Jaque: Entre la espada y la pared. Entre el fuego y las llamas. Cuando no se tiene escapatoria, ni otra opción. Propuesta por Dunnik

—¿Sabías que "jaque mate" significa "el rey no tiene escapatoria", es decir, que está "entre la espada y la pared"?

—¿A, sí? —Joe movió su torre blanca hasta situarla delante del rey, a una distancia de tres casillas —Jaque.

—Viene del lenguaje persa "shâh mâta" y se utiliza en las partidas para acorralar al rey en el ajedrez —Koushiro colocó a su rey negro detrás de uno de sus peones, evitando el jaque de la torre —. Es obligatorio avisar al adversario cuando se le hace jaque a su rey y el aludido no puede ignorar el ataque, sino que debe, obligatoriamente, buscar la manera de salvarlo.

—Ajá —profirió Joe en un suspiro.

—Sin embargo —continuó el pelirrojo —, cuando se consigue acorralar al rey, de tal manera que no hay ningún movimiento legal o permitido para salvarlo, estamos ablando de un "jaque mate". Cuando el rey puede escapar, hablamos tan solo de un "jaque".

Joe movió su alfil blanco para comer al peón negro que defendía al rey.

—Además —Izzy no pensaba, ni por asomo, abandonar la conversación —, a lo largo de toda la historia del ajedrez, se han creado diferentes tipos de jaques. El más famoso es el jaque del pasillo, también llamado jaque de la torre. Este jaque consiste en acorralar al rey en uno de los laterales del tablero haciendo uso de las dos torres, o de la dama —Koushiró movió su caballo negro para comer al alfil blanco.

—Que interesante —Joe suspiró. Lo que más deseaba en aquellos instantes era terminar aquella partida e irse a casa. Su instinto le auguraba que la verborrea de su amigo no se iba a cortar tan fácilmente.

—El jaque más rápido conocido en la historia del ajedrez es el llamado "jaque del loco". Se considera jaque del loco el ataque al rey negro en tres movimientos. El nombre es debido a que el adversario que controla al rey negro debe jugar verdaderamente mal para que le hagan jaque tan fácilmente, como si fuera un loco.

—Como si fuera un loco —repitió Joe. El muchacho movió su segunda torre blanca, de manera que ésta quedó situada al lado de la otra, en diagonal.

—Y si ves que el rey está muy bien defendido por sus fichas, siempre puedes recurrir al jaque de la coz. El caballo es la única ficha capaz de evadir al resto. No puedes detener el ataque de un caballo colocando una pieza delante, como harías con un peón o con un alfil. Por cierto —Koushiro movió a su dama negra frente al rey blanco —, jaque mate.

Joe miró el tablero perplejo. Su rey estaba atrapado en una esquina, si devoraba al caballo negro lo comía el alfil que lo estaba defendiendo, la dama le hacía jaque desde otro lateral y la torre negra se aseguraba de que no abandonara su refugio. Era un jaque mate. Joe suspiró.

—Bien, has ganado, Koushiro, me voy a casa.

—¿Te vas ya? Pero si hay tormenta fuera.

Joe miró por la ventana para comprobar como una lluvia torrencial era arrastrada por el fuerte viento. ¡Genial! Ahora debería quedarse en casa de su amigo, escuchando sin cesar lo que a este se le pasaba por la cabeza. Estaba atrapado en la casa del pelirrojo. Una vez más, Koushiro le había hecho jaque.