Antes que nada la introducción, Holas, vengo a estos lugares a dejar esta historia que espero que les guste, pero debo dejar algunas cosas claras para que no haya problemas en un futuro cercano.
Primero: la historia es Yaoi, sep, hombrexhombre.
Segundo: La pareja principal de la trama es IchigoxHitsugaya... no sé si habrán más pareja, de lo que llevo pensado se centra más en ellos.
Tercero: las personalidades las dejé lo más parecido que pude, no me gusta mucho el OC, así que lo evite lo más posible.
Cuarto: Este es un cap introductorio, si esperan una historia rápida donde en el mismo cap se declaren amor eterno, pues... esta no es su historia, créanme xD.
Quinto: Hay varias, muchas cosas sacadas del manga y del anime, pero otras fueron inventadas por mí, para que no piensen que ando sacando información de donde no la hay. Debo decir que tomo más en cuenta los hechos del manga que los del anime, pero saco igual referencias de él, como el de los cuento de las zanpakutos, pero historias como la de Kusaka, de la película, a pesar de que me encanto, la teoría de dos zanpakutos iguales no cuadra con los fundamentos del manga... así que o.o si quieren ver a Kusaka no será posible.
y Sexto: cualquier comentario o sugerencia será bienvenida, pero hacerlo con cariño xD es decir, de forma correcta y no ofensiva.
Solo me resta desear que lo disfruten y que les guste esta historia.
Los suaves susurros que me guían.
- Capítulo 1 -
.
.
Llovía, ese día llovía, y honestamente aquello no le agradaba. Miró desde la ventana de su habitación como las interminables gotas de lluvia cubrían la ciudad de Karakura, por algún extraño motivo se sentía bastante desanimado, de por si los días de lluvia tenían aquel efecto en él, desde aquel día, pero sentía que poco a poco había comenzado a superarlo, aunque la herida aun se mantenía como una yaga en su corazón, pero ese día podía sentir como si algo le faltara. Podía percibir igualmente la incomodidad de su Zanpakuto, al viejo Zangetsu también le incomodaba esta clase de clima.
Soltó un suspiro, había que sumarle además que su casa se encontraba en absoluto silencio, su padre y hermanas habían salido de compras, pero se habían visto retrasados por la repentina lluvia, le habían llamado hace un rato avisándole que llegarían tarde y que cenarían fuera. Kon por otro lado se había ido de fuga en un vano intento de entrar en el cálido hogar de alguna chila linda, lo más probable es que estuviera tirado por ahí.
Se recostó en su cama y cerró los ojos tratando de dormir, era lo mejor que podría hacer, el silencio también había comenzado a incomodarle, sin embargo, la repentina vibración de su katana le hizo ponerse alerta; porque a pesar de que no estaba en su forma Shinigami, lograba sentirla con claridad, y podía advertir en él cierta inquietud. Agudizo sus sentidos buscando la causa del malestar de su compañero, pero no logró detectar nada anormal. Quizás tendría que hablarlo con el mismo Zangetsu.
Lentamente fue concentrándose tratando de llegar de esa forma a su mundo interior.
El paraje no cambiaba mucho al cómo era en el mundo real, el cielo estaba gris y las gotas de lluvia lo alcanzaban todo, había aparecido sobre uno de los edificios, contemplando el desolador paraje. A su lado la figura de Zangetsu emergió.
- ¿Qué sucede viejo? – habló sin mirarle.
- Esa no es la pregunta que realmente deberías hacer – respondía casi en un susurró.
- Haz estado resonando de forma extraña estos días – se giró para hablarle – es realmente molesto, ¿Qué rayos sucede? - El espíritu continúo mirando hacia el infinito sin pronunciar palabra – ¿no me digas que otra vez apareció un loco a reclutarlos? – habló divertido.
- ¿reclutando? No me hagas reír mocoso – habló – deberías saber cuando tu mundo interior trata de resonar con otro – después de esas palabras Zangetsu desapareció.
- ¿Qué? ¿Resonando con otro? – habló extrañado. ¿Aquello era realmente posible?
Regreso al mundo real sin haber entendido absolutamente nada, y la lluvia no había dejado de caer, decidió que por ese día lo mejor sería perderse en el mundo de los sueños.
Por otro lado, específicamente en la sociedad de almas, el joven capitán del décimo escuadrón se encontraba terminando el papeleo de ese día, como siempre, Matsumoto se había perdido por ahí evadiendo de forma olímpica su trabajo, pero ya estaba acostumbrado, pero esa noche en particular se sentía más cansado de lo normal.
Hace en días que su Zanpakuto había comenzado a vibrar de manera extraña, además del excesivo esfuerzo espiritual que había estado efectuando sin saber la razón, se sentía igual que en aquellos días cuando aún no conocía a Hyōrinmaru, soltó un suspiro cansado, quizás debería ir a su mundo interior a averiguar lo que sucedía, sin embargo, su espada había estado reticente a que fuera. Con pereza se puso de pie y se dirigió a las afueras del cuartel, la noche se coronaba hermosa e imponente, cubriendo cada rincón del Soul City con su manto.
Se ubicó en el centro del lugar y desvaino su espada, para posteriormente cerrar sus ojos, concentrándose en acceder a su mundo interior, pronto sintió como el frio le envolvía y como el paraje comenzaba a cubrirse de nieve, trató de controlar su poder espiritual para que este no afectará los alrededores, en pocos minutos se encontró frente a la figura humana de su espada, aquella que solo había podido apreciar desde el accidente con las Zanpakuto.
- Hyōrinmaru – se acercó Hitsugaya - ¿qué es lo que sucede?
- Amo – la criatura dio un paso hacia atrás.
- ¿Qué? – exclamó extrañado y dolido el peliblanco por el gesto del contrario.
- Amo, será mejor que no nos acerquemos por el momento – el dragón le miró algo desolado – tanto su poder como el mío han comenzado a resonar, algo ha causado que nuestras energías comenzaran a emerger de una forma explosiva, siendo para ambos muy difícil de controlar – el dragón posó su mirada en el vasto horizonte – además, aún no estamos acostumbrados a semejante poder, al menos usted aún no logra su total control – Hitsugaya le contemplo asombrado.
- ¿Por qué de repente?
- creo que se debe a aquel extraño humano, hemos estado algún tiempo en su compañía, y su energía ha llegado hasta éste lugar – el peliblanco le miró asombrado, aquello era imposible – por el momento será mejor que no me empuñe, Amo. No hasta que tengamos un control sobre nosotros mismos.
- No podemos hacer eso, Hyōrinmaru – habló exaltado, no sabían cuándo podría haber un ataque, cuando sería que necesitarían su ayuda.
- En estos momentos, somos más que nada un peligro para aquellos que llamamos compañeros – habló adivinando los pensamientos de su portador. El peliblanco miró el suelo sin saber qué hacer, ¿por qué su espada decía que todo esto era debido a Kurosaki Ichigo? ¿Qué podía haber causado aquel Shinigami sustituto en su mundo interior y en él mismo?
- Si es así, quizás sea la mejor opción, lo comunicaré a los demás capitanes – habló desanimado.
- lamento todo esto, Amo.
- no es culpa de nadie… hasta pronto – cerró los ojos para posteriormente despertar en la Sociedad de Almas, miró con molestia como todos los alrededores habían quedado cubiertos de hielos. Con rapidez ingresó al cuartel, como decía aquel dicho humano, al mal tiempo darle prisa.
Habían pasado algunos días desde aquella comunicación con Zangetsu, y sentía que su Zanpakuto resonaba cada vez con mayor intensidad e insistencia, los días de lluvia no habían terminado, por lo que el solo hecho de pensar en salir de casa le causaba un dolor de cabeza horrible, podía sentir los gritos de su padre en un vano intento de interesar a Karin en una de sus actividades, pero pronto sintió un fuerte golpe, lo que le confirmo que la respuesta de ella había sido negativa, cosa que no le extrañaba.
Estaba por quedarse dormido cuando sintió un peso en su estomago que le llevo a retorcerse por la falta de aire y por el dolor de aquella acción. Para luego sentir un potente golpe en su espalda lo que le llevó a caer al suelo.
- Rukia, maldita – habló desde el piso – ¡Se puede saber qué demonios estás haciendo!
- Kurosaki Ichigo – habló sin ponerle atención – Por ordenes de los altos mandos tengo la obligación de llevarte al Seireitei – el pelinaranja le contempló extrañado.
- ¿Qué? – la chica le miró seria como era su costumbre.
- Ignoro lo que has hecho esta vez, pero fue el mismo Comandante Yamamoto el que te ha citado – la chica se sentó en la cama sin preocupaciones.
- No he hecho nada estos días, ni siquiera he salido en mi forma Shinigami, Zangetsu ha estado actuado de forma extraña – la chica le miró con atención.
- ¿Él también? – el chico le miró intrigado.
- ¿Cómo es eso de también?
- El capitán Hitsugaya ha quedado imposibilitado de usar su Zanpakuto, esta le ha indicado que está inestable por estar en contacto contigo, pero ni el propio capitán supo decir que significaba eso, Hyōrinmaru no le entregó más detalles, pero se ha confirmado que su poder espiritual ha estado desequilibrado – al tiempo que le explicaba la extraña situación la chica lo fue ejemplificando con sus extraños dibujos, el chico de cabellos naranjas sudo una gotita, aquello era totalmente innecesario.
- Como siempre, tus dibujos son horribles – luego se pudo ver a un golpeado Ichigo en el suelo de su habitación.
- ¿Y bien?
- ¿y bien qué? Le avisaré a mi padre que saldré por ahí y a los muchachos para que no se preocupen – dijo al tiempo que se ponía de pie.
- no sabes que te harán ¿y pedirás que no se preocupen? –
- si hubiera sido algo más serio hubiera venido algún capitán a llevarme a punta de espada, no a ti – dijo como si fuera lo más obvio.
- haz acertado – dijo con una sonrisa.
- ¡Ne-san! – el estridente grito de Kon interrumpió la conversación, apareció por la puerta de la habitación ataviado por un lindo vestido azul, tal parecía que había caído en las manos de una de las hermanas del pelinaranja, Yuzu específicamente. Cuando salto para quedar en los cálidos y amorosos brazos de Rukia esta lo mando a volar con una patada.
-Hola Kon – saludo desinteresada, el pequeño peluche lloro dolido por la actitud de la pelinegra.
No tardaron en tener todo listo para la ausencia del pelinaranja, obviamente algunos; como Orihime y Chad, le aconsejaron tener cuidado, uno de una forma más amable que el otro, pero al fin y al cabo era preocupación. El tiempo que él estaría fuera seria Kon el encargado de sustituirle, dejándole una clara y precisa amenaza y las consecuencias que traería el comportarse de forma indebida o hacer mal su papel, y tal parecía que al pequeño peluche le había quedado todo muy claro.
A diferencia de otras ocasiones, como era un llamado oficial, Ichigo pasaría de la forma correcta, es decir por el Senkaimon ya que junto a Rukia le habían mandado su propia mariposa infernal. Detalle que agradeció y que llamo su atención, ya que parecía que su presencia en verdad era solicitada en el Seireitei.
- Bien, es hora de partir – habló Ichigo en su forma Shinigami. Tras suyo estaban todos sus amigos para despedirle.
- Cuídate mucho, Kurosaki-kun – habló una preocupada Orihime.
- Claro, estén tranquilos – respondió con una sonrisa. Chad y Uryuu solo se limitaron a mirarle y desearle la mayor de las suertes.
- Es hora de que partamos, Ichigo – habló Rukia quien ya había llamado al portal.
- Voy – se acercó a la puerta, pero antes de entrar se volteó a mirar a sus amigos – échenle un ojo a mi familia y a Kon, por favor –
- No te preocupes, Kurosaki-kun, nosotros nos encargaremos – dijo solemne la chica.
- Gracias.
Sin dudar, el Shinigami sustituto traspaso el portal junto a Kuchiki Rukia, en un abrir y cerrar de ojos se encontraban en la entrada de recepción del Seireitei. Lo primero que experimento Ichigo fue una fuerte resonancia proveniente de su espada, para luego ser seguida de una extraña quietud, una que no sentía en días. Miró con curiosidad los alrededores, esperando su llegada se encontraban el Capitán del treceavo escuadrón y el Capitán del octavo escuadrón. Quienes le sonrieron al verlo.
- Buenas… –comenzó a saludar de forma despreocupada, cuando en eso recibió un fuerte golpe en la rodilla por parte de su escolta - ¡Maldita sea, Rukia!
- ¡Ten un poco más de respeto, Ichigo! – ambos capitanes rieron ante esa escena.
- No te preocupes por eso, Kuichiki-san – habló tranquilo el albino, quien mostró una sonrisa amable.
- Puedo preguntar que los ha traído hasta acá – habló una vez repuesto Ichigo.
- Desde aquí es nuestro turno de escoltarte, Kurosaki-kun – ambos jóvenes le miraron con curiosidad.
- ósea que sí hice algo mal… ¿Qué fue esta vez? – dijo al tiempo que se rascaba la cabeza. Ukitake rio antes eso.
- no tienes por qué preocuparte, se debe a que el carácter del tema es de importancia para todo el Seireitei… ya que no solo se te ha citado por el caso del Capitán Hitsugaya.
- Comprendo.
-Será mejor que comencemos a movernos, siento que mi teniente en cualquier momento aparecerá para retarme – hablo divertido el capitán Shunsui.
- Kuichiki, por favor, vuelve a las dependencias.
- Como diga Capitán – en un abrir y cerrar de ojos la muchacha despareció.
- Bien, vamos Kurosaki-kun – ambos hombres comenzaron a caminar.
- ¿A dónde, exactamente? – habló mientras les seguía.
- A la sala de reuniones de los capitanes – el pelinaranja abrió los ojos impresionado.
Todos habían sido citados a esa hora, el tema era conocido e incluso había sido tratado con anterioridad, fue el causante de muchas discusiones y desacuerdo entre capitanes, aunque claro, fue una gran minoría la que se mostro en contra de la decisión tomada por el Comandante Yamamoto, pero para algunos el que la sugerencia haya sido de él fue inesperado.
No paso mucho tiempo cuando por la entrada de la habitación emergieron tres figuras, la de los dos capitanes faltantes y la de Kurosaki Ichigo. Todos los capitanes se formaron en sus posiciones acostumbradas, Ichigo sin saber qué hacer, se quedo frente a la puerta algo incomodo, sintiéndose fuera de lugar.
- Supongo que sabes el porqué has sido llamado aquí, Kurosaki Ichigo – comenzó a hablar el Comandante. Ichigo le hecho una rápida mirada a Hitsugaya, quien no despegó la vista del frente.
- Según me dijeron, al parecer tengo alguna relación con las alteraciones presentadas por Toshi- el capitán Hitsugaya – se alcanzo a corregir, el ambiente estaba demasiado formal y no quería ser atacado por todos los capitanes a la vez por una estúpida descortesía, aunque le daba realmente lo mismo los modales. El susodicho le salió una vena por el enfado, al parecer el estúpido pelinaranja nunca aprendería.
- Es correcto, sin embargo ese tema se tratara con posteridad… Ahora el tema central es otro – el chico le miró extrañado – Todos los aquí presentes sabemos que tienes al menos el nivel de un capitán… - comenzó. Ichigo alzo una ceja, ¿acaso lo pondrían bajo vigilancia por eso? – el tema fue discutido y se ha reconocido la gran ayuda que has representado para nosotros, y la amenaza que puedes ser… - Ichigo resoplo antes ese comentario, cosa que fue mal vista por algunos capitanes - por lo que se decidido concederte algunos títulos especiales.
- ¿títulos? – hablo extrañado, fue mirado de forma reprobatoria por la segunda Capitana.
- Kurosaki-kun, hasta ahora solo has sido reconocido por la Sociedad de Almas como un Shinigami Sustituto – aclaró Ukitake – sin embargo, tus capacidades van más allá… por lo que se decidió darte el título oficial de Shinigami, formado parte desde hoy del Seireitei, y evaluando tu fuerza se considero darte el puesto de teniente en algún escuadrón – tomo la palabra el peliblanco, lo cual no molesto a su comandante.
- No se te obligará a que respondas inmediatamente, ya que ello conllevará a que realices muchos cambios en tu vida… se te da el plazo de tres meses para que lo decidas, durante ese tiempo te quedaras en la Sociedad de Almas y se resolverá el problema del capitán Hitsugaya – termino el comandante Yamamoto. Decir que Ichigo estaba sorprendido era poco, estaba anonadado, es decir, el pedido, el titulo que le estaban otorgando, era sin duda importante.
- tengo una vida en el mundo real – comenzó a hablar.
- Es por ello que se te concede el plazo de tres meses para que lo evalúes, durante ese tiempo, además, serás instruido por el resto de los tenientes con respecto al cargo todas las funciones que posee, beneficios y desventajas.
- Comprendo, entonces… supongo que lo pensaré – habló algo descolocado el humano.
- Bien, por favor, sigue a la Capitana Unohana, necesitamos realizarte un chequeo completo – el anciano hizo sonar su bastón contra el piso de madera – la reunión ha terminado, puede retirarse.
Todos los capitanes se retiraron del lugar, a excepción de la Capitana de la Cuarta División, Ichigo se moría de ganas por hablar con Hitsugaya y preguntarle sobre lo que le sucedida, honestamente no dudaba que su poder espiritual tuviera algo que ver con todo esto, después de todo, éste mismo había afectado a Orihime y Chad, sin nombrar a los otros involucrados. Siguió en silencio a la mujer de sonrisa amable.
Todos los tenientes estaban siendo informados de la medida impuesta por el comandante Yamamoto, algunos lo tomaron con real sorpresa, mientras que a otros poco les importo, y muy pocos se alegraron por este acontecimiento. Los más cercanos y que conocían de cerca al humano que se había convertido oficialmente en uno de ellos, sabían que si llegaba a aceptar el cargo de teniente éste no duraría mucho en ese puesto, porque sería ascendido a Capitán sin problemas, todos conocían la fuerza del Shinigami Sustituto.
Después de tres horas, Ichigo al fin pudo salir de las dependencias del cuarto escuadrón, sin duda pensaba que todos aquellos exámenes y pruebas habían sido una exageración, pero cuando osó insinuar aquello a la Capitana pensó que moriría debido a su mirada.
- Kurosaki-kun – giró su vista a donde le llamaban, encontrándose con el Capitán del treceavo escuadrón.
- Ukitake-Taichou.
- ¿Cómo te fue en tu chequeo? – la sonrisa dejo en claro manifiesto que sabía lo tortuoso que podría llegar a ser el chequeo médico.
- ha sido horrible, pero no quiero que la Capitana Unohana me escuche – habló con cierto nerviosismo.
- Ven, te invito a mis dependencias, hay algo que quiero hablar contigo – Ichigo le siguió sin dudar, aquel hombre causaba en él un sentimiento de confianza, y en cierta forma la sensación de un tío cariñoso.
No demoraron mucho en llegar, el pelinaranja se sentía en cierta forma incomodo, las miradas de curiosidad de todos los Shinigamis que se encontraban presentes le seguían, suponía que ya habían sido informados con respecto a su situación, pero todo esto le parecía incomodo, más que nada molesto. Fue guiado entre los corredores del lugar, hasta llegar al que parecía el despacho del capitán.
- Por favor, entra – la habitación era elegante, rodeada de un aura de tranquilidad – toma asiento.
- Gracias – dijo algo descolocado Ichigo.
- Debes estar bastante confundido, ¿verdad?
- Bueno, todo me ha tomado muy de sorpresa.
- lo comprendo, para cualquiera lo sería… quizás seas el primer Shinigami sustituto que se le da tal honor y beneficio… pero es algo que ciertamente mereces.
- Gracias… pero hay algo que no comprendo.
- ¿Qué cosa? – preguntó interesado Ukitake.
- Pensé que todos los escuadrones tenían a sus tenientes, dudo que haya un puesto para mí – el peliblanco le miró unos segundos para después desviar la vista.
- ciertamente, casi todos los escuadrones tienen a sus respectivos sub-capitanes… pero – Ichigo le miró intrigado – quizás sean casualidades del destino… pero el escuadrón número trece carece de uno.
- Pensé que era esa chica de pelo corto o el otro sujeto – habló extrañado Ichigo.
- ellos hacen el rol de tenientes, pero ambos son los terceros oficiales, se podría decir que nuestro escuadrón aún no se ha repuesto desde la perdida de Kaien – el humano miró impresionado al Shinigami, el nombre se le hacía familiar, pero no recordaba de donde.
- ¿Kaien?
- Murió hace poco más de 100 años… era nuestro teniente, hay veces que parecía más un Capitán, todos en el escuadrón le apreciaban y respetaban… fue muy dolorosa su muerte para nosotros, tanto que me he visto incapaz de buscar a un nuevo candidato… y ahora, cuando aparece uno que llena mis expectativas tiene un gran parecido con él – rio triste.
- si es así todo, dudo mucho que pueda aceptar –
- ¿Por qué? – preguntó exaltado el Capitán.
- no creo que nadie quera que se le reemplace, y si fue un hombre que todos admiraran, no me siento con el derecho de usurpar el que fue su titulo, nadie lo aceptaría – el hombre sonrió antes las palabras del joven.
- no lo comprendes Kurosaki-kun, el que te acepten o no depende exclusivamente de ti, estando o no el recuerdo de Kaien, después de todo, él era él y tú eres tú… y tú, mi amigo, cumples con los requisitos incluso para pertenecer a este escuadrón –
- bueno, me lo pensaré… ya sabes, quisiera, antes que nada, acostumbrarme a vivir aquí, incluso interactuar con tus hombres si llegara el caso.
- será un placer Kurosaki-kun – sonrió animado el hombre – bueno, también me asignaron a contarte algunas cosas.
- ¿mm?
- Veras, como vivirás en el Seireitei, se han otorgado todos los privilegios que no se te dieron por ser un Shinigami Sustituto y los cuales se fueron acumulando… tienes tu propia vivienda en uno de los distritos del sector, aún no me han especificado donde, además de contar con una cierta cantidad de dinero reunida por las recompensas por los Hollow destruidos, los cuales, tengo entendido, fueron bastantes. Como miembro del décimo tercer escuadrón se te otorgará un sueldo y un grupo en el cual participar – Ichigo se sorprendió por dicha información, era más que claro que le estaban entregando todas las opciones para que se quedara.
- vaya, eso es increíble.
- tendrás algunas instrucciones con algunos capitanes, aunque te sugiero que te alejes del capitán del doceavo escuadrón, ha estado atosigando al pobre de Toshiro desde que se descubrió su desequilibrio espiritual y de Kenpachi, de seguro querrá un combate contigo - rio animado. Ichigo negó, al parecer no habían cambiado para nada.
- Por el momento te quedarás en una de las habitaciones del cuartel – el hombre se puso de pie contento – Es un gusto tenerte en mi escuadrón – el pelinaranja sonrió.
- El placer es mío.
- Kiyone y Sanataro, si ya terminaron de espiar, me gustaría que guiaran a Kurosaki-kun a su habitación y le muestren las dependencias – Ichigo volteo la vista sorprendido, no había sentido ninguna presencia, de forma lenta la puerta fue abierta, mostrando a los dos avergonzado Terceros oficiales.
- lo lamentamos – se disculparon ambos con una reverencia.
- no importa, me ahorraron el trabajo de buscarlos. Bueno, nos vemos Kurosaki.
Por otro lado, el capitán Hitsugaya estaba sentado mirando de forma aburrida a una alegre Matsumoto, quien no dejaba de hablar y hacer planes, todo referente a la noticia de la llegada del Shinigami Sustituto y su nuevo futuro cargo, que esperaba que aceptara. El dueño del dragón de hielo soltó un suspiro, presentía que algunos problemas se avecinarían con la llegada del humano, no referente a ataques y venganzas infundadas, sino con la poca tranquilidad que tenía el Seireitei, en realidad, con su propia tranquilidad.
- ¡Taichou! ¿Por qué tan serio? – Sintió el peso de la colorina sobre sus hombros, puso cara de aburrimiento – Es una noticia maravillosa.
- ¿por qué? Según tú.
- Por usted, claro está – el peliblanco alzo una ceja sin entender.
- ¿por mí? –
- No lo niegue, Taichou – dijo con una sonrisa ladina al tiempo que se acercaba aun mas al chico – a los único que le permites que no se refiera a usted por su grado es a Horihime-chan, y a Kurosaki-kun… - el chico frunció el seño.
- ambos son unos testarudos, no hacen caso cuando los corrijo – habló al tiempo que giraba el rostro.
- no le coloca mucho empeño, si me deja decir – habló con una sonrisa, en realidad Matsumoto deseaba de todo corazón, que la llegada del colorín fuera una buena noticia para ellos, en especial su capitán.
Volviendo con el origen de la disputa, este caminaba por los corredores de las dependencias del treceavo escuadrón, delante de él discutían, como era costumbre, los terceros oficiales, cada uno queriéndole llevar a un lugar diferente al mismo tiempo. Sonrió divertido.
- ¡Al salón de entrenamiento!
- ¡A los comedores!
- ¡No!
- ¡Sí!
- Que tal si mejor le muestran su habitación y su grupo – una voz conocida interrumpió su discusión.
- ¡Renji! – sonrió Ichigo aliviado.
- Teniente Abarai – saludaron ambos con una reverencia.
- Hola – saludo despreocupado – Así que Teniente, ¿eh?
- Aun no he aceptado.
- Deberías, ya sabes, siempre he pensado que eres más de este mundo que del tuyo.
- lo tengo que pensar – habló algo decaído.
- es una respuesta difícil… - hubo unos segundos de silencio – bueno, yo solo vengo de paso a buscar a Rukia, nos vemos después.
- Claro, adiós – se despidieron, regreso su vista al frente para ver que tal iba la pelea, pero se encontró sobre si la mirada curiosa de ambos oficiales - ¿sucede algo?
- ¿No está seguro de aceptar? – consultó intrigada la chica.
- ¿Eh?
- pensé que iba a aceptar el puesto – habló el chico.
- en realidad es una decisión difícil, además de que no se mucho de este lugar – habló incomodo al tiempo que se rascaba la cabeza con nervosismo.
- Pero eso es fácil de solucionar, nosotros podemos instruirlo – sin basilar la chica cogió una de las mangas Ichigo y fue arrastrado entre los pasillos del lugar, a pesar de las quejas y reclamos, ambos oficiales no le prestaron atención y siguieron caminando, hasta detenerse frente a una gran puerta.
- Aquí es, la biblioteca de la décima tercera división – entraron sin reparos, ya que al parecer el lugar era poco utilizado. Ichigo fue sentado en uno de los tantos mesones del lugar para pronto ver como rumas y rumas de libros aparecían ante él, cosa que lo asusto.
- ¿Qué demonios? – habló bajo.
- ¡Bien, comencemos con la introducción! – hablaron animados.
- ¿¡Ah!
- Primero, El Rukongai– comenzó la chica – es la parte más grande de la sociedad de almas y es el lugar donde las almas comunes habitan, está dividido en 320 distritos, 80 por cada punto cardinal, pero a pesar de ello esto no significa que los Shinigamis no puedan vivir o ir a esas zonas.
- Ahora el Seireitei – habló Sanataro – Es el lugar físico donde residen las almas de los nobles y la de los Shinigamis, tienen cuatro puertas de entrada, y creo que estas familiarizado con una y su guardián – comentó.
- Hey, alto, creo que no me entendieron – dijo descolocado – es verdad que no se mucho de esas cosas y que tendré que echarle un ojo – dudo de sus palabras – pero me refería sobre los escuadrones y cómo funcionan las cosas aquí.
- Comprendo – habló la mujer – quieres saber de los capitanes y sus divisiones básicamente.
- Si.
- Eso es aún más fácil – comento Sanataro - ¿Cuál te interesa?
- Vamos por orden mejor – rio divertido.
- Bien. El primer escuadrón; está dirigido por el Comandante General Yamamoto, la insignia del escuadrón es el Crisantemo; que significa "verdad e inocencia" – Ichigo rio antes eso, hallaba imposibles que tales características fueran de ese viejo - Se dice que la primera división se entrenan a los futuros líderes, pero es solo un rumor – Kiyone tomo uno de los libros que estaba sobre la mesa, lo abrió y busco entre sus tantas páginas, cuando encontró lo que quería lo dejo frente al ex Shinigami Sustituto, se podía apreciar una imagen del comandante, otra de su sub-capitán y finalmente una de toda la división hasta esa fecha. Paso a la siguiente hoja – Segundo escuadrón de protección; A cargo de la capitana Suì-Fēng, mientras que su teniente es Marechiyo Omaeda; su símbolo es un Tulipan, que significa "la búsqueda de la nada", esta división tiene varias funciones entre ellas el de las patrullas y de detención.
- La tercera división – tomo la palabra el pelinegro – sin capitán actualmente; está a cargo del Teniente Izuru Kira, su símbolo es la Caléndula; que significa la "desesperación". Esta sección está a cargo del rastreo y reconocimiento – Paso a la siguiente hoja – Cuarta División: a cargo de la capitana Retsu Unohana, y su teniente es Isane Kotetsu; su símbolo es el Lirio que significa "Los que sufren son amado"; bastante acertado su emblema hay que decir, debido al rol que tienen, ya que se encargan de la parte medica y abastecimiento de Seireitei.
- La quinta división se encuentran sin capitán actualmente… - esta sección llamo su atención, no por el hecho de que Aizen haya sido su capitán, sino porque Hirako lo había sido en sus tiempos de Shinigami - y su teniente es Momo Hinamori, el símbolo de la sección es la campanilla que significa "Sacrificio, Peligro, Amor verdadero"… - la chica guardo silencio unos segundos.
- ¿Pasa algo?
- Es que si se ve detenidamente, los primeros dos atributos ya fueron puestos a prueba por los dos anteriores capitanes. El Capitán Hirako; quien se sacrifico por sus compañeros y paso por el suceso de convertirse en un Vizard, y Peligro, por lo acontecido con el Capitán Aizen. Quizás el próximo capitán sea uno que encuentre a alguien especial y sea capaz de dar hasta su vida por esa persona… supongo que cuando el Seireitei anuncie a un nuevo capitán de esta división muchas chicas se volverán locas – rio la joven – La sexta división…-
- Esa ya me la sé, no tengo ganas de ver en fotos a esos dos – habló molesto el chico, causando las risas de los otros dos.
- De acuerdo, pasemos a la siguiente; Séptima división, el capitán es Sajin Komamura; y su teniente Tetsuzaemon Iba. El símbolo de la sección es la Iris, que significa "Valor". La séptima división está encargada de las expediciones de reconocimiento a las afueras de los dominios de la Sociedad de Almas, es decir los terrenos adyacentes, los cuales con frecuencia son invadidos por los hollow – pasó a la siguiente hoja.
- Octava división; bajo el cargo del Capitán Shunsui Kyōraku, lo verás con frecuencia por estos lugares, es muy amigo de nuestro capitán – comentó Sanataro – su sub-capitán es Nanao Ise. El símbolo de la sección es el Ave del paraíso que significa "todo es obtenido", cumplen las funciones de investigación, así mismo la recolección de información a campo traviesa. Novena División, sin Capitán, su subcapitán es Shūhei Hisagi, hay veces que puede ser muy mala leche…
- ¡Sanataro!
- Es verdad – se quejó.
- Eso no importa, continua.
- Okey, bueno, el símbolo de la sección es el Botón de Oro, que significa "Inconsciencia", está sección se encarga de la creación de la revista Seiretei News magazine, además de investigaciones a gran escala.
- ¿Una revista? – preguntó extrañado el joven.
- Claro, es una de las más populares, es bastante variada y para el gusto de todos… - la chica comenzó a buscar algo entre los libros – ten, es del último mes – y le entrego una revista que tenía como portada la imagen de la lejanía del Seireitei. El pelinaranja le hecho una mirada rápida, y vio algunas cosas que llamaron su atención.
- Continuando… la Décima División – paso a la siguiente hoja, haciendo que el joven prestara otra vez atención al libro, en las imágenes se podía ver a Hitsugaya, al parecer dando órdenes a alguien, se veía bastante serio. Un poco más abajo se podía ver a una feliz Matsumoto, quien sonreía a la cámara e incluso hacia el signo de victoria – Su capitán es Toshiro Hitsugaya, se le concede el titulo de ser el Shinigami más joven en llegar al cargo de Capitán – Ichigo sonrió antes eso, después de todo, sabía que el peliblanco odiaba que lo subestimaran por ser menor que todos – La teniente es Rangiku Matsumoto. El símbolo de la sección es el Narciso que significa "Misterio, Egoísmo"…
- Hay muchos comentarios sobre esto – lo interrumpió la joven – después de todo muchos toman estos atributos de forma negativa.
- ¿Negativa?
- Correcto, debido a la naturaleza fría del Capitán, muchos creen que solo piensa en sí mismo, pero… en realidad el Capitán piensa en su escuadra, el tipo de egoísmo que presenta él es de admirarse - ese comentario llamó la atención del joven.
- ya comenzamos - suspiro el pelinegro, sabía que su compañera sentía una gran admiración por el joven capitán, por lo que odiaba todos los malos comentarios que había respecto a él.
- La decima división es una de las más fieles, muy frecuentemente he ido a hablar con ellos, todos admiran mucho al capitán, una de las reglas principales de la escuadra, es "Protegerse a sí mismo y después a los demás", algunos piensas que son palabras superficiales y que niegan los pensamientos que forman los cimientos de los Shinigamis, que es el proteger a otros, pero… cuando les pregunte sobre eso ellos respondían con una sonrisa "El capitán lo dice porque si peleamos cuidándonos, será más fácil pelear para los demás, porque no tendrán que estar pendientes de nosotros" Se llaman los egoístas, porque siempre velan primero por el bienestar de su propia sección y de aquellos que son importantes para ellos – la chica sonrió antes eso, le agradaba ese pensamiento, porque en el fondo todos eran egoístas.
- yo no lo vería como egoísmo – comentó Ichigo – para mí eso es protegerse. Es divertido, mi Zanpakuto tiene la misma ideología – ambos jóvenes sonrieron.
- Bueno, las funciones del Décimo escuadrón son la vanguardia y la estrategia de las operaciones… El Undécimo Escuadrón…
- Kempachi y bla bla bla… creo que es el escuadrón con quien más contacto tengo, ¿podemos pasar al siguiente? –
- De acuerdo, Duodécimo; Capitán Mayuri Kurotsuchi, quien también es el presidente del Instituto Shinigami de Investigación y Desarrollo. Su Teniente es Nemu Kurotsuchi, el símbolo de la sección es el Cardo; que significa "Venganza, precisión, Independencia". Sus funciones se centran principalmente en la investigación.
- y finalmente la Decimotercera División, su capitán Jūshirō Ukitake, no hay teniente actualmente, el símbolo de nuestra sección es la Campanilla de primavera que significa "Esperanza".
- Nosotros nos encargamos de las comunicaciones en el Seireitei, así como también en el reconocimiento de áreas y protección del Mundo real – el chico ojeo algunas hojas.
- Oh, es bastante tarde, te llevaremos a tu habitación y mañana continuaremos con la introducción.
- de acuerdo – sin demora los tres salieron del lugar.
Continuará…
