Holaaaaaaaaa!!!, Ya se que dije que me iba a tomar un descanso y que iba a acabar los fics que habia empezado, pues mentí. No puedo quedarme quieta no lo puedo evitar, es un defecto de fábrica, entre muchos otros, jajajaja. El caso que aquí estoy de nuevo con una nueva historia, con una nueva trama y un nuevo tema. Espero que os guste, porque tenía ganas de escribir una fic de vampiros, las Geishas, los psicologos... ahora toca otro de mis gustos, cualquier día hago uno de hadas, jajaja. Lo dicho espero que os guste, Mata ne, baibai.
Todos hemos oído hablar de los seres de la noche, licántropos, fantasmas…. Todos ellos inmortales, pero que ven como su vida se limita a la oscuridad de las sombras. Y aunque se diga que entre ellos hay diferencias, muchas más las hay dentro de su propia especie, donde aun prevalece la ley del más fuerte. Muchos se ha escrito sobre los seres de las sombras, pero quienes sin duda se llevan el record son los vampiros, cuyo único sustento es la sangre. Drácula, Elizabeth de Bathory, Vlad Tepes… todos ellos conocidos, pero que tienen de reales como lo son los unicornios… Solo uno de ellos existió de verdad, su nombre original se desconoce, pues todos la conocen como la Reina de los condenados; sin duda un nombre muy acorde con su condición de Reina y de condenación. Muchos estaréis preguntando ¿Por qué la llaman la reina?. ¿Qué hay de mentira y verdad en todo lo que conocemos? pues bien, comencemos desde el principio.
Todo comenzó en tiempos muy remotos, cuando la reina de los condenados, aun no lo era, cuando tan solo se trataba de una pequeña chiquilla. Se trataba de una niña muy... ¿Cómo decirlo? Ambiciosa, con gustos muy exquisitos y exigentes. Tan solo era una cría pero sentía adoración por el cuerpo femenino, se escondía en los baños para poder ver a las doncellas desnudas, soñaba con algún día tener esos senos voluptuosos, y esos glúteos firmes, ser una mujer perfecta. Su sueño se alcanzó, se convirtió en una bella mujer que no tenía nada que envidiar a todas aquellas a las que había visto, pero su regalo no era tan dulce, su belleza no duraría para siempre, se marchitaría poco a poco arrugándose cual uva pasa hasta al final morir. La belleza eterna fue su obsesión, tal fue así que la leyenda dice que vendió su alma al mismísimo Satán, el cual le otorgó la vida eterna. Lo que ella no sabía que con ese pactó se condenó a ella y a sus descendientes…, pronto descubrió que su ser ansiaba algo, aunque no sabia que, su cuerpo se debilito hasta tal punto que acabó en cama. No tardó mucho en descubrir de que se trataba, una noche incapaz de detener su impulso, atacó a una de sus sirvientas tomando de ella su sangre; el pacer que obtuvo de esa acción fue casi orgásmico, la joven murió, pero ella recobro su energía perdida. El número de sirvientes fue descendiendo, a medida que los días pasaban, los rumores comenzaron a circular por el poblado. Solo fue consciente del maleficio cuando en una de sus noches de pasión su amante murió tras beber su última gota de sangre. Tal acción le creo un trauma por lo que el número de muertes de sus vecinos se redujo a cero. Durante años sobrevivió a base de sangre de animales, hasta que se quedo embarazada y nuevamente la sangre humana volvió a ser su sustento, fue entonces cuando fue conocedora de su poder de conceder la inmortalidad a sus victimas; con tan solo absorber la ultima gota de sus sangres y después depositar unas gotas de las suyas volvían a la vida; dando así paso a una nueva especie; y donde ella aparte de ser su madre era su reina.
Con lo que ella no contaba era con que sus nuevos súbditos no contaban al 100 con sus poderes, ellos no podían exponerse al sol ni poseían el poder de leer mentes, ningún poder mágico salvo dominar las mentes. Tan solo a su descendencia directa les transmitió todos sus poderes, ellos eran vampiros porque nacieron vampiros.
El miedo hizo circular rumores que se convirtieron en leyendas y esas leyendas se convirtieron en mitos que han llegado hasta nuestros días. Al contrario de la creencia popular si se reflejan en los espejos, tienen cuerpo y todo lo físico se refleja, por lo que también tienen sombra, no se convierten en murciélagos, y tampoco temen a los crucifijos o al agua bendita, las estacas y tampoco a los ajos, simples rumores. Lo que si bien es cierto que requieren el permiso para poder entrar a las casas de los mortales, y el sol es el arma más efectiva para cargarse a los vampiros de tercera fila (los convertidos en vampiros).
Os estaréis preguntando como es que se tanto del tema. La razón es simple, soy un vampiro, el Rey de los vampiros. El titulo realmente no me pertenecía a mí, ya que no pertenecía a la línea sucesoria, mi posición fue simplemente causal. Pero eso es algo que os explicare otro día, ya tenéis demasiado que asimilar.
