Bueno, mi segundo fanfic y el primero en lo que romance respecta.
Disclaimer: Kyokai no Rinne no me pertenecen, sino a Rumiko Takahashi
Golden Week
Como cada viernes por la tarde sin rastro de espíritus, Rinne se encontraba feliz en su apartamento haciendo rosas de papel para poder ganar algo de dinero.
Solo faltaba un día para la Golden Week, y nuestro protagonista tenía toda la intención de trabajar y olvidarse de los espíritus durante ella ya que el instituto permanecería cerrado y no habría ofrendas, y él no era un voluntario. Incluso había encontrado un trabajo cerca para evitar al máximo el encuentro indeseado de espíritus, y por lo tanto, reducir al máximo el gasto de dinero en los mismos. Aunque fuese por solo una semana, estaba dispuesto a darse unas agradables vacaciones sin fantasmas.
En ese mismo instante, cuando acababa de terminar otra rosa y la había dejado reposar en la caja, se acordó de que tenía que ir a un lugar en ese instante, por lo que se levantó y salió de su hogar sin saber que por mucho que hubiese hecho planes, las cosas nunca salen como las has planeado.
Cuando hubo hecho lo que tenía que hacer, la luna asomaba tímidamente en un cielo añil chapado de naranja, por lo que Rinne se dispuso a volver a su apartamento antes de que la noche cayese en la ciudad. Pero para su sorpresa… ya no había apartamento.
Él, en ningún momento ni en un solo instante, había tenido en cuenta aquella opción. Tampoco se le habría ocurrido pensar nunca en que su "saludable y acogedor" hogar –si a eso se le podía llamar hogar- pudiese llegar a desaparecer así como así.
Cuando llegó, solo había escombros dónde antes había estado el destartalado edificio en el cual vivía. Vivía, porque ahora era humanamente imposible vivir allí.
-Tiene que ser mentira…- dijo solamente con los ojos muy abiertos mirando al desastre que acontecía delante de sus ojos.
Profesores que seguían en el instituto después de haber dado clases toda la mañana se habían acercado al lugar de los hechos y miraban asombrados hacia el cataclismo que anteriormente había sido la anterior ubicación de los clubs.
Rinne fue cauteloso y se escurrió entre los escombros buscando su Haori y en cuanto lo encontró se lo echó sobre los hombros para poder rescatar sus pertenencias antes de que los profesores de diesen cuenta de que alguien había estado viviendo allí.
Solo consiguió rescatar unos pocos trastos y no estaba dispuesto a quedarse allí mucho más tiempo mirando a lo que una vez fue su hogar. Volvió sobre sus pasos y se alejó, no sin antes mirar por encima de su hombro y echar un último vistazo al desastre que dejaba tras de sí.
-¡Rinne-sama!-llamó una voz conocida.
Él simplemente ignoró la llamada confiando en que su interlocutor se pusiese a su ritmo.
-¡Rinne-sama! ¡Es horrible! ¿Ha visto lo que ha ocurrido?
Rinne simplemente siguió ignorando al pequeño gatito negro que gritaba y le daba la lata.
-Estaba durmiendo en la ventana cuando todo empezó a temblar y se derrumbó. En cuanto asimilé lo que había pasado, le fui a buscar un lugar donde dormir hasta que arreglen el edificio. ¡Y le encontrado un sitio muchísimo mejor que ese cuarto cutre!
Ante esto, Rinne si reaccionó. El gato le había ahorrado mucho trabajo y muchos problemas, y si el sitio era tan bueno, ¿qué le impediría mudarse allí permanentemente?
-¡No se lo va a creer! ¡Incluso tenemos permiso para estar allí! ¡Ella ha sido muy amable por dejarnos pasar allí la Golden Week!- sonrió el gato.
Rinne se giró sobresaltado.
-¿Quién ha sido muy amable?-habló por primera vez en toda la "conversación".
-¿No se lo he dicho? – se extrañó el gatito.- Mamiya Sakura. Nos ha dado cobijo en su casa durante la Golden Week.
A Rinne se le quedó la cabeza en blanco, y frenó su caminata en seco. ¿Había oído bien?
Rinne reaccionó y miró a su alrededor, puesto que no se había fijado que camino había tomado. Debe ser cierto eso de que todos los caminos conducen a Roma, porque estaba justo enfrente de la casa de aquella chica, que amablemente le había ofrecido refugio en su grande, agradable y hogareña casa. Pero la pregunta era… ¿sería capaz de aceptarlo ahora que se había dado cuenta de lo que para los demás era terriblemente obvio? Mamiya Sakura era especial, pero seis días bajo su mismo techo… ¿podría soportarlos?
Rinne miró la imponente casa que tenía enfrente mientras sujetaba sus escasas pertenencias. Soltó un largo suspiro y llamó al timbre.
-"Pasa"-dijo una voz desde el interfono.
Rinne volvió a suspirar y echó una mirada hacia el letrero que colgaba junto a la puerta "Familia Mamiya"
"¿Cómo he llegado a esta situación?" Se preguntó.
Su nombre era Rokudō Rinne, e iba a pasar en casa de Mamiya Sakura la Golden Week.
Es el prólogo, por lo que es bastante corto, pero ya tengo pensados y montados los seis capítulos de los que va a constar, así que espero que le deis una oportunidad por lo menos al primer capítulo puesto que va a tener un estilo distinto y el romance empieza asi que...
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