Las Enseñanzas del Héroe de Konoha
Prólogo.
...Shinra Tensei!
Una aldea es reducida a escombros. Cinco rostros esculpidos en una montaña son testigos mudos del acontecimiento. Una dolorosa tortura perpetrada por una sola persona que se proclama a si mismo, un dios. Todos los habitantes miran alrededor preguntándose, ¿por qué? Sólo uno acierta a decir que el responsable busca a un aldeano en particular, a un compañero.
En alguna parte de lo que fuera esta aldea, una chica con cabello cual flor de cerezo implora el regreso de una persona...y las súplicas son escuchadas. Un joven rubio, con ojos amarillos y párpados rojos, envuelto en una capa roja con flamas negras, un gran pergamino a la espalda y acompañado de seis ranas, llega al lugar del desastre.
Una joven rubia está enfurecida y con el corazón destrozado al verse incapaz de hacerle frente al dueño de esos ojos pálidos con un enigmático patrón circular concéntrico. Pero dispuesta a dar la vida por aquello que sus antecesores protegieron, se dispone a entrar en liza con él y cinco personas más.
Pero él se adelanta a las intenciones de ella. A punto de que la luz de sus ojos le sea arrebatada, el joven de las ranas la salva de la muerte. La rubia ve no sólo al joven; a su lado izquierdo ve a otro rubio ataviado con una capa blanca de flamas rojas y una inscripción del mismo color que parece decir: Yondaime Hokage. A su lado derecho, un hombre alto, de nívea y larga cabellera y portando un traje shinobi antiguo. Le dice a la mujer de ojos miel que como Líder de la aldea no se preocupe de personas como esas.
Y la pelea empezó. Se veía difícil. Pero, gracias a la información recolectada por personas valiosas para él, logró vencer a cinco de los seis. Pero no todo es miel y rosas. El que se nombra a sí mismo dios mata a una de las ranas del joven y captura al rubio enterrándole unas estacas metálicas por todo su cuerpo. Una pequeña conversación tiene lugar...acerca de la paz. Pero ninguno logra entenderse, como habría deseado aquel al que llamaban, Sensei. A lo lejos alguien observa, angustiada, la escena.
Todo parece perdido. El hombre de cabello naranja está por marcharse con el joven rubio como rehén cuando...una chica de cabello cual manto nocturno y ojos cual Luna Llena irrumpe, con determinación, a proteger a esa persona que tanto admira...a la persona con la que siempre caminar ha querido...que la salvo de sí misma...a la persona que ama. Valiente, se enfrenta a él; pero es inútil. En un instante, es vencida...y empalada. El hombre de ojos pálidos le dice al rubio que el amor trae sacrificio y que el sacrificio trae odio. Los ojos azules del rubio se vuelven rojos...y estalla de ira. Ahora, frente al hombre de capa negra con nubes rojas aparece una aterradora bestia de color rojo y negro, con seis colas y un esqueleto como armadura...
En las antípodas del impacto, bajo la luz de una creciente Luna, un misterioso grupo hace su arribo a una aldea. Ellos, sin embargo, no buscan personas con seres encerrados en su cuerpo, sino algo más importante: información. Para ello, habrán de infiltrarse...y atacar, si es necesario. Pero en esta aldea hay también hombres y mujeres valientes que no dudarán ofrendar su vida, como se está haciendo en aquella aldea lejana. Distante, sí, pero a veces el destino tiene otros planes preparados, sobre todo, cuando una guerra que alguien más misterioso y aterrador, al mundo declarado ha, está en puerta.
Esta historia surgió de lo más profundo de mi oscura mente, jeje. Lo único que les puedo adelantar es que habrá muchas sorpresas a lo largo de la historia.
Disclaimer. Los personajes de Naruto no me pertenecen (desgraciadamente :) ), sino a Masashi Kishimoto.
