Declaimer: Naruto le pertenece a Kishimoto. LastWizard solo toma prestados los personajes para crear esta historia sin fines de lucro.

Aviso: Antes de todo debo hacer un par de aclaraciones para que después no haya malos entendidos, esta historia tiene una temática muy peculiar, se tocarán temas como la política, la humanidad, la sociedad, la lucha y la protesta social, la economía, la religión y demás… pero todo esto será el trasfondo de una historia de AMOR, así que en esta historia NO se hará propaganda o difamación de partidos políticos o ideologías. Verán que pondré fragmentos de escritos pertenecientes a filósofos, economistas, líderes políticos; estos serán extremadamente respetuosos para no crear discordia. Aclarado estos tantos, si aun así alguno siente que se lo ha ofendido de alguna manera, hágamelo saber; se tratará de llegar a un consenso o en el caso de que no se pueda, simplemente ABSTENGASE a leer, lo mismo con las escenas sexuales, el lenguaje vulgar y la violencia en este fic.

Pairing: SasuHina , ItaHina y leve ShikaHina

Entonces esto es un AU con leves Ooc, espero les guste

Nos leemos pronto…

PARAISO CARMESI

Capítulo 1: Nota a Dios

If I wrote a note to God

I would speak what's in my soul

I'd ask for all the hate to be swept away

For love to overflow.

If I wrote a note to God

I'd pour my heart out on each page

I'd ask for war to end

And for peace to mend this world.

Crisis política, crisis social, crisis ambiental, crisis económica…crisis mundial.

El mundo está sumido en lo que los historiadores han llamado La Ultima Gran Guerra. No se distingue un enemigo claro y los límites de cada bando son aun más difusos, cada país está sumergido en sus propios conflictos pero a la vez la guerra es a escala planetaria.

Años atrás las grades potencias se reunían en conferencias y jornadas de debate sobre los aconteceres alarmantes que se sucedían sin descanso, la pobreza de los pueblos había estado creciendo a pasos agigantados, y como prueba de ello las protestas sociales no solo aumentaban en recurrencia sino también en intensidad y violencia, la gente estaba harta de la situación. Durante los años siguientes todo fue en aumento, esto sumado a los reportes de los grandes investigadores de que el tiempo para poder emprender la tarea de frenar el calentamiento global, se había acabado. Los desastres naturales eran cada vez más numerosos, las tierras iban perdiendo su productividad y eran cada vez más áridas. Toda esta crisis de la tierra hizo mella en los mercados bursátiles y como respuesta a la falta de inversiones en la bolsa y las ya rutinarias corridas bancarias, especulación financiera, deudas y corrupción política muchos países en vías de desarrollo comenzaron un proceso degenerativo de sus economías.

El tiempo seguía transcurriendo y paso lo peor, las guerras no se hicieron esperar, constantes dictaduras como las sucedidas en los años 70 en lugares como Latinoamérica se repitieron ya por los años 2018 en diferentes partes del mundo, ya no había diferencia entre países subdesarrollados o desarrollados, múltiples golpes de estados en tan solo cinco años eran records espeluznaste que la humanidad imponía, términos que se creyeron jamás se volverían a emplear como "campos de concentración", "centros clandestinos de detención", "tortura", "desaparecidos" , las balaceras, las bombas, los gritos de los vecinos a media noche siendo secuestrados, las sirenas… el terror ; todo se volvió moneda corriente.

La suerte del mundo ya estaba echada…. o no.

If I wrote a note to God

I would say please help us find our way

End all the bitterness

Put some tenderness in our hearts.

I'd say, I'd say, I'd say

Give us the strength to make it through

Help us find love 'cause love is overdue

And it looks like we haven't got a clue.

Osaka, Japón, 13 de febrero de 2027

-Tengo que irme, hoy debo llegar temprano a casa.

-Te acompaño-una clara orden, la azabache se tensó por un momento pero luego recobró la compostura.

-No hace falta Uchiha-san, agradezco su ofrecimiento demo no quisiera importunar a sus compañeros se que hoy tiene practica de…-dudo, es que él tenía siempre un entrenamiento diferente, ocupado en un sinfín de actividades banales que lo alejaban de la realidad, un sentimiento iracundo comenzó a crecer en su interior; muy por el contrario su blanco rostro mostro una sonrisa-¿kendo?

Una mueca socarrona se dibujo en los labios del joven-no, hoy es polo…bueno como quieras, yo solo cumplía con los deberes hacia la prometida de mi hermano, me da igual lo que hagas -se dio vuelta, de espaldas levanto la mano en forma de saludo y siguió su camino.

Hinata Hyuga empuño sus manos, giro sobre sus talones y a paso veloz se dirigió a la salida. Miro hacia tras cuando hubo salido del campus, observo a los jóvenes que asistían a ese prestigioso instituto al igual que ella, sus atuendos caros, sus celulares último modelo, todos con sus portátiles, Ipods, tabletas y demás objetos lujosos. Se miro a sí misma, su uniforme reluciente, su bolso Gucci, su tapado Armani, olor de su perfume Nina Ricci ; una sensación de asco la inundo, las ganas de vomitar no se hicieron esperar pero se contuvo; volteo y continuo caminando ,unos minutos después estaba parada al lado del camino, miro su reloj…estaba a tiempo.

Pronto se sumió en sus pensamientos, repaso lentamente lo que era su vida ahora.

El instituto Tokugawa era el establecimiento de estudios académicos más prestigioso del Japón desde hace mas de 100 años, con el inicio de la Ultima Gran Guerra la viabilidad de mantener una institución como esta fue cuestionada fuertemente, pero debido el aporte de las 150 familias más adineradas del país nipón fue que se reinstalo en las afueras de Osaka, en una comunidad totalmente alejada de la metrópolis. Era un territorio totalmente amurallado y asegurado por una legión de mercenarios pagados por las mismas familias adineradas que residían ahí. Ellos vivían en su burbuja color de rosa, ajenos a la catástrofe que se cernía sobre el país asiático; los jefes de estas familias si estaban al tanto de lo que ocurría y peor aún, lucraban con la guerra, de esta manera mantenían estándares de vida tan ostentosos, pero el resto del grupo familiar desconocían la situación ¿es que acaso podían no saber? No, en lo absoluto, ellos sabían… todos en ese mini país de las maravillas estaban al tanto, solo que callaban, lo ignoraban e incluso lo menospreciaban. La guerra era un tema tabú en el mundo perfecto de los más ricos y poderosos. Como esta colonia, había alrededor de 5 por cada país, nucleando a las familias de elite y Hinata Hyuga era la hija de uno de los hombres más ricos de toda Asia, por eso estaba ahí junto con su hermana y primo.

Estaba comprometida con Uchiha Itachi, el primogénito de la Familia Uchiha, que, junto con la suya, eran los más poderosos y adinerados del país del sol naciente. No lo conocía en personas, si lo había visto por fotografías y realmente era de ensueño al igual que su hermano menor, Sasuke Uchiha, pero a ella no le interesaba en lo más mínimo ni él, ni ningún niño riquillo; los detestaba y mas a cierto azabache al que si conocía desde hace varios años. Engreídos, soberbios, altaneros, criados como príncipes ciegos sin saber lo que se estaba desarrollando en el mundo y ella la dulce y delicada Hinata Hyuga había sido uno de ellos, por mucho tiempo viviendo en la ignorancia.

Incluso hasta ahora se recriminaba este hecho, haber sido tan ingenua rosando la estupidez.

Bobería algo infantil, o una imbecilidad sin redención.

Pero en cuanto la venda cayó…

El sonido de una camioneta la saco de sus cavilaciones en cuanto esta paso en frente suyo con sus puertas abiertas de par en par. Automáticamente la jovencita empezó a correrla y después de unas cuantas zancadas salto para subirse

Ya en su interior, comenzó rápidamente a desvestirse mientras una joven de cabellos rosados y ojos jade le entregaba una nueva muda de ropa, que consistía en una playera azul ,unos vaqueros gastados y algo rotosos y unos tenis blancos. Una muchacha de la misma edad pero rubia y de mirada color cielo guardaba las pertenecías de Hinata en el interior de una bolsa negra.

-Hina ¿tienes la información?-cuestionó la peli-rosa

-Hai Sakura, le mande una copia a Nara Shikamaru, calculo que ahora debe estar comunicándola a su mando militar, Ino ¿puedes pasarme el IPad?

-claro linda, aquí tienes…hasta ahora no puedo comprender como ese tonto de Shikamaru pueda ser mando político de una misión como esta, a veces pienso que estamos chiflados por dejar nuestras vidas en manos de un vago como ese-decía haciendo un mohín infantil

-Ino-cerda…recuerda que estamos en pleno trabajo, debes mantenerte enfocada… ahora dime Hinata

La aludida agarro la tableta y rápidamente tecleó unos cuantos códigos en la pantalla, una vez desactivado la contraseña procedió a abrir un sinfín de archivos también codificados

-he podido obtener unos mapas y planos más actuales del perímetro en el cual maniobraremos, las modificaciones no son tan significativas como pensábamos, por lo tanto nos resguardaremos en el plan trazado en primera instancia. Comenzaremos a operar en cuanto nos confirmen que el accionar del grupo alfa está en marcha, ingresaremos al edificio por el ala norte, donde la seguridad ya estará reducida, en cuestión de 1 minuto 40 segundos tendremos que haber abordado a los archivos localizados en el piso 16, no se usaran los ascensores, por lo que la movilización se hará por las escaleras de emergencias ubicadas próximas a los elevadores, una vez en el objetivo contaremos con solo 2 min 50 seg para extraer la data y posteriormente infectar todo su sistema operativo con "Quimera". Posteriormente, la retirada, analizando la edificación del lugar, se ha decidido por "circo" ¿quedo claro?

-Genial Hime-Hina tú sí que haces honor a tu grado de mando político, no como esa piña perezosa- exclamaba la rubia con los ojos brillantes de deslumbramiento

-Arigato Ino-chan-decía una ruborizada azabache-demo Shikamaru-kun es mucho más inteligente que yo, fue él quien me enseñó.

-Excelente desempeño Hina ¿escuchaste TenTen?-las tres jóvenes en la parte trasera de la Van, se dieron vuelta, al tiempo que un pulgar arriba se asomaba del asiento del conductor.

-Fuerte y claro jefita- todas rieron animosamente.

La joven Hyuga termino de vestirse y sus compañeras le hicieron un sencillo pero bonito rodete, para que estuviera más cómoda durante la misión. Ino puso todas sus pertenencias bajo los asientos, mientras que sacaba un morral negro que le entregaba a la azabache donde llevaría todo el quipo tecnológico para la sustracción de data.

-Kya! ¿Quién es el adonis Hina-chan? ¡Esta de rechupete!-cuestionó la Yamanaka, mirando entusiasmada el fondo de pantalla de la tableta electrónica.

En él se podía observar la foto de un joven de tez blanca y rostro anguloso; dueño de unos ojos profundamente negros y afilados pero a la vez rebosantes del brillo de la juventud mezclado con un ala de misterio y serenidad, una mirada sensual y cautivante; sus rebeldes cabellos azabaches, algo alborotados, caían casualmente tapando parte de su frente y enmarcando su griego perfil. En la imagen, el muchacho se encontraba apoyado en una pared de ladrillos rojos, con las manos en los bolsillos de sus vaqueros negros, su esculpido torso estaba enfundado en una simple camisa azul marina, levemente abierta en los primeros 3 botones, dejando ver el nacimiento de sus pectorales y al parecer el viento también había hecho lo suyo con los últimos 2 botones permitiendo la vista de sus firmes abdominales. Las mangas cortas de la prenda permitían la apreciación de sus musculosos bíceps bañados por los rayos del sol. Tras él había un interminable camino de enormes arboles ya naranjas por el otoño reinante, bajo los cuales se desplegaba una hermosa alfombra de hojas secas de diferentes tonalidades entre doradas y rojas, muchas de las cuales volaban libres por el lugar producto del viento dándole a la foto un aspecto deslumbrante y surrealista.

-Ah…nadie…es solo…mi prometido-desvió sus mirada a la carretera, subió sus piernas al asiento y apoyó la cabeza en ellas, aun con la vista en el paisaje campestre que desfilaba fuera de la camioneta. Cada vez las voces de sus amigas se hacían más lejanas, pudo distinguir unos cuantos grititos de sus alocadas camaradas, unas cuantas preguntas a las cuales respondió con monosílabos antes de cerrar los ojos y perderse en sus pensamientos.

Recordó cuando vio por primera vez la fotografía

******Hinata pov******

Estaba recostada sobre la húmeda hierba, así era todos los veranos, las clases terminaban y yo me dedicaba por entero a mis hobbies como leer, practicar baile, tocar el piano y el violín y entregarme por completo a los bellos jardines de mi madre. Pero ese verano era diferente…fue cuando supe que existía la guerra.

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Si me preguntaran quien es la persona más importante de mi vida, respondería sin titubear que mi madre. Ella era mi modelo a seguir, mi heroína, una mujer deslumbrante en todos los sentidos, dueña de una belleza y elegancia que muchos envidiaban ,pero también poseedora de un carácter único, que iba desde ser tan dulce y tranquilo como el olor a fresas, a dar paso a una postura seria determinada y luchadora como el de las mujeres que marcaron un hito en la historia , con decirles que era la única que podía domar a mi padre con una solo mirada , es ya es decir mucho… ella era mi todo.

Mamá solía ejecutar una hermosa pieza en el violín solo para mí, era nuestro secreto, nunca me decía el nombre de la misma, algo que me carcomía de curiosidad. Pasábamos tardes enteras entre melodías y risas, siempre juntas y unidas, nada mas podía pedirle a la vida. Es cierto que a veces la escuchaba reñir con mi padre, sobre cosas que en ese momento no entendía, ella le recriminaba las mentiras sobre la realidad, el porqué no ayudábamos a las personas, que como podía vender herramientas para matar, en ese entonces no lo comprendí, pero mi madre hablaba de la guerra; incluso a veces la escuchaba llorar desconsoladamente mientras escuchaba la radio a escondidas en su cuarto. Pero después me sorprendía observándola con preocupación y tristeza .En esos momentos, para tranquilizarme, me decía que todo estaba bien, me regalaba su mejor sonrisa y me invitaba a tocar el piano. Una guerrera, anteponiendo mi felicidad antes que su dolor.

Entonces enfermó, su salud empeoraba día tras día; desfilo por un sinfín de clínicas y paso por las manos de decenas de especialistas pero todos solo nos daban sus condolencias.

Debí admitirlo, mi madre se estaba marchitando rápidamente y no había nada que pudiera hacer; así que solo sostuve su mano hasta que ese fatídico día llegó. Antes de irse me reveló un nombre "La lista de Schindler"susurró e hizo una mímica simulando tocar el violín, ardía en fiebre así que decidí ignorar estas palabras, razonando que podían ser delirios por su malestar.

Fue en invierno, una mañana, la más fría de toda mi vida …me pidió que cuidara de mi hermana, me dijo que estaba orgullosa de ser mi madre, que siempre estaría a mi lado, velando por mí, acompañándome en todo momento, me alentó que luchara por mis ideales, que jamás me rindiera porque tenía la fuerza suficiente para hacer lo que me propusiera y que siempre me apoyaría, me prometió que grandes cosas me depararía el destino y que no tuviera miedo a las adversidades, porque ella estaría siempre tomándome de la mano aun en la mas solitaria oscuridad.

Yo estaba a su lado y no he olvidado ese momento, porque a partir de entonces he tenido que afinar mucho la percepción para que ella no se me pierda entre las sombras inapelables donde van a parar los espíritus difusos.

La muerte no existe, hija. La gente sólo se muere cuando la olvidan –me explicó mi madre poco antes de partir–. Si puedes recordarme, siempre estaré contigo.

Luego me tomó de la mano y con los ojos me fue diciendo cuánto me quería, hasta que la mirada se le tornó de niebla y la vida se le desprendió sin ruido. Por unos instantes pareció que algo translúcido flotaba en el aire inmóvil del cuarto, alumbrándolo con un resplandor azul y perfumándolo con un soplo de almizcle, pero en seguida todo volvió a ser cotidiano, el aire sólo aire, la luz otra vez amarilla, el olor de nuevo simple olor de todos los días. Tomé su cara entre mis manos y se la moví llamándola "mamá, mamá" abismada de ese silencio nuevo que se había instalado entre las dos. Ese día me dejaste, mamá, y no me llevaste contigo.

Cuando hube superado la tristeza de la partida de mi Okasan, decidí que continuaría con nuestra tradición del piano y el violín, aunque tuviera que hacerlo sola. Recordé entonces aquellas palabras que había decidido ignorar y maquiné la posibilidad de que fuera un mensaje que mi progenitora quiso compartir.

Tecleé en el buscador "La lista de Schindler" y para mi sorpresa, todos los enlaces me aparecían bloqueados, en realidad esto pasaba a menudo, nunca hasta ese momento había cuestionado este hecho, como también el por qué no nos dictaban historia en la escuela o como era imposible encontrar manuales sobre la historia mundial en las bibliotecas o librerías, así como el hecho de jamás haber visto un diario, o la inexistencia de canales como Discovery Channel o Nat Geo que mamá me contó ,en sus tiempos había; tampoco se televisaban películas de interés social o que sembraran el debate, eran sobretodo los insulsos films "taquilleros" y ni pensar en ver un noticiero o sintonizar la radio.

Para ser sincera todo eso me tenia sin cuidado, solo una vez sentí curiosidad por algo que leí en una revista vieja y destrozada que encontré entre un pilón de libros en el instituto. Por lo que entendí hablaba de algo a lo que se referían como redes sociales, constantemente nombraban la palabra "Facebook" y su expansión a escala planetaria en el lapso de 2 años. Comentaba sobre el crecimiento tecnológico que avanzaba a pasos agigantados, pero era extraño ¿Cómo era verdad tal desarrollo científico y técnico, si el celular que promocionaban a la vuelta de la página era igual al mío?, eso me desconcertó; el artículo databa del 15 de marzo del 2010, inmediatamente me dispuse a investigar pero todo me llevaba a callejones sin salida, traté de preguntar a mi padre pero ante su déspota contestación y tras otros desplantes similares opté por olvidarlo.

Esa vez fue diferente, no iba a aceptar sumisa no saber lo que en verdad sucedía, el recuerdo de mi madre me impulsaba, había algo que ella trató de decirme, fueron sus últimas palabras y no descansaría hasta saber el secreto tras estas.

Mis habilidades cibernautas, por ese entonces eran escasas, por no decir nulas; me sentí abatida por los constantes fracasos en mi investigación. Cuando creí que todo acabaría sin siquiera empezar, a mi mente vino la imagen de un joven sereno y gentil pero a la vez muy inteligente e ingenioso, Shikamaru Nara. Compañero del instituto e hijo del ex socio de mi padre, lo contacte urgente y juntos reemprendimos la búsqueda.

Al principio nuestra relación fue cordial, éramos dos conocidos con un objetivo en común, Desde un comienzo el se mostró más que interesado en mi pedido ya que la curiosidad en él había despertado un par de años atrás ,pero con lo de la enfermedad de su madre tuvo que posponerlo. Supe que varios meses atrás él también había perdido a su madre, creo que esta revelación nos unió un poco y ya nuestro trato luego de un par de semanas era más de amigos.

Los días pasaban y nos volvíamos más cercanos, aunque la exploración avanzaba a paso de tortuga, disfrutábamos el tiempo que pasábamos juntos. Descubrí, que podíamos mantener una charla por muchas horas, comenzábamos platicando sobre cuestiones banales y nos íbamos por las ramas, terminando hablando sobre filosofía, política, economía y tantos otros temas. Gracias a sus padres, él se había hecho de variados libros. No eran actuales, no nombraban la guerra, eran más bien, clásicos y varios manuales de historia universal hasta el 2012; habían también muchos diarios de esa época y entre todo eso, se filtró literatura universal. De esta manera él me enseñaba cosas que hasta ese momento no tenía ni idea, habían pasado en el mundo. Yo estaba embelesada, aprendía mucho, me nutria de tanto conocimiento pero aun nos faltaba la mayor revelación.

Aunque sus progenitores no le hablasen de la guerra, creo yo por una cuestión de su seguridad, ellos impulsaban a su hijo a que se enterase por su propia cuenta. Shikamaru no le hablaba de esos textos a nadie más que a mí puesto que donde vivimos es muy peligroso tocar dichos temas, muchos habían sido encarcelados, saqueados de sus fortunas y enviados al "exterior", argumentando que corrompían el orden preexistente. Estos hechos llegaron a nuestros oídos cuando ya sabíamos de la existencia de la guerra. Antes de saber esto último, Él solo no comentaba nada de las obras, ya que sus padres se lo habían pedido encarecidamente sin darle ninguna explicación del porqué, pero solo tuvo que ver la expresión nerviosa de su madre para saber que debía hacer lo que le demandaban.

Fue por ese tiempo que me empecé a alejar de Sasuke Uchiha. Amado por las mujeres, odiado por los hombres, ese joven de cabellos negros, piel nívea, mirada penetrante y actitud segura y fuerte, fue por muchos años mi mejor amigo.

Nos relacionamos de niños, con solo 4 años ya éramos muy apegados; aunque en un principio se mostraba esquivo a cualquier interacción con un espécimen femenino, increíblemente nos fuimos ganando mutuamente de manera rápida y pura. Me gusta recordar al Sasuke de antes, con sus maneras toscas y altaneras pero a la vez era una fachada para esconder al amable y considerado niño. No sé cuando sucedió, pero lentamente esa mascara fría y soberbia se fue adueñando del Sasuke que tanto quise hasta convertirse en un vacio estereotipo. "Sasu", como lo solía llamar, era de lo más divertido cuando estábamos juntos, no porque hiciera chistes o fuera escandaloso, tenía un carisma que irradiaba felicidad y ese "no sé qué" que te hacía sentir a gusto en su presencia.

En muchas oportunidades nos acompaño a madre y a mí en nuestras tardes musicales, a los 7 años era un genio con la guitarra. Nos bautizamos como los tres mosqueteros, por un cuento que mi mama nos contaba (ahora sé que no era una historia inventada) y gritábamos "Todos para uno y uno para Hina "y se abalanzaban sobre mi haciéndome cosquillas.

El tiempo no se detenía y fuimos juntos por el tortuoso camino del crecimiento. Teníamos 14 años cuando protagonizamos nuestra primera pelea, pero fue una discusión simple y pura, llena de inocencia y de hormonas alborotadas…porque éramos solo dos niños, creciendo de la mano.

-Ya suelta esa estúpida flor, pareces boba.

-Ahou! No la soltaré, me la dio Heiji-kun diciéndome "bonita".

-Que graciosa, ese debe estar miope ¿tu? ¿Bonita? JA-JA-JA.

-Baka! Ciegas tus admiradoras que te dicen guapo, no ven que eres un cabezón con el marote lleno de aire.

-Ahora si me cansé.-tomó la flor con violencia para luego tirarla al suelo, y saltarle encima.

Recuerdo que rompí en llanto en cuanto vi que Sasuke prácticamente se bailaba un mambo sobre mi pequeña flor. Inmediatamente él paró de zapatear sobre ella y empezó a pedirme disculpas, pero yo no paré de llorar viendo las pequeñas hojas hechas puré. Sentí como empezó a desesperarse y considerarse realmente culpable por lo que hizo, entonces me gritó un "ya vuelvo" y salió corriendo muy veloz.

Por un momento creí que el muy malvado me había dejado sola y mi gimoteo se hizo más escandaloso. Pasado unos 5 minutos Sorpresivamente una hermosa rosa blanca apareció ante mis ojos y mis sollozos se callaron automáticamente. Un agotado Sasuke, con la respiración agitada y con el sudor perlando su frente y pegando sus negros cabellos a ella, sostenía una preciosa rosa blanca. Mi corazón brincó de felicidad… frente a mí, tenía a un guapo muchacho de 13 años, inteligente, valiente y noble que me estaba regalando una flor; pero eso era lo de menos… él era Sasuke, mi mejor amigo, el único que me conocía enteramente y siempre me brindaba su compañía, que permanecía a mi lado, cuidándome y ayudándome pero que también necesitaba de mí, me hacía sentir querida, valorada y especial ,ya que él solo mostraba su corazón y alma a mí y a nadie más. Con él me sentía completa

-De verdad lo siento Hina- tome su obsequio pero no le di mucha importancia…solo me abalancé a abrazar a mi amigo, quien recibió gustoso mi gesto. Luego de unos minutos nos separamos y me detuve a observar embelesada el presente. Escuche que empezaba a caminar pero cuando me dispuse a acompañarlo me dijo.

-Aunque en realidad no fue mi culpa sino tuya- me detuve abruptamente y lo mire ceñuda, unos pasos más adelante, metiendo sus manos en los bolsillos, él se volteó con aire galante y apuntó.

-Eso te pasa por ser bonita- ambos sonreímos cómplices; corrí a su encuentro y abrazándolo por la espalda, le estampe un sonoro beso en la mejilla y caminos juntos a casa.

Este creo es el recuerdo más bello que tengo de los dos.

¿Por qué será que las cosas buenas deben terminar?

Seguíamos creciendo, pero nuestros enfrentamientos dejaron ya ese tinte chiquillo para tornarse más agrias y adultas. No es cierto que todo fue culpa de él, para nada, fuimos ambos que cambiamos. La atención que recibía, la importancia que le otorgaban fue poco a poco insuflando la soberbia de mi amigo… eso no me importaba; yo conocía al verdadero Sasu y no al súper Kawai Sex Simbol que aparentaba…o eso era lo que creía. Lo cierto es que la distancia entre ambos crecía, ya no nos gustaban las mismas cosas, no teníamos tiempo para nosotros, nuestras prioridades cambiaron, vimos cosas en el otro que antes no estaban, nos volvimos susceptibles al "qué dirán", nuevas personas entraron a nuestras vidas, los cambios fueron muchos y creo nos asustamos por la vertiginosidad de todo. Fui paciente o eso intenté, pero las diferencias y los malentendidos se volvieron pan de cada día.

Mediante un rumor, supe que algo no andaba bien en la casa de Sasuke, no sabía bien que era; lo único que estaba segura era que al igual que siempre él hizo conmigo debía estar apoyándolo incondicionalmente ,pero cuando traté de acercarme para brindarle mi compañía y ayuda, recibí un portazo.

Cada cual siguió su camino, hice nuevos amigos, seguí con mi vida…aunque no puedo negar que me dolió mucho la separación de él, había ocasiones en que nos encontrábamos casualmente a la salida del instituto, ya que un viejo habito que adoptamos en el pasado era ir y regresar en bicicleta al colegio, en esos breves encuentros parecía que todo era normal, no hablamos pero nos sentíamos a gusto con la compañía del otro. Llegaba el día siguiente y éramos dos desconocidos, el mal trago del alejamiento lo soporté gracias al apoyo de mi primo Neji, quien aparentemente nunca le agrado "el muñeco Uchiha" como solía llamarle, era bastante cómico escucharlo hablar de esa manera cuando en realidad eran muy parecidos, ambos idolatrados por las chicas, talentosos, inteligentes, triunfadores en todo lo que se propusieran…populares.

Bueno como dije, conocí muchos amigos, o mejor dicho amigas porque algo que también compartían mi primo y Sasuke era el lindo pasatiempo de espantar a cualquier hombre que se me acercara a menos de 5 metros, a pesar de que este último ya no fuera mi amigo, igualmente no había perdido el hábito. Por suerte hubo uno, mi gran amigo Inozuka Kiba, quien soportó o mejor dicho sobrevivió a ese par. Al principió me pareció de lo mas jocoso como el pobre Kiba-kun hacia prácticamente de ninja para poder hablarme o tan solo sentarse a mi lado, pero luego todo se tornó un tanto turbio, cuando los choques entre mi amigo Kiba y Sasuke eran cada vez mas subidos de tono. Neji se había rendido ante la insistencia de Kiba-kun alegando que el "chucho", como lo bautizó, se había ganado su respeto defendiéndome del "Uchiha Bibber" en una de nuestras últimas peleas.

Entonces también sume como amigo a Shikamaru, los tres nos hicimos muy amigos. Gracias a Kiba pudimos avanzar más en nuestra investigación ya que increíblemente, teniendo en cuenta que mi amigo era… ¿Cómo decirlo? Mas de "armas tomar" que de "neuronas usar" sabia un montón de informática.

Como dije, todo comenzó con "La lista de Schindler". Una vez que tuvimos acceso ilimitado a Internet fue lo primero que buscamos, en honor a mi madre. Vimos la película y supe exactamente lo que ella quiso decirme, ella me estaba abriendo los ojos justo al tiempo que los cerraba para siempre. No hacían falta las palabras, las melodías del violín eran la respuesta que tanto busqué.

Es su música la que me trae paz, aun en tiempos de guerra.

Dos meses antes de empezar las vacaciones, al fin lo supimos…

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Entonces como decía, estaba recostaba sobre el pasto, en el jardín de mi casa, con un secreto que me quemaba pero a la vez me liberaba , necesitaba decírselo a alguien especial, pero intuía que él tal vez no lo comprendería como una revelación ,sino como una amenaza a su forma de vida. Cerré los ojos sintiendo un gran peso en el corazón y una soledad apabullante. Fue cuando sentí su aroma, su inconfundible fragancia. Vire el rostro y lo vi sentándose a mi lado, para luego recostarse usando sus brazos como almohada. Permanecimos en silencio por un largo rato, sintiendo la brisa veraniega acariciar nuestros cuerpos, cerré los ojos grabado en mi retina la visión de su griego perfil adornado por las sombras del gran árbol que nos servía de refugio del agobiante calor. Cuando mis parpados cayeron, en aquel momento mis otros sentidos me dominaron y todas y cada una de las sensaciones que percibía mi ser me conducían a él; el olor de la hierba mezclado con su aroma varonil, el sonido de los arboles mecidos por el viento parecía seguir el ritmo que su corazón marcaba, recordé la última imagen de él antes de cerrar los ojos, como relamía sus labios finos tratando de humedecerlos; entonces, incluso pude sentir el sabor apaciguador del agua correr por mi garganta ;y cuando por fin me permitía disfrutar de su compañía en silencio, como si nuestras peleas y el distanciamiento fueran meras pesadillas, en el momento en que pude sentir a Sasuke nuevamente cercano… pasó.

Tacto.

Sasuke Uchiha tomo mi mano entre la suya. No dije nada y él tampoco habló, solo un grato silencio, muy parecido a la paz. Sin embargo dentro de mí se libraba una guerra, mi cuerpo se reveló contra la conciencia, mi corazón latía desbocado, saltándose cada tanto un pálpito, mi sistema nervioso hizo un estruendoso corto circuito y creí por ese momento que se me había escapado el alma. Pero no duró mucho, él aparto su mano de manera brusca, como si mi tacto lo lastimase, entre abrí los ojos buscándolo, pero él rápidamente deposito algo sobre mi palma y a paso veloz se paró.

Una sonrisa melancólica cubrió por una fracción de segundo sus facciones – Adiós-murmuró

No reparé en el objeto entre mis dedos, solo atiné a reincorporarme y luego lo observé marcharse. Cuando lo perdí de vista , puse mi interés en el papel que sostenía.

Era una fotografía, la admiré por casi 15 minutos; un joven verdaderamente apuesto, pero lo que capturó mi atención no fue su belleza desbordante sino sus ojos. Negros como la noche, infinitamente profundos, tranquilos y misteriosos, poseedores de un gran secreto, lo percibí así, como si al final de la oscuridad de esos ojos se ocultase una gran verdad, pero una develación envuelta en una telaraña de dolor y tristeza. Sin embargo, fugazmente distinguía un brillo rojizo, tan brillante como la misma sangre, y entonces el joven de la fotografía parecía cobrar vida, como si de repente la pasión lo desbordase al tiempo que la fuerza lo colmara enteramente.

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Acaricio la foto, atesorando su textura e impresión y noto levemente como esta variaba en la cara blanca, la dio vuelta y se sorprendió al ver una escritura, era de Sasuke

Pronto serás parte de mi familia, te convertirás en la señora de Itachi Uchiha y te llamare "hermana "aunque verdaderamente ya nada nos unirá el día en que te transformes en la esposa de mi nii-san. Adiós Hinata.

Lloró, porque sabía que este día llegaría, tarde o temprano siempre la realidad llama a la puerta con el cartel de fantasía y no la deja ser. Lloró porque, como siempre él tenía razón, ya nada sería como antes y entonces debía presenciar estática como se marchaba para siempre. Lloró porque ahora lo necesitaba más que nunca y él no estaba con ella, quizás ya nunca lo estaría.

Lloró porque la verdad la azotó como una tormenta… ella se había enamorado de su mejor amigo. Pero su amor estaba vetado, y sería un secreto que jamás debía ser develado

Miró de nueva cuenta la fotografía y limpió su rostro lentamente

-Usted también tiene secretos ¿verdad Itachi-san?- sonrió- pues hoy le diré uno que tal vez no sepa- tomo un gran suspiro, dejo las palabras la desbordaran.

-Estamos en guerra-

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"Nadie combate la libertad, a lo sumo combate la libertad de los demás. La libertad ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos y otras veces como derecho de todos."

Karl Marx


Dame una R... erre

Dame una E...eee

Dame una V... ve corta

Dame una I...iiiiii

Y ya me canse lo que quiero es un Review jajajajaja si no es mucha molestia claro esta... si quieren apedrearme " no problem" tambien acepto de esos jajajaja

bueno nos leemos Matta ne!

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SHUT UP AND ENJOY THE FANFIC !
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