritación del Avatar aumentara. Se cruzo de brazos y le lanzo una mirada iracunda "¿De qué te ríes?"
Asami solo negó con la cabeza sin dejar de sonreír. "Eres la primera persona que rechaza un presente de un Sato"
Korra arqueo una ceja "¿Y eso es bueno o malo?"
Los ojos de la ingeniera brillaron divertidos. "Es bueno" Estas palabras tranquilizaron a Korra, que a pesar de desentonar en aquel lugar, la actitud de Asami la hacía sentir a gusto – incluso a pesar de que esta se riera a su costa. Antes de que cualquiera volviera a hablar, un camarero se acerco a preguntarles que pedirían. Korra tomo la carta y se puso a revisar los extraños nombres. Al final eligió uno que en la descripción decía Pescado y con eso le bastó.
"Bueno, Avatar Korra" Comenzó a decir Asami captando la atención de la nombrada "¿Cómo ha sido tu estancia en Ciudad Republica?"
"Buenooo…. Hace más calor aquí" Dijo lo primero que se le vino a la mente. Asami sonrió con gracia.
"En cualquier lugar hace más calor que en el Polo sur, Korra"
"Eso es cierto, pero es lo primero que sentí al llegar" Dijo haciendo un puchero. Asami solo negó con la cabeza divertida. "Pero después me impresiono el lugar, nunca había visto un edificio tan grande o una estatua" Esto hizo que Asami arqueara la ceja.
"¿Nunca habías salido del Polo sur?"
"Nop"
"Entonces eso significa que casi todo lo que vez en la ciudad es nuevo para ti"
"Sip, totalmente nuevo. Incluso las reglas cambian, ya que no me dejan hacer mi control de los elementos en cualquier lugar" Dijo Korra frustrada ante este hecho. Todo era demasiado diferente a su lugar de origen, y esto era algo que a nadie le había revelado antes. El aura que despedía Asami la hacía confiar sin la necesidad de conocerla.
"Entiendo, entonces como originaria de este lugar, será mi deber mostrarte la ciudad." Mientras decía esto Asami sonreía.
Korra se sorprendió. "¿En serio?"
"Si a ti no te molesta…"
"¡Claro que no!" Hablo en un tono más alto de lo normal. Se sentía feliz ante sus palabras. "Eres la persona más amable que conozco, excepto quizás por Bolin"
"¿Bolin? ¿Quién es?" Asami se interesaba sinceramente en la vida de Korra, y era el primer nombre que le escuchaba decir.
"¡Ah! Es la primera persona que fue amable conmigo al llegar a esta ciudad, y es el hermano de Mako" Al recordar al maestro fuego, no pudo evitar que un ligero rubor apareciera en sus mejillas. La sagaz mirada de Asami capto inmediatamente esto y sonrió divertida.
"Oh mira, parece que el Avatar, maestra de los cuatro elementos, está enamorada" Los colores subieron inmediatamente al rostro de Korra.
"¡¿Qué?! ¡Yo no estoy enamorada de Mako!" Golpeo con fuerza la mesa alterada y con el rostro tan rojo como un tomate. Asami agradeció haber escogido una mesa tan apartada de los demás comensales.
"Jamás dije que fuera Mako" Y una sonrisa victoriosa apareció en el rostro de Asami. Korra ante esto solo pudo balbucear avergonzada, sintiendo como su negación se desinflaba cual globo. Agacho la cabeza sin atreverse a mirar a Sato a los ojos.
"Ni si quiera sé si estoy enamorada" Balbuceo por lo bajo. Esto enterneció a la ingeniera de tal manera que su sonrisa dejo de ser burlesca.
"Tranquila, si quieres te puedo ayudar con el tema" Korra levanto la mirada apenas un poco solo para observar a su acompañante.
"¿En serio?" La contemplo con ojos de cachorrito maltratado y Asami apostaría su fortuna a que ese gesto Naga lo hacía de la misma manera.
"Por supuesto" Y la sonrisa que le regalo a Korra hizo que esta se tranquilizara. Jamás había tenido a alguien que hablara de esas cosas con ella, y su perro oso-polar no podía entrar entre una de ellas, ya que nunca le respondía – esto no evitaba que a veces se desahogara con su amiga.
Antes de continuar hablando una interrogante surgió en la mente de Asami.
"Espera ¿Mako? ¿No es el mismo Mako que forma parte de los Hurones de fuego?" Inmediatamente el tema cambio a algo en lo que Korra perfectamente podía hablar. Sato vio como el Avatar se inflaba cual pavo real lleno de orgullo.
"Es el mismo, y ¿A que no adivinas? Yo soy parte de los Hurones de fuego" Los ojos de Asami brillaron al imaginarse el deporte que tanto le encantaba escuchar en la radio.
"Si, ahora que lo recuerdo, en uno de los partidos dijeron que el Avatar estaba participando." Korra asintió con orgullo. Asami estaba encantada, amaba el pro-control "En realidad, es mi equipo predilecto, y por eso estoy tan feliz de que hayan pasado a la final" La sonrisa de la empresaria reflejaba toda la emoción, moviendo las manos con energía y tocándose la cabellera como una especie de manía que Korra había percibido después de tanto rato observándola.
Pero apenas proceso esas palabras todo el orgullo y la alegría que sentía desaparecieron tan rápido como llegaron. "Pero hasta ahí llegaremos" No pudo evitar hacer un puchero con los labios.
"¿Por qué?" Esto preocupo a Asami, no quería ver perder a aquel equipo que la había hecho gritar de la emoción cuando escuchaba los partidos.
"Nos piden 30 mil Yuanes para poder participar en la final ¿A que no es ridículo? La gente no puede hacer aparecer tanto dinero de la nada" Y golpeo el puño contra la mesa con la fuerza suficiente como para noquear a una persona. Siguió murmurando palabras incoherentes ante la frustración.
Se quedaron unos largos segundos en silencio, como si el ambiente se impregnara de los sentimientos del Avatar.
Pero Asami tuvo una idea. Tomo la copa de vino que le habían servido y contemplo a Korra mientras tomaba un sorbo.
"Yo podría ayudarte" Korra paro de refunfuñar por lo bajo y volteo a verla tan rápido que sus coletas la golpearon en plena cara, provocando que una suave risa naciera de la garganta de la empresaria.
"¿Cómo? ¿En serio nos puedes ayudar? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo?"
"Korra, respira, ya repetiste la misma pregunta dos veces." Dijo con gracia Sato mientras dejaba con elegancia la copa en la mesa. El avatar respiro unos segundos para calmarse y luego miro directamente a los ojos a su acompañante, haciendo que Asami formara una sonrisa "Puedo ayudarte"
"¿Qué? ¿Cómo conseguirás 30 mil yaunes? ¿Acaso eres rica?" Nunca, cabe recalcar, nunca alguien le había hecho una pregunta tan sincera y a la vez tan cargada de una ironía inconsciente como lo había hecho Korra, logrando que un ataque de risa empezara en la empresaria. Nunca pensó que una pregunta como esa fuera dirigida a un Sato.
Korra, al contrario, no tenía idea del porqué de la risa de Asami. Se limitó a mirarla todo el tiempo que duro su risa, con una ceja alzada y totalmente confundida. Finalmente la empresaria se pudo calmar y empezó a agitar la mano frente a su rostro tratando de darse un poco del aire que en esos momentos le faltaba.
"Perdón Korra, solo que tu pregunta me sorprendió." Dijo sin borrar la sonrisa que la risa le había provocado.
"Pero ¡Si te acabas de reír en mi cara!" La voz de Korra sonaba molesta e hizo sentir un poco mal a Asami. Ella no tenía la culpa de ser un poco ignorante en ciertos temas. Se disculpó con la mirada, pero sin borrar la sonrisa que portaba para tratar de quitarle seriedad al asunto. Esto fue como un calmante para el Avatar. Se había dado cuenta que extrañamente Asami tenía el poder de calmarla cuando su temperamento salía a flote.
"Lo que sucede, es que mi padre es el dueño de Industrias Futuro, una de las empresas más grandes de Ciudad Republica." Esto sorprendió a Korra
"¿En serio? Wou, eso es impresionante, aunque creo que el nombre de Industrias Futuro me suena de algo." Asami solo pudo negar con la cabeza divertida. En ese momento llegaron los platos con la comida, algo que alegro de sobre manera a Korra. Sin esperar, agarro los palillos y saco una porción del alimento. Algo dentro de ella se ilumino, y un brillo rebosante de gozo nació en sus ojos azules.
"Por todos los espíritus, esto esta delicioso ¡Y ni siquiera sé lo que es!" Exclamo sin dejar de llevarse comida a la boca. Asami solo pudo sonreír de manera sincera.
Pasaron el resto de la velada compartiendo anécdotas de sus vidas. Asami disfruto haciendo sufrir al Avatar con el tema de Mako, lanzando comentarios picantes que hicieron que toda la sangre existente en el cuerpo de la maestra de los cuatro elementos subiera a su rostro. A la vez, Korra narro los problemas que tenía con el aire control, y le revelo, indirectamente, que esto la tenía terriblemente frustrada. Asami relato su participación en la empresa de su padre, como a ella le encantaba diseñar y crear cosas, sobre su pasión por la velocidad, algo que ambas compartían. Rápidamente quedaron en que mañana Asami la llevaría a correr en un Satomovil. Sin darse cuenta, el tiempo paso volando, y descubrieron esa noche que extrañamente, dos polos tan opuestos como ambas lo eran, podían llegar a ser buenas amigas.
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Korra se sentía bastante contenta. Desde que conoció a Asami – Hace una semana – había pasado todos los días saliendo para todos lados junto a ella. Se divertían, y el Avatar por primera vez sintió lo que era tener una amiga de verdad. Conoció las instalaciones de Industrias Futuro, fueron a comer a distintos lugares – esta vez menos elegantes, para suerte de Korra – charlaron sin parar de todo y nada. Y lo más divertido fue cuando se subió por primera vez a un Satomovil y conoció lo que era ir verdaderamente rápido. Cabe mencionar que se emociono tanto que saco la mitad de su cuerpo por la venta, haciendo que este se inclinara y estuviera punto de volcarse. Pero aun así, fue realmente emocionante.
Acariciaba a Naga en su barriga mientras pensaba en todo esto cuando sintió que alguien le hablaba.
"Hola, compañera de equipo" Bolin se acercaba tarareando y dando pasos alegre.
"Hola Bolin" Korra sonrió con alegría. El maestro tierra se emociono ante esto, como si la alegría del Avatar fuera contagiosa
"Uh, parece que alguien está feliz" La maestra solo pudo asentir con la cabeza sin dejar de acariciar la barriga de su compañera, que se encontraba de cabeza. "No fuiste a entrenar esta semana… Y Mako está molesto" Menciono Bolin como si estuviera hablando del clima. Korra hizo un gesto con algo de remordimiento.
"Si, solo estuve… Ocupada" Y recordó todo lo que había conocido con Asami, sintiéndose solo algo culpable ante esto. "Lo lamento mucho"
"Bueno, de todas formas quedaremos fuera del torneo, porque el dinero no se caerá del cielo para mañana"
Esto hizo que Korra saltara como un resorte y empezara a reírse "¡Bolin! ¡Se me había olvidado totalmente!" Naga se dio vuelta para mirar a ambos agitando la cola.
"¿Qué? ¿Qué pasa?" Bolin movió los brazos dramáticamente "¿Por qué tanta emoción?" Korra solo se dedico a dar saltitos de alegría, para luego coger las manos de su amigo y mirarlo directo a los ojos. Abrió la boca, pero luego negó con la cabeza
"Después te cuento, quiero que Mako esté presente." Y salió corriendo con Naga detrás "¡Te veo en el gimnasio!"
Bolin arqueo una ceja "Okay, eso fue raro" Y luego palpo lo que traía en su abrigo. "¡Argh!" Se tiro al suelo de rodillas "Se me olvido entregarle los obsequios" Lloriqueando saco la rosa y el pastelito que pensaba regalarle a Korra. A lo lejos sintió unos pasos que pasaron a su lado. Levanto la cabeza para ver a un tipo con el cabello gris que llevaba una caja repleta de rosas y otros obsequios. Este toco la puerta del templo y cuando le abrieron dijo "Entrega para el Avatar Korra" Bolin miro la cantidad de regalos que traía la caja, y luego los suyos, y casi se pone a llorar de verdad.
Por mientras, Korra ya se encontraba montando a una Naga que recién tenia puesto su arnés "¡Se me olvido totalmente decirle a los chicos! – Pensó agitada – "Primero debo buscar a Asami". Y agito las riendas de su perro oso polar, para salir disparadas hacia Ciudad Republica. Después de subirse a una barcaza y que esta las llevara al puerto – ya que Naga se estaba aburriendo de nadar todo ese trayecto – comenzaron a recorrer las calles. Korra se puso a pensar. "Piensa Korra, Asami puede estar en su taller, en su casa o en… ¡La empresa!" Ya había visitado ese lugar antes, ya que Sato deseaba que conociera toda la fabricación de sus productos. Korra quedo maravillada ante tanto movimiento, pero no entendió ni pio de lo que le explico Asami sobre las cosas que ahí se construían.
Arribo frente al gran edificio de Industrias Futuro. Entro corriendo y sin mirar ni preguntarle a nadie, llego a la gran bodega en donde se construían los Satomoviles. Ningún empleado dijo nada ante la presencia del Avatar, ya que la habían visto anterior mente con la hija de su Jefe. Y hablando del jefe y su hija, estos se encontraban en un rincón observando unos extraños planos que Korra ni se digno a dirigirles una mirada.
"¡Asami!" Esta volteo para luego sonreírle a Korra, que llego corriendo hasta pararse frente a ella.
"Korra, que alegría verte ¿Qué haces aquí?" La sonrisa que traía el Avatar era tan contagiosa que Asami solo pudo reírse por lo bajo.
"Acabo de encontrarme a Bolin, y recordé sobre la final del torneo de Pro-control ¡Y se me había olvidado totalmente contarles a los chicos de lo que me dijiste!" Estiro los brazos cuan largo eras para enfatizar sus palabras, mientras que la empresaria solo podía sonreír ante la actitud infantil de Korra que tanto le había maravillado.
El hombre que se encontraba al lado de Asami tocio por lo bajo al sentirse ignorado.
"Oh, perdón papa, esta es Korra, ya te había hablado de ella" Asami agarro una mano del Avatar y la acerco hasta que ambas estuvieron frente a un hombre alto, de pelo gris pero de sonrisa bondadosa.
"Por supuesto que lo recuerdo hija, ella es parte de los Hurones de fuego ¿No?" Korra asintió y se quedo mirando al hombre que jamás había visto. Vio un brillo extraño en los ojos de aquel hombre, haciendo que un escalofrió recorriera su cuerpo.
"Korra, este es Hiroshi Sato, mi papa" El nombrado estiro la mano.
"Un gusto Korra" Esta dudo en estrecharla, pero al volver a mirarlo directamente a los ojos, solo se encontró con una mirada amable. "Me estoy imaginando cosas" Y le correspondió con una sonrisa alegre, mientras apretaba la mano extendida. Después de todo, era el padre de su amiga.
"Bueno, me dijeron que necesitabas dinero" Dijo Hiroshi sonriendo de manera alegre.
"Si lo dice de esa manera suena algo feo…" Se avergonzó el Avatar ante sus palabras, y coloco su mano en la cabeza en su típico gesto nervioso.
"No tienes de que avergonzarte, Korra. Yo también cuando era joven tuve la necesidad de dinero. Solo era un simple lustrador de zapatos que tenía una idea" Hiroshi asentía con alegría, y luego señalo a algo que se encontraba a su lado. "El Satomovil." Asami solo se quedo callada ante el relato de su padre que ya había escuchado cientos de veces. Korra volteo a ver el carro que ya conocía sorprendida "Y gracias a esa persona que me prestó dinero, pude crear la empresa de Industrias Futuro que todos conocemos." Y señalo con la mano todo el lugar para recalcar sus palabras.
"Papa, ya basta, solo dile a Korra directamente las cosas" Señalo Asami con una sonrisa en el rostro, colocando una mano en su cadera y la otra moviéndola mientras hablaba. Hiroshi solo pudo reírse ante la actitud de su hija.
"Ehmm… ¿Qué cosa?" Dijo dudosa el Avatar inclinando la cabeza. El jefe de Industrias Futuro volteo a ver a la muchacha que se encontraba frente a él con alegría. Era la primera vez que su hija le hablaba de una amiga con tanto cariño, narrándole la actitud desinteresada que poseía el Avatar.
"Mi hija me conto la necesidad financiera de tu equipo de Pro-control, los Hurones de fuego que mí Asami tanto adora." Coloco una mano en el hombro de Korra, y le regalo una sonrisa que tranquilizo los nervios del Avatar. "Y he decidido patrocinarlos, no me gustaría que perdieran, cuando mi hija asegura que son el mejor equipo de Pro-control de la temporada".
Korra abrió los ojos y retrocedió unos pasos sorprendida. "¿En serio?"
"Es enserio Korra" Afirmo Asami, haciendo que el Avatar se centrara en ella. "Mi papa cubrirá el poso para que puedan jugar en la final"
"Pero, es mucho dinero ¿En serio tienen tanto?" Y Hiroshi pudo conocer de primera mano la sinceridad e ingenuidad que tanto había recalcado Asami al hablarle de Korra. Se rió con fuerza, para luego volver a colocar la mano en el hombro de la originaria del polo sur.
"Por supuesto Korra" Esta se quedo unos segundos callada ante la sorpresa. Volteo a ver a Asami para asegurarse que lo que escuchaba era verdad. Ella solo le sonrió.
"La única condición es que tienen que usar el logo de industrias Futuro" Korra no respondió nada a ese comentario, pero estaba segura de que si Hiroshi le pidiera bailar tango en ese preciso momento, lo haría.
Luego la realidad cayó como un balde de agua. Soltó un grito de alegría y la emoción fue tanta que salto por el aire aterrizando frente a la empresaria. "¡Rápido Asami, tenemos que ir y contarle a los chicos sobre esto!" La agarro de un brazo y empezó a tirarla hacia la salida. La empresaria se dejo arrastrar y solo volteo a ver su padre para despedirse moviendo la mano y con una sonrisa grabada en su rostro.
Hiroshi se quedo unos momentos quieto, esperando, hasta que ambas jóvenes desaparecieron de su vista. Sus ojos se oscurecieron y una mueca de molestia se formo en sus labios.
–x–
En la isla de los maestros aire, Tenzin se encontraba buscando a Korra por todos lados, molesto. Apenas la había visto esta semana, desaparecía apenas sus ojos la perdían de vista. Ni siquiera se había dignado a darle una explicación a lo que sea que estuviera haciendo. A lo lejos vio un auto con una enorme cinta rosada.
"Rum, rum – rum rum" Aquel sonido lo hacia Ikki, que se encontraba sentada frente al manubrio del Satomovil y a su lado estaba Meelo "¡Ah un lado papi, estamos conduciendo!" Tenzin solo los miro y negó con la cabeza "Ese Tarlok cada vez envía regalos más extravagantes ¿A caso no se rinde?" Pensó para luego seguir en su búsqueda.
Frustrado, volteo a ver a Ciudad Republica, pero una parte de él se encontraba tranquilo ante la nueva actitud de Korra. Hace una semana atrás, cuando rechazo la propuesta de Tarlok, la noto deprimida. Lo que sea que estuviera distrayendo al Avatar, esperaba que siguiera ahí – pero eso no quitaba el hecho de que debía seguir entrenando, en cuanto la viera, le daría el regaño de su vida.
–x–
Asami por primera vez en su vida monto a un animal. Agarrada de la espalda de Korra, el movimiento constante que se producía ante el caminar de Naga la mareaba y se dio cuenta que prefería mil veces su bicimoto o su Satomovil. Pero la emoción de Korra fue tanta que ni siquiera le dio tiempo para nada. Recorrieron varias calles hasta que el recuerdo de una invitación, que había llegado esta mañana a su casa, llego a su mente.
"¿Korra?" Esta hizo un movimiento con la espalda dando a entender que la escuchaba "¿Sabías que hoy en la noche se hará una fiesta en tu honor?" De la sorpresa, el Avatar tiro las riendas de Naga, haciendo que esta frenara bruscamente. Asami se dio un cabezazo en la dura espalda de su amiga. "¡Ay!" Korra rápidamente giro en su asiento para ver la cara de Asami.
"¿Qué acabas de decir?" Asami miro fijamente a su amiga molesta, pero los ojos de Korra le transmitieron él lo siento que no dijo, y la sorpresa que sentía. La empresaria solo suspiro, y la miro directamente a los ojos para responderle.
"Dije, que si sabes que hoy en la noche harán una fiesta en tu honor." Korra la miro incrédula por varios segundos para luego negar con efusiva energía. Asami arqueo una ceja "¿En serio no sabias de la fiesta que harán para ti? ¿A caso no te llego una invitación?" El avatar se encogió de hombros todavía incrédula.
"Esta semana he estado casi todo el tiempo fuera del templo" Asami sonrió sabiendo que eso era su culpa. "Así que si llego una invitación, de seguro no estuve para recibirla."
"Bueno, eso es una excelente excusa" Un tic apareció en la ceja de Korra, y la empresaria solo sonrió divertida.
"No es una excusa, es la verdad" Farfullo por lo bajo algo irritada. Asami se había dado cuenta que molestar a Korra era un pasatiempo muy divertido.
"Claro Korra, lo que tu digas" La contestación del Avatar murió con el claxon de un auto que se encontraba detrás de ellas.
"¡Ya muévanse de una vez!" Grito el conductor del Satomovil. De lo irritada que estaba Korra, seguramente si se hubiera encontrado sola una gran llamarada habría cayado a aquel tipo. Por suerte para él, Asami la tranquilizo tocándole el hombro y regalándole una sonrisa. El Avatar hizo un puchero con la boca para luego darse la vuelta e indicarle a Naga que avanzaran. Siguieron el recorrido sin volver a hablar, y llegaron rápidamente al estadio de Pro- control.
Ambas bajaron de un salto, y Korra guio a Asami por la parte trasera del gran estadio, hasta un lugar que la empresaria nunca había visto. "Este es el gimnasio de entrenamiento, Asami" Le señalo Korra al ver la duda en su rostro.
"¡Korra!" La voz de Bolin a lo lejos llamo la atención de ambas jóvenes.
"¡Bolin! Qué bueno es verte por aquí" El maestro tierra se acerco corriendo con solo una polera blanca y sudada debido al entrenamiento.
"Diría lo mismo, pero desapareciste cuando te fui a ver al templo y de eso ya han pasado horas." Un puchero apareció en el rostro de Bolin al recordar aquel incidente.
"Ay, lo siento" Dijo Korra colocando su mano en la parte de atrás de su cabeza "Tuve que ir a buscar a alguien para contarles…" La voz de un irritado Mako interrumpió la frase
"¿Contarnos qué?" Korra volteo a verlo molesta ante el reproche implícito de aquellas palabras.
"¿Por qué me hablas con ese tono?" Dijo a la defensiva el Avatar cruzándose de brazos en el mismo gesto que tenia Mako.
"Ah, no por nada, solo paso una semana entera sin verte ni un solo pelo por aquí, aunque sea para entrenar o para ayudarnos a conseguir el dinero para el torneo ¡Y ya no nos queda nada de tiempo!"
"¡Pero no por eso tienes derecho a gritarme!" Respondió gritando Korra. [NT: Lo escribí a propósito]
"¡Pero si tu también me estas gritando!" Y antes de que la discusión siguiera, Asami carraspeo para llamar la atención. Fue en ese momento cuando ambos hermanos notaron que Korra vino acompaña por alguien más. Y las mandíbulas de ambos casi tocan el suelo al ver la belleza que poseía Asami por naturaleza. Fue una fortuna que Korra también volteara a ver a su amiga.
"Oh, perdón Asami" Dijo el Avatar acercándose a la empresaria, ya toda furia calmada. "Estos son mis amigos de los que te había hablado. Bolin" Señalo a su amigo que se recompuso rápidamente, pero un sonrojo seguía presente en sus mejillas. "Y Mako" Señalo al maestro fuego que, al contrario de su hermano, ningún rastro de la sorpresa inicial quedaba ya.
"Así que él es Mako" Murmuro para que solo Korra la escuchara. Los colores subieron al rostro del Avatar, que miro de reojo a su amiga para darle un disimulado codazo. La mueca que produjo Asami demostró que había utilizado mas fuerza de la necesaria, y que, no había sido para nada disimulada.
Mako miro esta interacción arqueando una ceja y preguntándose qué rayos estaba haciendo esa tipa – hermosa –algo que solo admitió para sus adentros, dentro del gimnasio.
"Hola Asami" Saludo el maestro tierra acercándose para extender la mano.
"Es un gusto Bolin" Correspondió el gesto la empresaria. Luego volteo para ver a Mako que se acercaba lentamente. "Ya entiendo porque a Korra le gusta." Pensó para sus adentros, sonriéndole de forma misteriosa al maestro fuego.
"Y tú debes ser Mako" Korra fue la única que percibió la burla en la voz de Asami, y la fulmino con la mirada mientras sus mejillas seguían sonrojadas "Ni se te ocurra…" La empresaria capto perfectamente el significado de esa mirada y solo sonrió divertida mientras le estrechaba la mano al maestro de fuego.
"Si, yo soy Mako, un gusto" Este arqueo una ceja mirando fijamente a Asami. Sus ojos se encontraron y la empresaria tuvo la extraña idea de que, si se hubieran conocido en otras circunstancias, habría podido salir perfectamente con él. Pero al ver detrás de Mako a Korra, su querida amiga, que la mirada con las mejillas sonrojadas y con una cara de cachorrito, todas aquellas ideas se borraron de su mente tan rápido como llegaron. Nunca podría hacerle eso a ella. Le regalo una última sonrisa al maestro fuego, que hizo que este se sonrojara, para luego acercarse a su amiga que la miraba avergonzada.
"¿Y que han venido a hacer, bellas damas, a este basurero a que llamamos hogar?" Pregunto Bolin acercándose a ambas con su usual sonrisa, con Pabu enrollado en su cuello. Inmediatamente el rostro de Korra se ilumino y se acerco a ambos con una sonrisa repleta de emoción.
"Encontré la solución a nuestro problema financiero." Les dijo con una sonrisa feliz, haciendo que ambos la miraran incrédulos.
"¿Y de donde sacaste todo ese dinero? ¿Acaso de entre tus poderes de Avatar, está el de hacer dinero?" La típica palabrería de Bolin hizo que Korra frunciera las cejas.
"Bolin, yo no cago dinero." Respondió extrañada
"¡Korra!" El regaño ante su palabrota llego de parte de Asami, que se acerco al trió mirando con desaprobación a su amiga.
"Perdón…" Le dijo bajito mostrando el puchero que siempre utilizaba al ser regañada. Pero luego volteo a ver a sus amigos con una nueva sonrisa. "Ella, es la solución a nuestro problemas." Y señalo a Asami como si fuera una gran obra de arte. Mako y Bolin miraron todo esto de una manera incrédula.
"¿Acaso ella si puede hacer dinero?" La pregunta de Bolin hizo que Korra se golpeara la cara con la mano. Asami solo pudo negar con la cabeza divertida. Luego decidió que ella explicaría las cosas, ya que Korra nunca había sido buena para las palabras.
"Yo y mi padre los vamos a patrocinar." Sentencio con una sonrisa la empresaria. A Mako esto le sorprendió, y extraño de parte iguales. Se acerco más y la miro pidiendo una explicación. "Bueno, conocí a Korra hace unos días" La mencionada frunció los labios al recordar la forma en la que se conocieron "Y esta me conto que es parte de los Hurones de fuego, mi equipo favorito de Pro-control" El orgullo lleno a Mako y a Bolin ante esas palabras. "Pero me conto el desafortunado problema financiero que tenían, así que decidí hablar con mi padre y esté estuvo encantado con la idea de patrocinarlos para la final."
Mako todavía no podía tragarse aquellas palabras "¿Y así sin más? ¿Sin ninguna condición?"
Asami solo se encogió los hombros. Bolin pensó que jamás había visto a alguien que pudiera hacer ese gesto de manera tan elegante.
"La única condición es que deben usar el logo de Industrias Futuro." La postura desafiante de Mako desapareció ante su mueca incrédula.
"¿Industrias Futuro? Espera ¿Tu padre como se llama?
Asami sonrió. "Hiroshi Sato"
"¡¿Eres una Sato?!" Gritaron ambos hermanos sorprendidos. Asami, acostumbrada a estas reacciones, solo asintió. Bolin se acerco rápidamente a Korra para agarrarla de los hombros.
"Compañera querida ¡Tienes una amiga millonaria!"
Korra solo lo miro inclinando la cabeza. "Ah, sí, eso creo." Y Bolin empezó a recorrer todo el gimnasio emocionado, contándole a Pabu la novedad y repitiéndose la a Mako como si este no hubiera estado presente. Asami, no pudo más que comparar las reacciones tan opuestas que tuvieron los hermanos y Korra cuando le comento que era una Sato. Agradeció a los espíritus por haber conocido al Avatar, la única persona que la hacía sentir como una igual.
Siguieron hablando los cuatro, emocionados por el partido que se realizara mañana. Hablaron de estrategias, del entrenamiento que tuvieron esa semana – Korra recibió varias miradas de desaprobación de parte de Mako – de anécdotas que habían tenido los tres en Pro-control, y el amor por ese deporte logro que los cuatro encontraran más de una cosa en común. Pero este momento no duro más tiempo, ya que Asami recordó el baile que tendrían esta noche – no tan noche, ya que el sol ya se estaba ocultando. Miro a ambos hermanos y los engranajes de su cabeza se movieron maquinando un plan. Una sonrisa apareció en su rostro que a Korra le dio mala espina.
"Korra, recuerda que esta noche tenemos tu fiesta." Hablo Asami mirando a su amiga que solo se encogió de hombros quitando le importancia al asunto. "Oh, pero que descortés hablar de esto frente a tus amigos" Les dedico una sonrisa de disculpa "¿Sabias Korra, que podemos llevar un acompañante?" La sonrisa picara que le dedico al Avatar hizo que esta se sonrojara. "¿Por qué no invitas a Mako? Y con gusto yo iría con Bolin" El maestro tierra se sonrojo hasta las orejas. "¿No tienes ningún problema?" Le pregunto Asami, y el dueño de Pabu solo pudo asentir de la vergüenza que sentía.
Korra se miro los pies nerviosa mientras se acercaba a Mako. "¿Te gustaría ir conmigo?" A pesar de que lo dijo bajo, el maestro fuego lo escucho perfectamente. Un leve color carmesí apareció en sus mejillas, y fingiendo que tocia, tratando de tragarse el cosquilleo que sentía en el estomago.
"Claro ¿Por qué no?" La respuesta hizo que Korra levantara la mirada para ver a Mako. Ambos se sonrieron avergonzados. Asami se acerco por la espalda del maestro fuego para hacer una señal victoriosa al Avatar. Esto solo hizo que Korra sonrojara mas, pero le dedico a su amiga una sonrisa agradecida. Asami se sintió satisfecha por sus habilidades de casamentera, y volteo a ver a su actual pareja para el baile. Bolin le regalo una sonrisa, y la empresaria entendió que se llevarían de maravilla.
–x–
Era ya de noche cuando Korra entro a la fiesta con Tenzin y su familia detrás. Traía una mueca algo malhumorada, había recibido literalmente el regaño de su vida por haber, según el maestro aire, dejado sus responsabilidades de Avatar de lado. Pero su rostro se ilumino a ver a Mako esperándola en un rincón. Se acerco lentamente, avergonzándose con cada paso, y ambos se sonrieron. Al poco rato llego Asami agarrada del brazo de Bolin, riéndose de lo que decía el maestro tierra.
"Korra, que bueno que llegaste" Dijo Asame dedicandole una sonrisa sincera a su amiga, la cual fue de vuelta por el Avatar. "Vengan, tengo que presentarles a alguien." Les dijo a ambos, guiando a Bolin hacia el centro del gran salón. Mako le ofreció su brazo a Korra, y esta lo agarro con una gran sonrisa. [NT: Escribir tanto Makorra hará que me de algo] Caminaron por un largo trecho antes de que un hombre moreno con ropas azules, típicas del polo norte se acercara al cuarteto.
"Me complace que hayas venido, Avatar Korra" Dijo Tarlok abriendo los brazos complacido. Toda la gente que los rodeaba volteo a ver a la maestra de los cuatro elementos y empezaron a aplaudir, recordándole que esta fiesta estaba hecha especialmente para ella. En un principio Korra se sintió alagada ante ese gesto.
"No puedo creer que todo esto se haya hecho para mi" Dijo a sus amigos con alegría. Pero su mirada se desvió a Tarlok, y vio en sus ojos la codicia. Esto le recordó la razón verdadera de todo esto, igual que los regalos que continuamente llegaban al templo, lo único que deseaba hacer con esto era convencerla de algo que no quería. Todas sus inseguridades se derrumbaron sobre ella de golpe, el miedo, la decepción, y su rostro se escureció. Asami fue la única que noto este cambio, y le dedico una mirada preocupada.
"Bueno, Korra, será mejor que sigamos, mi padre nos está esperando." Interrumpió Asami, para luego seguir caminando con Bolin. Mako los siguió, pero no miro en ningún momento a los ojos de Korra, y por lo tanto no noto la preocupacion que los cubría.
Asami los presento ante su padre. Pero Korra en ningún momento presto verdaderamente atención. Tarlok se les volvió a acercar trayendo con sigo a una persona.
"Korra, mira quien esta aquí. Creo que tu y la jefa Beifong ya se conocían ¿No es cierto?" Asami frunció el ceño al percibir la malicia de aquellas palabras. Korra y Lin se miraron fijamente mientras que esta última se acercaba aun más al Avatar.
"Solo porque la ciudad te organizo esta fiesta, no significa que seas especial." Se acerco furiosa aun más al rostro de Korra. "No has hecho nada para merecer esto." Y se alejó Lin Beifong pisando con fuerza el suelo. El tumulto de sentimientos que llenaron a Korra por estas palabras hizo que no hablara por el resto de la velada. Cuando Tarlok la separo de sus amigos, apenas se dio cuenta. Y todo empeoro cuando este la lanzo a los periodistas para que respondieran las preguntas del público. El recordar a Amon, la lleno del miedo que no podía admitir, la lleno de las inseguridades de su capacidad como Avatar, y su falta de poder controlar todos los elementos. Todo esto la abrumo de tal manera, que de un momento a otro exploto.
–x–
Asami no dejo de seguir con la vista a Korra desde el momento en el que Tarlok la separo de ellos. Noto perfectamente como en cada momento el rostro de su amiga se ensombrecía gradualmente estando frente a los periodistas. Y vio como su carácter explosivo salió a flote.
"¡Yo no le tengo miedo a nadie!" Solo Asami noto que los ojos de Korra decían lo contrario. "Si la ciudad me necesita, me uniré a la fuerza de Tarlok y peleare contra Amon" Dijo el Avatar finalmente rendida ante lo inevitable. Y Asami solo pudo sentirse furiosa al ver como su amiga caía en las redes de aquel tipo, llamado Tarlok, haciendo algo que, según pudo ver en el rostro de Korra, no deseaba.
Para Asami, desde que conoció a Korra, desde que paso toda esa semana junto a ella, noto que le era fácil leerla. Para ella Korra era un libro abierto, uno que deseaba conocer totalmente. Después de todo, era su amiga.
Después de aquello, aparto a Korra de los demás y la llevo a un balcón que poseía el salón de baile, en donde se podía ver perfectamente la luna y las estrellas. Se quedaron largos minutos en silencio, esperando que el ambiente de tención que rodeaba al Avatar lentamente dejara de existir.
"Korra…" Se acerco Asami para que esta la mirara a los ojos. "¿Cómo te sientes?" El Avatar solo pudo mirar fijamente a su amiga, esos ojos verdes la calmaron lentamente y suspiro.
"Me da miedo." Admitió por primera vez en toda su vida. Asami coloco una mano en su hombro para darle apoyo.
"Todos tenemos miedo en algún momento, eso es lo que nos hace humanos, y que seas el Avatar no te excluye de esa regla." Las palabras de Asami calmaron todas esas inseguridades que tenia.
Se miraron a los ojos y ambas sonrieron. Y Korra se alegro de aquel accidente en donde conoció a su primera amiga.
–x–
Después llego la primera misión que tuvo Korra contra los igualitarios. Las palabras de Asami resonaron en su mente cada vez que sentía miedo. Y esas palabras la llenaron de valor suficiente para retar a Amon a aquella batalla que grito a los cuatro vientos en la entrevista que tuvo junto a Tarlok.
Lamentablemente, a Asami no le pareció nada bueno esa idea, y a penas se entero regaño a Korra con gran molestia.
"¡Pero si tú me dijiste que era normal tener miedo!"Grito el Avatar ante el discurso que le estaba dando Asami.
"¡Y eso no significa que retes a Amon a una batalla! ¡¿No vez lo peligroso que puede ser?!" Era la primera vez que Korra veía a su amiga tan molesta. Se prometió no volver a hacerla enojar, ya que realmente daba miedo.
"Perdón…" Y puso el rostro de cachorrito que logro que la furia se apaciguara dentro de Asami.
"Espíritus, eres un caso perdido" Respondió la empresaria tocándose suavemente la cabeza con la mano. Se quedaron un rato en silencio, hasta que una sonrisa se formo en el rostro de Korra.
"¿Mañana salimos a correr en tu Satomovil?" Asami sonrió divertida.
"Jamás me negaría a una invitación como esa"
Y Korra paso nuevamente toda una semana sin ir a practicar Pro-control o entrenar con Tenzin en la isla. El poco tiempo libre que le quedaba después de cada misión, lo pasaba con Asami, saliendo a comer, o mayormente haciendo carreras en los Satomoviles, ya que la empresaria le había prometido enseñarle a conducir. Asami nunca espero que fuera tan complicado cumplir esa promesa. Pero nada de lo que dijera o hiciera evito que Korra fuera a aquella promesa de batalla contra Amon.
Aquella noche Asami apenas pudo dormir. Y al día siguiente, cuando Korra le conto todo lo sucedido, estuvo tentada a golpearla hasta dejarla noqueada por la estupidez que cometió el Avatar. Pero todo desapareció cuando Korra revelo sus miedos, aquellos por los cuales había llorado al lado de Tenzin aquella noche. Solo pudo escucharla, impotente por no haber hecho nada más. Y como buena amiga, hizo lo que pudo para distraerla.
Fin del capítulo.
1. Antes de empezar, al principio de la historia cuando estaba escribiendo "Horizonte" Y justo en mi música apareció la del Rey león, la que cantan al principio de la película. No sé, pero a mí me causo gracia.
2. Cuando Korra dice que Asami tiene unos extraños ojos, se refería a que los encontraba lindos xD
3. ¿Alguien más noto que en la escena donde Korra y Asami se conocieron, estuvieron hablando largo rato en medio de la calle?
Por ser el primer capítulo y el inicio de la relación de amistad entre Korra y Asami, apenas pude terminar de narrar los hechos del capítulo 4 de la Legenda de Korra "La voz de la noche". Créanme que esto me estreso en demasía, pero no podía colocarle un fin en ningún momento. Era realmente fundamental que mostrara todo esto. Pero no todos los capítulos serán así de lentos. O eso me gustaría creer.
La serie en si cambiara. Korra tendrá un apoyo grande desde el principio de la historia y el equipo Avatar se formara más rápido debido a que la rivalidad entre estas dos jamás existirá. Habrá mucho Makorra al principio, pero prometo tratar de evitarlo como pueda.
Quiero criar la relación de estas dos como una flor que se demora en crecer, igual como la mostraron en la serie. Su relación de amistad será larga, pero el amor surgirá más pronto que en la serie original, lo prometo. Hasta aquí es lo que puedo hablar del futuro de la serie sin revelar más. Tengo muchos planes, y quiero explotar al máximo su amistad. Me concentrare en especial en eso, en hechos importantes en donde su amistad crezca cada escalón.
Espero que los personajes no me hayan quedado tan OC…
Gracias por leer y si dejan comentarios me animaran a escribir más rápido.
Y como dijo alguna vez una de mis escritoras favoritas:
Agregar a favoritos y no dejar comentarios es como manosear una teta y salir corriendo.
