Una noche fría y tranquila transcurre en la ciudad de Hamburgo, Alemania. En la habitación principal del departamento, una respiración acompasada es el único ruido que se puede percibir. De pronto el sonido de una melodía comienza a romper la cálida atmosfera y removiéndose lentamente en la cama, el tono de llama irrumpe en los sueños de Genzo Wakabayashi. Desde la profundidad de su sueño logra sentir a la lejanía el estridente sonido del celular, que lo trae de regreso a la realidad. Volteando levemente observa el reloj de su mesa de noche que marca las 2 de la madrugada. Con un notorio bufido de molestia por sentir su descanso interrumpido. Dirige su mirada hacia el endemoniado aparato que no deja de sonar. Cuando lo alcanza para contestar la llamada, esta termina. Genzo, levanta una ceja intentando tomar con calma la molesta situación. Cuando acerca el celular para ver el remitente de la llamada, lo sorprende recibir al mismo tiempo un correo en su computadora y un mensaje de voz en el celular. Levanta la vista hacia su computador y puede ver que el mensaje recibido viene con la marca de "mensaje Urgente", por lo que después de desperezarse se estira para tomar su equipo y leer el correo electrónico recibido. Una vez que lo abre y sus ojos comienzas a recorrer el mensaje, su semblante comienza lentamente a cambiar. Su rostro se vuelve pálido y su ceño levemente comienza a fruncirse en señal de preocupación. Al terminar toma de inmediato su móvil y abre el mensaje de voz. El cual resume el mail recibido ""Mikami tuvo un infarto. Parece grave, favor vente a Tokio pronto es urgente." Un escalofrió recorre su espalda mientras su cerebro que aún se encontraba medio dormido procesa la información. Cuando por fin logra conectar todo, se levanta de un salto y busca en los registros de su teléfono la última llamada recibida, aquella que lo trajo de golpe a la realidad.

El joven inquieto recorre la habitación esperando impaciente que su interlocutor responda. Lleva su mano y sostiene el puente de su nariz intentando en vano tranquilizar sus ansias de saber qué es lo que pasa. Después de esperar unos segundos, el timbre del teléfono es descolgado y sin esperar un saludo o alguna palabra, habla primero intentando controlar sus ímpetus.

-¡Qué ocurrió?- pregunta tan pronto le responden el llamado

Mientras en Tokio, uno de los directivos de la Asociación de Fútbol de Japón y amigo personal del señor Mikami, da las indicaciones a su asistente de cancelar todas las reuniones, pidiéndole que cuando esté disponible y en condiciones de re agendar, le notificará para coordinar todos los compromisos que en ese momento está postergando. Le hace gran hincapié sobre no mencionar el estado de salud del ex seleccionado de Japón, para evitar la filtración a la prensa y que la información sobre él sólo se le entregue a quienes se indicará.

A pesar de lo profesional que suele ser, la situación realmente lo afecta. Poco a poco sus pensamientos comienzan a recordar todos los capítulos de su vida junto a Mikami. Ambos eran contemporáneos en su vida activa como futbolista. Llegan a su memoria aquellos momentos que en conjunto comenzaron a desarrollar proyectos que, a pesar de todo pronóstico, lograron concretar en menos plazo de lo que muchos esperaban, incluso ellos mismos se sorprendieron frente a los resultados positivos, en comparación con otros. Uno de los resultados de mayor relevancia lograda, principalmente por Mikami, fue el transmitir la importancia de la perseverancia y disciplina.

Horas más tardes tras enterarse Genzó, llega a Japón en el primer vuelo comercial que logra encontrar. Todo lo referente a su permanencia y situación en el Hamburgo se lo deja en manos de su Agente, al Entrenador y a la Directiva del equipo. Confía que ellos entiendan que la situación no es algo antojadiza, sino que es algo trascendental dentro de su vida personal y profesional, debido a la importancia que representa Mikami en su trayectoria. Tras el arribo al país de forma tan inesperada, no avisó sobre su viaje, por lo que nadie lo espera. Toma su móvil y comienza a marcar a quien le dio la noticia

-Estoy en Tokio- le dice en tono casi inexpresivo, pero que demostraba preocupación- me dirijo al hospital- le dice mientras camina por los corredores del aeropuerto en búsqueda de un taxi- dime, ¿en qué habitación está?- son las breves palabras

-Vaya!, sí que llegaste pronto. – le responde con aire de sorpresa, pero con la seriedad que amerita el momento- compartiré la ubicación por el gps de mi teléfono, pero en el recinto se encuentra en la habitación 203 del ala 4, yo no estoy en el pasillo, estoy en el lobby del piso.- después de una pausa, da un leve suspiro antes de continuar- Solamente están los familiares y el señor Katagiri, algunos jugadores y yo preferimos esperar .No todos están enterados, ha sido reciente pero los pronósticos no son favorables-la voz femenina del otro lado de la bocina, vuelve a dejar una pequeña pausa antes de continuar con un leve dejo de preocupación - Pero no te habituarás por cambio de horario? Son 8 horas de diferencia entre Tokio y Hamburgo

-Comprendo y no te preocupes, estaré bien- responde el joven, quien le da las indicaciones al taxista- puedes esperarme en la entrada de la clínica?

-Si, en cuanto tiempo estimas que llegarás?- pregunta la joven

-Con este tráfico, es probable que 20 a 25 minutos – termina la llamada tan pronto escuchó la afirmación del otro lado

El médico habla con su esposa e hijo, la única familia presente, las otras personas que están permanecen apartadas en un pequeño grupo conformado por algunos jugadores y uno de los directivos de la Asociación, el señor Katagiri.

-Fue un accidente cerebro vascular- les informa Katagiri

-Qué dicen los doctores? – Pregunta Misugi- ¿lo ingresaran a pabellón para una operación?

-Lo más probable- le responde el hombre en forma seria- verán si pueden hacer algo con el coagulo, pero están muy indecisos si realmente es lo recomendable

El ascensor abre sus puertas, y desde el interior desciende Wakabayashi quien llegar con su rostro serio. El joven deja su bolso al lado de Ryo y se acerca directamente al pasillo para ver a la familia. Dejando de lado a sus compañeros de selección y a Katagiri.

-Espera, Wakabayashi- trata de detenerlo Ryo, pero un brazo se interpone antes de que llegue a interrumpir el camino del joven.

-Tranquilo, deja que pase- le dice Misugi mientras lo intercepta

Genzo recorre el pasillo acortando la distancia con cada paso, se acerca a la familia y al llegar frente a ellos hace una reverencia. Sus compañeros de equipo lo observan sorprendidos, ya que es la primera vez que lo ven haciendo un gesto de esa magnitud, jamás habían presenciado esa actitud en él. La esposa de Mikami, lo observa detenidamente, mientras sus ojos comienzan a cristalizarme levemente y acortando la distancia entre ambos, deposita sus manos en los hombros del chico para abrazarlo. Genzo corresponde el gesto, intentando entregar en ello todo el apoyo que pueda expresar.