Mordidas

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Allen sabía que Timcampy estaba triste. ¿Cómo se dió cuenta, siendo Timcampy un gólem amarillo sin el don del habla y la queja? Lo normal en el pequeño amigo de Allen Walker , era saltar y volar juguetonamente por los aires. Tal vez, morder la oreja de su amo si había tiempo y era propicio. Pero esa noche en particular, Tim tenía las alas arrugadas y su cuerpo redondo giraba sin demasiada gracia sobre sí mismo. De su boca llena de no-muy-humildes colmillos, salían pequeños sollozos. De sus minúsculos ojillos dorados , brotaban unas lagrimitas azules.

Rebotaba un par de veces sobre sí mismo y volvía a romper en llanto. Probablemente, Allen hubiera deducido que estaba sólo enfermo, si no lo hubiera visto escribiendo. Tenía un bolígrafo de tinta negra en la boca (Dios sabrá de dónde sacó uno...Tal vez del escritorio del Doctor Komui Lee, puesto que acostumbraba dormir largas siestas allí, luego de proyectar las aventuras y desventuras de cada misión) y hacía dibujos de calaveras oscuras, corazones rotos y cruces invertidas, adornando unos poemas que hablaban de amor , lejanía y suicidio.

El Exorcista de cabello gris no encontraba ninguna explicación lógica para esta peculiar forma de actuar. Decidió inclinarse por encima de su pequeño gólem amarillo, para preguntarle suavemente:

-¿Te pasa algo, Timcampy?-Algo tembloroso, mientras acariciaba con su dedo índice, una de sus alas caídas.

El mencionado, levantó los ojos y abrió la boca para morder la mano de Allen, quién a su vez se puso a gritar y a correr por toda la habitación, intentando quitarse de un manotazo a su amigo de toda la vida.

Una hora más tarde, con una bolsa de hielo sobre su dedo inflamado, marcado por una docena de puntos rojizos, Allen se preguntó cuándo había empezado Tim a deprimirse. Se veía bien antes y durante la última misión que realizaron juntos, en compañía de Kanda Yuu y su respectivo gólem negro. Pero una vez que regresaron, luego de que Komrin destruyera la mitad del Cuartel, los secuestrara y torturara , dicho sea de paso, pareció decaer un poco. Su joven amo no lo había notado, pues estaba muy ocupado tratando de abandonar esa nueva tendencia suya: balancearse mientras succionaba su propio dedo, intentando olvidar el interior de ese monstruo de metal.

Recapitulando¿Timcampy había sufrido algún daño emocional importante últimamente, aparte de haberlo visto casi desfallecer? Además de haber sido hecho trizas un par de veces, nada fuera de lo común había acontecido.

Allen decidió que el asunto era demasiado complejo como para seguir ocupando espacio en su mente y que podía retrazarlo para continuar cumpliendo al pie de la letra el canon establecido por el autor.


N/A: Anti-stress. Mil gracias a los lectores que sí me dejan comentarios. La mitad a los que se molestan en leerme. Maldiciones gitanas a los que ni eso hacen. :)