Bueno, a quienes no me conocen en este Fandom, he de decir que sinceramente me quedé un poco decepcionada con el final de la saga, sin ofender a todas las personas que escriben y leen sobre la misma, pues para nada me gusto que Jacob hubiera quedado con Renesmee... en mi muy humilde opinión... espero no me lo tomen a mal, pero esto es un simple cambio que me gustaría hacer, si me lo permiten...

Por otro lado, a mis lectoras de ff de la saga HP, espero comprendan que tenía que sacarme la "espinita", y que disculpen esta mente desvariada, que en lugar de ponerse a actualizar fics anteriores, se pone a divagar...

Envío saludos a mis amigas ILDM, Ninkiepotter, Lena Hale Black y Mary Yanza, con quienes me comunico intermitentemente, para que sepan que las quiero con el alma y nunca las olvido... besos...

Disclaimer: Nada en este universo me pertenece, todo es de Stephenie Meyer, solamente algunos personajes son de mi invencion...

¡Viva Team Jacob!

Enjoy...

COMO PERROS TRAS LA PRESA

Observo desde la distancia sus ojos rojos.

Cada uno de ellos me devuelve la mirada, algunos con odio, otros con incredulidad, pero el más importante de todos, al menos para mí, me observa con una mezcla de dolor y rabia inundando sus ojos, los cuales se encuentran totalmente oscurecidos por la ira que lo embarga.

Seguramente nunca hubiera pensado que sería traicionado, no de esta manera, y no por quien más a amado en toda su existencia.

Pero aquí estoy yo, su hija, quien le ha dado la espalda, quien a pesar de todo el odio y el rencor que siente por sus acciones del pasado, lo ama con todo su ser, y quien si se lo pidiera, daría sin rechistar su pobre vida atormentada con tal de que él sea feliz.

Felicidad.

Una palabra que yo sé que él nunca había conocido con anterioridad, no al menos antes de que yo viniera al mundo, no antes de que el hubiera contemplado la belleza de mis ojos, la sedosidad de mis cabellos, la suavidad de mi piel. Porque desde que se reflejó en mis orbes grises, su cabeza da vueltas con un único objetivo: verme feliz.

Y porque sé, que antes de que siquiera algo o alguien pudiese dañarme, ese algo no existiría. Porque sé que soy más importante para él que Sulpicia, que Alec, inclusive más importante que Jane, la muñeca más preciada de su colección de talentos. Que cambiaría a cada uno de ellos, o a todos si es preciso, con tal de quedarse únicamente conmigo.

Sé todas esas cosas porque las he visto, las ví en su cabeza desde el primer momento en que nuestras pieles se tocaron. Porque sus pensamientos fluyen hacia mi cabeza como el agua de un río fluye hacia el mar, porque mi don desaparece cuando el me toca, porque antes que mi dueño, mi amo, él es mi padre.

Trato de respirar, pero el aire se atora en mis pulmones. No es que lo necesite mucho, pues aprendí de los mejores la manera de controlar mis impulsos semi-humanos, pero aún así, algunas veces me es necesario recordarme que mi parte humana es lo que evita que me convierta en un animal, en una bestia sin sentimientos.

Volteo a mi lado izquierdo, están todos los Cullen, Carlisle y Esme, Edward y Bella, Emmett y Rose, Alice y Jasper.

De mi lado derecho se encuentra la razón de mi ser, el dueño de mi existencia, mi sol, mi vida, mi única razón para seguir luchando, mi Jacob.

Me mira fijamente con sus orbes cafés inundadas de amor, como si fuera lo más importante en el universo para él, como si fuera lo único realmente suyo, sé que si no estuviera imprimado de mí no me amaría tanto, pero también sé que aunque no lo estuviera me amaría. Punto.

También están todos los Clearwater, Seth y Nessie, Leah y Nahuel.

El resto de la manada también esta aquí, mi corazón se encoge de temor, pues el mayor de ellos apenas rebasa los dieciocho años, los nuevos integrantes de la manada se acomodan detrás de nosotros, de mayor a menor: Jonathan, Charles, Eliah (hijo de Sam y Emily Uley) Betsy (se llama Beatrice pero prefiere que le digan así), Mariah, y Drew. Betsy y Mariah son gemelas, ambas se transformaron al mismo tiempo, ante el asombro de todos, pues según sé, Leah era la única mujer lobo en la manada.

Leah gruñe despacio, mientras Drew, al ser el más pequeño, salta imperceptiblemente. Es el más pequeño de todos, pues con solamente trece años, su vida debería ser más fácil que estar aquí, a segundos de morir bajo la avasallante embestida de decenas de vampiros sedientos de venganza contra los Cullen.

Un murmullo del otro lado del campo me saca de mis cavilaciones, el trío de vampiros ha avanzado unos pasos, mientras que mi padre me observa fijamente, mostrando sus manos hacia arriba, en señal de paz y con un asentimiento nos saluda.

-Carlisle, querido amigo, de nueva cuenta nos volvemos a encontrar…-

-Aro-dice el rubio, inclinándose para mostrar respeto ante él, pero sin dejar de observarlo fijamente- parece ser que se repite la situación-

-En este caso no es asi, mi querido amigo, pues en esta ocasión, ustedes tienen algo que nos pertenece- dice mirándome.

A mi lado escucho el gruñido de Jacob, indicándome que no le ha gustado nada la forma en la que se está refiriendo a mí. Aprieto su mano entre la mía, tratando de evitar que entre en fase, pues lo estoy sintiendo temblar.

-Arianna no es un objeto para que la traten como tal, ella es bienvenida en nuestra familia durante todo el tiempo que quiera estar aquí, y si ella se quiere quedar, pues nosotros no haremos nada por evitarlo- dice el rubio.

Un cariño muy profundo me recorre por entera, pues ese hombre me ha tratado de una forma muy especial, como su hija, durante los dos meses en los que he estado junto a ellos, como familia, mejor de lo que me ha tratado mi padre durante toda mi vida.

Sé que mi padre me ama, pero he descubierto que me ama más por lo que puedo aportar a nuestro clan, que porque verdaderamente me sienta como una parte de él. Sé que siente un cariño especial por mí, pero su ambición de poder y dominación lo han llevado a verme más como una forma de obtener todo lo que desea, que como lo que soy en realidad, la continuación de su linaje.

En realidad no entiendo en qué momento pudo olvidar que por mis venas corre la sangre que lleva sus genes, ni como al verme, no reconoce sus mismas facciones en mi rostro, ni el mismísimo color de sus cabellos. No entiendo cómo después de demostrarme tanto amor, es capaz de olvidarse de que soy su hija, para tratarme como si fuera un mero trofeo que se disputan entre sí para ver quién logra la supremacía.

Con la única diferencia que los Cullen no quieren dominar a nadie.

Pero él sí quiere ser el amo de todos.

En realidad quisiera decir que nunca hasta hoy me había dado cuenta de los propósitos que mi padre tenía para conmigo, pero eso no es verdad, pues en el preciso momento en que mi piel sonrosada y tibia entró en contacto con la suya tan pálida y helada, sus pensamientos fueron tan claros para mi como si de un limpio cristal se tratara: vi ansiedad, sorpresa, desconcierto, felicidad, ternura, orgullo, pero sobre todo eso, lo que sobresalió con letras mayúsculas, fue el sentimiento de triunfo.

Ahora sé que realmente lo que buscaba en mí era algo similar a Renesmee, quería con desesperación obtener lo mismo que Carlisle: una familia con dones extraordinarios, aunque en su caso, un peón más que agregar a su colección, con la única diferencia que este peón no podría abandonarle fácilmente.

Pero se equivocó.

Porque cuando me dio la libertad para salir al mundo a conocer sus maravillas, nunca contó con que un buen día, un día especialmente nublado, fuera a desatar la experiencia más sublime y perturbadora del mundo, pues me ví envuelta por el destino, quien me sujeto fuertemente a Jacob mediante los cables de la llamada imprimación.

Cables que por supuesto no pensaba cortar, pues él se convirtió en lo más importante para mí en el mundo, y no estaba dispuesta a dejarlo por nada.

Ni por nadie.

Y es entonces como, en medio de la batalla que esta a punto de librarse entre ambos clanes por mi pertenencia, es cuando pienso y recapitulo sobre mi vida entera, donde el peligro que se cierne sobre nuestras cabezas queda de lado, para dar paso al torrente de recuerdos que aflora en mi mente como una película, iniciando desde el preciso instante en que la luz brillante del día me recibió en este mundo, donde unos poderosos brazos me tomaron delicadamente, y unos ojos rojos como la sangre me hipnotizaron para siempre…


Bien, espero sinceramente me apoyen en este nuevo proyecto, como siempre soy toda oídos para sus opiniones, y como siempre he de agregar, son bienvenidas las críticas y comentarios mientras sean constructivos...

Gracias mil por leer...