Temblando.
Después de dudarlo por más de 3 horas decides tomar el teléfono y llamar, marcas uno a uno los números de forma lenta, como esperando que de un momento a otro cuelgues el auricular y dejes las cosas tal como están… mal.
Pero no lo haces, terminas de marcar el numero y un breve silencio se escucha en la línea, luego el sonido que indica que la llamada está entrando y que pronto alguien va a contestar. Un timbre, algo dentro de ti te dice ¡cuelga de una vez! Dos timbres, no quieres colgar. Tres timbres alguien contesta, obviamente sabe que eres tu así que te saluda como si no hubiera pasado nada.
- Hola- Dijo al otro lado de la línea.
- Hola- Dijiste en un susurro como comenzar a decirle todo, no sabías como hacerlo, haces silencio.
- ¿Estás bien?
- …
- ¿Maka?
- No… no lo estoy- dijiste recargándote contra la pared.
- ¿Qué sucede?
Alejas el auricular para taparte la boca, es más difícil de lo que parece ¿No es así?, cuesta trabajo darle fin a algo cuando sabes que hay más cosas buenas que malas, escuchas un sonido proveniente del auricular, lo acercas de nuevo a tu oído para escuchar mejor.
-…voy a tu casa para que digas que pasa y…- decía él al otro lado del teléfono.
- No… escucha…- titubeas tanto al hablar que quieres botar el teléfono contra la pared, de paso botar toda tu vida por la ventana de tu apartamento.
- Me preocupas Maka, de verdad.
- No deberías… estoy bien, créeme… pero…
- ¿Pero?...
No sabes que responder, mueves involuntariamente el auricular, como el teléfono es inalámbrico caminas de un lado para otro buscando las palabras adecuadas, esas que no lo van a herir, esas que te harán sentir bien por un rato.
- Nosotros… nosotros…- cierras los ojos, no eres capaz de hablar, pero ya no puedes dar media vuelta y salir corriendo, tomas aire, tiemblas, sigues hablando, vas a dar la estocada final- Nosotros… yo… yo no puedo más…
- ¿Qué?- responde él sorprendido, escuchas el sonido de un golpe, claro, tu idea se viene abajo, las cosas no van a terminar bien.
- Lo que has escuchado… no puedo más…
- Pero… ¿Por qué?... No entiendo… ¡Que te esta pasando por la cabeza! Todo lo que alguna vez dijiste, ¡TODO!, como para que llegues y digas esto… no es justo… no lo es, porque no hay nada que hayamos hecho mal… no te entiendo… no…
Estas a punto de llorar, te contienes, en este momento te importa más tu pellejo, no el de él. No te interesa que él está peor que tu, que está a punto de soltar el teléfono, de salir corriendo para escapar de tu egoísmo, que no sabe porque tomaste esa decisión, que creía que todo podía ser mejor… y porque no… perfecto.
- Lo siento… Soul… no quiero… no quiero perder tu amistad… - dejas de hablar, ya no sabes que mas decir y sientes como las lagrimas se resbalan por tus mejillas, no recibes respuesta pero sabes que él esta ahí escuchándote, recibiendo cada golpe sin responder- Lo siento.
Del otro lado de la calle en algún café suena una canción tan alto que fastidia a muchos de los habitantes del lugar, sin embargo la canción es suave. Maka no despega el auricular de su oído, no tiene ánimos de seguir, tampoco quiere colgar, no sabe que mas decir, pero si está escuchando la canción, nunca la había escuchado, pero es de esas que se ajustan a ciertas situaciones poco comunes.
"y llorando
habría jurado que nunca iba a llorar
escuchando cada palabra que no quiero escuchar
desgarrándome suplicándote
intentando hacerte recordar
pero tu , solo dices
voy a colgar"
El sonido continuo de un tono muerto retumba en tus oídos, en tu cabeza, en toda tu alma, tu no colgaste, lo hizo él, ¿Así era como debía terminar todo lo que habías planeado?, claro, todo lo que tú haces sale mal.
