Titulo: Reverto Umquam
AUTORA: J@ina
E-mail: kasaes@hotmail.com
Nota:
Esta historia contiene personajes pertenecientes a la autora J.K. Rowling. Ninguno de las historias que publico recibe ninguna remuneracion economica.
Resumen:
Por un evento misterioso, Hermione viaja al pasado de Draco Malfoy por lo que no solo tendrá que luchar para sobrevivir dentro de la Fam. Malfoy sino que tendrá que buscar la manera de regresar a su presente. Angst, Romance, Misterio. Draco/Hermione.
=============================================
CAPITULO 1
Un ambiente cálido, mezclado con una serie de olores y sonidos era lo que ofrecía el Callejón Diagon a las centenas de magos y brujas que recorrían sus estrechos callejones.
Algunas brujas vestían de brillantes colores, haciendo gala de sus exuberantes sombreros con plumas o flores, los magos vestían mas discretamente aunque algunos tenían cierta preferencia por las túnicas de cuadros y a rayas. Los mas pequeños miraban entusiasmadamente los diversos dulces de chocolate, manzana y calabaza que ofrecían ciertos puestos mientras que otros exponían juguetes de todo tipo de complejidad y diversión.
En el fondo del callejón relucían tiendas de mascotas, plantas y calderos pero una en especial era el centro de atención de los magos en busca de los objetos mágicos más raros que pudieran imaginarse. Se trataba de la Tienda de Antigüedades y Excentricidades "Madame Vernis".
Dentro de la tienda se podía percibir un aire añejo y melancólico que se intensificaba con las lámparas a media luz. Habían decenas de anaqueles de madera labrada donde se exhibían objetos de todo tipo de formas y colores, algunos de ellos de procedencia muggle.
Hermione Granger entró al lugar como si se tratara de un parque de diversiones, a diferencia de su compañero pelirrojo, Ron Weasley, quien no dejaba de mirar con horror los animales disecados, que yacían en la entrada, y las estatuas de mármol que movían sus ojos siguiendo cada movimiento del muchacho.
A sus 17 años, Hermione había suavizado sus facciones haciéndole lucir mas distinguida junto con su figura larga y esbelta, sus ojos color miel reflejaban un alma noble y su cabello ondulado color castaño enmarcaba un rostro que mostraba a la perfección el brillo de la inteligencia.
- ¿Puedes explicarme que hacemos aquí?.- Pregunto el pelirrojo con cierto tono de exasperación.
- Simple curiosidad.- Contesto Hermione con una sonrisa que no calmo para nada lo nervios de Ronald Weasley.
El pelirrojo muchacho no había cambiado mucho con el paso de los años, aun mantenía la misma mirada de niño que reflejaba a través de sus ojos azules. Su cabello rojizo intenso se encontraba un poco mas largo de lo normal, proporcionándole un aire a rebeldía que era opacado por sus sencillas pecas doradas que le cubrían gran parte de la nariz haciéndolo ver aun mas infantil. Ron había crecido varios centímetros mas que el resto de sus amigos y en su cuerpo se desarrollaron discretos músculos debido a las arduas practicas de Quidditch.
- Mira todos esos animales...- señalo el chico a un conjunto de ratones disecados que estaban colocados sobre una repisa de madera.- Este lugar es espeluznante.
- Madame Vernis adora los animales...- dijo tranquilamente .
- ¿Adora los animales?. ..- Ron hizo una mueca de desagrado.- Una persona normal los mantendría vivos.
- Deja de quejarte.—dijo Hermione mientras hojeaba un libro color ocre que parecía tener cientos de años.
Ron se cruzo de brazos de mala gana mientras su mejor amiga caminaba por entre los pasillos de la tienda observando detalladamente cada articulo que gozaba de un valor antiguo y exótico. A la chica le había llamado la atención unas pequeñas figuras de cerámica pintadas a mano hasta que tropezó con un mueble que contenía infinidad de libros de todos los temas posibles.
- ¿Les puedo ayudar en algo?.- dijo una persona haciendo que ambos chicos dieran un respingo.
Una mujer canosa y aspecto envejecido salió de entre unas pilas de cajas. Tenia la tez morena y ojos azules, sus ropas eran amplias y de color violeta y portaba un enorme sombrero con flores lilas en uno de los costados.
- Buenos días...- Saludó Hermione sintiéndose tonta por haberse asustado.
- B-buenos días...- dijo Ron tomando aire.
- Buenos días... ¿Estudian en Hogwarts?.- pregunto mirando rápidamente la insignia de la escuela en sus capas.
- Si, séptimo curso.- Contesto rápidamente Hermione.
- Ya veo...- dijo la bruja moviéndose lentamente hacia ellos y haciendo flotar con su varita algunas cajas que se encontraban en una repisa cerca de ella.- ¿Y les ha gustado algo en particular?.
- En realidad, todo lo que hemos visto hasta ahora resulta fascinante.- Los ojos de Hermione brillaron.
- Muchas gracias. No todas las personas piensan que vender antigüedades y objetos mágicos raros sea un buen negocio pero a mi familia le ha funcionado por 200 años.
- ¿Tiene usted cosas aquí que tienen esa antigüedad?.- pregunto Ron.
- Varias, aunque mi memoria me esta fallando últimamente y ya no recuerdo exactamente lo que tengo.- La bruja sonrió haciendo que se acentuaran unas líneas a los costados de sus ojos azules.
- ¿Podría tener algo sobre Runas antiguas?.- pregunto Hermione.
- ¡Ah!. Runas antiguas...- dio la bruja con un cierto tono de emoción.- Me encantan las culturas mágicas antiguas.
- Es interesante estudiar sobre las costumbres de otras civilizaciones, ¿no cree?. - La chica alzó una ceja.
- Estoy de acuerdo y creo tener libros que hablan sobre civilizaciones remotas. Solo déjame buscar....- La mujer camino hacia unos libreros y comenzó a leer los lomos de algunos de los envejecidos tomos.- Hay tantas cosas en este lugar que ni yo misma las recuerdo todas.
Ron soltó una leve risa cuando vio encima de su cabeza una escoba de un modelo demasiado viejo como para usarla. Hermione le dio un golpe con el codo y lo reprendió con la mirada. Madame Vernis alzo la vista hacia la escoba y sonrió.
- Esa escoba le perteneció a Agnes Lidenbrock.- dijo.
Ron abrió enormemente los ojos.
- ¿Lidenbrock?. ¿La buscadora del equipo de Irlanda?.
- Si.- La señora hizo que la escoba descendiera hasta los ojos de Ron.- Ya veo que has oído hablar de ella, fue buscadora en el año 1935.
- Lidenbrock hizo que Irlanda ganara los Mundiales de Quidditch tres veces...- Ron pasaba su mano por encima pero sin tocarla, como si tuviera miedo que se deshiciera.
- Interesante.- dijo Hermione mientras se golpeaba suavemente la nariz con un dedo.
- Pero la escoba no la vendo, es un recuerdo de mi Padre. La misma Lidenbrock se lo dio en persona ya que él trabajaba en el departamento de Juegos Mágicos del Ministerio.
- ¡Oh!.- dejo escapar Ron sorprendido mientras retiraba sus manos de la escoba.
La bruja hizo unos cuantos movimientos con la varita y la escoba volvió a ascender a su lugar. La señora fijo nuevamente su mirada en el librero mientras repasaba con su dedo los libros.
- ¡Por fin!.- exclamó alegremente.- Encontré algo que podría gustarte.
La bruja entrego a Hermione un libro de hojas amarillentas que en cuya portada lucia la imagen de un extraño símbolo.
- Contiene todo acerca de la cultura de la India, ya casi nadie le presta atención a los antiguos magos hindú pero yo creo que podrías echarle un vistazo.
La gryffindor comenzó a hojear el libro y sus ojos color miel adoptaron un brillo de entusiasmo.
- No he podido leer casi nada de los magos hindú, hay muy poco libros modernos que hablan de ellos.- dijo Hermione sin levantar la vista del libro.- Este es muy interesante.
- Este libro fue escrito por un mago hindú del siglo XIX, Kashi Rahim. Estudiaba abiertamente la sociedad mágica de antaño. - Madame Vernis hizo un señalamiento con su dedo a una parte de la pagina.- Incluye también reseñas de algunos hechizos que podrían servirte para otras materias.
- ¡Esta perfecto!.- Hermione cerro cuidadosamente el libro y lo abrazo a su pecho.- Me lo voy a llevar.
Un ruido estruendoso se escucho a unos pasos de las brujas llamándoles la atención. Ambas fijaron su mirada en una pila de cajas desmoronadas por el suelo, encima de ellas se encontraba Ron.
- ¿Que estas haciendo?.- Pregunto Hermione con un cierto rubor en las mejillas por el enojo.
- L-lo siento.- dijo el chico pelirrojo incorporándose con las orejas rojas de la vergüenza.- E-estaba observando por ese cristal y vi una... araña.
Madame Vernis comenzó a reír mientras que con su varita iba apilando nuevamente las cajas.
- Lo que viste fue una araña de solo tres centímetros pero a través de la lupa se ven mucho mas grandes de lo que son.- dijo Hermione con el ceño fruncido mientras observaba un pequeño insecto huir asustado.
Ron bajo la cabeza avergonzado.
- Las arañas me dan pavor... - dijo el pelirrojo a la anciana con la mirada baja.
- No hay porque avergonzarse..- La señora lo miro fijamente y se acercó a él como si fuera a decirle un secreto.- Yo le tengo miedo a las lombrices, jamás pude preparar correctamente una poción para la calvicie porque temblaba cada vez que tenia que cortarlas.
Hermione iba a decir algo pero al mirar hacia el suelo algo le llamo la atención.
- ¿Que es esto?.- Pregunto la chica levantando a una pequeña medalla ovalada.
- ¿Eso?.- La mujer se acercó a ella y saco unas enormes gafas con pedrería en todo el alrededor.
Hermione se lo entregó y la anciana lo movió ligeramente entre sus dedos. El diseño del objeto era sutil, construido en un material plateado con una serie de delicados detalles alrededor de una piedra negra, que colgaba finalmente de una cadena delgada y plateada.
- Que raro..- dijo finalmente Madame Vernis.- No recuerdo haberlo visto antes.
- Es un relicario.- dijo Hermione.
Ron se acerco a ambas brujas y lo miro con el ceño fruncido.
- ¿Tendrá alguna magia en particular?.- pregunto Ron.
- No lo se..- dijo Madame Vernis.- Pero podemos averiguarlo.
La anciana apunto con su varita el relicario y pronuncio unos cuantos hechizos reveladores de magia en la que ninguno obtuvo ninguna respuesta.
- ¡Vaya!.- exclamó.- Un objeto muggle en mi tienda.
La señora abrió el relicario y dentro de el se encontraba la foto de una mujer de cabello negro y ojos verdes. En una parte se mostraba las iniciales I.S. junto con un pequeño mechón de cabello negro.
- Ella seria antes la dueña.- dijo Hermione con cierta curiosidad.- ¿Pero quien es?.
- No tengo idea.- La bruja cerro un ojo tratando de enfocar con el otro en el relicario.- Ni siquiera perteneció a mi familia. Talvez mi esposo lo guardo aquí sin que yo supiera.
Madame Vernis camino hacia el mostrador principal y ambos Gryffindor la siguieron.
- Es un poco extraño...- dijo en tono pensativo.- pero ya que se encuentra aquí....
- ¿Usted lo vendería?.- interrumpió Hermione con cierta timidez. Ron la miro de reojo.
- Pero no tiene nada de especial...- comentó Madame Vernis.
- Aun así... ¿cual seria su precio?.- insistió la chica.
- Debido a que es únicamente un objeto muggle serian cinco sickles.- contesto no muy convencida del interés de Hermione sobre el relicario.
Hermione respiro profundamente y saco unas cuantas monedas colocándolas sobre el mostrador.
- Dentro de unos días será mi cumpleaños y papá me dio algo de dinero para que comprara lo que mejor me pareciera.
- En ese caso muchas felicidades por adelantado.- dijo la bruja haciendo aparecer chispas de colores alrededor de Hermione. La chica sonrió feliz pero Ron miró la escena con una expresión de extrañeza.
Ron se sacudió el cabello con una mano.- ¿Estas segura de comprarlo?.
- A mi me parece grandioso tener un relicario.- dijo al muchacho mientras se colgaba el relicario tranquilamente en el cuello.- Aunque anteriormente le haya pertenecido a otra persona.
- No estoy muy seguro...- dijo Ron torciendo la boca.- Es muy raro traer colgado algo que le perteneció a otra mujer.
- No cabe duda que luce muy bien en ti....- dijo la bruja interrumpiendo a Ron.
La gryffindor bajo la mirada avergonzada.
- Gracias.
- En total seria veinte sickles.- dijo Madame Vernis tomando unas monedas de las que le había dado a Hermione y las hizo volar hasta una caja registradora mientras que mágicamente el libro era envuelto en hojas de papel.
- Muchas gracias Madame.- dijo Hermione dirigiéndose a la salida en cuanto tuvo el libro en sus manos.
- El placer es mío.- dijo la bruja agitando sus largos dedos en señal de un adiós.
Al salir de la tienda, Ron respiro con profundidad el aire del Callejón Diagon.
- Creí que nunca saldríamos de ahí...- dijo Ron llevándose una mano a la nuca.- La tienda y la dueña son muy extrañas...
- Eres un exagerado, Ron.- dijo a regañadientes la chica.- A mi me pareció de lo mas fascinante. ¿Viste todas los candelabros y esferas que colgaban del techo?.
- A parte de la escoba, lo único que pude ver fue un murciélago disecado de color azul.- dijo Ron de brazos cruzados mientras caminaba a un lado de su amiga.- Era escalofriante...
- Escalofriante fue cuando permaneciste una hora parado frente a la tienda de Quidditch sin mover una sola pestaña.
- ¡Era la nueva Nimbus!.- Exclamo Ron indignado.- ¿Como no admirar semejante preciosidad?.
- Ni siquiera Harry permaneció tanto tiempo como tu lo hiciste.
- Harry tiene una Saeta de Fuego... no compares.- dijo el chico alzándose de hombros..
- ¡Por fin los encuentro!.- Se oyó la voz de un chico detrás de los dos gryffindor.
Ambos jóvenes se dieron la vuelta y sonrieron al encontrarse con la presencia de Harry Potter.
El Capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor también había cambiado. Su estatura se había visto acrecentada aunque no con la misma intensidad con que lo había hecho Ron. Sus serenos ojos verde esmeralda reflejaban una inquietante tristeza pero que era contrarrestada por una alegre sonrisa. Su cabello negro lucia tan despeinado como siempre mientras que en su cuerpo, delgado y moreno, se habían desarrollado músculos que lo hacían verse mas adulto.
- Harry... ¿pudiste conseguir los polvos de cuerno de unicornio?.-pregunto ansiosa Hermione.
El muchacho levanto tres bolsas de tela ambarina con una amplia sonrisa. La chica soltó el aire aliviada.
- No quiero ni pensar lo que nos hubiera hecho Snape si no hubiéramos llevado los ingredientes completos.- dijo Ron secándose el sudor con la manga de su túnica.
- Nos hubieran bajado cien puntos a cada uno.- contesto Harry con una mueca irónica.
- Pero por Merlín que pudiste conseguirlo..- dijo la chica.- ¿Se imaginan lo que hubiera afectado en nuestras calificaciones?.
- Claro, el Premio Anual con una terrible nota reprobatoria en pociones..¡seria el fin!..- dijo Ron burlonamente.
- ¡Basta Ron!.- Se quejo Hermione mirándolo fijamente.
- Creo que debemos darnos prisa aun faltan muchas cosas que comprar para el curso y mañana partimos hacia Hogwarts.-dijo Harry apresurando el paso.
- Estoy de acuerdo...- dijo Ron siguiendo a Harry a la misma velocidad.
- ¡Espérenme!.- exclamo la gryffindor tratando de alcanzarlos.
*-*-*-*-*-*-*
En un sofá negro descansaba el espigado cuerpo de un joven de 17 años que recorría con su mirada cada uno de los trofeos y medallas que había acumulado a lo largo de su vida, cuando la mayoría ni siquiera los había ganado honestamente pero tenia que decorar con algo aquella repisa que su padre había mandado a hacer.
Estaba próximo a retirarse para la estación King Cross y no tenia ni el mas mínimo animo para levantarse de aquel cómodo sillón. Si fuera decisión de él se habría quedado en casa.
Su rostro pálido y afilado en conjunto con sus ojos intensamente grises expresaban una personalidad flemática, sagaz e imperceptible. Se encontraba acostado en una posición poco común, con el cuerpo estrictamente derecho mientras que sus largos y delgados dedos estaban enredados entre si, apoyados a la altura del pecho como si fuera un vampiro descansando en su sombrío ataúd.
La habitación estaba en silencio, solo escuchaba su propia respiración y en cierto modo le agradaba estar así. Talvez por eso no deseaba marcharse de su soledad, porque solo así podía pensar libremente y no tendría que escuchar las estupideces de sus compañeros.
Afortunadamente, aquel era su ultimo año en aquélla patética escuela y sabia que su padre tenia muchos planes para él pero ese lugar se reservaría unos años mas hasta que estuviera listo.
- Draco...- Una voz femenina detrás de la puerta interceptó sus pensamientos.- Es hora de partir...
Draco Malfoy se levanto de su asiento, arreglándose la capa y la corbata. De mala gana se paro frente a un espejo que le reflejaba de cuerpo entero.
El Slytherin verifico que su atuendo luciera impecable para la meticulosa personalidad de su madre quien le analizaría antes de partir. Sus cabellos rubios platinados, en esta ocasión, caían libres a los lados y al frente mezclando la frialdad y misterio en su rostro.
Durante los últimos meses había crecido demasiado y para orgullo de él, mas alto que Potter. Su cuerpo se conservaba delgado, con un aire distinguido a pesar de los músculos que desarrolló como jugador de Quidditch. Aunque ahora estaba mas pálido que en años anteriores, a pesar de que constantemente salía al sol.
Draco se sonrió a si mismo como muestra de autentica satisfacción de ser un Malfoy. En la escuela era el orgullo de Slytherin puesto que en el año anterior había llevado a la victoria a las serpientes, ganando la copa de las casas. Era inteligente, audaz, perceptivo, malicioso y gozaba de una excelente reputación en toda la escuela como el otro premio anual de Hogwarts.
Si, era el otro porque Hermione Granger había ganado uno también. El solo hecho de recordarla le provocaba ira, nauseas e impotencia porque en mas de una ocasión había intentado hacerle perder puntos colocándole trampas para que la castigaran o boicoteándole sus pociones y hechizos.
El chico se dio la media vuelta y camino hasta su puerta, saliendo de aquella agradable habitación en la que no regresaría sino hasta navidad. Bajo las escaleras rápidamente mientras su madre le esperaba con un escuadrón de elfos domésticos.
- Draco... estas retrasado.- dijo Narcisa Malfoy con el ceño fruncido.
- Aun no...- dijo Draco pisando el ultimo escalón.- ¿Dónde esta el transportador?.
Un elfo se acerco tembloroso al chico y le ofreció una bandeja con una moneda de oro en el centro.
- No olvides escribir..- dijo Narcisa mientras inspeccionaba a su hijo con la mirada.- Últimamente escribes menos cartas y ya sabes que a tu padre le gusta mantenerse informado de lo que sucede en el colegio.
- Si madre.- Draco tomo la moneda de oro y la apretó con fuerza.- Nos veremos en navidad.
- Hasta entonces..- dijo Narcisa con una media sonrisa.
Draco desapareció de la sala sin mas despedida que las ultimas frases. Ya estaba acostumbrado a que las demostraciones físicas de afecto eran mínimas. Su madre procuraba mantener un lazo mas cercano por medio de regalos, cartas y uno que otro capricho cumplido. Caso contrario era su padre, quien siempre mantenía una estrecha vigilancia de sus triunfos o fracasos, exigiendo la perfección en cada uno de sus actos. Lucius Malfoy era un hombre muy difícil de complacer y Draco se mantenía presionado en hacer que su padre aprobara cualquiera de sus acciones. Afortunadamente en el ultimo año sus actos habían alcanzado el 'nivel de perfección' al que un Malfoy debe de llegar.
En unos segundos mas, apareció en una esquina de la estación de King Cross, seguido por los elfos que cargaban con todas sus pertenencias. Las criaturas caminaron hacia el portaequipajes dejando suavemente los finos baúles de madera y en silencio desaparecieron como si jamás hubieran estado.
El Slytherin levanto la cabeza altivo, caminando con paso seguro por entre los estudiantes mientras se dirigía al vagón de los prefectos. El chico subió con gran agilidad sintiéndose satisfecho de las miradas de envidia, miedo y admiración que le concedían otros alumnos.
Uno de los compartimientos estaba ocupado por algunos de los prefectos de Ravenclaw y Hufflepuff, por lo que se fue al segundo sintiéndose decepcionado por tener que compartir unas horas de viaje con los aburridos Gryffindor y al parecer, había llegado demasiado temprano porque adentro, aun no había nadie, lo que le complació enormemente porque ahora podía sentarse tranquilamente cerca de la ventanilla.
Tomando uno de los periódicos que descansaban dentro de un canasto se dispuso a leer tranquilamente las noticias mágicas del día.
"Elliot Muffin, conocido compositor y músico, estará de visita en la ciudad de Londres los días 19 y 20 de septiembre. Ofreciendo un concierto a favor de... "
"Se encontraron los restos de un vehículo, en el que presuntamente viajaban dos magos, para cometer actos delictivos en contra de los muggles. Muchos de ellos afirmaron haber visto un platillo volador cerca de Oxford..."
El murmullo de unos jóvenes acercándose captó la atención del Slytherin pero no despegó su vista del periódico aunque ya comenzaba a sentirse incomodo por la intromisión a su tranquilidad.
- Es como decir que Neville sea buscador en el equipo de Quidditch...- dijo una voz que el rubio reconoció, para su disgusto, que se trataba de Ron Weasley.
- Eso es totalmente injusto...- dijo otra voz.
- ¿Injusto?. Pero si tú dijiste que....
Ron Weasley detuvo la conversación instantáneamente al darse cuenta que Draco Malfoy se encontraba sentado dentro del compartimiento libre. Hermione Granger, quien se encontraba a un lado del pelirrojo, miró al prefecto de Slytherin con pesadumbre.
Draco bajo el periódico, los miro con frialdad y posteriormente volvió a poner su atención en lo que leía. Ron apretó los labios en una mueca de enojo y se sentó frente al chico seguido por Hermione, quien tenia consigo a Crookshanks.
Ninguno de los dos Gryffindor sabia como continuar la conversación puesto que Malfoy rompía con toda la armonía, a pesar de que a ellos poco les importaba lo que pensara o dijera el Slytherin. Ron apretaba consecutivamente un paquete que llevaba entre las manos mientras Hermione acariciaba a su gato.
- ¡Demonios!.- mascullo en voz baja Ron.
- ¿Qué sucede?.- pregunto Hermione en el mismo tono de voz.
- He olvidado darle esto a Ginny....- dijo mostrando el paquete que tenia entre sus manos.
- Ve a dárselo antes de que partamos...- murmuro cerca del oído del chico.- No te preocupes por mi...
- Pero...- El pelirrojo miro con enfado a Malfoy, quien no parecía inmutarse por la conversación entre ellos dos.
- No dejaras a Ginny sin almuerzo, ¿verdad?.- dijo la chica dándole un ligero codazo.- Aun tenemos que hacer ronda por los vagones. Anda... ve..
Ron se levanto desconfiadamente, sin dejar de mirar disimuladamente a Draco. Hermione le sonrió ampliamente para alentarlo a que se fuera. Al desaparecer detrás de la puerta del compartimiento, la chica borro su sonrisa y saco inmediatamente un libro de su bolsillo que se dispuso a leer.
El Slytherin bajo lentamente el periódico para sonreír burlonamente ante la actitud flemática de la chica.
- ¿No te da miedo estar sola...?.- pregunto Draco con sorna.
Hermione no contestó sino que fingió estar leyendo. El rubio hizo una fea mueca de descontento, no le gustaba que nadie le dejara con la pregunta en el aire.
- ¿Acaso de tanto escuchar los berridos de tus amigos has quedado sorda?.- Draco dejo el periódico a un lado. Hermione podía sentir la intensa mirada del chico a pesar de no estar viéndolo pero no se inmuto.
Draco se levantó de su asiento de un salto, se acercó a Hermione y le quitó el libro. La chica lo miro irritada.
- ¿Qué quieres Malfoy?.- dijo haciendo un ademán con la mano como muestra de querer quitarle el libro pero el chico lo tenia cogido a la altura de su pecho.
- "Como ser una bruja de excelencia".- dijo en tono sarcástico al leer la portada del libro. El chico la miro divertido.- ¿De verdad crees que serás como una de nosotros?.
- Déjame en paz...- Hermione se levanto de su asiento.- ¿Por qué no fuiste tan valiente para fastidiarme cuando estaba Ron?.
Draco bufó.
- ¿Crees que hay alguna diferencia entre si está o no Weasley?. Él es nadie.- dijo alzando una ceja.
- Por lo menos no es como tú...- Hermione esta vez lo miró altiva, con una leve sonrisa burlona.
De repente, Crookshanks emitió un maullido amenazador al rubio, mostrando ferozmente sus colmillos.
- ¡Aparta tu inmundo animal de mi vista Granger!.- Se quejo Draco mirando al gato con desprecio.
La chica soltó una risita.
- Siempre tan 'valeroso'.¿no Malfoy?. –dijo con ironía.
Draco la miro irritado, sus ojos grises centellaban de coraje.
- Tu...
El rubio no pudo terminar la frase porque sorpresivamente Crookshanks se lanzó pesadamente hacia su estomago haciéndole caer al asiento.
- ¡Crookshanks!.- exclamo Hermione asustada.
- ¡Quítate bestia inmunda!.- Se quejó Draco tratando de quitarse de encima al enorme gato
Hermione se abalanzó hacia ellos y tomo a Crookshanks del lomo pero el animal escapó fácilmente de las manos de su dueña y dio unas saltos hacia abajo, enredándose entre las piernas de la chica.
Las mejillas de Hermione se tiñeron de un fuerte color rosa al darse cuenta que había quedado justo encima del Slytherin. Los ojos grises de Draco se clavaron en los miel de ella con verdadero enojo.
- ¡Maldita sea!.- mascullo Draco.- ¡Quítate de encima estúpida!.
Hermione se levantó, avergonzada, de las piernas de Malfoy. El chico comenzó a sacudirse la túnica debido a las bolas de pelo de gato que tenia encima. De pronto, algo que colgaba del cuello de Hermione le llamo fuertemente la atención.
La expresión de su rostro cambio súbitamente y sus ojos se abrieron sorprendidos, dejando ver el colorido de sus ojos grises.
- ¿De donde sacaste eso?.- pregunto Draco.
Hermione lo miró confundida.
- ¿De donde obtuviste ese relicario?.- pregunto nuevamente e irritado.
La chica miró hacia el relicario que colgaba de su cuello.
- Entrégamelo...- dijo Draco extendiendo su mano.
- ¿Por qué tengo que hacerlo?.- pregunto indignada.
- Porque no es tuyo.- contesto fríamente.
- Tampoco es tuyo.- dijo la chica retadoramente.
- No quieras pasarte de lista Granger.- Draco se acerco a Hermione tratando de intimidarla con su presencia.- Damelo.
- No...
Draco alargó una mano al cuello de la chica con el fin de arrebatarle el relicario pero Hermione reaccionó rápido y le sujetó la mano impidiéndoselo.
Como si el tiempo se hubiera congelado, Hermione y Draco se miraron fijamente a los ojos, siendo la primera vez que se descubrían el uno al otro. Sorpresivamente, Hermione tembló ligeramente al sentir la gélida mano del Slytherin, Draco por su parte suavizó la expresión dura de su rostro para dar paso a una totalmente confundida.
Una luz intensa irradió del relicario, envolviendo a Hermione. Draco parecía no darse cuenta pues seguía inmutable, observándola curiosamente.
La luz se hizo mas intensa y Hermione desapareció....
De repente todo se oscureció, sintió que su cuerpo era llevado bruscamente hacia atrás casi a punto de hacerla perder el equilibrio. En un instante le pareció ver sombras anexado de un zumbido del viento a través de los árboles.
Todo se detuvo y Hermione pudo respirar un gélido aire. Su visión era entorpecida por una ligera neblina, por lo que en el momento no pudo reconocer donde estaba.
Sus piernas temblaron de escalofríos al percibir una presencia que la acompañaba.
Un ángel de piedra se alzaba, frente a ella, por encima de un bloque del mismo material con una inquietante leyenda . .."Pour Toujours... 1798".
Hermione miró desesperadamente a su alrededor, dándose cuenta que lo que la rodeaban eran... lapidas.
Se trataba de un antiguo cementerio, donde de altos y frondosos árboles de cedro y pino crecían por entre las tumbas dando un toque espectral al lugar. Una sabana de hojas secas cubrían el suelo, espeluznando aun mas a Hermione por su sonido al ser pisadas.
Algo en el interior de Hermione le decía que ya había visto ese lugar. La sensación de haber estado ahí antes era atemorizante pero no podía explicarlo, no hasta que busco su varita entre los bolsillos de su túnica.
Hermione notó rápidamente que su túnica escolar había sido cambiada por una túnica de terciopelo color gris y elegante. Los bolsillos de su nueva túnica estaban en otra posición y que además, una varita se encontraba en el lado contrario de donde siempre la dejaba.
Pero no era su varita...
Y el color de su piel bronceado ahora era pálido, su cabello marrón y ondulado había desaparecido por un negro y lacio cabello que estaba sujetado con dos pasadores a los lados. No había ningún espejo para mirar su rostro pero sabia, sencillamente, que no era ella... no era Hermione Granger.
Aguzó sus ojos en un desesperado intento por encontrar algo familiar pero solo veía lapidas y estatuas con insignias en forma de serpientes, ángeles y rosas que se alzaban alrededor de ella. Algunas con inscripciones en francés y latín. Todas ellas mostrando nombres y fechas de fallecimiento.
El ruido de unas hojas crujiendo hizo que la chica volteara hacia atrás...
Un niño de piel pálida, rubio y de ojos grises la miraba fijamente, moviendo entre sus manos lo que parecía ser una snitch.
Hermione retrocedió asustada observando detenidamente al pequeño. Sintiendo que unas punzadas en el corazón le gritaban que controlara sus nervios, que tenia que pensar... asimilar.
- No puede ser....- Murmuro Hermione.
El niño se mecía como si el aire estuviera jugando con él. Sus ropas grises y elegantes le palidecían aun mas, como si se tratase de una visión fantasmagórica. Era una escena que a cualquier le helaría la sangre sobre todo si el chiquillo sonreía con cierta burla.
- Hubiera visto su rostro....- dijo el pequeño.
Hermione guardó silencio. Únicamente se daba la tarea de observar al niño, negándose a si misma la posible identidad del mismo. Pero no había pasado tanto tiempo, ella sabia que lo había conocido desde los 11 años y que a pesar de que la criatura que estaba viendo era mas joven no había cambiado del todo su apariencia.
¿Podía haber alguna equivocación?. ¿Rubio, ojos grises?....
El infante salió corriendo, confundiéndose entre la neblina y la espesura de los árboles. Hermione lo busco con la mirada desesperada pero el chico ya había desaparecido de su vista. El ruido de unos pies golpeándose contra el suelo, la obligó a perseguir al niño.
Ella tenia que averiguar que estaba haciendo ahí...
El rubio era mas veloz que Hermione, quien debido a la falta de visión tropezaba una que otra vez con las lapidas y ramas de los árboles pero ella no se daba por vencida. Tenia que atraparlo a como diera lugar.
Una figura alta la detuvo de su carrera, sujetándola firmemente de los brazos. Hermione quiso gritar pero simplemente su voz parecía haberse apagado.
- No debería de estar corriendo de esa manera por aquí...- dijo una voz ronca y pausada.
Hermione sintió que las piernas le temblaba al reconocer el rostro de la persona que le había sujetado.
- ¿M-malfoy...?.- susurro temblorosa.
- ¿Cuántas veces tengo que pedirte que me llames por mi nombre?. Soy Lethar.- dijo.
Hermione se soltó de los brazos del hombre y lo miro escrupulosamente.
No... aquel no era Draco Malfoy. Era rubio, de piel blanca pero sus ojos eran bicolor, una mezcla entre miel y verde. Su edad era mucho mas madura que el Draco de Hogwarts, su cuerpo era delgado pero con fuertes músculos, envolviéndolo en un aire distinguido... típico de un.. ¿Malfoy?
El hombre la miro fijamente, llevándose unos dedos a su barbilla.
- Creo que necesitas respirar. – El hombre camino lentamente alrededor de ella.- ¿El pequeño demonio ha vuelto hacer de las suyas?.
- ¿E-el pequeño dem...?- Balbuceo Hermione.
- Draco...- dijo con una sonrisa de satisfacción y alzando una ceja.
La chica sintió que le daban un fuerte golpe en el estomago. ¿Aquel pequeño que perseguía era... Draco Malfoy?. ¿Y el hombre quien era entonces?.
- ¡Draco!.- grito Lethar.- Sal de ahí.
Un niño rubio salió de entre unos arbustos cargando todavía su preciada snitch.
- ¿Tu madre no te ha dicho que no te acerques al cementerio cuando esta por anochecer?.- pregunto el hombre de brazos cruzados.
- Si... tío.- contesto el chico con la mirada baja.
- Bien. Entonces mas vale que nos demos prisa y lleguemos a la mansión hasta de que los guardias suelten a las bestias.- Lethar tomo de una mano a la criatura mientras miraba interrogativamente a Hermione.
La chica comprendió todo en ese instante... había viajado al pasado de alguna manera, había obtenido la personalidad de alguien mas que no era la suya...
Había caído en manos de la Familia Malfoy....
=========
=========
=========
=========
=========
¡Hola!.
He regresado con esta nueva historia. Un Draco/Hermione nuevamente. (me encantan, no se porque jajaja)
Probablemente muchas esten desconcertadas por que Hermione es mayor que Draco en este historia pero les aseguro que habra romance, solo tendran que esperar unos cuantos capitulos. Pues necesito explicarles como fue y es la vida de Draco Malfoy siendo niño. Hermione podra conocer muchos aspectos del Slytherin que nadie mas conoce... y por fin sabra quienes son verdaderamente los Malfoy.
Hay nuevos personajes en esta historia, sobre todo para el arbol genealogico de la familia Malfoy. Lethar Malfoy es uno de ellos y en el siguiente capitulo podran saber quien es este misterioso personaje y que tiene que ver en la historia.
Claro que a medida de que vaya avanzando se sabra porque Hermione viajo al pasado de Draco y porque ella esta ocupando el cuerpo de otra persona. ^_^
Esta historia contendra mucho angustia, misterio, romance, suspenso... asi que por favor.. REVIEWS!!!!!!!!!
===
Antes que nada quiero agradecer la cooperacion de mis amigas Lumen1 y Nancy, quienes me ayudaron a despejar mi mente para que yo pudiera escribir una parte de este fic. :) Amigas, muchas gracias!.
Tambien quiero agradecer todo el apoyo que me han ofrecido a lo largo de mis anteriores fanfics y el que todavia me brindan con draconis.
Espero que este fic sea mejor o igual que todos los demas, ojala no las decepcione.
Bien, como siempre ya saben donde encontrarme: kasaes@hotmail.com
Por favor, les pido encarecidamente que me escriban un review.. jejeje es como una paga al tiempo que estoy invirtiendo al escribir.
:)
saludos
J@ina
===
AUTORA: J@ina
E-mail: kasaes@hotmail.com
Nota:
Esta historia contiene personajes pertenecientes a la autora J.K. Rowling. Ninguno de las historias que publico recibe ninguna remuneracion economica.
Resumen:
Por un evento misterioso, Hermione viaja al pasado de Draco Malfoy por lo que no solo tendrá que luchar para sobrevivir dentro de la Fam. Malfoy sino que tendrá que buscar la manera de regresar a su presente. Angst, Romance, Misterio. Draco/Hermione.
=============================================
CAPITULO 1
Un ambiente cálido, mezclado con una serie de olores y sonidos era lo que ofrecía el Callejón Diagon a las centenas de magos y brujas que recorrían sus estrechos callejones.
Algunas brujas vestían de brillantes colores, haciendo gala de sus exuberantes sombreros con plumas o flores, los magos vestían mas discretamente aunque algunos tenían cierta preferencia por las túnicas de cuadros y a rayas. Los mas pequeños miraban entusiasmadamente los diversos dulces de chocolate, manzana y calabaza que ofrecían ciertos puestos mientras que otros exponían juguetes de todo tipo de complejidad y diversión.
En el fondo del callejón relucían tiendas de mascotas, plantas y calderos pero una en especial era el centro de atención de los magos en busca de los objetos mágicos más raros que pudieran imaginarse. Se trataba de la Tienda de Antigüedades y Excentricidades "Madame Vernis".
Dentro de la tienda se podía percibir un aire añejo y melancólico que se intensificaba con las lámparas a media luz. Habían decenas de anaqueles de madera labrada donde se exhibían objetos de todo tipo de formas y colores, algunos de ellos de procedencia muggle.
Hermione Granger entró al lugar como si se tratara de un parque de diversiones, a diferencia de su compañero pelirrojo, Ron Weasley, quien no dejaba de mirar con horror los animales disecados, que yacían en la entrada, y las estatuas de mármol que movían sus ojos siguiendo cada movimiento del muchacho.
A sus 17 años, Hermione había suavizado sus facciones haciéndole lucir mas distinguida junto con su figura larga y esbelta, sus ojos color miel reflejaban un alma noble y su cabello ondulado color castaño enmarcaba un rostro que mostraba a la perfección el brillo de la inteligencia.
- ¿Puedes explicarme que hacemos aquí?.- Pregunto el pelirrojo con cierto tono de exasperación.
- Simple curiosidad.- Contesto Hermione con una sonrisa que no calmo para nada lo nervios de Ronald Weasley.
El pelirrojo muchacho no había cambiado mucho con el paso de los años, aun mantenía la misma mirada de niño que reflejaba a través de sus ojos azules. Su cabello rojizo intenso se encontraba un poco mas largo de lo normal, proporcionándole un aire a rebeldía que era opacado por sus sencillas pecas doradas que le cubrían gran parte de la nariz haciéndolo ver aun mas infantil. Ron había crecido varios centímetros mas que el resto de sus amigos y en su cuerpo se desarrollaron discretos músculos debido a las arduas practicas de Quidditch.
- Mira todos esos animales...- señalo el chico a un conjunto de ratones disecados que estaban colocados sobre una repisa de madera.- Este lugar es espeluznante.
- Madame Vernis adora los animales...- dijo tranquilamente .
- ¿Adora los animales?. ..- Ron hizo una mueca de desagrado.- Una persona normal los mantendría vivos.
- Deja de quejarte.—dijo Hermione mientras hojeaba un libro color ocre que parecía tener cientos de años.
Ron se cruzo de brazos de mala gana mientras su mejor amiga caminaba por entre los pasillos de la tienda observando detalladamente cada articulo que gozaba de un valor antiguo y exótico. A la chica le había llamado la atención unas pequeñas figuras de cerámica pintadas a mano hasta que tropezó con un mueble que contenía infinidad de libros de todos los temas posibles.
- ¿Les puedo ayudar en algo?.- dijo una persona haciendo que ambos chicos dieran un respingo.
Una mujer canosa y aspecto envejecido salió de entre unas pilas de cajas. Tenia la tez morena y ojos azules, sus ropas eran amplias y de color violeta y portaba un enorme sombrero con flores lilas en uno de los costados.
- Buenos días...- Saludó Hermione sintiéndose tonta por haberse asustado.
- B-buenos días...- dijo Ron tomando aire.
- Buenos días... ¿Estudian en Hogwarts?.- pregunto mirando rápidamente la insignia de la escuela en sus capas.
- Si, séptimo curso.- Contesto rápidamente Hermione.
- Ya veo...- dijo la bruja moviéndose lentamente hacia ellos y haciendo flotar con su varita algunas cajas que se encontraban en una repisa cerca de ella.- ¿Y les ha gustado algo en particular?.
- En realidad, todo lo que hemos visto hasta ahora resulta fascinante.- Los ojos de Hermione brillaron.
- Muchas gracias. No todas las personas piensan que vender antigüedades y objetos mágicos raros sea un buen negocio pero a mi familia le ha funcionado por 200 años.
- ¿Tiene usted cosas aquí que tienen esa antigüedad?.- pregunto Ron.
- Varias, aunque mi memoria me esta fallando últimamente y ya no recuerdo exactamente lo que tengo.- La bruja sonrió haciendo que se acentuaran unas líneas a los costados de sus ojos azules.
- ¿Podría tener algo sobre Runas antiguas?.- pregunto Hermione.
- ¡Ah!. Runas antiguas...- dio la bruja con un cierto tono de emoción.- Me encantan las culturas mágicas antiguas.
- Es interesante estudiar sobre las costumbres de otras civilizaciones, ¿no cree?. - La chica alzó una ceja.
- Estoy de acuerdo y creo tener libros que hablan sobre civilizaciones remotas. Solo déjame buscar....- La mujer camino hacia unos libreros y comenzó a leer los lomos de algunos de los envejecidos tomos.- Hay tantas cosas en este lugar que ni yo misma las recuerdo todas.
Ron soltó una leve risa cuando vio encima de su cabeza una escoba de un modelo demasiado viejo como para usarla. Hermione le dio un golpe con el codo y lo reprendió con la mirada. Madame Vernis alzo la vista hacia la escoba y sonrió.
- Esa escoba le perteneció a Agnes Lidenbrock.- dijo.
Ron abrió enormemente los ojos.
- ¿Lidenbrock?. ¿La buscadora del equipo de Irlanda?.
- Si.- La señora hizo que la escoba descendiera hasta los ojos de Ron.- Ya veo que has oído hablar de ella, fue buscadora en el año 1935.
- Lidenbrock hizo que Irlanda ganara los Mundiales de Quidditch tres veces...- Ron pasaba su mano por encima pero sin tocarla, como si tuviera miedo que se deshiciera.
- Interesante.- dijo Hermione mientras se golpeaba suavemente la nariz con un dedo.
- Pero la escoba no la vendo, es un recuerdo de mi Padre. La misma Lidenbrock se lo dio en persona ya que él trabajaba en el departamento de Juegos Mágicos del Ministerio.
- ¡Oh!.- dejo escapar Ron sorprendido mientras retiraba sus manos de la escoba.
La bruja hizo unos cuantos movimientos con la varita y la escoba volvió a ascender a su lugar. La señora fijo nuevamente su mirada en el librero mientras repasaba con su dedo los libros.
- ¡Por fin!.- exclamó alegremente.- Encontré algo que podría gustarte.
La bruja entrego a Hermione un libro de hojas amarillentas que en cuya portada lucia la imagen de un extraño símbolo.
- Contiene todo acerca de la cultura de la India, ya casi nadie le presta atención a los antiguos magos hindú pero yo creo que podrías echarle un vistazo.
La gryffindor comenzó a hojear el libro y sus ojos color miel adoptaron un brillo de entusiasmo.
- No he podido leer casi nada de los magos hindú, hay muy poco libros modernos que hablan de ellos.- dijo Hermione sin levantar la vista del libro.- Este es muy interesante.
- Este libro fue escrito por un mago hindú del siglo XIX, Kashi Rahim. Estudiaba abiertamente la sociedad mágica de antaño. - Madame Vernis hizo un señalamiento con su dedo a una parte de la pagina.- Incluye también reseñas de algunos hechizos que podrían servirte para otras materias.
- ¡Esta perfecto!.- Hermione cerro cuidadosamente el libro y lo abrazo a su pecho.- Me lo voy a llevar.
Un ruido estruendoso se escucho a unos pasos de las brujas llamándoles la atención. Ambas fijaron su mirada en una pila de cajas desmoronadas por el suelo, encima de ellas se encontraba Ron.
- ¿Que estas haciendo?.- Pregunto Hermione con un cierto rubor en las mejillas por el enojo.
- L-lo siento.- dijo el chico pelirrojo incorporándose con las orejas rojas de la vergüenza.- E-estaba observando por ese cristal y vi una... araña.
Madame Vernis comenzó a reír mientras que con su varita iba apilando nuevamente las cajas.
- Lo que viste fue una araña de solo tres centímetros pero a través de la lupa se ven mucho mas grandes de lo que son.- dijo Hermione con el ceño fruncido mientras observaba un pequeño insecto huir asustado.
Ron bajo la cabeza avergonzado.
- Las arañas me dan pavor... - dijo el pelirrojo a la anciana con la mirada baja.
- No hay porque avergonzarse..- La señora lo miro fijamente y se acercó a él como si fuera a decirle un secreto.- Yo le tengo miedo a las lombrices, jamás pude preparar correctamente una poción para la calvicie porque temblaba cada vez que tenia que cortarlas.
Hermione iba a decir algo pero al mirar hacia el suelo algo le llamo la atención.
- ¿Que es esto?.- Pregunto la chica levantando a una pequeña medalla ovalada.
- ¿Eso?.- La mujer se acercó a ella y saco unas enormes gafas con pedrería en todo el alrededor.
Hermione se lo entregó y la anciana lo movió ligeramente entre sus dedos. El diseño del objeto era sutil, construido en un material plateado con una serie de delicados detalles alrededor de una piedra negra, que colgaba finalmente de una cadena delgada y plateada.
- Que raro..- dijo finalmente Madame Vernis.- No recuerdo haberlo visto antes.
- Es un relicario.- dijo Hermione.
Ron se acerco a ambas brujas y lo miro con el ceño fruncido.
- ¿Tendrá alguna magia en particular?.- pregunto Ron.
- No lo se..- dijo Madame Vernis.- Pero podemos averiguarlo.
La anciana apunto con su varita el relicario y pronuncio unos cuantos hechizos reveladores de magia en la que ninguno obtuvo ninguna respuesta.
- ¡Vaya!.- exclamó.- Un objeto muggle en mi tienda.
La señora abrió el relicario y dentro de el se encontraba la foto de una mujer de cabello negro y ojos verdes. En una parte se mostraba las iniciales I.S. junto con un pequeño mechón de cabello negro.
- Ella seria antes la dueña.- dijo Hermione con cierta curiosidad.- ¿Pero quien es?.
- No tengo idea.- La bruja cerro un ojo tratando de enfocar con el otro en el relicario.- Ni siquiera perteneció a mi familia. Talvez mi esposo lo guardo aquí sin que yo supiera.
Madame Vernis camino hacia el mostrador principal y ambos Gryffindor la siguieron.
- Es un poco extraño...- dijo en tono pensativo.- pero ya que se encuentra aquí....
- ¿Usted lo vendería?.- interrumpió Hermione con cierta timidez. Ron la miro de reojo.
- Pero no tiene nada de especial...- comentó Madame Vernis.
- Aun así... ¿cual seria su precio?.- insistió la chica.
- Debido a que es únicamente un objeto muggle serian cinco sickles.- contesto no muy convencida del interés de Hermione sobre el relicario.
Hermione respiro profundamente y saco unas cuantas monedas colocándolas sobre el mostrador.
- Dentro de unos días será mi cumpleaños y papá me dio algo de dinero para que comprara lo que mejor me pareciera.
- En ese caso muchas felicidades por adelantado.- dijo la bruja haciendo aparecer chispas de colores alrededor de Hermione. La chica sonrió feliz pero Ron miró la escena con una expresión de extrañeza.
Ron se sacudió el cabello con una mano.- ¿Estas segura de comprarlo?.
- A mi me parece grandioso tener un relicario.- dijo al muchacho mientras se colgaba el relicario tranquilamente en el cuello.- Aunque anteriormente le haya pertenecido a otra persona.
- No estoy muy seguro...- dijo Ron torciendo la boca.- Es muy raro traer colgado algo que le perteneció a otra mujer.
- No cabe duda que luce muy bien en ti....- dijo la bruja interrumpiendo a Ron.
La gryffindor bajo la mirada avergonzada.
- Gracias.
- En total seria veinte sickles.- dijo Madame Vernis tomando unas monedas de las que le había dado a Hermione y las hizo volar hasta una caja registradora mientras que mágicamente el libro era envuelto en hojas de papel.
- Muchas gracias Madame.- dijo Hermione dirigiéndose a la salida en cuanto tuvo el libro en sus manos.
- El placer es mío.- dijo la bruja agitando sus largos dedos en señal de un adiós.
Al salir de la tienda, Ron respiro con profundidad el aire del Callejón Diagon.
- Creí que nunca saldríamos de ahí...- dijo Ron llevándose una mano a la nuca.- La tienda y la dueña son muy extrañas...
- Eres un exagerado, Ron.- dijo a regañadientes la chica.- A mi me pareció de lo mas fascinante. ¿Viste todas los candelabros y esferas que colgaban del techo?.
- A parte de la escoba, lo único que pude ver fue un murciélago disecado de color azul.- dijo Ron de brazos cruzados mientras caminaba a un lado de su amiga.- Era escalofriante...
- Escalofriante fue cuando permaneciste una hora parado frente a la tienda de Quidditch sin mover una sola pestaña.
- ¡Era la nueva Nimbus!.- Exclamo Ron indignado.- ¿Como no admirar semejante preciosidad?.
- Ni siquiera Harry permaneció tanto tiempo como tu lo hiciste.
- Harry tiene una Saeta de Fuego... no compares.- dijo el chico alzándose de hombros..
- ¡Por fin los encuentro!.- Se oyó la voz de un chico detrás de los dos gryffindor.
Ambos jóvenes se dieron la vuelta y sonrieron al encontrarse con la presencia de Harry Potter.
El Capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor también había cambiado. Su estatura se había visto acrecentada aunque no con la misma intensidad con que lo había hecho Ron. Sus serenos ojos verde esmeralda reflejaban una inquietante tristeza pero que era contrarrestada por una alegre sonrisa. Su cabello negro lucia tan despeinado como siempre mientras que en su cuerpo, delgado y moreno, se habían desarrollado músculos que lo hacían verse mas adulto.
- Harry... ¿pudiste conseguir los polvos de cuerno de unicornio?.-pregunto ansiosa Hermione.
El muchacho levanto tres bolsas de tela ambarina con una amplia sonrisa. La chica soltó el aire aliviada.
- No quiero ni pensar lo que nos hubiera hecho Snape si no hubiéramos llevado los ingredientes completos.- dijo Ron secándose el sudor con la manga de su túnica.
- Nos hubieran bajado cien puntos a cada uno.- contesto Harry con una mueca irónica.
- Pero por Merlín que pudiste conseguirlo..- dijo la chica.- ¿Se imaginan lo que hubiera afectado en nuestras calificaciones?.
- Claro, el Premio Anual con una terrible nota reprobatoria en pociones..¡seria el fin!..- dijo Ron burlonamente.
- ¡Basta Ron!.- Se quejo Hermione mirándolo fijamente.
- Creo que debemos darnos prisa aun faltan muchas cosas que comprar para el curso y mañana partimos hacia Hogwarts.-dijo Harry apresurando el paso.
- Estoy de acuerdo...- dijo Ron siguiendo a Harry a la misma velocidad.
- ¡Espérenme!.- exclamo la gryffindor tratando de alcanzarlos.
*-*-*-*-*-*-*
En un sofá negro descansaba el espigado cuerpo de un joven de 17 años que recorría con su mirada cada uno de los trofeos y medallas que había acumulado a lo largo de su vida, cuando la mayoría ni siquiera los había ganado honestamente pero tenia que decorar con algo aquella repisa que su padre había mandado a hacer.
Estaba próximo a retirarse para la estación King Cross y no tenia ni el mas mínimo animo para levantarse de aquel cómodo sillón. Si fuera decisión de él se habría quedado en casa.
Su rostro pálido y afilado en conjunto con sus ojos intensamente grises expresaban una personalidad flemática, sagaz e imperceptible. Se encontraba acostado en una posición poco común, con el cuerpo estrictamente derecho mientras que sus largos y delgados dedos estaban enredados entre si, apoyados a la altura del pecho como si fuera un vampiro descansando en su sombrío ataúd.
La habitación estaba en silencio, solo escuchaba su propia respiración y en cierto modo le agradaba estar así. Talvez por eso no deseaba marcharse de su soledad, porque solo así podía pensar libremente y no tendría que escuchar las estupideces de sus compañeros.
Afortunadamente, aquel era su ultimo año en aquélla patética escuela y sabia que su padre tenia muchos planes para él pero ese lugar se reservaría unos años mas hasta que estuviera listo.
- Draco...- Una voz femenina detrás de la puerta interceptó sus pensamientos.- Es hora de partir...
Draco Malfoy se levanto de su asiento, arreglándose la capa y la corbata. De mala gana se paro frente a un espejo que le reflejaba de cuerpo entero.
El Slytherin verifico que su atuendo luciera impecable para la meticulosa personalidad de su madre quien le analizaría antes de partir. Sus cabellos rubios platinados, en esta ocasión, caían libres a los lados y al frente mezclando la frialdad y misterio en su rostro.
Durante los últimos meses había crecido demasiado y para orgullo de él, mas alto que Potter. Su cuerpo se conservaba delgado, con un aire distinguido a pesar de los músculos que desarrolló como jugador de Quidditch. Aunque ahora estaba mas pálido que en años anteriores, a pesar de que constantemente salía al sol.
Draco se sonrió a si mismo como muestra de autentica satisfacción de ser un Malfoy. En la escuela era el orgullo de Slytherin puesto que en el año anterior había llevado a la victoria a las serpientes, ganando la copa de las casas. Era inteligente, audaz, perceptivo, malicioso y gozaba de una excelente reputación en toda la escuela como el otro premio anual de Hogwarts.
Si, era el otro porque Hermione Granger había ganado uno también. El solo hecho de recordarla le provocaba ira, nauseas e impotencia porque en mas de una ocasión había intentado hacerle perder puntos colocándole trampas para que la castigaran o boicoteándole sus pociones y hechizos.
El chico se dio la media vuelta y camino hasta su puerta, saliendo de aquella agradable habitación en la que no regresaría sino hasta navidad. Bajo las escaleras rápidamente mientras su madre le esperaba con un escuadrón de elfos domésticos.
- Draco... estas retrasado.- dijo Narcisa Malfoy con el ceño fruncido.
- Aun no...- dijo Draco pisando el ultimo escalón.- ¿Dónde esta el transportador?.
Un elfo se acerco tembloroso al chico y le ofreció una bandeja con una moneda de oro en el centro.
- No olvides escribir..- dijo Narcisa mientras inspeccionaba a su hijo con la mirada.- Últimamente escribes menos cartas y ya sabes que a tu padre le gusta mantenerse informado de lo que sucede en el colegio.
- Si madre.- Draco tomo la moneda de oro y la apretó con fuerza.- Nos veremos en navidad.
- Hasta entonces..- dijo Narcisa con una media sonrisa.
Draco desapareció de la sala sin mas despedida que las ultimas frases. Ya estaba acostumbrado a que las demostraciones físicas de afecto eran mínimas. Su madre procuraba mantener un lazo mas cercano por medio de regalos, cartas y uno que otro capricho cumplido. Caso contrario era su padre, quien siempre mantenía una estrecha vigilancia de sus triunfos o fracasos, exigiendo la perfección en cada uno de sus actos. Lucius Malfoy era un hombre muy difícil de complacer y Draco se mantenía presionado en hacer que su padre aprobara cualquiera de sus acciones. Afortunadamente en el ultimo año sus actos habían alcanzado el 'nivel de perfección' al que un Malfoy debe de llegar.
En unos segundos mas, apareció en una esquina de la estación de King Cross, seguido por los elfos que cargaban con todas sus pertenencias. Las criaturas caminaron hacia el portaequipajes dejando suavemente los finos baúles de madera y en silencio desaparecieron como si jamás hubieran estado.
El Slytherin levanto la cabeza altivo, caminando con paso seguro por entre los estudiantes mientras se dirigía al vagón de los prefectos. El chico subió con gran agilidad sintiéndose satisfecho de las miradas de envidia, miedo y admiración que le concedían otros alumnos.
Uno de los compartimientos estaba ocupado por algunos de los prefectos de Ravenclaw y Hufflepuff, por lo que se fue al segundo sintiéndose decepcionado por tener que compartir unas horas de viaje con los aburridos Gryffindor y al parecer, había llegado demasiado temprano porque adentro, aun no había nadie, lo que le complació enormemente porque ahora podía sentarse tranquilamente cerca de la ventanilla.
Tomando uno de los periódicos que descansaban dentro de un canasto se dispuso a leer tranquilamente las noticias mágicas del día.
"Elliot Muffin, conocido compositor y músico, estará de visita en la ciudad de Londres los días 19 y 20 de septiembre. Ofreciendo un concierto a favor de... "
"Se encontraron los restos de un vehículo, en el que presuntamente viajaban dos magos, para cometer actos delictivos en contra de los muggles. Muchos de ellos afirmaron haber visto un platillo volador cerca de Oxford..."
El murmullo de unos jóvenes acercándose captó la atención del Slytherin pero no despegó su vista del periódico aunque ya comenzaba a sentirse incomodo por la intromisión a su tranquilidad.
- Es como decir que Neville sea buscador en el equipo de Quidditch...- dijo una voz que el rubio reconoció, para su disgusto, que se trataba de Ron Weasley.
- Eso es totalmente injusto...- dijo otra voz.
- ¿Injusto?. Pero si tú dijiste que....
Ron Weasley detuvo la conversación instantáneamente al darse cuenta que Draco Malfoy se encontraba sentado dentro del compartimiento libre. Hermione Granger, quien se encontraba a un lado del pelirrojo, miró al prefecto de Slytherin con pesadumbre.
Draco bajo el periódico, los miro con frialdad y posteriormente volvió a poner su atención en lo que leía. Ron apretó los labios en una mueca de enojo y se sentó frente al chico seguido por Hermione, quien tenia consigo a Crookshanks.
Ninguno de los dos Gryffindor sabia como continuar la conversación puesto que Malfoy rompía con toda la armonía, a pesar de que a ellos poco les importaba lo que pensara o dijera el Slytherin. Ron apretaba consecutivamente un paquete que llevaba entre las manos mientras Hermione acariciaba a su gato.
- ¡Demonios!.- mascullo en voz baja Ron.
- ¿Qué sucede?.- pregunto Hermione en el mismo tono de voz.
- He olvidado darle esto a Ginny....- dijo mostrando el paquete que tenia entre sus manos.
- Ve a dárselo antes de que partamos...- murmuro cerca del oído del chico.- No te preocupes por mi...
- Pero...- El pelirrojo miro con enfado a Malfoy, quien no parecía inmutarse por la conversación entre ellos dos.
- No dejaras a Ginny sin almuerzo, ¿verdad?.- dijo la chica dándole un ligero codazo.- Aun tenemos que hacer ronda por los vagones. Anda... ve..
Ron se levanto desconfiadamente, sin dejar de mirar disimuladamente a Draco. Hermione le sonrió ampliamente para alentarlo a que se fuera. Al desaparecer detrás de la puerta del compartimiento, la chica borro su sonrisa y saco inmediatamente un libro de su bolsillo que se dispuso a leer.
El Slytherin bajo lentamente el periódico para sonreír burlonamente ante la actitud flemática de la chica.
- ¿No te da miedo estar sola...?.- pregunto Draco con sorna.
Hermione no contestó sino que fingió estar leyendo. El rubio hizo una fea mueca de descontento, no le gustaba que nadie le dejara con la pregunta en el aire.
- ¿Acaso de tanto escuchar los berridos de tus amigos has quedado sorda?.- Draco dejo el periódico a un lado. Hermione podía sentir la intensa mirada del chico a pesar de no estar viéndolo pero no se inmuto.
Draco se levantó de su asiento de un salto, se acercó a Hermione y le quitó el libro. La chica lo miro irritada.
- ¿Qué quieres Malfoy?.- dijo haciendo un ademán con la mano como muestra de querer quitarle el libro pero el chico lo tenia cogido a la altura de su pecho.
- "Como ser una bruja de excelencia".- dijo en tono sarcástico al leer la portada del libro. El chico la miro divertido.- ¿De verdad crees que serás como una de nosotros?.
- Déjame en paz...- Hermione se levanto de su asiento.- ¿Por qué no fuiste tan valiente para fastidiarme cuando estaba Ron?.
Draco bufó.
- ¿Crees que hay alguna diferencia entre si está o no Weasley?. Él es nadie.- dijo alzando una ceja.
- Por lo menos no es como tú...- Hermione esta vez lo miró altiva, con una leve sonrisa burlona.
De repente, Crookshanks emitió un maullido amenazador al rubio, mostrando ferozmente sus colmillos.
- ¡Aparta tu inmundo animal de mi vista Granger!.- Se quejo Draco mirando al gato con desprecio.
La chica soltó una risita.
- Siempre tan 'valeroso'.¿no Malfoy?. –dijo con ironía.
Draco la miro irritado, sus ojos grises centellaban de coraje.
- Tu...
El rubio no pudo terminar la frase porque sorpresivamente Crookshanks se lanzó pesadamente hacia su estomago haciéndole caer al asiento.
- ¡Crookshanks!.- exclamo Hermione asustada.
- ¡Quítate bestia inmunda!.- Se quejó Draco tratando de quitarse de encima al enorme gato
Hermione se abalanzó hacia ellos y tomo a Crookshanks del lomo pero el animal escapó fácilmente de las manos de su dueña y dio unas saltos hacia abajo, enredándose entre las piernas de la chica.
Las mejillas de Hermione se tiñeron de un fuerte color rosa al darse cuenta que había quedado justo encima del Slytherin. Los ojos grises de Draco se clavaron en los miel de ella con verdadero enojo.
- ¡Maldita sea!.- mascullo Draco.- ¡Quítate de encima estúpida!.
Hermione se levantó, avergonzada, de las piernas de Malfoy. El chico comenzó a sacudirse la túnica debido a las bolas de pelo de gato que tenia encima. De pronto, algo que colgaba del cuello de Hermione le llamo fuertemente la atención.
La expresión de su rostro cambio súbitamente y sus ojos se abrieron sorprendidos, dejando ver el colorido de sus ojos grises.
- ¿De donde sacaste eso?.- pregunto Draco.
Hermione lo miró confundida.
- ¿De donde obtuviste ese relicario?.- pregunto nuevamente e irritado.
La chica miró hacia el relicario que colgaba de su cuello.
- Entrégamelo...- dijo Draco extendiendo su mano.
- ¿Por qué tengo que hacerlo?.- pregunto indignada.
- Porque no es tuyo.- contesto fríamente.
- Tampoco es tuyo.- dijo la chica retadoramente.
- No quieras pasarte de lista Granger.- Draco se acerco a Hermione tratando de intimidarla con su presencia.- Damelo.
- No...
Draco alargó una mano al cuello de la chica con el fin de arrebatarle el relicario pero Hermione reaccionó rápido y le sujetó la mano impidiéndoselo.
Como si el tiempo se hubiera congelado, Hermione y Draco se miraron fijamente a los ojos, siendo la primera vez que se descubrían el uno al otro. Sorpresivamente, Hermione tembló ligeramente al sentir la gélida mano del Slytherin, Draco por su parte suavizó la expresión dura de su rostro para dar paso a una totalmente confundida.
Una luz intensa irradió del relicario, envolviendo a Hermione. Draco parecía no darse cuenta pues seguía inmutable, observándola curiosamente.
La luz se hizo mas intensa y Hermione desapareció....
De repente todo se oscureció, sintió que su cuerpo era llevado bruscamente hacia atrás casi a punto de hacerla perder el equilibrio. En un instante le pareció ver sombras anexado de un zumbido del viento a través de los árboles.
Todo se detuvo y Hermione pudo respirar un gélido aire. Su visión era entorpecida por una ligera neblina, por lo que en el momento no pudo reconocer donde estaba.
Sus piernas temblaron de escalofríos al percibir una presencia que la acompañaba.
Un ángel de piedra se alzaba, frente a ella, por encima de un bloque del mismo material con una inquietante leyenda . .."Pour Toujours... 1798".
Hermione miró desesperadamente a su alrededor, dándose cuenta que lo que la rodeaban eran... lapidas.
Se trataba de un antiguo cementerio, donde de altos y frondosos árboles de cedro y pino crecían por entre las tumbas dando un toque espectral al lugar. Una sabana de hojas secas cubrían el suelo, espeluznando aun mas a Hermione por su sonido al ser pisadas.
Algo en el interior de Hermione le decía que ya había visto ese lugar. La sensación de haber estado ahí antes era atemorizante pero no podía explicarlo, no hasta que busco su varita entre los bolsillos de su túnica.
Hermione notó rápidamente que su túnica escolar había sido cambiada por una túnica de terciopelo color gris y elegante. Los bolsillos de su nueva túnica estaban en otra posición y que además, una varita se encontraba en el lado contrario de donde siempre la dejaba.
Pero no era su varita...
Y el color de su piel bronceado ahora era pálido, su cabello marrón y ondulado había desaparecido por un negro y lacio cabello que estaba sujetado con dos pasadores a los lados. No había ningún espejo para mirar su rostro pero sabia, sencillamente, que no era ella... no era Hermione Granger.
Aguzó sus ojos en un desesperado intento por encontrar algo familiar pero solo veía lapidas y estatuas con insignias en forma de serpientes, ángeles y rosas que se alzaban alrededor de ella. Algunas con inscripciones en francés y latín. Todas ellas mostrando nombres y fechas de fallecimiento.
El ruido de unas hojas crujiendo hizo que la chica volteara hacia atrás...
Un niño de piel pálida, rubio y de ojos grises la miraba fijamente, moviendo entre sus manos lo que parecía ser una snitch.
Hermione retrocedió asustada observando detenidamente al pequeño. Sintiendo que unas punzadas en el corazón le gritaban que controlara sus nervios, que tenia que pensar... asimilar.
- No puede ser....- Murmuro Hermione.
El niño se mecía como si el aire estuviera jugando con él. Sus ropas grises y elegantes le palidecían aun mas, como si se tratase de una visión fantasmagórica. Era una escena que a cualquier le helaría la sangre sobre todo si el chiquillo sonreía con cierta burla.
- Hubiera visto su rostro....- dijo el pequeño.
Hermione guardó silencio. Únicamente se daba la tarea de observar al niño, negándose a si misma la posible identidad del mismo. Pero no había pasado tanto tiempo, ella sabia que lo había conocido desde los 11 años y que a pesar de que la criatura que estaba viendo era mas joven no había cambiado del todo su apariencia.
¿Podía haber alguna equivocación?. ¿Rubio, ojos grises?....
El infante salió corriendo, confundiéndose entre la neblina y la espesura de los árboles. Hermione lo busco con la mirada desesperada pero el chico ya había desaparecido de su vista. El ruido de unos pies golpeándose contra el suelo, la obligó a perseguir al niño.
Ella tenia que averiguar que estaba haciendo ahí...
El rubio era mas veloz que Hermione, quien debido a la falta de visión tropezaba una que otra vez con las lapidas y ramas de los árboles pero ella no se daba por vencida. Tenia que atraparlo a como diera lugar.
Una figura alta la detuvo de su carrera, sujetándola firmemente de los brazos. Hermione quiso gritar pero simplemente su voz parecía haberse apagado.
- No debería de estar corriendo de esa manera por aquí...- dijo una voz ronca y pausada.
Hermione sintió que las piernas le temblaba al reconocer el rostro de la persona que le había sujetado.
- ¿M-malfoy...?.- susurro temblorosa.
- ¿Cuántas veces tengo que pedirte que me llames por mi nombre?. Soy Lethar.- dijo.
Hermione se soltó de los brazos del hombre y lo miro escrupulosamente.
No... aquel no era Draco Malfoy. Era rubio, de piel blanca pero sus ojos eran bicolor, una mezcla entre miel y verde. Su edad era mucho mas madura que el Draco de Hogwarts, su cuerpo era delgado pero con fuertes músculos, envolviéndolo en un aire distinguido... típico de un.. ¿Malfoy?
El hombre la miro fijamente, llevándose unos dedos a su barbilla.
- Creo que necesitas respirar. – El hombre camino lentamente alrededor de ella.- ¿El pequeño demonio ha vuelto hacer de las suyas?.
- ¿E-el pequeño dem...?- Balbuceo Hermione.
- Draco...- dijo con una sonrisa de satisfacción y alzando una ceja.
La chica sintió que le daban un fuerte golpe en el estomago. ¿Aquel pequeño que perseguía era... Draco Malfoy?. ¿Y el hombre quien era entonces?.
- ¡Draco!.- grito Lethar.- Sal de ahí.
Un niño rubio salió de entre unos arbustos cargando todavía su preciada snitch.
- ¿Tu madre no te ha dicho que no te acerques al cementerio cuando esta por anochecer?.- pregunto el hombre de brazos cruzados.
- Si... tío.- contesto el chico con la mirada baja.
- Bien. Entonces mas vale que nos demos prisa y lleguemos a la mansión hasta de que los guardias suelten a las bestias.- Lethar tomo de una mano a la criatura mientras miraba interrogativamente a Hermione.
La chica comprendió todo en ese instante... había viajado al pasado de alguna manera, había obtenido la personalidad de alguien mas que no era la suya...
Había caído en manos de la Familia Malfoy....
=========
=========
=========
=========
=========
¡Hola!.
He regresado con esta nueva historia. Un Draco/Hermione nuevamente. (me encantan, no se porque jajaja)
Probablemente muchas esten desconcertadas por que Hermione es mayor que Draco en este historia pero les aseguro que habra romance, solo tendran que esperar unos cuantos capitulos. Pues necesito explicarles como fue y es la vida de Draco Malfoy siendo niño. Hermione podra conocer muchos aspectos del Slytherin que nadie mas conoce... y por fin sabra quienes son verdaderamente los Malfoy.
Hay nuevos personajes en esta historia, sobre todo para el arbol genealogico de la familia Malfoy. Lethar Malfoy es uno de ellos y en el siguiente capitulo podran saber quien es este misterioso personaje y que tiene que ver en la historia.
Claro que a medida de que vaya avanzando se sabra porque Hermione viajo al pasado de Draco y porque ella esta ocupando el cuerpo de otra persona. ^_^
Esta historia contendra mucho angustia, misterio, romance, suspenso... asi que por favor.. REVIEWS!!!!!!!!!
===
Antes que nada quiero agradecer la cooperacion de mis amigas Lumen1 y Nancy, quienes me ayudaron a despejar mi mente para que yo pudiera escribir una parte de este fic. :) Amigas, muchas gracias!.
Tambien quiero agradecer todo el apoyo que me han ofrecido a lo largo de mis anteriores fanfics y el que todavia me brindan con draconis.
Espero que este fic sea mejor o igual que todos los demas, ojala no las decepcione.
Bien, como siempre ya saben donde encontrarme: kasaes@hotmail.com
Por favor, les pido encarecidamente que me escriban un review.. jejeje es como una paga al tiempo que estoy invirtiendo al escribir.
:)
saludos
J@ina
===
