La Leyenda de Zelda: Los Seis Caballeros de la Luz

"Este es mi primer fic, decidí hacerlo de Zelda. Le agradezco a mi amiga Tsu que me ayudó en la redacción. Espero les guste la historia, la actualizaré constantemente".

La Leyenda de Zelda: Los Seis Caballeros de la Luz

Capitulo 1: Visitas Inesperadas. ¡Un cumpleaños especial!

(Esta historia toma lugar después de Zelda: Twilight Princess)

Había pasado más de un año desde que Link concluyó con su larga odisea. Derrotó a Ganondorf, el Rey del mal, rescató a la Princesa Zelda y salvó al Reino de Hyrule de una catástrofe segura; y ayudó a Midna a restaurar su mandato, en el Reino del Crepúsculo.

Por fin, había vuelto a Ordon, su pueblo natal, para llevar una existencia tranquila en compañía de sus seres queridos.

Sin embargo, Link jamás pensó lo que aquel día pasaría…

Era de mañana en Ordon, el sol lanzaba sus rayos hacia los huertos de calabazas que los aldeanos cosechaban con esmero. Una suave brisa de primavera acariciaba el lago de Ordon donde, a lo lejos, un muchacho sentado en la orilla, lanzaba su caña de pescar.

Este chico era Link. Vestido con sus ropas de aldeano,se encontraba pescando tranquilamente.

— ¡Si! ¡Ya picó uno! —.

Tiró de la caña fuertemente y con un pequeño chapoteo, un pequeño pez salió del agua.

—Ooh, es otro pez de Ordon común y corriente…supongo que tendré que ir al lago Hylia si quiero pescar algo mas grande. —Diciendo esto, regresó el pequeño pez al agua.

— ¡Link! ¡Link! ¡Tienes que ver esto! —Un chico había llegado a donde estaba Link, portaba una larga espada de madera.

— ¡Colin! Hola, ¿cómo estás? —preguntó Link al muchacho, a quien ya no veía como el niño tímido que era hacia un año. Colin se había convencido de que llegaría a ser una persona valiente y fuerte como Link, y se ha tomado en serio su entrenamiento con la espada, aunque por ahora, sólo practicaba con una de madera.

— ¡Acabo de aprender a hacer el ataque de giro! ¡Justo como tú lo haces! —dijo Colin muy emocionado.

— ¿En serio? ¡Eso tengo qué verlo! Muéstrame — dijo parándose y dejando en el suelo su caña.

Colin empezó a girar sobre sí mismo, una vuelta tras otra, en una de ellas por poco golpea a Link, finalmente Colin cayó al suelo de un sentón.

—Rayos…...—Colin parecía muy mareado.

—Jeje, Um…bien, solo que trata de que tu cuerpo gire manteniendo tu cabeza en una sola posición, de esa manera no te marearás tanto, además, creo que es mejor que sólo intentes dar un giro, al menos por ahora —aconsejó a Colin en lo que le ayudaba a ponerse de pie.

—Gracias Link, ¡ya verás, pronto seré tan buen espadachín como tú! — mencionó convencido.

— ¡Aquí están ustedes dos! —.

Una chica alta, de cabello rubio, bastante bonita había aparecido en frente de los chicos, al parecer los estaba buscando.

— ¡Ilia! ¡Ya encontré a Link! ¿¿Crees que ya podamos?? —preguntó Colin emocionado.

—Supongo que sí, ¡después de todo hay que celebrar este día tan especial!—dijo Ilia con una gran sonrisa.

— ¿Especial? ¿Por qué?—preguntó Link algo extrañado.

— ¿Cómo que porqué, Link? Hoy es tu cumpleaños, tontito. —dijo cariñosamente Ilia.

¡Era verdad! Link lo había olvidado por completo. Era su cumpleaños. ¿Cómo pudo olvidársele su propio cumple?

—Ven, Link, ¡tenemos algo qué mostrarte!—dijo Colin mientras lo llevaba de la mano camino al pueblo.

Al llegar al pueblo, Link se sorprendió por lo que vio: todos los habitantes de Ordon se encontraban reunidos, además, en medio del jardín, sobre una mesa, se contemplaba un enorme pastel de calabaza que, intuyó, había cocinado la señora Sera, madre de Beth.

Vinieron corriendo de la multitud tres niños. Se trataban de Malo, Talo y Beth, amigos de Link y de Colin.

— ¡Link! ¡Link! ¡¡Feliz Cumple!! ¡¡Te tenemos un regalo!!—gritaron los niños y le mostraron una resortera bastante rustica, Link dedujo que los mismos chicos la habían fabricado. — ¡Yo también les ayudé a hacerla!—dijo Colin.

—Wow, gracias chicos, está muy…bonita —dijo Link tratando de convencerse de que así era, estaba bien, pues la anterior resortera que tenía se le había roto.

—¿Una resortera, chicos? ¿Esto es lo que estaban preparando desde hace un mes?—dijo Ilia en un tono medio molesto.

— ¡Hey, la hicimos entre todos!—dijo Talo.

—Aparte, es la mejor que nos quedó de las cinco que hicimos…¬ ¬…—agregó Malo.

—Gracias chicos, en verdad se los agradezco. —dijo Link muy feliz.

Todo aquel día fue de felicidad y diversión en Ordon. Desde que Link había vuelto de su peligrosa aventura, había tenido un grado de respeto y admiración superior en Ordon (aunque la verdad, siempre lo ha tenido).

Fado, el criador de cabras y viejo amigo de Link, le regaló una bonita figura de una cabra tallada en madera. Rusl y Uli, papás de Colin, le regalaron una navaja multifuncional y una camisa con el emblema de Ordon respectivamente.

Bo, el alcalde de Ordon le regaló unas botas de piel de Goblin; e Ilia le regaló una pieza de corazón. —Tengo un regalo extra para ti, Link, pero te lo daré hasta la noche…—dijo Ilia coquetamente a Link, quien se quedó expectante.

Partieron el pastel de calabaza, cantaron las mañanitas hylianas a Link, jugaron y cantaron hasta que la noche cayó…

Rusl y Bo, al parecer, habían tomado grandes cantidades de jugo de calabaza fermentado, y se encontraban tirados en la mesa charlando de cómo son las hembras de los Goron o de por qué los Zoras no usan ropa y demás cosas sin sentido.

No había quedado nada del pastel y los niños ya se habían ido a dormir.

Link no se encontraba por ahí; había vuelto al lago en donde estaba en la mañana, mas ya no se encontraba pescando. Sino pensando en sus antiguas hazañas, recordando viejos amigos y sus grandes aventuras. La mayoría de las noches se ponia a pensar qué estaría haciendo Midna en esos momentos o cómo estaría la princesa Zelda…

A veces extrañaba ser Lobo, andar por ahí asustando a la gente y hablando con los animales…

Mientras veía la luna sobre el lago, pensaba en seguir viajando, no visualizaba (aunque lo intentara) toda su vida solamente en Ordon. Él quería salir de nuevo a Hyrule, explorar tierras distantes, conocer poderosos aliados y, ¿Por qué no? Temibles enemigos. Sin duda, un espíritu de héroe reside en el interior de Link.

— ¿Todo bien? Dime, ¿te has divertido hoy?—Ilia había aparecido y se sentó al lado del chico.

—Si…bastante. Ha sido uno de los mejores días de mi vida—dijo gentilmente.

—Me alegro. Sin embargo, noto que algo no anda bien en tí, Link, desde hace unas semanas. Y creo saber qué es…—.

Aunque Ilia y Colin sabían la mayoría de sus secretos, Link intentaba mantener la mayoría de esos sentimientos reservados para él. Pero el que sentía en esos momentos, era uno que no se lo había explicado a nadie, no por ser malo, sino por no querer hacer sentir mal a los demás. ¿Sería posible que Ilia lo haya detectado?

—Extrañas tus aventuras por todo Hyrule. ¿Verdad Link?, Ordon es un pueblo demasiado pequeño para ti—dijo Ilia mirando pensativa la luna.

—Si, pero…—Ilia había acertado completamente a lo que pensaba Link, no sabía qué pretexto sacar ahora.

—Está bien Link, es algo natural después de todo lo que has vivido, y de hecho me parece bien—dijo Ilia bajando la mirada. —Solo prométeme que te cuidarás mucho si vuelves a salir…—una lágrima se había asomado y se deslizaba por su mejilla mientras volteaba la mirada hacia Link.

—Ilia…puedo… puedo llevarte conmigo…viajaremos… ¿Qué te parece?—Link no creía la propuesta que le había hecho.

—Je, seria genial…talvez…talvez me guste…pero…pero solo si voy contigo Link, tu y yo…—.

—Claro Ilia, solo tú y yo…— Los cuerpos de ambos chicos se habían acercado mucho, y sus caras estaban una enfrente de otra, habían cerrado los ojos y se acercaban centímetro a centímetro con la luna reflejada en sus caras.

—¡¡Hola Link!! ¿¿Los interrumpo?? —.

Una pequeña figura se había asomado atrás de donde estaban Ilia y Link. Era una figura muy bajita, con una enorme corona de piedra, ojos grandes y rojos y casi totalmente negra.

El sobresalto había sido tan grande, que Link había caído al lago haciendo gran alboroto.

—¿¿Midna??—gritó Link al salir a la superficie del lago.

¿Qué hace Midna en Ordon? ¿No se supone que se había despedido de Link para siempre?

¡No te pierdas el siguiente capítulo…!

Continuará…