Ni los personajes ni Glee me pertenecen asi como "3MSEC" es de Fernando Gonzalez.
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7:30 am. (En alguna corte de Los Ángeles)
Se encontraba sentada junto a su abogado, con el rostro completamente inexpresivo sin perder de vista al juez, sin importarle nada mas a su alrededor, perdida en sus pensamientos y lista para escuchar su sentencia.
-Que se ponga de pie la acusada.- Escucho decir al juez y acto seguido se levanto.
-El tribunal declara a la Srita. Santana López, culpable por el delito de agresión y se le condena a 14 meses de cárcel, pena que se le será conmutada por una multa de 10 mil dólares por carecer de antecedentes penales, se levanta la sesión.- Finiquito la máxima autoridad del lugar, golpeado su mazo contra la mesa.
Al escuchar esto salió sin mirar a nadie ni hacia atrás, caminaba por el pasillo desprendiéndose de su estorboso saco sastre y recibiendo su chamarra de piel de manos de su hermano quien caminaba detrás de ella junto con su abogado intentando seguirle el paso.
-Desde ahora tienes que tener cuidado, tienes que empezar a controlarte y dejar esos episodios violentos, una mas y de esa no te salvas, iras directo a la cárcel, o cambias de actitud ya o no habrá vuelta atrás- Dijo el abogado de forma desesperada e intentando hacerla reaccionar.
-Tranquilo eso no va pasar- Contesto en completa calma. -¿Por qué no ha venido mamá?- Pregunto terminando de acomodar su chamarra de piel.
–Asuntos de trabajo, Santana por favor tienes que…- desesperado su hermano intentaba una vez más.
La chica se detuvo en seco y volteo a verlo con los ojos llenos de ira haciendo que su hermano se quedara inmóvil.
–Por última vez, no me llames Santana.- Y sin decir nada mas salió del edificio y subió a su motocicleta para perderse por la calle a toda velocidad, dejando a su hermano en completa frustración.
Esa era Santana López, de procedencia latina, 21 años, dejándose llevar siempre por sus impulsos y pasando por la vida sin importarle nada, lo que no sabía es que ese día, todo, completamente todo daría un giro de 180° sin importar si quería o si estaba lista para aceptarlo, de eso se trata la vida ¿No? De aceptarla tal cual llega.
Sin rumbo alguno transitaba por las calles de Los Ángeles sintiendo el aire por todo su rostro llenándola de libertad cuando se detuvo por el rojo del semáforo y de repente algo ocurrió, sus ojos inmediatamente se accionaron y la vieron, a unos cuantos autos delante de ella, asomada por la ventana y perdida en el movimiento de la ciudad a su alrededor, dejándole ver solo su hermosa cabellera rubia.
-¡Ey! ¡Fea!- Dijo sin pensar y con el único objetivo de llamar la atención de la chica.
Por impulso al escuchar el grito giro su cabeza para encontrarse con una mirada marrón que sentía que podía ver atreves de ella y haciéndola perderse en esos hermosos ojos, cuando reacciono vio a la chica acercarse en su moto y poner una mano en la ventana del auto para avanzar a su lado.
–Si, tu fea- Le repitió la latina con una sonrisa encantadora. La chica rubia sin saber que hacer solo se recostó en el respaldo del coche un poco nerviosa pero sin perder el contacto visual con la morena hasta que el coche avanzo de manera considerable dejando a la motociclista atrás.
– ¡Fea!- escucho al alejarse y saco su mano por la venta haciendo una seña con su dedo y sonriendo, vio por el retrovisor a la chica que se quedaba inmóvil a pesar de todos los vehículos que se empezaban a mover a sus lados, inmóvil y con la misma sonrisa encantadora.
Brittany S. Pierce de alma soñadora pero personalidad única, ojos azules con la sutileza del cielo pero la belleza de un zafiro, llena de vida y con ilusiones distintas todos los días, aunque en este momento la ilusión de amar ya la veía muy lejos de ella. Se encontraba sentada en su pupitre inmersa en su libro cuando escucho entrar a la maestra.
–Bien, empecemos con un pequeño examen a ver qué tal van con el alemán- Dicho esto se dispuso a anotar una línea en el pizarrón "Wenn ich doch nur fliegen".
-Por favor, por favor, que no me llame a mi.- La rubia volteo encontrándose con su mejor amiga, con sus ojos cerrados y susurrando lo que parecían pobres plegarias. Soltó una pequeña risa y se acomodo correctamente en su asiento de nuevo.
–Biel, Smith y…- -No, yo no, yo no- Repetía la chica y unos segundos después soltando un soplido de decepción al escuchar su nombre.
–Berry, por favor al frente señoritas.-
-Lleva tu móvil- Escucho la judía cuando se levantaba para pasar al frente del salón. Sin perder tiempo Brittany tradujo las palabras y las envió en un mensaje al móvil de su amiga, en ese momento Rachel lo leyó y escucho como la se dirigía a ella.
–Srita Berry, haga el favor de leer lo que está en el pizarrón.- En completo asombro e intentando recordar lo que acaba de leer en su teléfono, dijo.
–Si tan solo…- se quedo callada en lo que veía a una Brittany desesperada intentando decirle las palabras faltantes solo con el movimiento de sus delicados labios.
-…solo pudiera volar.- Termino con orgullo.
Con una mirada desconfiada la maestra se acerco a Rachel examinándola de arriba a abajo.
–Berry el móvil, por favor- Pidió la maestra sorprendiendo a la chica que sin dudar lo entrego. Con el teléfono en mano la profesora se dispuso a marcar el número del mensaje recibido, escuchando segundos después la melodía proveniente del lugar de Brittany.
– , le recomiendo que se dedique a estudiar para el extraordinario al que se va ir junto con la .- La rubia solo suspiro con cansancio y agacho su cabeza.
–A sus lugares, que es claro que necesitan tomar esta clase sin perder tiempo alguno- Dicho esto la morena se retiro a su lugar pasando a un lado de Brittany y susurrando un "lo siento".
Como de costumbre Santana llegaba por la noche a las orillas de la ciudad donde se juntaban sus amigos e infinidad de gente amante a la velocidad como ella.
–S por fin has llegado.- La saludo su mejor amiga bajando de un barandal donde estaba sentada junto a algunos chicos más.
–Se que me extrañas Quinn disimúlalo.- Le dijo en tono burlón haciendo que la chica de cabello rosa rodara su ojos y le diera un pequeño empujón.
-¿Lista López?- Pregunto su amiga.
–Yo nací lista.- Contesto abriéndose paso entre la gente para llegar a unas columnas al final de la calle, al llegar se encontró con una chica alta, pelirroja y de ojos verdes.
–Guapa- Saludo dándole su chamarra de cuero y guiñándole un ojo haciendo que la chica de ojos verdes se sonrojara.
Subió a una plataforma en la cual ya estaban 5 chicas mas, Quinn enseguida trepo a lo más alto de las columnas desde donde podía ver a las 6 chicas.
– ¡Bien, que empiece el juego!- Grito la pelirosa emocionando a la multitud. Acto seguido Santana se saco su camiseta quedando solo en sujetador y dejando ver su esbelta figura y a la vez su abdomen completamente marcado dando así una hermosa imagen de delicadeza y fortaleza a la vez. Del tubo que se encontraba entre dos de las columnas colgaban unas correas en forma de 8, un extremo sujetado de la barra y el otro colgando de forma que las mujeres pudieran aferrarse de ellos con una sola mano.
-3-2-1!- Quinn hizo la cuenta regresiva y las chicas empezaron a realizar flexiones con su brazo aferrado a la correa, Santana subía y bajaba de una manera que solo se puede describir con la palabra "sensualidad" haciendo ver que el trabajo realizado era sumamente fácil, cosa que no parecía al ver a las otras chicas haciendo un esfuerzo sobre humano.
-27-28-29- Contaba la gente a gritos mientras una por una las chicas iban cayendo, quedando solo Santana y una chica llamada Spencer, con la cual la latina parecía tener una rivalidad eterna.
-32-33-34- Seguía la cuenta y las últimas dos no dejaban de mirarse directamente a los ojos.
–Acéptalo Spencer ni en este ni en ningún otro mundo algún día tu podrás ganarme, en NADA- Soltó la latina mordazmente sin dejar de hacer sus movimientos idílicos. Cuando la cuenta llega a los 40 Spencer cayo frustrada dejando como ganadora absoluta a una Santana llena de arrogancia, la gente gritaba por ella y esta solo bajo en completa tranquilidad saltando de la plataforma.
–S hay una fiesta privada cerca de aquí ¿Vamos?- le decía un chico con corte de mohicano abrasándola por los hombros mientras caminaban.
–No entiendo cómo es que sabes siempre donde hay fiestas, ¿Tienes algún tipo de radar para eso?- Le pregunto la latina con curiosidad.
-Mmm… Digamos que es más como algo de olfato.- Contesto Puck divertido. Santana rodo sus ojos y se acerco a Julia la chica a la que le había dejado su chamarra.
-¿Vienes?- Pregunto.
-No gracias, no tengo ganas de jugar con niños ricos.- Dijo la pelirroja con desdén.
-Ok- Dicho esto Santana tomo su chamarra y se alejo del lugar seguida de sus amigos.
-Esto es más aburrido y deprimente que ver esos documentales de osos polares viendo como se derrite el Artico.- Dijo Rachel con una total atipa.
–Pobres ositos, deberías dejar de decir esas cosa y tratar de hacer algo al respecto.- Contesto Brittany entre triste y enojada.
– ¡Hey! Ya puse mi firma en la página de GreenPeace para ayudar, es más me han informado que mi nombre ira dentro de una capsula que llevaran al Artico.- Dijo orgullosa de su asaña y cuestionando a su amiga. - ¿Que más quiere que haga?-
-Que dejes de hacer esos comentarios sería una gran ayuda también.- Dijo de manera seria la rubia.
–Bien, ya solo fue un comentario.- Se defendió la judía. – ¿Vino Clare contigo?- Cambio el tema para intentar relajar a su amiga.
-Se supone que sí, pero llegando corrió en busca de su "cita".- Dijo la rubia acompañada de sus dedos para burlarse de lo que su hermana creí importante.
-Bueno al menos alguien disfruta de esta noche espantosa.- No dejaba de quejarse la morena.
- ¡Esta fiesta apesta!- Suspiro Brittany fastidiada también.
-Chicas, gracias por venir ¿Se divierten?- Cuestiono una chica con una sonrisa enorme.
– ¡Maura! ¡Feliz cumpleaños! – Saludaba la rubia forzando una sonrisa.
–La fiesta es extraordinaria, en verdad te has volado con ella.- Seguío la farsa Rachel.
–Oh gracias y Rach ha llamado tu hermano dice que viene en camino y que trae unos cuantos amigos.- La chica les sonrió de nuevo y se dio la vuelta dejando a una Rachel confundida.
–Creí que eras hija única.- La saco de su pensamientos su amiga.
–Lo soy, no sé qué le pasa a la aburrida esta, vamos a la barra, tal vez sea algo en las bebidas que la hacen decir esas incoherencias y de ser así yo quiero probar a ver si con eso se hace más divertida esta seudo-fiesta.- Tomo del brazo a Brittany y la arrastro hasta el otro extremo de la fiesta.
-No hay duda que tu eres la mujer más hermosa de este lugar.- Le susurro alguien al oído.
–Sury.- Dijo al voltearse y ver a la morena frente a ella. -¿Qué haces aquí, no sabía que vendrías?-
-Britt ¿Que tengo que hacer para que me perdones?- Pregunto ignorando la pregunta y acercándose a la rubia de manera peligrosa.
–No tengo nada que perdonarte, solo que no creo que lo nuestro pueda ir más allá- Le respondió sinceramente intentando no lastimar a la chica, habían salido un par de meses, pero Brittany jamás logro encontrar esa conexión que buscaba en una pareja, Sury a pesar de ser una buena chica no la hacía flotar con una mirada o temblar con un solo roce en su mano, simplemente no era la persona adecuada.
–Está bien, no insistiré mas, solo déjame acompañarte esta noche y demostrarte que tal vez puedas cambiar de opinión ¿Si?- Espero la respuesta de la rubia llena de ilusión.
Brittany suspiro pesadamente y se dio por vencía, la fiesta era un total fracaso y no quería sumarle una discusión sin sentido así que asintió –Bien, pero no prometo nada-
Rachel al ver que Sury se acercaba a su amiga decidió alejarse de ellas, la verdad es que la chica no le caía nada bien, se notaba que solo era interés monetario el que tenia por Brittany pero la rubia se negaba a creerlo, se negaba a juzgar a las personas, su corazón puro a veces la cegaba de maneras extrañas. Así que tomo su vaso y lo bebió con la intención de que lo que fuera que tuviera la hiciera delirar tan rápido como a Maura y poder olvidar lo aburrida que estaba resultando la fiesta. Al estar dando vueltas por la casa vio a Maura correr hacia la puerta y decidió ir tras de ella para ver quien más se unía al martirio.
Al abrirse la puerta pudieron ver a unos 10 chicos parados delante de ellas. En ese momento Rachel recordó lo de su hermano perdido y decidió preguntar.- ¿Y cuál de ustedes es mi hermano?
Dicho esto escucho un –HERMANA!- En coro de todos los que se iban adentrando a la casa sin permiso alguno, dejando ver a una Maura confundida y Rachel doblada de la risa.
Los nuevos invitados empezaron hacer y deshacer como querían, aumentaron la música, sacaron cantidad de alcohol de quien sabe dónde y eso en verdad empezó a tomar forma de fiesta por fin.
Santana vio correr a Quinn por la casa y perderse en lo que parecía un corredor y a todos los demás hacer lo que sabían, poner nerviosa a la gente y divertirse con ello, camino con calma viendo todo a su alrededor sin perder detalle alguno, después de prácticamente escanear todo el lugar sus ojos se detuvieron en la barra improvisada del lugar, dejándola sorprendida al ver a cierta rubia recargada en ella, llevaba un vestido blanco ceñido al cuerpo y demasiado corto dejando ver sus esculturales piernas, adornando sus pies unos tacones rojos, su cabello rubio lo llevaba completamente lacio y sujeto en una diadema del mismo color de su vestido, la latina no pudo evitar relamerse los labios inconscientemente al ver esa imagen.
Rachel se dirigía a la habitación donde había dejado su bolsa para buscar algo ahora que la fiesta empezaba a tomar rumbo, al entrar vio a una chica de cabello rosa hurgar entre todas las pertenencias que se encontraba sobre la cama de la habitación, la chica le hizo señas para que pasara y cerrara la puerta detrás de ella, mientras seguía buscando en el bolso que tenía en sus manos
-¿Qué estas buscando? Pregunto Quinn al ver que la morena se acercaba a ella.
–Mi bolsa.- Declaro con enfado.
–Venga pues tómalo.- dijo la otra chica señalando la cama como dándole permiso al ver a la morena dudar.
–Lo haría, pero alguien más me lo ha ganado.- Soltó dándole a Quinn una mirada de reproche tornando sus ojos entre la chica y el bolso.
–Oh, ¿este es tu bolso?- Pregunto algo nerviosa, nerviosismo que se perdió al instante en el que volvio a hablar. –Pues qué bueno que estas aquí porque me gustaría preguntarte ¿Cómo es que alguien se atreve a traer solo 50 dólares en su bolsa?- La cara que puso la chica al preguntar esto era de verdadera duda, cosa que le causo gracia a Rachel pero lo disimulo muy bien y se mantuvo seria.
–Es mi mesada así que tendré que ver ahora como hare para come.r-Soltó al ver que la chica de ojos verdes se guardaba su dinero.
-Bueno eso lo podemos arreglar, si me dejas invitarte a comer.- Se acerco a la chica de manera coqueta y sin quitar sus ojos claros de los de la morena haciéndola sonrojar.
-¿Con mi dinero?- Pregunto la judía más divertida que enojada ya en ese punto.
–Mmm… No, bueno digamos que tu pagaras pero yo me encargare de que no olvides el dinero ¿vale?- Después de la ocurrencia de la chica de cabello rosa ambas soltaron una carcajada que se lograrían escuchar hasta la calle de no ser por el alboroto que había en la casa.
Después de haberla observado por más minutos de los que había creído, Santana sin dudarlo se acerco a la chica del vestido blanco.
-Pero mira quien está aquí, la chica fea.- Dijo al quedar a la espalda de la rubia haciéndola voltear y mostrarle esa sonrisa igual o más arrogante que la de la mañana.
-¿Disculpa?- Pregunto una Sury enojada.
-Ignórala, es una loca.- Dijo Brittany fastidiada por encontrar de nuevo a esa chica, pero sobre todo por su actitud, que solo de verla la ponía de mal humor.
-¡Wow! Pero si habla la rubia, empezaba a creer que eras muda.- Se burlaba la latina.
-Pasa que no me gusta gastar mi palabras con gente estúpida que no las entenderá ni aunque se las intentara explicar con dibujos.- Soltó la rubia.
–Vaya pero si la nena de papi se sabe defender también.- Santana trato de notarse sorprendida, pero la verdad era que lo estaba disfrutando al máximo e intentaba no soltarse a reír, acto seguido sintió un liquido frio resbalar por toda su cara, Brittany le había arrojado su trago sin ninguna consideración, la latina solo sonrió y la miro de manera intensa, pero el contacto lo rompió al escuchar la risa burlona que Sury soltaba sin disimulo. Santana se dirigió sin pensarlo a la morena y la empujo con tal fuerza que la chica cayó sobre una mesa que estaba detrás de ella, rompiéndola con el impacto, en ese momento se desato una guerra entre los invitados formales y los hermanos de Rachel, los cuales aventaban y rompían todo a su paso, Santana no perdió tiempo y levanto a Brittany poniéndola sobre sus hombros, llevándola a la parte de afuera de la casa, dirigiéndose directo hacia la alberca, la rubia no dejaba de patalear y pedirle a la morena que la bajara.
– ¡Basta! Bájame, lo siento no quise hacerlo, en verdad, bájame!- Rogaba sin resultado alguno.
–NO, lo hecho hecho esta y no podrás remediarlo y lo que yo necesito ahora es que me ayudes a limpiarme.- Acto seguido se aventó a la alberca con la rubia en brazos hundiéndose sin alternativa alguna.
Brittany salía a flote con una desesperación total y con ganas de golpear a la chica que reía al otro lado del agua, pero decidió salir antes de hacer algo de lo que pudiera arrepentirse, a final de cuentas ella nunca había sido una persona que recurriera a los golpes, aunque esta morena de alguna manera le activaba ese lado suyo, fuera del agua se dirigió a Santana con completa histeria.
– ¡ESTAS LOCA! ¡LOCA!- Gritaba a todo pulmón.
-¿Sabes? No había notado lo bien que en realidad te queda ese vestido.- Dijo la latina viendo lascivamente a la rubia quien al escuchar a la chica y verla recorrer todo su cuerpo, se miro, dándose cuenta que su vestido ahora era completamente trasparente, en ese momento y por reflejo se lanzo de nuevo al agua.
–Eres una pervertida.- le decía la chica de descendencia holandesa a la morena que abandonaba la alberca.
–Supongo que mis virtudes no las puedo esconder.- Se reía mientras se sacaba por segunda vez en la noche su camiseta y la tiraba lejos, Quinn salía corriendo de la casa.
–La policía S hay que irnos de aquí ¡Ya!- Decía desesperada su amiga mientras le daba su chamarra.
-¿La policía? Claro de seguro la chivata con la que vienes fue quien la llamo ¿cierto?-Pregunto mirando a la rubia que seguía nadando por obligación más que nada.
–Púdrete.- Soltó la rubia sorprendiéndose más ella que a la morena por esa respuesta.
-Bueno tu entenderás que no te acerque una toalla.- Se burlo y se acerco un poco más a la alberca para hablarle a la rubia casi en un susurro.
–Lo único que me interesa ahora es que no olvides este día, como en el que nos bañamos por primera vez juntas.- La holandesa quedo sin palabras y solo pudo ver salir a la chica corriendo junto con su amiga.
-Pudiste haber hecho algo para evitar que esa loca me arrojara al agua.- Se quejaba Brittany dentro del auto.
–Vamos Britt llame a la policía ¿Que mas querías que hiciera?-
-Ayudarme a sacármela de encima… o en su defecto a quitarme de encima de ella.- Se confundía con sus palabras la rubia.
-¿Y rebajarme al nivel de alguien como ella? No lo creo. –
- ¿Cobarde?- Sury iba a cuestionar a la rubia por su último comentario pero se vio interrumpida por un ruido, miro por su retrovisor y se sorprendió al ver como más de 6 motocicletas se acercaban al auto a toda velocidad.
– ¡Mierda!- grito la morena golpeado el volante y acelerando el coche.
-¿Pero que hacen? Cuidado Sury no tan rápido.- La rubia parecía asustada por lo que estaba pasando y sin darle tiempo de decir nada mas vio como las motocicletas rodeaban por completo el coche y empezaban a golpear con tubos en mano vidrios, luces y espejos por igual dejando el auto en pésimas condiciones, al voltear por su ventanilla Brittany vio a Santana conducir justo a su lado sonriéndole "¿hermosamente?" pensó la rubia, pero salió de sus pensamientos cuando sintió como Sury frenaba el coche de manera brusca y ver como uno de los motociclistas chocaba contra ellas haciéndolo volar sobre el auto y cayendo justo al frente de el, sin pensarlo la morena que conducía arranco y salió lo más rápido posible del lugar.
Aparcando más adelante Sury bajo del coche para ver el daño.
– ¡Malditos imbéciles!- Maldijo la chica al notar el mal estado del coche.
-¿Pero qué has hecho? Pudiste matarlo o pudiste matarnos a nosotras.- Le reclamo la rubia al bajar del auto.
– ¡ELLOS NOS IBAN A MATAR!-
-Aun te puedo matar.- Sury al escuchar esa vos volteo en busca de ella y solo sintió como arremetían contra ella sin darle tiempo de nada.
- Así que no solo eres una chivata arruina fiestas si no que también un peligro al volante.- Le reclamo la latina ya teniéndola en el piso y ahorcadillas sobre ella.
–Ustedes empezaron.- Lloraba la chica debajo de la latina.
-¿Disculpa?- Se hazo la ofendida mientras seguía soltándole golpes por todos lados sin dejar decir ni hacer nada a la otra morena.
– ¡SUELTALA QUE TE PASA!- Si Brittany no quedaba afónica esa noche sería verdaderamente un milagro.
–POR FAVOR SUELTALA! – La jalaba de su chamarra pero al no ver respuesta de la latina Brittany corrió a la carretera y detuvo un coche que pasaba por el lugar.
–Por favor ayúdenme , la va a matar!- Del auto salió una mujer algo robusta y de unos 40 años aproximadamente junto con una adolescente, eran conocidas de la madre de Brittany así que no dudaron en ver qué era lo que pasaba, la mayor intento frenar a la latina logrando que esta le diera accidentalmete un codazo y le rompiera la nariz, la chica más joven le suplico a la rubia que se fuera con ellas pero esta no le hizo caso volviendo a acercarse a las dos chicas que seguían en el paso, sin más las dos mujeres salieron huyendo del lugar.
-Ves lo que hice por tu culpa, FUE TU CULPA- Le grito Santana a una Sury desesperada por tratar de librarse de esa fiera latina.
– ¡YA BASTA!- Dijo la rubia saltando a la espalda de la morena y dándole pequeños golpes, Santana se levanto con la chica en su espalda y empezó a dar vueltecitas divirtiéndose con la actitud de la otra. Sin que se dieran cuanta Sury salto al auto y se fue sin mirar atrás.
–Hey tranquila, ya esta.- Le dijo Santana enseñándole sus brazos en alto en forma de rendición a la rubia para que la dejara. Al separarse Brittany noto que su valiente acompañante la había abandonado.
–Veo que no eres de gran importancia para la estúpida esa.- Le dejo mientras recogía su moto y se subía a ella haciendo aun ademán de ponerse su llamativo casco dorado.
-Espera, no me puedes dejar tirada aquí.-Dijo la chica de ojos azules un poco asustada.
-No querrás ir con una loca, lo hago por tu bien.- En burla le recordaba como la estuvo llamando durante toda la noche.
–Perfecto, no necesito tu ayuda.- Indignada la rubia volvió a la orilla de la carretera y empezó hacer señas a un coche que se aproximaba. El auto se detuvo y se asomo un tipo que no tardo en recorrer todo el cuerpo de la rubia con su mirada.
-¿Necesitas que te lleve algún lado preciosa?- Dijo de manera insinuante.
–Necesitas que te parta la cara imbécil, lárgate de aquí antes de que pierda la paciencia.- Intervino la morena con una mirada severa que hizo que el hombre acelerara el auto.
–Venga sube- Le dijo la latina acomodándose para dejar subir a la rubia y ofreciéndole su casco. Brittany no rechisto y subió de inmediato colocándose la protección en su rubia cabeza, ya había tenido suficiente por esa noche, así que se aferro de la cintura de la latina, pegando su cuerpo lo más que pudo y apretándola con una fuerza impresionante, era obvio que tenia miedo.
–Wow, espera si me sujetas de esa manera de la chamarra no puedo manejar- Al sentir a la chica separarse un poco, la latina alzo su chamarra dejando ver su abdomen desnudo para que la holandesa la sujetara de mejor manera, Brittany al ver al descubierto la piel de la morena la rozo con delicadeza y se abrazo a ella una vez más, haciendo sonreír a la latina sin darse cuenta de ello. Y así se perdieron por la carretera.
-Hey hemos llegado.- Le dijo Santana a la rubia que estaba con sus ojos cerrados y aferrada a ella sin intención de soltarla.
-Perfecto!- Bajo la holandesa inmediatamente, entregándole el casco a la otra chica, estaba dispuesta a correr a su casa cuando vio el coche de sus padres detenerse delante de ella y ver bajar a su mamá con una cara que solo transmitía furia.
-SUSAN PIERCE ESPERO QUE NO HAYAS VENIDO EN ESTA COSA Y CON ESTA PERSONA.- Dijo su madre señalando la motocicleta y mirando a la latina frente a ella.
-No, si, bueno es que…- Brittany no sabía cómo explicar la situación.
-Vamos, dile que la chica que pretendía traerte a tu casa te dejo tirada a mitad de la carretera- La morena definitivamente no estaba ayudando.
Cuando la Sra. Pierce estaba a punto de cuestionar de nuevo a su rubia hija, vio llegar a la menor de las Pierce montada en una motoneta abrazada a un chico, Clare era practicamente un reflejo de Brittany solo que de menor estatura y de ojos casi negros.
- ¡CLARE! ¿Pero donde andabas? ¿Cuantas veces te he dicho que no te separes de tu hermana cuando salgan juntas? ¿Quién es ese bicho con el que vienes?- La chica corrió hacia su madre en lo que el chico escapaba de la escena, cuando intento soltar una explicación, inventada por supuesto, se paró en seco al ver a la latina junto a su hermana.
-Hola- Saludo a la morena con su cara completamente ilumina y una gran sonrisa ignorando a las demás mujeres.
-Hola- Contesto la chica con una sonrisa por la gracia que le causo la actitud de la pequeña mujer delante de ella.
- ¡Adentro inmediatamente!- Interrumpió la rubia mayor al ver a sus hijas perdidas en la sonrisa de aquella chica. Arrastradas prácticamente las hermanas Pierce ya no pudieron decir nada más y entraron a la casa, dejando atrás a la latina.
En la comodidad de su habitación Brittany se disponía a ponerse su pijama y ponerle fin a ese extraño día yéndose a la cama y olvidar todo de una vez, cuando un torbellino rubio irrumpió con una sonrisa enorme.
-Aun no lo puedo creer, mi hermana saliendo con la increíble S.- Decía la pequeña rubia tumbándose en la cama.
-Estas equivocada yo no tengo nada que ver con esa persona, solo me ha traído a casa por una complicación de Sury, solo eso.- Dijo la chica de ojos azules tratando de zanjar el tema.
-Si claro.- Rio Clare para provocar a su hermana.
-¡Basta! Además ¿Qué tipo de nombre es "S"?- Pregunto fastidiada.
-Bueno en realidad se llama Santana López, pero dicen que algo malo le paso y desde entonces no le gusta que la llamen por su nombre completo.- Conto la adolescente encogiéndose de hombros al no sabes más que esa pequeña información.
-Lo que sea que pase con esa arrogante no es de mi importancia así que por favor ve a molestar a alguien más y déjame descansar ¿Si?- Brittany acompañaba a su hermanita hasta la puerta de su habitación para poder descansar de una vez por todas.
- ¡Aburrida! ¡No sabes de lo que te estás perdiendo!- Grito una divertida Clare desde el otro lado de la puerta, era claro que la pequeña Pierce tenía un enamoramiento platónico o algo por cierta latina.
Brittany rodo sus ojos al escuchar eso y se metió en su cama y sin poder evitalo su mente solo repetía una y otra vez el nombre de aquella chica "Santana López".
N/"A": Bueno, si alguien llego hasta aqui solo quiero agradecer por leerlo :D Y aclarare que esta es una historia basada en la pelicula "3 metros sobre el cielo", porque desde la segunda escena de esta no pude sacar de mi mente a Santana ni a Brittany y entonces salio este especie de "remake".
Creo que se noto que este es mi primer intento por escribir algo asi que aceptare felizmente todo tipo de comentario, critica o lo que deseen :D
