Hola! Aca les traigo una nueva historia que estoy escribiendo. Es un Yakari, o sea Yamato y Hikari, aunque debo decir que para escribir prefiero usar los nombres que usan en Ingles y en Español Latino. Espero les guste, pronto subire el siguiente capitulo. Debo advertir que aunque no tenga detalles explícitos, esta historia contendrá ciertos momentos adultos. También hay pequeñas indirectas de Mimi x Joe, Yolei x Ken y Tai x Sora.

Digimon no me pertenece, tristemente.

Edades de los personajes:

Kari, TK, Ken, Davis: 23 años.

Cody: 22 años.

Yolei: 24 años.

Matt, Tai, Sora: 26 años.

Mimi, Izzy: 25 años.

Joe: 27 años.

XxXxX_ :D _XxXxX


Gatomon sabía desde el primer segundo que algo raro le estaba sucediendo a Kari. No era normal que Kari llegara del trabajo y se acostara a dormir sin cenar, y mucho menos sin hablar y compartir con Gatomon, pero ya era el tercer día consecutivo que esto sucedía. Lo peor de todo, era que más de una vez Gatomon intento hacer que Kari hablara con ella y se desahogara, sabía que Kari había optado para estudiar Fotografía en una de las mejores universidades del país, pero no había logrado entrar, y esto la tenía muy deprimida, aunque ella no lo demostrara. Suponía también, que el haber descubierto que su novio de seis meses la estaba engañando no ayudaba a la depresión que sentía. Esto último era un secreto, ya que Kari no quería que Tai, Davis o TK hicieran algo tonto por intentar proteger su "honor", ella no necesitaba que nadie la salvara, solo necesitaba un tiempo para poder levantarse por sí sola. Por eso, todas las veces que Gatomon le ofrecía sus orejas de gato para oír sus problemas, la castaña solo sonreía e insistía que nada malo sucedía, usaba aquella sonrisa que luego de tantos años Gatomon había aprendido a conocer como la sonrisa que Kari usaba para no preocupar a los demás.

Hoy, particularmente, había sido un día bastante largo para Kari. De por sí, no era fácil evitar e ignorar a tus amigos y familia por días, pero lo más difícil era evitar a su compañera Digimon.

Ya eran las 06:00pm cuando Kari al fin regreso a casa, tomo las llaves y abrió la puerta, como era costumbre encontró a Gatomon acostada sobre el sofá de la sala. Gatomon abrió sus ojos al oír la puerta abrirse y fijo su mirada sobre la portadora del emblema de la Luz, quien curiosamente en estos días parecía carecer de luz.

"Hola Gatomon, ya volví, ¿Cómo estuvo tu día?" pregunto la castaña sonriendo mientras posaba sus pertenencias sobre el mesón de la cocina. Saco las compras que había hecho y las iba guardando una por una en la alacena.

"Fue un día bastante largo y tedioso" contesto Gatomon mientras estiraba su cuerpo luego de la larga siesta que había tomado. "¿Qué tal estuvo el Preescolar hoy?" pregunto realmente interesada la Digimon.

"Fue un buen día, cansado a decir verdad, menos mal es viernes…" rio la castaña. Saco de sus compras un dulce y se lo tendió a Gatomon, observando la cara de su compañera, sintió un remordimiento por pasar tantos días sin prestarle mucha atención, ella no tenía la culpa de las cosas que pasaban en la vida de Kari. "Discúlpame Gatomon, sé que he pasado los últimos días muy ocupada, mañana podremos pasar un rato juntas, te lo prometo".

"Está bien Kari, no te preocupes, yo entiendo" sonrió Gatomon, probando el dulce que la castaña le había traído. "Mmmm, esto esta delicioso, pero lo guardare para mañana, después de todo, debe de haber bastante comida esta noche donde Tai".

Esto tomo por sorpresa a Kari, frunciendo el ceño pregunto "¿Dónde Tai? No sabía que íbamos a casa de mi hermano y Sora". Gatomon volteo a verla con cara de verdadero asombro "¿Ah? ¿No lo recuerdas Kari?, hoy es la fiesta de compromiso de Tai y Sora, ¡por supuesto que estamos invitadas!"

Sorprendida, Kari puso su mano derecha sobre su frente sintiendo ya el dolor de cabeza que seguramente vendría. Había olvidado por completo que esa celebración se llevaría a cabo el día de hoy, justamente el día en el que no quería tener que socializar, solo quería un tiempo para ella, sin pensar en nadie más, ni el trabajo. Pero no le quedaba de otra más que asistir, si no lo hacía llamaría la atención, después de todo es su hermano, y ya tenía dos días evadiéndolo. Tenía que dejar sus problemas a un lado por esta noche y pasarla bien, realmente estaba feliz por su hermano y su novia de hace ya años.

"Tienes razón Gatomon, lo había olvidado por completo, no sé dónde tengo la cabeza hoy" suspiro la joven. "Yo si se" contesto su Digimon con voz suave "pero no importa, solo prométeme algo Kari…".

Kari la miro con detenimiento, pudo notar la preocupación en los ojos de su compañera "¿Qué cosa, Gatomon?" Aunque no era nada nuevo, se sorprendió al sentir al abrazo que le dio su Digimon "Intenta divertirte hoy, ¿sí?" suplico Gatomon mientras abrazaba fuertemente a la joven que le daba significado a su existencia. Sabía que Kari era una niña fuerte, no, no era una niña ya, era una mujer, que podía cuidarse sola, pero ella siempre estaría ahí para Kari, sin importar que, y no soportaba verla lidiar con sus problemas sin poder ayudarla de algún modo.

La castaña abrazo de vuelta a su compañera, podía sentir el sentimiento de culpa de nuevo en su interior. Ninguno de mis amigos tiene la culpa… no debo pagar los platos rotos con ellos. Soltó a su compañera y la alejo para poder verla directamente a los ojos "Te prometo que hoy me divertiré" dijo Kari sonriendo y esta vez Gatomon podía asegurar que luego de 3 largos días, al fin vio una sonrisa verdadera en el rostro de su amada compañera.


Luego de una hora, Kari ya se encontraba bañada, vestida y arreglada para salir. Nunca había sido una de esas chicas que tardaban mil años en vestirse y maquillarse. Esta noche, opto por usar un maquillaje ligero que solo resaltaba sus ojos castaños claro y su cabello suelto como siempre lo usaba, noto que era la primera vez que dejaba que le creciera tanto, le alcanzaba ya la mitad de la espalda. Aprovecho la ocasión para ponerse sus jeans favoritos, así como sus nuevos tacones negros; notó además, que era buena oportunidad para utilizar la blusa que le había regalado Mimi en su último cumpleaños, aun no había tenido la oportunidad para usarla, era una blusa de color negro que se entrelazaba en la espalda y le dejaba al aire su hombro derecho, donde se podía observar el tatuaje que tenía, era su emblema de la luz, todos los niños elegidos se habían puesto de acuerdo para tatuarse sus emblemas, ya que aunque su poder se hallara dentro de sus corazones, todos querían una pequeña representación física de los mismos.

Hecho una última mirada al espejo y sonrió. Se sentía bien mirar al espejo y no observar su propia mirada apagada, estaba decidida que hoy tendría una buena noche, ya habían sido suficientes días sintiendo lastima por sí misma. Dio media vuelta y se acercó a su closet, donde había ocultado el regalo que había escogido para su hermano y Sora. Pensó por un momento en lo extraña pero afortunada que era su relación. Tai y Sora se querían desde hacía muchos años, pero Sora se hallaba en una relación con Matt, sin embargo se notaba que esa relación ya no hacia feliz a ninguno de los dos y Sora comenzó a salir con Tai, al tiempo Matt los descubrió, pero no se enojó y más bien les abrió camino para que estuviesen juntos, aunque claro, por un tiempo las cosas no eran iguales entre los 3 amigos, aunque Matt ya no se sintiera cómodo en su relación, no era nada fácil saber que su mejor amigo hacia feliz a su novia cuando se suponía que él debía hacer eso. Ahora, Kari sabía exactamente lo que se sentía ser traicionada por alguien que pensabas que te quería.

Sacudió la cabeza y dejo de pensar en cosas deprimentes. Le prometiste a Gatomon que hoy te divertirías, deja esa clase de pensamientos. Hazte un favor a ti misma. Salió de su habitación, se aseguró de traer con ella el regalo, su cartera y las llaves. "Vamos Gatomon, ya estoy lista, ¡no debemos llegar tarde!" grito Kari.

"Voy, voy, ya estoy lista, no desesperes" contesto Gatomon tranquilamente caminando hacia la puerta de la entrada. "¿Tienes todo lo que necesitas para pasar la noche en casa de Yolei y Ken?" pregunto la castaña abriendo la puerta. Todos los Digimons habían acordado pasar la noche en casa de Yolei y Ken, junto con Hawkmon y Wormmon, ya que tenían tiempo que no pasaban un rato todos juntos, así también los ayudaban con la bebe, Ken y Yolei tenían una bebe de un año llamada Rima, quien adoraba jugar con todos los Digimons, y ellos con ella. "Si, todo listo" aseguro la felina sonriendo mientras salía por la puerta.


Por suerte, el nuevo apartamento de Tai y Sora no quedaba lejos, solo eran dos cuadras caminando. Mientras subían las escaleras del edificio, se podía escuchar desde lejos la música y particularmente la voz de Mimi cantando algo, menos mal Tai y Sora no tenían más vecinos en ese piso.

Kari y Gatomon notaron que la puerta se encontraba abierta y pasaron sin anunciar su llegada, al entrar Kari observo la decoración del apartamento, claramente fue hecha por Mimi, nadie más se hubiese tomado el tiempo para lograr algo tan increíble. La mesa donde se colocaban los regalos estaba decorada con papelillo y listones, así como también se encontraba al aire libre un pastel que decía "Felicidades", si su memoria no le fallaba, había oído a TK mencionar que Matt era el encargado del pastel, y si es así, de seguro esta delicioso.

Kari se acercó a la mesa de los regalos y depósito el suyo en la cima de la montaña de regalos, bajo la mirada y se percató de que Gatomon ya no se hallaba a su lado, miro a los lados y pudo verla cerca del balcón junto con los demás Digimon. En ese momento, Kari es sorprendida con un fuerte abrazo de espalda que por un segundo deja sus pulmones sin aire, no le hizo falta voltear para saber que se trataba de Yolei.

"Kaaaaaaaaaaaari! Al fin llegas! Ya iba a mandar a Ken a buscarte, pensé que ibas a dejarnos plantados otra vez, pero bueno, no puedes perderte el compromiso de tu propio hermano, o ¿sí?" Dijo la joven de lentes felizmente, mientras se balanceaba de un lado a otro continuando su abrazo.

La castaña al fin logro voltear y poner sus ojos sobre su gran amiga Yolei. Puso una sonrisa en su rostro y saludo a los demás del grupo, al parecer era la última en llegar y todos lo notaron.

"Hola chicos! Lamento llegar tarde, tuve que quedarme un tiempo extra en el Preescolar." Comento la castaña apenada, no era mentira, pero tampoco era la verdad, no iba a decir que había olvidado por completo el compromiso de su propio hermano.


XxXxX_ :D _XxXxX