A mi no me pertenece el Hetalia Cardverse, o sus personajes ellos son de Hima-papa. A mi solamente me pertenecen mis OCs

APH: Las parejas más olvidadas del mundo:

Prólogo

Era un día soleado, y caluroso antes de que empezara toda esta historia en el mundo de Cardsdale. El rey de corazones, Ludwig Beilschmidt estaba caminando de vuelta a su propio reino con su señora, Elena de Castellet después de haber ido de visitas al reino de diamantes donde vieron a sus amigos, El rey Francis Bonnefoy y su reina, Alice "Victoria" Kirkland.

Estaban caminando plácidamente por el paisaje entre los dos reinos, conversando sobre cosas que tenían pendientes. Esto pasó hasta cuando de repente, Elena se dio cuenta de algo que chocaba entre los arbustos que estaban alrededor de ellos. Ellos dos también escuchaban llantos que parecían que alguien estuviera llorando. Cuando la reina fue donde estaba el ruido, encontró una niña chiquitita escondiéndose entre medio de aquellos arbustos.

La niña tenía el pelo trigueño, y largo con puntas castañas. Ella tenía la piel bronceada, y los ojos verdes esmeraldas como los de la reina. Ella tenía puesta una capa que cubría el resto de su ropa, esto era porque estaba escondiéndose de algo que estaba amenazando la.

Elena se acercó hacia la niña, quien estaba temblando de miedo porque se había dado cuenta de que alguien la había encontrado.

La reina se agachó para estar del porte de la niña, y le dijo "No te asustes, yo no te haré daño."

La niña se dio vuelta para ver a la reina, y le dijo "Ell-Ellos me van a agarrar… Yo no les hice nada, necesito ayuda!"

Elena la miró en shock, y antes de que hablara, le sonrió diciendo

"¿Quien te esta haciendo esto? … ¿Cómo te llamas, mijita?

"¡Me están haciendo daño los Moros! …" la niña le dijo, corriendo detrás de ella cuando vio a Ludwig yendo a donde estaban ellas. Después se calmó un poco, y dijo "Si tengo un nombre, es el principado de Andorra. ¿Comó se llama usted, y Quién es él?"

"¿Andorra, eres una nación? Yo soy Elena Castellet de Corazones y este es mi esposo el rey de Corazones, Ludwig Beilschmidt." le dijo a la niña, acariciando su pelo.

"Si, yo soy el principado de Andorra." La niña le respondió, sonriéndole.

De repente, Elena pensó que sus hijos mayores, Fernando y Aurembiax necesitaban una hermana menor. Ella miró a su marido, y le dijo "Ludwig, Ella necesita refugio."

Ludwig tuvo que pensarlo por algunos minutos hasta que dijo "Ja, lo se. Ella estará a salvo si está con nosotros. Con esta amenaza nueva, ella estará en peligro. No veo que sea un problema que sea nuestra hija." Suspirando "pero tu la cuidaras."

La reina miró a Andorra, y dijo "te puedes quedar con nosotros, Catita …. ¿hmm, y que te parece Catarina como nombre?" Elena dijó "¿te gusta ese nombre?" Después que Andorra abrió los ojos verdes al escuchar ese nombre, ella tomó en brazos a su hija.

Catarina señaló un "sí" con su cabeza, abrazando a su mamá.

Elena miró a su esposo, y después a Catarina diciendo "bueno, tu nombre es Catarina De Castellet-Beilschmidt."

Cuando Ludwig y Elena cruzaron la frontera del reino con Catarina en brazos de la reina, fueron saludados inmediatamente por la gente que estaba esperando la llegada de ellos. La mayoría de la gente que vive en aquel reino eran de la familia Germánica, y también estaba la familia Catalana viviendo ahí. La gente que estaba ahí ese día se dio cuenta que la reina tenía a Catarina en sus brazos, y se estaba haciendo preguntas.

"¡Ella es la nueva princesa de corazones, Catarina De Castellet-Beilschmidt!" Ludwig anunció, agarrando la atención de sus sirvientes

"Ella es nuestra hija." Elena dijo en el acento Catalán que tenía.

Todos los que estaban en el patio del castillo bajaron ante la familia real, diciendo al unísono: "¡Salve a la princesa Catarina de Castellet-Beilschmidt del Reino de Corazones!"

Las noticias de la nueva Princesa de Corazones había alcanzado las fronteras del reino de Diamantes más rápido que habían pensado Ludwig y Elena. Todos en los dos reinos estaban celebrando la llegada de Catarina al reino de corazones porque se decía que ella podría traer prosperidad para los dos reinos si hubiera una unión entre Diamantes y Corazones.

Antonio Fernández-Carriedo decidió contarle la noticia al rey cuando su hermano, Gabriel Lisboa-Carriedo le contó. Los dos hermanos eran del decimo sector de la nobleza de diamantes, pero Antonio era la mano derecha y mejor amigo de rey Francis Bonnefoy.

Francis y Victoria estaban en la sala del trono cuando Antonio se acercó hacia ellos…

"Hola amigo, tengo noticias del reino de corazones." Él dijo, caminando con su sonrisa de siempre. Cuando Antonio llegó donde estaba su mejor amigo, se bajó ante él.

"Bonjour, mon amis. Puedes pararte." Francis le dijo, sentándose en su trono.

"¿Qué es la noticia, Antonio?" Victoria le preguntó.

"Ludwig y Elena tienen otra hija." Antonio les informó, parándose.

Los ojos de Francis se abrieron de alegría al haber escuchado esa noticia. Con Ludwig eran amigos desde antes que Ludwig conociera a Elena, y ahora tuvieron 3 hijos. Uno de estos hijos, Fernando de Castellet se iba a casar con la hermana de Antonio que se llamaba Isabella Fernandez-Carriedo - referido al matrimonio entre Fernando II de Aragón y Isabella I de Castilla.

"¿Quoi, estas seguro? ¿Sabes cual es el nombre de ella?" Francis le preguntó a Antonio.

"Si estoy seguro, amigo. Dicen que su nombre es Catarina de Castellet." Antonio le dijo

"¿Por favor organice una reunión con el Rey Ludwig? deseo hablar con él." Francis le preguntó a su amigo.

"Claro, organizaré la reunión con él, amigo." Le respondió Antonio antes de que se fuera de la pieza.

Un par de días más tarde, Ludwig y Elena se levantaron a buena hora y decidieron llevar a Catarina al Castillo de Diamantes para que conociera a los hijos de Francis y Victoria mientras que ellos se reunieron con sus amigos. Entonces los tres fueron a las caballerizas, y escogieron sus caballos para el viaje. La yegua de Catarina se la regaló su padre cuando era más chiquitita, entonces no pudo montarla hasta ese dia. La yegua era de color crema con un corazón blanco al medio de la frente, y las pezuñas blancas.

Ellos montaron sus caballos, y Ludwig giró el caballo negro que tenía él en la dirección del reino de Diamantes. Elena y Catarina siguieron lo que hizo él, y los tres caballos trotaron en aquella dirección. La verdad, esta era la primera vez que Catita salió del castillo del reino en que vivía así que disfrutó cada momento del viaje con el poquito de viento que le soplaba en la cara mientras que la yegua corre a máxima velocidad. El clima del reino de Corazones depende del sector, pero en la capital del reino siempre estaba algo nublado.

Ellos cruzaron la frontera entre corazones y diamantes, y inmediatamente fueron saludados por el sol que pegaba fuerte. El clima del reino de Diamantes siempre era así de caluroso, y ese dia no fue la excepción. El castillo de Diamantes se veía desde una montaña que estaba a la frontera que era un castillo al estilo Francés que tenía torres bien altas.

Cuando la familia de Ludwig llegò al castillo a través de calles hechas de guijarro que tenían las ciudades de Diamantes, los ojos de Catarina se abrieron de curiosidad. De verdad era mas grande de cerca el castillo, y adelante tenía un muro de piedra. Al medio del muro estaba el portón al castillo, y ahí estaban los dos guardias - uno a cada lado. Catarina pudo ver que el camino de guijarro seguía hasta la entrada del castillo, y también había una fontana con el escudo de Diamantes-Espadas.

Ludwig, y Elena desmontaron sus caballos. Ludwig fue a asegurar los caballos mientras que Elena se encargó de bajar a Catarina de su yegua, diciendo con una sonrisa "Catita, este es el reino de Diamantes-Espadas."

"Esta precioso este lugar, mamá. ¡Muchas gracias por traerme aquí!" Catarina chilló de alegría, abrazando a su madre mientras que Elena la bajó de la yegua.

Elena la abrazó de vuelta, diciendo "me alegro que le gustó, mijita. Nuestros amigos, Francis y Victoria tienen dos hijos de tu edad entonces podrías hacerte de dos amigos mientras que nosotros los mayores platiquemos."

Catarina señaló un "sí" con su cabeza, sonriendo. "De acuerdo, mamá." Le dijo a la reina mientras que caminaban hacia el portón donde estaba Ludwig.

Ambos fueron saludados por la sonrisa de Antonio que era uno de los guardias del castillo. Antonio tenía el pelo castaño, y chascón. También tenía la piel clara, y los ojos de una mezcla de verde oscuro y claro. Traía puesto un traje parecido al uniforme que traía en la época de descubrimiento, solo que la chaqueta era de color naranja y amarillo con diamantes en la manga de la chaqueta en vez de rojo y amarillo. También los pantalones cafés que traía puesto tenían diamantes a los lados.

Él dijo "buenos días, Ludwig. Hola señora De Castellet, hace mucho tiempo que no regresan por estos lados. ¿Esta todo bien con vosotros?

"Es bueno volver a verte, Toño. Si han sido tres meses, pero pienso que deberia pasar mas seguido por el reino de Corazones ya que muy pronto va a ser parte de la familia extendida." Ludwig dijo, mientras se daban la mano.

"Igualmente, Ludwig." Antonio contestó, sonriendo. Después miró a Elena, y besó su mano. "¿Como van los preparativos de la boda, mi reina?"

Elena sonrió, y dijo "muy bien, mijito. Aunque con la nueva integrante de la familia se nos hace un poco difícil…" Ella paró lo que iba a decir, y señaló a que Catarina fuera adonde ellos. "Ella es nuestra hija, Catarina de Castellet."

Catarina se acercó a él, y le sonrió. Antonio se puso de la altura de ella, y le sonrió como siempre lo hacía con todas las personas que veía. "Es un placer el conocerte finalmente, señorita Catarina. Tengo algo para usted." dijo Antonio, alborotando un poco el cabello de Catarina en el proceso.

Catarina le sonrió, y ella se rió un poco cuando Antonio le hizo eso. "Igualmente, es un honor el conocerte, Antonio. Me llamo Catarina, pero la gente me dice Cata o Catita." Ella dijo, sus ojos verdes abiertos de felicidad. "¿Vaya, un regalo de cumpleaños para mi? … ¿que es?" Continuó preguntando.

"Catita, no sea sin respeto." Elena le dijo, cruzando sus brazos.

Antonio miró a Elena, sonriendo

"No es molestia, mi reina. Vuestra hija es tan tierna, no he de molestarme con ella. Además, me fascinan los niños." Le dijo, mirándola. Después sacó algo de su bolsillo, diciendo "este tomate es para usted, ojala os guste."

Elena siempre le daba tomates a ella para que coma, entonces a ella le encantaban. Catita le sonrió de vuelta a Antonio, recibiendo el tomate. "Esta es una de mis comidas preferidas. ¡Muchas gracias, Antonio!" Dijo inocentemente, masticando el tomate maduro. "Mmm, pues está delicioso este tomate."

Antonio sonrió como siempre, y dijo "vaya, no lo sabía. ¿Que nación representas? Catita, mi hijo mayor que es de tu edad que le molan los tomates igual que usted,. Pienso que he de presentarte lo algún día, vosotros se llevarían muy bien."

"Mi mamá me da uno cada dia, es por eso." Catita dijo "yo soy Andorra, el principado de Andorra. Ya se que usted es el reino de España, no me lo tiene que decir."

Elena miró a su hija con orgullo, pero dijo. "Nosotros tenemos una reunión con Francis y Victoria, mijito. ¿Podemos pasar, y dejarte a cargo de la niña?

Antonio miró a su hermano, y dijo "Claro que si, mi reina. Gabriel, abre las puertas para ellos."

Gabriel señaló un "sí" con su cabeza, y abrió la puerta. Ludwig y Elena se fueron, y Antonio pudo seguir conversando con Catita.

"Mon amis, hace tiempo que no vienes por acá." Francis dijo, abriendo la puerta para sus amigos cuando llegaron al castillo.

"Ja, hace 3 meses que no nos vemos. Nosotros hemos estado muy ocupados con todo." Ludwig dijo, sentándose al lado de su señora.

Esto fue seguido por Elena diciendo "Yo estoy muy ocupada cuidando a Catarina que está afuera con Alfred y Matthew. También con mis deberes como reina."

"Si, la vi cuando llegaron. Mes amis, Felicitaciones con su hija nueva." Francis dijo.

"francis y yo siempre peleamos por todo, pero esta vez tiene razón él. Hemos escuchado hablar de ella." Victoria dijo, sentándose al lado de su marido.

Mientras tanto:

Alfred y Mattie le estaban mostrando todo el reino a Catarina. Ellos tres estaban caminando por un pasillo que tenía muy pocos árboles, y que en temperatura hacían 15 grados de diferencia entre sol y sombra.

"¿Hey Matt, quieres ir a tomar helado al negocio de la señora Vargas? Hace mucho calor. ¿qué me dices, bro?" Alfred dijo, sacando el sudor de su frente con la mano.

"Eh… creo que es una buena idea." Mattie le respondió, mirando a Catarina. "¿Quieres tomarte un helado con nosotros, Catarina?"

"¿Que es helado?" Cata le preguntó, mirándolo con una cara confundida.

Los dos hermanos se miraron el uno al otro, y Alfred dijo "¿En serio, no conoces al helado? Catarina, no sabes lo que te estás perdiendo, dudette."

"No, mi mamá nunca me dio helado de probar." Cata dijo en una voz tímida, mirando abajo.

"¡Nosotros te mostramos lo que es el mejor helado en todo el reino, bro! Tenemos una amiga que vende helados, se llama Sara Vargas." Alfred dijo, tomándole la mano a Catarina corriendo rápidamente en la dirección de la heladería. Mattie corrió lo más rápido que pudo, siguiendolos.

Con los adultos:

Francis le había pedido a la cocinera que hiciera un picadillo para ellos cuatro. Ellos estaban hablando de la relación que hay entre ambos reinos, y estaban determinando que deberían hacer para mejorarlas.

"Ja, tenemos muy buenas relaciones entre nosotros. Sería bueno mejorar la relación fronteriza entre Corazones und Diamantes." Ludwig dijo, tomando de la cerveza que tenía.

"Mais oui, y que sería mejor para los dos reinos que unificarlos, non." Francis sugirió, una mirada media loca en su cara.

"¿Estais diciendo que deberíamos organizar una boda?" Elena le preguntó, con una cara confundida.

"Oui, mon cherie. Una boda entre nuestro hijo, Alfred Jones et la hija de ustedes, Catarina de Castellet-Beilschmidt, ohohohohohohohohoh…." Francis dijo, riéndose como siempre.

Esto fue seguido por Victoria pegándole en la cabeza, diciendo "¡SHUT UP, eres un bloody wanker, Francis! Estamos hablando de algo serio, y tu ahí riéndote."

"¡Ah oui, y tu eres la oveja negra de los cuatro reinos, Victoria!" Francis gritó, enojandose con ella. Se acercaron el uno al otro, y empezaron a pelear de nuevo.

"¡Callense los dos ahora mismo, yo pienso que es buena idea!" Ludwig dijo, irritado con la pelea nada que ver que tuvieron ellos.

Fue seguido aquel comentario que Ludwig hizo por Elena diciendo "Yo igual, ¿pero no creen que ellos están muy chicos para casarse?"

"Tendríamos que esperar a que ellos crezcan, and después podríamos arreglar ese matrimonio. I think it's a splendid idea. " Victoria dijo, tomando de su tasa de the

Mientras tanto:

Los niños llegaron a la heladería de Sara, la amiga Italiana de Alfred y Mattie. Era un negocio pequeño en una esquina del camino que estaban tomando. El negocio estaba muy bien decorado, y parecía que fue construido en la época del Renacimiento porque se notaba que usaron los arcos y columnas de la antigüedad Greco-Romana.

"Bienvenida a la heladería de Sara Vargas, eh." Mattie le dijo a Catarina, abriendo la puerta para ella cuando entraron. De inmediato fueron saludados por el aire fresco de la heladería.

"Wow, es muy linda." Cata dijo, mirando alrededor de ella. De adentro, también se veía algo de antigüedad, junto con un poco de modernidad. "Yo había visto este estilo de estructura donde vivo, alguien las puso ahí. Después él me abandonó, era un hombre mayor de edad."

Fueron interrumpidos por una voz de mujer Italiana que estaba parada detrás del mesón que le dijo "Ciao, benvenuta a La Paloma. " La señora tenìa el pelo de un color castaño rojizo que era largo, y arriba era algo chascón. El "rulo Italiano" que tenía ella se encontraba en el lado izquierdo de su cabeza. Ella tenía la piel algo entre blanca, y bronceada. Estaba vestida con una blusa blanca con un chaleco amarillo que la cubría. ella también llevaba una falda naranja con un delantal blanco.

"Salut, Sara. Ella es nuestra amiga, la princesa Catarina Castellet de Corazones." Mattie dijo, caminando hacía el mesón donde estaba la señora.

Cata lo siguió, diciendo "Gracias por la bienvenida al reino de diamantes, y esta muy bonita su heladería."

Sara abrió los ojos color miel que tenía de felicidad cuando dijo "è un onore di incontrarti finalmente, principessa Catarina. La mia famiglia ha ascoltato molto parlare di te. Perchè questa visita?" saliendo de donde estaba, y ella hizo una reverencia ante la princesa.

"Es un placer el conocerla, señora Vargas. Parece que soy muy reconocida en el reino de diamantes, pero todos me conocen como Cata o Catita. No es necesario usando los títulos, pues Mattie y Alfred me trajeron a tomarme un helado ya que no se que es." Cata dijo cuando Sara se paró, y le tomó la mano.

Sara no pudo creerlo cuando Catarina dijo eso, y dijo "aspetta un momento, Catita."

Ella fue detrás del negocio, y se demoró 20 minutos en salir. Mientras tanto, Catarina le preguntó "¿A dónde fue?"

"Ella tiene 3 hijos, y uno de ellos es nuestro amigo también." Mattie dijo en tono tímido en su voz.

"Yeah, bro. Romano es cool, a él le encantan las niñas. Eso es una advertencia para cuando lo conozcas, Cata." Alfred dijo después de que Mattie terminaba lo que iba a decir. Cata no sabía que iba a vivir una historia muy bonita junto a la gente que conoció aquel día, no sabía que aquel niño que estaban hablando ellos se convertiría en su mejor amigo.

Justo salió Sara con sus tres hijos, y dijo "Catita, questi sono i miei figli. Gli sue nomi sono Lovino, Feliciana, e Sebastian Vargas."

Mientras tanto en otra parte del reino de Diamantes-Espadas - inicio de la historia entre Antonio y Nayare:

Nayare Ayinray era una mujer de la categoría cinco de Espadas, era amante de naturaleza. Ella vivía en armonía con su tierra natal, y a su pueblo lo defendía a todo costo. Ella tenía dos pretendientes en este instante quienes eran Cuzco Picchu - el Imperio Inca que también era entre varias familias de "5" de espadas, y Antonio Fernández-Carriedo. Ella sentía que estaba entre la espada y la pared con este asunto, pero en realidad quería estar sola cuidando su tierra como siempre lo había hecho. Ellos no le hicieron caso, y estaban los dos tratando de conquistarla. Ella era tsundere con los hombres, así que no se dejaba pasar por ellos. Todo esto cambió un día…

Ese día, algo no estaba bien. La gente del pueblo de Nayare, y la misma naturaleza que la rodeaba lo presintió. Hasta el día de hoy lo recuerda, y incluso la machi se lo advirtió cuando habló con ella sobre este asunto.

Naya recién regresaba a la casa de ella después de haber ido al mercado a hacer las compras, y estaba caminando por la costa del río que estaba al frente de la cabaña de ella. Estaba disfrutando de la naturaleza, y además estaba distraída con sus pensamientos. Naya no se sentía como siempre ese día, estaba débil. ¿Por qué? No sabía, parece que la gente está siendo atacada por algo. Paró un ratito a mirar su reflexión en el agua tranquila y cristalina. Se sentó un ratito ahí en el pasto verde para relajarse un poquito.

De repente los vientos cambiaron, la tierra no estaba como cuando ella llegó en aquel lugar. El cielo se puso más gris de lo que estaba. No lo sintió acercándose hacia ella hasta que llegó adonde estaba. Cuzco Pichu la abrazó por detrás, y le besó la mejilla.

"¡¿Que mierda estas haciendo aquí?!" Le gritó, tratando de quitárselo de encima.

"¿Quieres casarte conmigo, Nayare?" Le preguntó "nos conocemos de toda la vida, y yo te amo con toda mi alma."

"¡Ya sabes mi respuesta, mi pueblo viene primero!" Le gritó, tratando de pararse.

Él le tomó la mano, no dejando que se parara, gritando "¿Es él, cierto? ¿Estas enamorada de Antonio? … CONTESTAME AHORA MISMO, ESTÁS ENAMORADA DE ANTONIO SI, O NO?!"

"¡Ahh, me estas haciendo daño!" Naya gritó, cayendo en el pasto otra vez. se dio vuelta para mirarlo, preguntándole "¡¿A dónde vas con esta conversación, huinca 'e mierda!? ¿Pa' que te poni' celoso de él, si con él me pasa lo mismo que contigo? Aun no elijo con quien quiero estar."

"¡Quiero que seas parte de mi imperio!" Él gritó, acercándose a ella. En realidad, Nayare quería vivir en paz. Como antes que estos dos chantas llegaron a la vida de ella.

"¡JAMÁS! Lárgate de aquí ahora mismo, huinca 'e mierda. Sino quieres que te saque la re …" le gritó con las fuerzas que le quedaban, pero él le pegó una cachetada.

"¡No me vengas con esa, Nayare! ¡Pues vas a ser mía, te gusté o no!" Él gritó, tomándola de la cintura.

"¡NO, POR FAVOR! Lárgate de…" dijo ella, empezando a llorar. Él no la dejó terminar lo que le iba a decir, y la besó. Nota histórica: las fronteras del Imperio inca pudieron llegar solamente hasta el Norte de Chile porque los Mapuches no los dejaron ir más al sur, y es aquí donde los Inca invadieron al Pueblo Mapuche

Mientras tanto en la heladeria:

Romano quedó mirando a Catarina por un ratito cuando salió, y fue el primero en caminar hacia ella para saludarla. Los ojos color miel que tenía él quedaron abiertos, y estaba algo sonrojado cuando la miró a los ojos verdes que tenia cosa que todos se dieron cuenta, menos él.

"Ciao, principessa. Io mi chiamo Lovino Romano Vargas, ma mi puoi chiamare Romano." Èl le dijo despuès de unos minutos, besando la mano de ella.

Catarina estaba sorprendida con esto, y dijo "te puedes parar, Lovi. Yo me llamo Catarina de Castellet-Beilschmidt, pero me dicen Cata, o Catita."

"E un onore di incontrarti, Catita. La verità è che nessuno non mi ha mai chiamato Lovi perché non mi piace molto quando le persone mi chiamano dal mio nome, ma sarei disposto a fare un'eccezione. discolpa, tu sei così bella. Dirvi che cosa, il gelato che stai per ottenere sarà libero." Romano le dijo "questa è la mia sorella, Veneziana e il mio fratello, Sebastian."

Los hermanos de Romano se acercaron hacia Catarina, y cada uno de ellos le tomaron la mano.

"No tienes que darme el helado gratis, Lovi. Puedo pagarlo yo, no te preocupes." Cata le dijo a Romano, mirándolo con cara de curiosidad. Él era de la misma edad que ella, y se parecía mucho a su mamá. También le acordaba alguien que la había cuidado algunos años antes.

Después Sara mandó a su hija a que hiciera una mesa para 6 personas, ella decidió que era buena idea servirles a todos un barquillo de helado ya que ese dia era muy caluroso. Cuando todos fueron a sentarse, Romano sacó la silla que estaba al lado de la de él para que Catarina se sentara.

"Gracias por el helado, Lovi." Cata le dijo, sentándose y mirándolo de nuevo.

"Prego, Cata. Tu sei la nostra invitada di onore, e che gelato ti piace per provare?" Romano le preguntó, tomando una libreta y un lápiz para tomar las órdenes.

"Yo quiero uno de Vainilla con caramelo encima por favor?" Le dijo ella en su acento Catalán, sonriéndole.

Él se paró de su silla, y le dio una pequeña sonrisa. Esto hizo que todos los que estaban sentados en aquella mesa se quedaron helados porque Romano normalmente no le gustaba sonreír, y siempre era algo gruñón especialmente con los hombres.

Romano tomó las otras pedidas, y fue a darle el papel a su madre para que ella hiciera los helados. Mientras tanto, Catita estaba mirando alrededor de ella. Todos estaban boca abierta-ojos abiertos, no podían creer lo que vieron.

"¿Que pasa, hice algo malo?" Cata dijo, sin saber lo que pasaba.

"No, tu non hai fatto niente di male, bella. Il mio fratello non e come questo tutto il tempo. Lui ha una personalità molto forte, e lui è facilmente arrabbiato dagli uomo. Quando lo conosci meglio, lo renderai conto." Le dijo Sebastián, sentándose y mirandola. "È molto affezionato alle ragazze e ama coccolare come tutti noi."

Alfred interrumpió la conversación, gritando en voz alta "¡hey, yo pienso que a Romano le gustas, bro! ¡Está enamorado de ti!"

"Chi ha detto che io sto innamorato di Catita, eh!? Sai che io ti puó ascoltare, Alfred?" Romano dijo, mirando a Alfred con una cara fea. En ese momento, él había regresado a su asiento, y miró de nuevo a Cata.

Catarina los miró a los dos, y dijo "él solo fue generoso conmigo, no significa nada." en su voz inocente que tenía

"Non gli devi ascoltare, Cata. Io non sto facendo niente di male, cierto?" Romano le preguntó, una expresión preocupada en su cara. Sabía que a veces se podía pasar de la mano con eso también, pero solo un poquito.

Cata señaló un "no" con la cabeza, y dijo "no me estás molestando, Lovi. No te preocupes, yo me siento como si estuviera en mi casa."

"Questo sta bene, Catita." Le dijo, guiñandole el ojo.

Justo en ese momento, Sara llegó con los helados. Ella les sirvió a todos sus helados respectivos, y dijo "buon appetito."

"Gracias, Sara. Se ve delicioso el helado." Le dijo Catarina, mirando el barquillo.

"Prego, questo gelato e specialmente per te." Sara respondió, dándose vuelta. "Voi mi chiamate se avete bisogno di me."

Sara fue al mesón donde se sentaba, y Cata miró como los demás niños se comían sus helados. Ella podía sentir el olor a vainilla con caramelo, era helado fresco recién hecho. Cata hizo lo que todos hacían cuando puso su lengua cerca del helado, y daba vuelta el barquillo. Hubo una sensación fría cuando el helado blanco tocó su boca la primera vez, pero después se acostumbró.

Romano miró como ella disfrutaba del helado con una cara tierna, y le preguntó "e come sta quel gelato, Catita?" Mientras que terminaba el helado de pistacho que tenía él.

"El helado estuvo delicioso, es el mejor regalo de cumpleaños que pudiste darme, Lovi. Aún no te conozco muy bien, pero te daré un abrazo igual." Cata le dijo, abrazándolo.

Los demás niños pensaron que él iba a reaccionar mal cuando lo abrazó, pero él no le importó que ella lo abrazara.

"Oggi è il tuo compleanno, Cata?" Le preguntó Romano, abrazándola de vuelta.

Cata lo soltó, y le dijo "perdóname, me nace abrazar a las personas cuando me emociono, Lovi. Si, mi cumpleaños es el 8 de Septiembre."

"Sta bene, Catita. Mi avresti detto quando sei arrivato, così potremmo festeggiare, eh. Il mio compleanno e il 17 di Marzo." Romano le dijo, comiéndose lo que quedaba del barquillo.

Cata hizo lo mismo, diciendo "¿no estamos celebrándolo ahora, Lovi? Mira, estamos todos aquí comiendo helado. Este es probablemente el mejor cumpleaños que he tenido. Alfred, Mattie gracias por traerme aquí. Estoy muy agradecida."

"No hay problema, Feliz cumpleaños, Catarina!" Alfred gritó, dandole un "5 alto"

"Yeah, eh. Eres nuestra amiga del otro lado de la frontera." Mattie dijo, terminando el helado que se comía.

De vuelta a la casa de Nayare

Ese día, Cuzco hizo lo que le dijo a Nayare que iba a hacer con ella. Ella no quiso corresponderle a nadie, pero bueno. Debería haberse arrancado, pero era demasiado tarde. Cuzco la abandonó después que pasó la desgracia esa, y no sabía qué hacer. Ella entró a su cabaña, y se duchó. Mientras que se cambiaba de ropa maldecía ese día, y juró que nunca se iba a poner débil otra vez. Nayare también juró que no se iba a enamorar otra vez, y que iba a mandar a Cuzco al Miñche Mapu a que la cuca lo convirtiera en espíritu malo.

Devuelta a la heladeria

Todos habían terminado sus helados, y ya era hora que Alfred, Mattie, Catarina se fueran de vuelta al castillo. Romano se acercó a Catarina, y le dijo "aspetta, Catita. Io so che questo e nell'ultimo minuto, ma io ho bisogno sapere se possiamo vederci otra volta, sai come amici?"

Los ojos de Catarina se abrieron de felicidad cuando él dijo eso, y le respondió "en serio, quieres ser amigo mío?" Después de algunos segundos miró al suelo, y dijo "perdóname, Lovi. Es que no tengo amigos en el reino de donde vengo."

"¿Che, ma come non hai amici? siamo la cosa più vicina che tu hai a un gruppo di amici!? so che ti ho appena incontrato, ma come diavolo è possibile se hai un cuore d'oro!" Romano le gritó, no comprendiendo el porqué ella no tenía ningún tipo de amistades. A él le interesaba saber mas de ella, no sabía porque.

"Es que yo vivo alrededor de las montañas pirineo, y se me hace difícil encontrar amigos. Estoy con mis padres en el castillo de Corazones ahora, pero a veces me voy a mi casa a visitar." Catarina le dijo en el acento catalán que tenía, mirándolo tiernamente.

Fueron interrumpidas por Alfred diciendo "¡c'mon, bro. Tenemos que irnos antes de que tus padres se preocupen!"

"Ya iré altiro, Alfred." Catarina le respondió, mirando a Alfred y Matthew que estaban esperando la. Ella después miró a Romano, y le dijo "Muchas gracias por el helado, Lovi. Ojalá podamos ser amigos, y ojalá que nos podamos ver otra vez a futuro."

Romano le tomó la mano, y a besó diciendo "prego, Catita. Mi dà molta felicità che ti piace il gelato. Non devi preoccuparti, eh. Io non ho de amici, solo Alfred e Matthew. Allora devi andare a casa, ci vediamo altro giorno."

Catarina le sonrió, y le dijo antes de irse "de acuerdo, Lovi. Nos veremos otro dia, gracias por recibirme aquí."

"Ciao, Catita." Le dijo, soltando la mano de ella. Romano quedó suspirando mientras que estaba viéndola ir, él estaba viendo si es que ella miraba en la dirección de él, eso significa que a lo mejor hubiera una amistad entre ellos dos. Después de un minuto miró para abajo, y Catarina justo miró adonde estaban. Él miró arriba, y vio que estaba mirándolo con sus ojos verdes esmeraldas. Romano le señaló un "adiós" con la mano, y ella hizo lo mismo.

Catarina pensó todo el camino en cómo irá a ser la amistad de ella con Romano, y pensaba en decírselo a su mamá porque con ella lo podía hablar todo.

Romano fue dentro de la heladería, y encontró su madre y hermanos mirándolo. "¿¡Che!?" Gritó, llendose a su pieza.

"¡Romano, tu devi fare gli tue lavori della casa!" Sara gritó para arriba después que su hijo se fue para arriba.

"¡Nah!" Fue la respuesta que recibió, entonces lo dejó ir. A lo mejor necesitaba estar un rato solo.

Romano entró a su pieza, y casi se cayó encima de todo el cachureo que había. "Maledizione, perché la mia sorella e migliore che io nel quelle cose della limpieza!? Lei è migliore che io in tutto! Spero che non faccio male le cose con Catarina, come faccio tutto il resto…" pensó, mientras miraba hacia afuera.

De vuelta al Castillo de Diamantes-Espadas

"Entonces todos estamos de acuerdo con esto, ja?" Ludwig preguntó, terminando su cerveza. "Todos de acuerdo digan "ich", o sea "yo"."

"¡Moi!" Francis gritó, levantando la mano.

"¡I accept this proposal too!" Victoria siguió

"¡Yo igual!" Elena dijo, mirando el marido de ella.

Ludwig sacó un documento legal del archivador que llevó para sí lo iba a necesitar, y sacó un lápiz mina de su bolsillo.

Todos lo quedaron mirando con caras sorprendidas, y la señora de él le preguntó "¿qué es ese papel, cariño?"

"Yo sabía que iba a pasar esto desde antes, así que le pedí a mi jefe que hiciera los trámites. Solo tenemos que firmar." Dijo Ludwig, y puso el papel en la mesa. Él tomó el lápiz, firmando el documento.

Elena, Francis, y Victoria firmaron después, sin saber lo que iba a pasar a futuro. Desde ese dia que Alfred Jones, príncipe de Diamantes-Espadas y Catarina de Castellet, princesa de Corazones fueron comprometidos.

Ahí comenzó la historia…