Ante todo nada de la saga HP me pertenece, todo es de la multimillonaria JK Rowling, solo la trama es mía.

Este one-shot es un reto que me propuso una amiga mía y yo acepté encantada, seguramente mas adelante escribiré mas.

Los gemidos escapaban de su boca solo ahogados por los besos húmedos que compartían ambos, el sudor delator que impregnaba sus pieles y el roce electrizante de sus caderas.

Sus manos agarraron su espalda, con fuerza, clavando sus uñas en aquella piel blanca que tanto conocía, besó su boca mezclando sus salivas, deleitándose en aquel sabor dulce, sabor a sexo mezclado con alcohol y largas noches de locura, acarició su pelo, negro, que parecía brillar a la tibia luz de la noche, una noche sin luna, como de tantas que habían compartido en aquel mismo lugar, en aquella misma cama de la habitación de los chicos de séptimo de la casa de Gryffindor.

Era con rabia, impotencia con el que era follado una y otra vez por aquel chico de ojos verdes esmeraldas, el siempre lo pedía así y el nunca se había negado, apretaba fuerte la mandíbula sabiendo que había vuelto a pasar, que había vuelto a caer una vez mas, porqué a ella la quería, pero a el lo necesitaba, era su amigo, era su hermano. Por eso Harry cedía cada vez, cada vez que lo veía llorar después de una discusión con ella, lo recostaba en la cama y era penetrado con dureza y sin compasión, y solo cuando las lágrimas amargas bañaban las sábanas se permitía un momento de felicidad, mientras el besaba su rostro con dulzura limpiándole los restos de lágrimas saladas que habían en él para después hacerle la mejor mamada de su vida.

Gemía su nombre, más lento, mas rápido, agonizando en la espera y sabiendo que de un momento a otro se correría y que todo habría finalizado, que lo miraría con esos ojos verdes y le sonreiría con complicidad, recorriendo con su lengua sus labios para saborear los últimos retazos de él.

Porqué cuando la carne era débil el caía en manos del elegido, su amigo, su hermano.