¡Hola! ¿Cómo están? Les traigo esta extraña historia que se me ocurrió.

Sigue la trama original del libro. Lo que voy a mencionar ahora, es una ADVERTENCIA.

Con esto me refiero a que esta historia solo es un "agregado" a los libros originales. Comienza en el Libro 3, es decir, Eclipse, cuando Bella decide ir a ver a Alice a contarle que ella podría hacerse cargo de su boda, y culmina con el párrafo siguiente, cuando la van a ver finalmente, anunciándole la noticia.

La historia solo pretende agregar una nueva aventura. Al retomar el hilo del libro original, es como si lo hiciera con algunos pequeños cambios, que los lectores deberían asumir como naturales (ya lo entenderán al final...).

Espero que lo disfruten.

PD: LOS PERSONAJES PERTENECEN A LA EXCELENTÍSIMA STEPHENIE MEYER -EXCEPTO JAQUES-.

HAGO ESTO SIN FINES DE LUCRO.

PREFACIO

El intenso crujido de su cuello hizo que mis ojos prácticamente se desprendieran de sus órbitas. Ni siquiera cuando James me había roto la pierna, había sido tan penetrante el sonido… ni mucho menos cuando los Vulturis acabaron con la vida de la neófita que se había rendido para no luchar contra nosotros...

Me estremecí de pies a cabeza. Nunca lo había visto así… tan intimidante, tan ferozmente amenazante. Ni siquiera cuando Victoria vino por mí, y se enfrentó a él en una peligrosa batalla.

De sus intensos ojos carmesíes se desprendía el insaciable frenesí de continuar partiendo los huesos de su víctima, mientras sus dientes comenzaron a mostrarse, y un gruñido gutural – que me hizo poner los pelos de punta – nacía desde su garganta.

Él sabía que yo estaba observándolo. Podía olerme, lo sé. Sin embargo, eso no logró detener su hambre voraz, que vació aquel cuerpo de cualquier fluido que pudiera albergar dentro de sí. Y entregado ciega y completamente a sus instintos, se volteó a observarme con ansias de sed, con su boca y parte de su mandíbula bañada en sangre.

Me observó directamente a los ojos, y esbozó una leve sonrisa macabra. Había culminado con su víctima… y sabía que ese era el fin. Solo quedaba yo, su último y más preciado botín, el cual su sangre parecía ser una marca personal de heroína. Comenzó lentamente a caminar hacia donde me encontraba estupefacta, sin inmutar su sonrisa estremecedora, mientras mi corazón bombardeaba enloquecedoramente el llamado a mi propia muerte.

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LunaEscarlata87