CASABLANCA

Disclaimer: One Piece y sus personajes le pertenecen a Eiichiro Oda.

Este fic participa en el Reto Cineastas del Foro One Piece: Grand Line

Akainu está al teléfono, en su despacho del cuartel.

-¿Oiga? ¿Oiga?

Cuelga el auricular y pulsa un timbre en su escritorio. Entra rápidamente Doberman para ponerse a sus órdenes.

-¡Mi coche, rápido!

-¡A sus órdenes, Mayor Akainu!

Doberman se marcha y Akainu realiza una llamada por teléfono. Ha de evitar por cualquier modo que X-Drake y Hina escapen de Casablanca.

- Aquí el mayor Akainu. Manden una patrulla al aeropuerto inmediatamente. ¿Me oyen? ¡Inmediatamente!

Golpea el auricular con fuerza al colgarlo, y tras coger su gorra, sale a toda velocidad del despacho. Como su coche no esté preparado para cuando llegue, alguien lo pagará muy caro.

Mientras, en el aeropuerto, una niebla campa a sus anchas. Al fondo apenas se ve un avión de carga haciendo los últimos preparativos para despegar en breve.

Un soldado con uniforme comprueba las notas que ha tomado sobre las condiciones meteorológicas que hay en el aeropuerto.

¿Al—? ¿Torre de control? El avión de Lisboa despega dentro de diez minutos por la pista este. Visibilidad: dos kilómetros y medio. Neblina. Espesor de la capa: doscientos metros. Cielo despejado.
Gracias.

Tras colgar ve un coche que ha llegado al hangar. Se dirige hacia allí y se cuadra ante Aokiji al verle salir del coche. Smoker sale también, con un puro en la boca y la mano derecha dentro de un bolsillo de la gabardina sempiterna que siempre lleva encima. En ese bolsillo se esconde una pistola que apunta a Aokiji para evitar que haga alguna locura.

X-Drake y Hina salen por la puerta trasera del coche, poniéndose detrás de Smoker.

Smoker, dirigiéndose a Aokiji para que hable con el soldado

- Aokiji, dígale al soldado que lleve el equipaje del señor X-Drake.
- Claro, Smoker, lo que usted diga.

Y diciendo eso hace una indicación para que el soldado siga sus órdenes

- Por favor, lleve el equipaje del señor X-Drake al avión.

- Sí señor. Por aquí, por favor, si quieren seguirme…

El soldado acompaña a X-Drake hacia el avión con el equipaje de éste. Smoker saca del bolsillo los papeles tan deseados por todo el mundo y se los entrega a Aokiji.

- Si no importa, Aoikiji escriba los nombres. Así será más oficial.
- Pensando en todo como siempre ¿eh?

Aokiji busca un lugar donde apoyar los salvoconductos para escribir los nombres que supone serán Smoker y Hina, dejando a merced de Akainu a X-Drake

- Los nombres que se han de poner son X-Drake y Hina.

Aoikiji se sorprende al escuchar los nombres y se gira mirando a Smoker. Hina también le mira asombrada.

- Hina se pregunta ¿porque su nombre, Smoker?
- Porque te vas en ese avión

- ¿Y porque Smoker no va a venir con Hina?

- Me quedo hasta que el avión haya salido del aeropuerto.

Hina se da cuenta de lo que quiere decir Smoker. No va a ir con ella, la va a dejar, ahora que habían arreglado lo de París y tenían la oportunidad de estar juntos de nuevo.

- Hina dice que no lo entiende. ¿Qué ha ocurrido? Anoche Hina y Smoker dijeron que…

- Ayer dijimos muchas cosas. Me pediste que pensara por los dos y es lo que estoy haciendo. Sé que has de subir al avión con X-Drake, que es tu marido

- Pero Smoker, no, escucha a Hina…

- Escúchame tú. ¿Tienes idea de lo que te depara si te quedas aquí? Los dos acabaríamos en la cárcel o en un lugar mucho peor, ¿verdad, Aokiji?

Aokiji ha encontrado un lugar donde completar los documentos y en ese momento los está firmando.

- Me temo que Akainu exigiría eso como mínimo.

- Hina piensa que dices eso para que se vaya y no esté contigo.
- Lo digo porque es cierto. Y es cierto también que perteneces a X-Drake. Eres su vida. Si ese avión despega y no estás con él, lo lamentarás.
- Hina dice que no.
-Tal vez ni hoy ni mañana, pero sí más tarde, durante toda la vida.

- ¿Y el amor de Hina por ti no importa en absoluto?
- Siempre nos quedará París. No lo teníamos, se había perdido por el dolor, hasta que llegaste aquí. Pero ayer lo recuperamos.
- Hina le prometió a Smoker que nunca le dejaría, que estaría a su lado

- Y nunca me dejarás. Yo también tengo mi labor que hacer. Y no puedes seguirme a donde voy. En lo que he de hacer, no puedes tomar parte. Yo no valgo mucho. Pero es fácil comprender que los problemas de tres pequeños seres importan un bledo en este loco mundo. Algún día lo comprenderás. Vamos, vamos. . .

Hina llora desconsolada. Smoker coge su mejilla con la mano y alza su rostro para poder ver sus ojos a su altura.

- Esto va por ti, princesa.

Mientras, un coche va a toda velocidad rumbo al aeropuerto. El mayor Akainu conduce a toda velocidad tocando el claxon repetidamente. Ha de llegar y parar ese vuelo. X-Drake es suyo.

En el aeropuerto, X-Drake vuelve de haber acompañado al soldado. Smoker se acerca y Aokiji le entrega los papeles. Tras esto Smoker se dirige a X-Drake

- ¿Algún problema señores? ¿Todo en orden?
- Excepto en algo que debe saber antes de que se vayan

X-Drake intuye sobre lo que quiere hablar Smoker.

- Monsieur Smoker, no quiero que me explique nada.

- Es preciso que lo haga para que no puedan surgir dudas algún día. Dijo que sabía lo de lo mío con Hina.

- Sí.

- Pero lo que no sabe usted es que ella vino a verme anoche a mi casa. Había venido a buscar los papeles. ¿Es verdad, Hina?

- Sí.

- Ella hizo lo imposible por obtenerlos. Incluso se empeñó en hacerme creer que aún seguía queriéndome. Pero eso pasó hace tiempo. Por usted, ella pretendió que no, y yo la dejé mentir.
- Lo entiendo.

- Aquí los tiene usted. – Diciendo esto le entrega los documentos a X-Drake
- Gracias, no sabe cuánto lo aprecio.

X-Drake alarga la mano para estrecharla con Smoker, y este contesta el gesto haciéndolo con firmeza.

- Bienvenido a la lucha. Esta vez sé que seremos los vencedores.

En la pista de aterrizaje, el avión arranca y las hélices comienzan a girar. Todos los presentes se vuelven para ver como se dispone a despegar.

Hina mira a Smoker, que responde con la mirada vacía. Luego mira a su esposo X-Drake al igual que Hina. Es un momento tenso, de sentimientos callados pero que quieren gritar alto. X-Drake rompe el instante preguntándole a su esposa

- ¿estás lista, Hina?
- Hina está preparada, X-Drake

Ella se dirige a Smoker, posiblemente las últimas palabras que le dirija al amor de su vida

- Hina te dice adiós. Que Dios bendiga a Smoker.
- Daos prisa o perderéis el vuelo

Smoker observa a la pareja mientras se acercan con rapidez al avión que los llevará a un lugar seguro, un lugar lejos de él. Aokiji entonces se dirige a Smoker

- Tenía yo razón. Sí que es un sentimental.
- No se acerque Capitán, ¿De qué demonios habla?

Smoker enciende otro puro en su boca e inhala el contenido, soltando una bocanada blanca.

- De lo que ha hecho por X-Drake, ese cuento de hadas para que ella se fuera con él. Conozco a las mujeres, amigo. Se fue sabiendo que usted mentía.
- De todos modos, gracias por echarme una mano.
- Bueno, esto no va a ser agradable para ninguno de los dos, especialmente para usted. Tendré que detenerle, claro.
- Cuando haya despegado, Aokiji.

Un soldado cierra la puerta del avión en el que van ambos con los salvoconductos. Empieza a rodar hacia la pista de despegue. Es en ese momento cuando llega el coche conducido por el mayor Akainu a toda velocidad. Sale corriendo y se dirige a Aokiji

-¿A qué ha venido esa llamada?
- X-Drake va en ese avión junto a su esposa.

Aokiji señala al campo de aviación. Akainu se vuelve y distingue al avión mientras se dirige hacia la pista de despegue.

- ¿Por qué no lo detiene? ¿Por qué no se mueve?
- Pregunte al señor Smoker.

Akainu mira con odio a Smoker. Por un momento piensa en lo que le hará después de parar ese avión. Piensa llevarse al trío y ocuparse personalmente que sus vidas sean un infierno. Luego hace amago de dirigirse hacia el teléfono que había usado antes el soldado para informar del tiempo.

- No se acerque a ese teléfono.

Akainu se detiene, mira a Smoker, y ve que lleva un arma.

- Le aconsejo que no se interponga entre yo y X-Drake.
- No he matado al capitán Aokiji, pero estoy dispuesto a matarle a usted.

Akainu observa desesperado como su presa vuela lejos de él. Sus ojos se clavan en el teléfono. Se precipita hacia él y coge ansiosamente el auricular.

- ¿Oiga?
- ¡Cuelgue el teléfono!
-¡Póngame con la torre!
-¡Cuélguelo!

Mientras sostiene el auricular con una mano, Akainu saca una pistola con la otra y dispara rápidamente a Smoker, pero la bala falla el blanco. En ese momento Smoker dispara a Akainu,
que se desploma al suelo.

Smoker y Akainu se giran al escuchar el ruido de un coche llegando al hangar. Es un coche de policía a gran velocidad que frena cerca del Capitán. Cuatro soldados salen apresuradamente de él. A distancia, el avión vira para encarar la pista de despegue.
Los soldados corren hacia Aokiji. El primero en llegar ante él se cuadra sin dilación.

- ¡Mi Capitán!
- Han matado al mayor Akainu

Aokiji se queda en silencio y mira a Smoker. Este sigue fumando su puro como si no hubiera sucedido nada, ni que hubiera un cadáver allí mismo.

- Arreste a los sospechosos.
- Si, mi Capitán Aokiji.

Los soldados cargan el cuerpo de Akainu en el coche y se alejan de allí.

Aokiji se encamina hacia el hangar. Coge una botella de agua de Sengoku y la abre.

- Bien, Smoker, ya no es sólo un sentimental, sino que además es un patriota.
- Quizá sea un buen momento para empezar a serlo

- Es muy posible que sí

Se sirve un vaso de agua y entonces observa la etiqueta del agua y tira con asco la botella a una papelera que aleja de una patada. Después se queda al lado de Smoker sin apartar la mirada del avión que despega y desaparece entre las nubes.

Ambos comienzan a caminar desde el hangar hacia la pista

- Tal vez le conviniera desaparecer de Casablanca una temporada. Hay tropas de la Francia libre en Brazzaville. Podría facilitarle un pasaje.
- ¿Un salvoconducto? Me vendría bien un viaje, y gastarme el dinero de la apuesta. Aún me debe diez mil francos.
-Y esos diez mil francos cubrirán nuestros gastos.
-¿Nuestros gastos? ¿Usted también se une al viaje, Capitán?
- Ajá.

- Aokiji, creo que éste es el comienzo de una hermosa amistad.

Ambos desaparecen juntos en la noche.

FIN