-Lovi eres tan lindo- el español abrazaba cariñosamente al italiano que intentaba escapar infructuosamente del agarre
-¡Estoy harto!- grito Lovino para después darle un cabezazo al mayor
-¡Me largo de aquí voy a buscar un nuevo jefe!
Después de recoger unos cuantos tomates y llevarse pocas pertenencias, dejó la casa, el problema era a donde ir lo más cercano que tenía era Francia y ni muerto pondría un pie allí; entonces la única opción era…
No muy lejos de allí se encontraba un joven de ojos color canela y cabello castaño atado por una coleta recogiendo naranjas, de regreso a su hogar escucho a alguien llamándole.
-¡Oye tú espera! – volteo para ver quien le hablaba pero no vio a nadie
-Idiota aquí abajo
Era un niño, un niño era quien le estaba llamando o al menos creía que era uno ya que bueno…éste llevaba un vestido, aunque por una extraña razón se le hacía familiar, de inmediato recordó que si lo conocía con anterioridad; aquel niño era el secuaz de su hermano menor.
-Oye tu no eres…
-Tú vas hacer mi nuevo jefe
-¿Cómo?
-Que ahora tú vas a ser mi nuevo jefe y como mi nuevo jefe quiero que me hagas de comer y me des tomates
-Ah…espera un momento, ¿qué tu no eres la colonia de mi hermano?
-Ya no más, dejé a ese idiota
-¿Acabas de llamara a mi hermano idiota?
-Si, y el más grande de todos
Portugal agarró a Romano y le dio un fuerte abrazo no podía evitarlo el que alguien más pensara que su hermano era un idiota lo hacia muy feliz, además tenía agallas y eso le gustaba.
-¡Eres tan lindo!
-¡Hey suéltame!- no podía creerlo dejó al bastardo de España y termino acabando con otro idiota "Tenían que ser hermanos" pensó.
Mientras tanto en España
-¡Romano! ¡Romano! ¿Dónde estas?
Antonio conocía a Romano muy bien y por eso creía que no iría muy lejos y al cabo de un rato volvería a pedir comida, por esa razón se extraño de que no haya vuelto todavía y comenzó a buscarlo; busco por los alrededores sin ningún resultado y ya estaba oscureciendo cosa que lo preocupo más.
-¡Soy el pero jefe de la historia!, ¡¿cómo pude perderlo? – desesperadamente se decía así mismo sin saber que hacer- ya busque por todos lados ¿dónde puede estar?- y de manera casi inmediata una idea cruzo por su mente.
-¡Eso es! Si no esta aquí sólo hay un lugar donde pudo haber ido
Entusiasmado por su descubrimiento se dirigió a ala entrada decidido a recuperar a su secuaz, aunque su jefa no parecía opinar lo mismo, por lo que lo detuvo alegando que era una locura ir a esas horas y si el niño en verdad estaba allí pues no importaría si se quedaba hasta mañana.
En Portugal
Era hora de dormir y Romano estaba acostado en su nueva cama, la habitación era más grande, el viento se colaba por la ventana haciendo mover las cortinas creando sombras con formas aterradoras que no lo dejaban dormir.
"No tengo miedo, no tengo miedo, no tengo miedo" de repetía mentalmente una y otra vez, y es que no era la primera vez que el menor sentía miedo de la oscuridad pero era la primera en la que Antonio no estaba para confortarlo.
"No lo necesito, no necesito a ese idiota" el viento sopló más fuerte abriendo completamente la ventana, el chirrido hizo estremecer al menor al punto de congelar su sangre.
-¡España sálvame! – suplicaba escondido debajo de la sabana
Ok este fic es viejo pero igual que el anterior que publique no hace mucho, me daba flojera subirlo,para que sepan el fic esta completo en un borrador así no se preocupen en ese aspecto; solo que con el apuro sólo pude subir esta parte. Por favor dejen comentarios (entre ellos crtiticas o dudas si tienen alguna)
