Disclaimer: No es mío (aunque sueño con Snape y Lupin de vez en cuando =B) Es de JK
Pues, una idea que por ahí surgió, me gustaría hacer una historia de esta pareja también n.n pero debo encontrar tiempo.
Título: El despacho del profesor.
Harry sabía que estaba mal, que no debería de permitirlo. Su intenso sentido de la responsabilidad le decía que debía de hacer algo, ¿pero qué?. Harry quería que fueran felices al fin y al cabo, y si esto los hacía felices, tampoco tenía derecho a quitarles su felicidad. Sabía que él era buena persona, que tenía un buen corazón, que si era él, entonces no debería de haber ningún problema. Pero aún así creía que deberían de ser más discretos, ¿por qué carajos se les ocurrió que el despacho era un buen lugar para sus cochinadas? Justo al entrar lo primero que vio fue a esos dos ahí acaramelados y se quedó sin palabras.
Ron sabía que estaba mal, bueno de mínimo era raro. Eran magos al final de todo, así que realmente tan raro tampoco podía ser, y menos para él que ya había visto de todo en sus años en Howarts. ¿Que si estaba enojado? Pues sí, estaba enojado. Furioso sería la palabra que mejor aplicaría. Porque quería detenerlos, quería ayudar, decirles que no debían. Pero ¿quién era él para decirles que no hicieran algo que obviamente los hacía felices a ambos? No le quedaba de otra que aceptarlo. Y este tenía que ser el peor día de su corta vida. Primero, Harry logra que los regañen a ambos en clase de pociones y Snape decide darles un castigo después de clase, pero primero debían de recoger sus cosas en el despacho del profesor. Ahora que lo pensaba, ¿por qué carajos estaban en el despacho? De todos los malditos lugares que se podían encontrar para ocultarse, el despacho definitivamente no era una buena idea. Entró después de Harry y cuando vio que Harry no avanzaba volteó al frente y los vio. Y se quedó sin palabras.
Snape sabía que estaba mal, y lo iba a decir. "¿Qué rayos pasa con ustedes?" preguntó cuando abrió la puerta del despacho. Encontrar a esos dos haciendo eso en el despacho era definitivamente algo que jamás se habría imaginado. Por supuesto que ahora todo encajaba mejor. Ya entendía el extraño estado de ambos últimamente, ahora sabía las razones de las salidas en la noche y todo lo demás. Pero qué descaro de ambos, tenía planeado disfrutar de la tarde torturando a Potter y a ese Weasley, pero ahora no podía ni pensar en ellos. El estómago se le revolvía, la imagen frente a él era sencillamente repugnante. Algo haría al respecto definitivamente algo haría. ¿Pero qué? Acusarlos sonaba muy bien, probablemente sobornarlos con esto por el resto del año, quizá hasta le serviría para el año que entrara. Y en eso se desmayó.
Sirius sabía que estaba mal, pero ya qué. Era su mejor amigo, el que le quedaba, claro que lo quería ver feliz, y sabía lo feliz que ahora era. Cuando se metió en forma de perro a Howarts por la tarde para visitar a Harry, vio cómo se dirigían al despacho,y se preocupó. Nada bueno podía salir de ahí y menos si Snape iba con ellos. Y tal como lo había pensado, esos dos estaban ahí. Lo primero que hizo fue volver a su forma humana y desmayar a Snape, un hechizo bastaría para hacerle olvidar lo que acababa de ver. Para los niños nah, no les haría nada, el estado de shock en el que estaban ya era más que suficiente, aparte sabía que ellos entenderían. Y es que la acaramelada parejita todavía tenían el descaro de estar sonriendo y carcajeándose de las caras de Harry y Ron, pero ver su sonrisa era lo único que Sirius quería y haría lo que fuera para poder mantenerla.
Después de todo, Lupin no sonreía muy seguido, pero en estos momentos mientras abrazaba a Hermione después de darle un largo beso, ambos tenían unas sonrisas fácilmente envidiables para cualquiera.
