Disclaimer: nada del Potterverso me pertenece

Este fic participa en el reto temático de septiembre "James Sirius" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".


Estimados señor Potter y señora Potter,

El motivo de mi carta es para hacerle saber que su hijo, James Sirius, ha sido finalmente seleccionado para Gryffindor. Quizás les resulte extraño que la directora de la escuela les envíe una carta con esta noticia cuando él perfectamente puede hacerlo por sí mismo. Nada más lejos de la realidad. En realidad el motivo de esta carta no es para felicitarles porque su hijo se haya unido a la gran familia que conforma la Casa Gryffindor. En realidad, debo decir que los años de paz que Hogwarts había tenido desde hacía años han llegado esta noche a su fin, gracias a su hijo.

¿Por qué digo esto? Porque incluso antes de poner un pie en Hogwarts, su hijo ya ha provocado más accidentes que aquellos por los que lleva su nombre provocaron durante toda su estancia en Hogwarts, creo yo. Se sospecha que ha obtenido ayuda alguna, no obstante. Antes incluso de llegar al castillo, su hijo ha hecho lo siguiente: poner laxante en las chucherías que se venden en el Expreso de Hogwarts, imagínense el olor, tirar una bomba fétida en el compartimento donde los prefectos se encontraban efectuando su reunión y soltar una mofeta, vayan ustedes a saber de dónde la saco, por el pasillo del tren. Total, que se pueden hacer una idea de cómo de vivos han llegado los alumnos.

Pero no acaba ahí la cosa. Continuo, pues: en el Expreso de Hogwarts, de alguna manera, ha desbocado a los thestrals, a pesar de que afirma no verlos. Resultado: un choque en cadena y varios carruajes accidentados. Y eso que él iba en los botes para los alumnos de primero. ¿Saben qué? Ha hundido el suyo propio.

¿Quieren más? A su llegada al castillo ha lanzado globos de agua a sus nuevos compañeros de primero. Pero no eran globos rellenos de agua, sino de pegamento. Después, tiró una bolsa llena de plumas sobre ellos. Seguimos intentando quitárselas. Y en su selección, le ha puesto un petardo al Sombrero Seleccionador. Hemos tenido que detener momentáneamente la selección para que el Sombrero se recuperase. Ah, y por supuesto, ha reventado un retrete.

En fin, sólo quiero hacerles saber que era de esperar semejante comportamiento, dado los peligrosos ascendientes, Potter, Weasley y Black, que su hijo ha heredado. Al parecer, se ha llevado el lote completo. Les hago llegar, también, la factura de 3.000 galeones por los desperfectos ocasionados. Espero que no tenga que mandarle más en el futuro.

Un cordial saludo,

Minerva McGonagall, directora

Minerva McGonagall dejó sobre el tintero la pluma que acababa de utilizar. Dobló y metió la carta en un sobre, en el cual escribió la dirección de los Potter y estampó el sello de Hogwarts. Antes de enviar la carta, se apoyó sobre su asiento. Suspiró.

—Sobreviví a James Potter y a Sirius Black. También a los gemelos Weasley. Pero con este crío creo que lo mejor será que me jubile.