Como sobreviví en un pueblo lleno de zombis sin morir en el intento.

"Oye, Mike. ¿Quieres que vuelva a contarte la historia de cómo sobreviví en un pueblo lleno de zombis, y sin haber muerto en el intento?"

"Joder, Sid. ¡Otra vez no! Que si te escondías…, que si odiaban la luz del sol…, que si les tirabas huevos en la jeta…, que si…"

"Como sigas te cuento la de los zombis y en la que me tiré a tu madre…"

"¿Qué decías de unos zombis? (maldito cabrón…)"

"Eso está mejor. Pues bien, todo empezó…"

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Hará unos seis años, cuando vivía en Gales con mi familia. Éramos papá (un gordo que se pasaba gran parte del tiempo en estar tumbado en el sofá), mamá ( se aficionó a los brownies de maría. En una ocasión se tomó tantos que aún sigue viendo a los gnomos que ella cree que están ahí, pero joder! Allá donde ella habla yo no veo más que una puñetera pared!) mi hermana ( una pija de "Oiiish! Si no es de marca, no es nada", dios, como la odio. Al menos me consuela el hecho de que cada vez que hago sonar los cascabeles del gato, ella va corriendo al recibidor porque cree que hay un tío bueno en la puerta.) y finalmente quedo yo ( el único que sobrevivió a los zombis cuando aparecieron).

Una mañana de julio cualquiera (tanto da el día tres como el veinte) me desperté hecho polvo, ya que había ido a casa de mi colega Pir (Pedro Iglesias Rabicorto) y estuvimos hasta la tantas tomando alcohol y charlando con amigas (si, queriamos pillar alguna molleja, pero lo único que pillamos fueron un par de ostias de la Stripper, porque Pir le tocó el pompis.)

Pero fue al despertarme cuando me encontré con la sorpresa de que, a mi hermana, le pasaba algo raro: estaba blanca, pálida, tenia los ojos inyectados en sangre, las manos llenas de ella, y un curioso cacho de carne que le colgaba en la boca en forma de… pezón?? Y fue cuando le dije:

"Oye, que te hayas enrollado con un tio no significa que tengas que hacerte sadomasoquista, te enteras?? Joder, me compadezco del pobre desgraciado que…" y fue en ese momento cuando se abalanzó sobre mi y empezamos a forcejear. Me cogió la manos, me clavó las rodillas en el pecho y empezó a gritar a lo bestia, dándome golpes contra el suelo: "Si quieres…(PUM)…el disco de…(PUM)… Linkin Park…(PUM)…esta en…(PUM)…¿quieres dejarme de una puñetera vez, o te tengo que romper tus gafas de D&G?", y fue entonces cuando descubrí que algo raro pasaba, porque, cuando le decía a mi hermana que le iba a romper algún accesorio suyo de marca, se encerraba en su habitación a proteger sus cosas con la vida si era necesario. No se si era por la baba verde que le colgaba de la boca, la manos llenas de sangre o que intentaba comerme, pero juraría que no estaba muy bien mi hermana. En ese momento entra papá con una escopeta y revienta de un tiro a lo que antes era mi hermana a lo que ahora era un puré para perros (mmm, puré…).

"Hijo, la gente se vuelve zombi cada vez que es mordida por otro zombi", si claro…, te has cargado a May porque no te llegaba el dinero para llevarnos a una universidad a los dos… te lo agradezco papi, has hecho lo correcto.

"Cuidado, vienen más…"

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"Oye, Sid, voy a hacerme un piscolabis que esto va para largo..."