Fausto encuentro.
Nota: Ni Dragon Ball o sus personajes me pertenecen.
—¿Quién es una linda niña? ¡Tú eres una linda niña!
Las risas de Pan se dejan escuchar. La bebé agita sus brazos con rapidez a la par con sus piernas que lanzan algunas patadas, es notoria su felicidad. Busca ser cargada por aquella mujer de sonrisa dulce y voz agradable. Son muy pocas las ocasiones que se encuentran y le gusta ser mimada por esa joven.
Ireza, casi lanzando estrellas de la emoción, cumple las peticiones de la hija de su mejor amiga. Al cargar a la infante no duda en comenzar a besarla en las mejillas, mientras que con su diestra toma la pequeña mano para moverla de un lado a otro.
—¿No gustas comer otro trozo de tarta?
—No, gracias —responde la blonda sin dejar de jugar con la bebé—. ¡Pero espero llevarme algo, cocinas delicioso!
—¿Verdad que sí? —Se le une Gohan mientras sirve un poco de refresco y después extenderlo hacia el blondo en frente suyo—. La comida que Videl hace es muy buena.
Sonriente y sonrojada asiente en silencio por dichos halagos. Su mirada azul no deja de posarse en su hija y su amiga, quienes juegan vivaces. Al ver esto, Shapner decide molestarla deliberadamente.
—Ay, Videl y decías que nunca serías cursi —al sentir la fría mirada azul se detiene por un momento—, pero te queda bien, te queda muy bien…
Gohan empieza a reír, divertido ante la situación; hay algunas cosas que jamás van a cambiar. De hecho, momentos como ese son los que más atesora. Cuando pisó por primera vez el salón de clases y habló con ellos tres, no imaginó que conservaría su amistad tantos años, que se casaría con la muchacha de hermosa pero dura mirada azul, ni mucho menos que estaría conviviendo con ellos, en las Montañas Paoz, sentados sobre una manta de cuadros rojos y blancos degustando comida deliciosa en un día de campo.
—¡Tía, tía! —Pan exclama entre risas y balbuceos—. ¡Tía, tía, tía!
—¡Hey, no es justo Pan! —reclama Shapner mientras toma la otra mano de la niña—, ¿por qué a mi no me dices tío? ¡Si yo soy muy genial como tío! ¿De dónde crees que salieron algunos de tus juguetes?
Pero Pan lo ignora olímpicamente porque su adorada tía Ireza le da un par de golosinas, las cuales toma entre sus manitas.
—Mi hija es muy inteligente, por eso —dice la hija de Mr. Satán en son de broma, aunque su mirada dijera que iba en serio.
—No te preocupes, Shapner. Algún día ella te dirá tío… —es interrumpido por Videl, quien entrelaza los dedos de su mano con las suyas.
El blondo adivina lo que está a punto de presenciar por lo que busca la ayuda de Ireza, pero esta no deja de jugar con su sobrina. Sintiendo la incomodidad manifestarse en forma de sonrojo, se levanta para abrazar el tronco del árbol que les ha proporcionado sombra desde que llegaron. Entretanto, Gohan y Videl comparten un anhelado y apasionado beso contenido.
—¡Ay, por favor! ¿Qué más quieres de mi Kamisama?
