Disclaimer: Como entrenar a tu dragón no me pertenece, le pertenece a Cressida Cowell ya Dreamworks si me perteneciera habria mucho Toothcup y Astrid no le haría caso a nuestro vikingo favorito.
Nota: Respuesta al reto #5 del grupo Caldo de Toothcup para el alma.
Advertencia: semi AU (Lo que yo creo que hubiera pasado si la cola de Chimuelo no se hubiera lastimado).
Esa tarde Hipo estaba emocionado, acababa de derribar a un dragón y no cualquier dragón, se trataba de un furia nocturna la cría maligna del relámpago y la muerte misma, esa criatura seria su pase a una buena vida, el cariño de su padre, una novia amorosa, el respeto de su pueblo y sin duda alguna seria aclamado como todo un héroe por el resto de su vida. Pero entonces por que cortaba las sogas que liberaría a su tan ansiado premio, por que abandonaba todo lo que anhelaba por un ser que en cuanto estuvo libre casi lo mata, para luego escapar y no volver.
Hipo sufría y se lamentaba su debilidad, su estupidez, su gentileza. Pudo tenerlo todo y ahora no tenía nada, solo el saber que tuvo la oportunidad y la había dejo ir.
Días después de aquel suceso su padre se fue en busca del nido de dragones, mientras que él se quedaba a formar parte del entrenamiento, cabe mencionar que fue el peor de todos, quedando tan mal que no pudo más que esconderse en su casa para evitar la vergüenza y desesperación por fallarle a su padre.
El tiempo pasaba e Hipo siempre fue igual, el ayudante del herrero bueno para nada que dejo todo por un dragón que no volvió a Berk.
O eso fue hasta esa noche que como casi todas ellas, estaba repleta de dragones que peleaban sin cuartel contra los vikingos y él estaba hay en medio de esa guerra llevando armas a tanto vikingo podía, tratando de ser útil, hasta que un par de garras lo tomaron por los hombros alejándolo de Berk; Hipo gritaba y jadeaba mientras traba de escapar sin excito.
Hasta que finalmente llegaron a su destino una enorme montaña rodeada por centenares de dragones con alimento y en el centro de aquel lugar toda la comida era tirada a un enorme poso, siendo ahí cuando Hipo vio a un enorme dragón que salió de las profundidades dispuesto a devorarlo, más nunca sintió los desgarradores dientes, en lugar de eso otro par de garras lo habían sujetado momentos antes de que fuera comido vivo. Se trataba del dragón que no mato, había venido en su rescate, Hipo no podía sentirse más feliz por estar vivo, aunque no le duro mucho el gusto ya que la enorme criatura estaba por asesinarlos con su fuego, pero el furia nocturna fue más rápido matando al enorme dragón con un solo tiro.
Hipo vivió con el dragón un par de días tratando de convencerlo de que lo llevara a su hogar, y aunque de mala gana Toothless como Hipo había llamado al dragón, acepto. Sin embargo al llegar a Berk lo único que se encontró fue que a nadie le importo su supuesta muerte y con el corazón roto Hipo le rogó a su dragón que se alejaran de allí.
Hipo y su dragón vieron felices por el resto de sus vidas viajando sin parar y disfrutando su vida.
Espero les haya gustado el drabble :D
