Mirar era lo único que había podido hacer desde la oscuridad, mientras que Jared intentaba manejar su vida desde la responsabilidad sanguina cree el, no ha sido fácil para él, tuvo que tomar el negocio de su padre y transformarlo en una mini empresa para poder costear los servicios médicos de su madre, con empleados a cargo y horarios nocturnos para acumular tantos trabajos como pueda, observarle detenidamente mientras estaba metido debajo de una vieja camioneta le hipnotizaba, todo su comportamiento se alteró el día que le vio por primera vez, intentando analizarse detenidamente cada vez que lo espiaba en silencio, es tan humillante para un vampiro como el, más aún cuando le tomo cinco años entender y/o asumir que esta ridículamente enamorado de aquel hombre.

No puede evitar admirarlo desde lejos, interiorizarse con todo lo que hace, que le enfada de los demás y que le hace sonreír, son contadas las ocasiones que pudo verle sonreír entre el cabello largo y castaño cubriendo los ojos zorrunos multicolor, como los días son contados cuando el calor golpea el pueblo y puede verlo sin tanta ropa, grabando en su mente por qué le gusta trabajar de noche, ya que la gente del pueblo duerme profundamente y puede concentrarse en su trabajo, incluso la manera que deja colgando la parte superior de su mono azul amarrado a la cintura destacando el largo torso, su camiseta blanca estaba algo rota en la espalda, y él se imaginaba como había pasado mientras lo contemplaba.

Sabía quiénes eran sus amigos, sus compañeros, sus clientes, el hombre que le cobraba el alquiler del taller en el centro del pueblo, sabia porque había vuelto a ese pueblo dejando la universidad a mitad de camino, pero ahora que el motivo de su responsable corazón no estaba, pensaba que correría libre de este pueblo, pero eso no ha pasado, algo retiene a Jared anclado a ese lugar y le ve morderse el labio con disgusto cada vez que toma el teléfono. Podía percibir la frustración de no haber hecho lo que siempre deseo en todo ese tiempo [terminar de estudiar medicina], algunos de sus amigos más cercanos intentaban entender su fijación por ese hombre, pero siquiera él podía poner palabras concretas a ello.

Se desprecia a si mismo por haber caído tan bajo, su comunidad en la ciudad de Londres está harta de mandar mensajeros en su busca, los deberes con su familia y la sociedad, pero sin embargo apenas baja el sol, él está observándole como un deplorable acosador de tercera que nunca llega a hacer contacto con su víctima, completamente cautivado por cada detalle en su cuerpo, perdido en el sonido de su voz y como el acento de esa parte de Gales aún no termina de asentarse a su fonética, en el mundo es normal que un vampiro se busque a su ideal en un humano por la fragilidad de la vida que toman en sus manos para cuidarla y amarla, no solo para así alimentarse de su preciada sangre de vez en cuando, muchos también solo optan por emparejarse con su propia especie no deseando perder a su compañero por el arbitrariedad del tiempo sobre la carne humana, y a pesar de la integración de lo sobrenatural de los últimos doscientos años, sumaba una carencia de miedo en la sociedad de los humanos por lobos, vampiros y fantasmas, además de otras especies, solo él es el único que no puede relacionarse con quien desea.

Suspira fastidiado los últimos minutos que espera en ese bar para que el sol descienda, sus horarios son marcados, alimentarse con generosidad en cada atardecer hace que no sienta hambre hasta el día siguiente cuando despierte, incluso aunque el sigue inmerso en su propia problemática todos ya están de fiesta allí adentro, humanos, otros seres y uno que otro vampiro demasiado viejo como para inculcarle otros modos, mientras que el solo espera para poder salir y ver a Jared desde lejos, se bebe lo que queda de su copa de sangre tipo O para levantarse, solo que Christian le detiene saliendo del enjambre de cuerpos bailando, para cargar su peso de lobo sobre él.

- ¿Y tú a dónde vas? - dice riéndose, pidiendo al cantinero de esa hora una copa con la mano en alto y Jensen va sacando el pesado brazo de su cuello.

- A donde más… nos vemos al amanecer, me quedare en tu casa hoy, Candance no quiere verme hasta que arregle esto y no creo que lo haga nunca así que... - Christian lo miro y lo miro como si no entendiera de lo que habla y él sabe que si sabe de lo que habla por lo que espera a que este da algo.

- Tú, de toooodas las personas debería saberlo…- Jensen vuelve a mirarlo y esta vez se sienta intentando tener paciencia y esperar que cuando pregunte le responda directamente.

- ¿Y qué debería ser eso? - le dice cruzando los brazos sobre la barra y mirándole sin pestañear.

- ¿Sabes que la madre de Jared al fin falleció no? - Jensen empieza a mover la cabeza afirmativamente y luego de unos segundos vuelve a mirarlo suspicaz.

- ¿Y? - inquiere porque ya está perdiendo valiosos segundos de su vigía diaria, mientras que se levanta del taburete dispuesto a irse.

- ¿Qué Jared esta tarde se iba a Inglaterra, a ver a sus hermanos, para la división de bienes y demás cosas familiares? - le pregunta aún más extrañado que dé el sobre todas las personas o seres, él no lo supiera.

- ¿Como? ¿¡Cu… cuando paso eso?!… - se desesperó, camino en zigzag y volvió al origen para poner su mano en el taburete y tomar a Christian de la camisa. - ¡Como te enteraste de eso!- le dice sus ojos perdiendo brillo, en negro de su furia expandiéndose por su globo ocular hasta formar espantosas venas que iban desde sus parpados hasta sus cienes.

- Hace un par de días, lo comento a unas personas en el supermercado cuando la última anciana del pueblo le pregunto por la salud de su madre y está ya había muerto, pero ella no lo recordaba. – inquirió, la campana de HappyHour sonó al fondo y todos levantaron las copas en un vitoreo triunfal.

- ¡Demonios! – lo soltó haciéndolo tambalearse en el taburete, Christian podría haberse enojado, pero sabe lo susceptible que es Jensen a no saber algo de ese hombre y callo, tomo su bebida volviendo a la fiesta cuando Jensen salió como rayo del bar.

Su velocidad era imparable e imperceptible para el ojo humano, pero por primera vez en cinco años estaba parado junto a la pared de piedra antigua que rodeaba la casa de Jared, impacientemente camino en círculos dudando de si se debía acercar más a la casa de su adoración, no pudo percibir ningún latido, la casa estaba vacía, quería protestar maldecirse matar a alguien desgarrando miembros y bañarse en ella para descargar su frustración, como es que escapo a su continua vigilancia ese suceso en la vida de Jared o como es que a nadie se le ocurrió comentarle eso si esto había pasado durante el día.

Con un nudo en la garganta camino paso a paso y muy lentamente a la puerta de entrada le tomo un esfuerzo increíble caminar tan dentro del perímetro que Jared recorría a diario, sus pies pesaban y sus manos temblaban levemente, ninguno de los perros de Jared estaba allí siquiera, pero como era costumbre en ese pueblo la puerta estaba sin cerrojo y se armó de valor para poder ingresar mientras que su corazón golpeaba su pecho, piensa que debió preguntar a Christian si sabía cuándo volvería, o a donde había ido exactamente solo para seguirlo, por más que sea peligroso que el amanecer lo sorprendiera.

Sus sentidos se vieron abrumados por el aroma en esa casa, era tan deliciosa esa esencia, el perfume de esa piel tostada a pesar de los contados días de sol , incluso percibía la ingesta azúcar que por ella se evaporaba en el aire, toco con sus dedos el respaldar de un sillón en el recibidor tocando sobre la tela donde la nuca de Jared reposaba siempre al quedarse dormido mirando alguna película vieja, también estaba el olor a la madre de Jared, olor a anciana que apenas se sentía junto con él en perfume de hierbas y lavanda, volteo hacia la cocina donde lo veía comer sobre el fregadero cuando lo espiaba desde el jardín racero estaba abarrotado de trastos, sus pies parecían flotar entusiasmado de ver tan de cerca la intimidad donde vivía su obsesión.

¿Por qué sonreía por una cosa así? Pero saber un pequeño detalle como ese le llena el pecho de una estúpida felicidad que el debería no estar sintiendo como llena su cuerpo de pequeñas cosquillas deliciosas, trago y abrió la llave del agua lavando trasto por trasto, terminando por ordenar todos los platos y cuencos y tenedores que el más alto uso en algún momento.

No tiene idea de donde vivan los hermanos de Jared, supone que lejos mientras se seca las manos con un repasador, unas luces reflejadas le hace centrar su atención en los cuadros en las paredes, identificando Jared de pequeño, en un chasqueo de dedos está tomando la fotografía en sus manos, logrando que se le acelere el corazón desmedidamente, hacia siglos que no le latía tan fuerte y tuvo que apretarla contra su pecho para mirarla nuevamente con una sonría enorme en su rostro, camino con ella sin poder apartar los ojos de esa sonrisa tan amplia, de los pequeños hoyuelos, del flequillo sobre los pequeños ojos, de ese cuerpo tan aniñado y delgado… preguntándose cómo era que había conseguido la musculatura que ahora poseía.

Pero cuando encontró una a su habitación de niño con tres camas y juguetes por doquier no pudo contenerse, se sorprende más al sentarse en la cama y revisar uno por uno imaginándolo jugar con ellos, pensó, claro, lo pensó jugando dentro de ese cuarto, acomodándose en la cama de la derecha, admirando a héroes de fantasía y era como si le estuvieran dando miles de réglalos para navidad a él, su mente callo repentinamente en quien era él y lo que hacia allí, dejo los juguetes que tenía entre los brazos en la cama a que percibe más a Jared, miro la foto y la saco de su recuadro, sosteniendo sus yemas muy cerca del rostro de su amor.

Cuando salió de allí algo decaído para revisar los otros cuartos, noto que su esencia más claramente adentrándose en el pasillo, abrió una puerta y la habitación vacía de sus padres y donde la señora Padalecki falleció estaba impecable, cero esa puerta por un respeto que solo llega a él por Jared, solo al llegar a otra puerta es que parecía que Jared había marcado la habitación con su aroma por todos lados, la cama era más grande, pero olía enteramente a Jared, supuso que ahí era donde dormía actualmente y la razón por la cual no podía obsérvalo dormir era porque era una habitación interna sin ventanas y mucho más grande, se mordió el labio y con el inmenso anhelo que tenía retenido en el cuerpo se acercó lentamente como si la cama pudiera atacarlo de algún modo.

Pero el placer que siento al rosar su piel con esas sabanas revueltas no tenía comparación con nada, el sutil aroma de la humedad de la piel de Jared en ellas, en las almohadas, lo excitaba y apretó su entrepierna fuertemente con su nariz hundida en la almohada principal de esa cama y la favorita de Jared. Se subió a ella sin enterarse, extasiado por verse rodeado y pegando a su piel el tan deseado aroma de su amor, trago y respiro agitado por la boca volviéndose a hundir en esas sabanas.

Pensándose estar cubierto por su aroma, por toda esa piel canela humedecida, giro su cabeza imaginándolo sobre él como un gato que disfruta de las atenciones humanas, jalando el aire cuando dos pensamientos se peleaban por tener la razón y el dominio de sus acciones, uno que le decía que tenga un poco de orgullo y auto control y se levantase de esa cama y se fuera del lugar, otro que se toque más intensamente imaginándolo a Jared allí con él, llegando a la conclusión de que no tendría otra oportunidad para sacar de su cuerpo algo de la frustración de tantos años habían saturado su cuerpo de necesidad.

El conflicto estaba debilitando su cuerpo, se sentía como cuando no se alimentaba correctamente por dias, lánguido y tembloroso, trago algo de saliva muy espesa como cuando la sed esta por gobernar sus sentidos, aparto las sabanas y mantas que puso sobre su cuerpo, pateándola un poco para poder salir de la enorme cama en la que el parecía tan pequeño.

Solo que al hacerlo se encontró con una prenda del mismísimo ser, dudo en tomarla, era algo negro y creyó que sería una de las camisetas que tuvo anteriormente, pero la tela se sentía rara para serlo, su piel deslizo un escalofrió por toda su espalda al deducir que era, mismo escalofrió que se transformó en un ardiente calor que no supo manejar, dejándolo tendido en la cama de nuevo, vencido por sus instintos, noto unas leves marcas blanquecinas a un lado del bóxer que tenía en la mano.

Sus pupilas dilatadas ya no entendían razón alguna, las pequeñas enzimas se acercaban a él en el aire, el las veía desplazarse lentamente hasta su nariz, su mente bombardeándolo con imágenes de ese semen aun en su estado líquido deslizándose por su lengua y el sabor que tendría el humando en esa parte de su cuerpo.

Con la prenda pegada a su rostro y la desesperación de tenerle es que intenta desabrocharse los jeans, completamente cegado por la lujuria que sentía en cada poro, mete su mano dentro del pantalón como esta, empezando a masturbarse como puede, la tela se escucha rasgarse pero él no puede prestar atención a lo que hace solo sigue disfrutando de su excitación, de la carne caliente debajo de sus dedos fríos y de ese aroma que refriega en su rostro respirando casa ápice de esencia que puede alcanzar con su lengua.

El cuerpo está respondiendo como si estuviera latiendo, su pecho aprieta y golpea a la vez, en espasmos que lo hacen revolcarse en la cama buscando un contacto fantasma de la persona que tanto anhela, su mente repleta de imágenes de Jared sobre los motores del auto, con sus músculos en tención sosteniendo las pesadas pieza, la piel cubierta de aceite quemado, de esos guantes de cuero roídos apresándolo contra el colchón.

Necesita eso, necesita sentirse repleto de ese hombre, su mano aprieta su erección con la necesidad palpitando más abajo en su cuerpo, sus testículos se contraen repentinamente al pensar en ese pequeño punto y en todo ese cuerpo moreno manejándolo como un pequeño muñeco que tiene solo el objetivo de proporcionarle placer, se corre tan fuerte que se siente morir nuevamente entre esas sabanas, la habitación se tambalea y el pierde la noción de los límites de su cuerpo, su respiración lentamente lo va centrando y devolviendo a la realidad, su mano sigue en sus pantalones sosteniendo lo que fue la más dura de sus erecciones, aun con algo de firmeza en ella se planta volverlo a hacer o no.

La sangre estaba aún corriendo muy rápido en su cuerpo, podía sentirla a la perfección debajo de su piel, era una sensación muy cercana a cuando él estaba vivo, claro que él no podía sentirla cuando aún necesitaba respirar para latir y viceversa, pero trago con la intoxicación de su orgasmo haciendo pesada su cabeza y paulatinamente sentándose al borde del colchón, queriendo llevarse las sabanas consigo, pero solo miro el bóxer que aún tenía en su mano izquierda y se lo metió en el bolsillo del pantalón como pudo.

Sus pasos eran torpes, pero no eran sus pies los que no le respondían eran sus rodillas, aun así, cuando llego al marco de la puerta de esa habitación pensó en lo perfecta que era para que Jared y el estuvieran juntos, sin ventanas que pusieran en peligro su vida mientras dormía, y suficientemente grande para sentirse una putilla usada todas las mañanas.

Sonrió con la vivacidad de su imaginación, deseaba tanto eso que un oleaje traicionero de tristeza se apodero de él, pensando para sí mismo que nunca más podría volverá hacer eso.

Estar tan cerca y tan lejos de su adorado humano… tan patético como perfecto eran sus sentimientos que salió de allí con mucha vergüenza de lo que hizo, preguntándose de donde venía, miro su abultado bolsillo recordando que aún tenía la prenda y que nunca la devolvería, poniéndole rostro a la vergüenza de que deseaba poner esa ropa interior de nuevo en su rostro.

Jared volvió dos días después, eran las tres de la tarde cuando su fastidio por el mundo y su familia habían sacado lo peor de su persona en el poco tiempo que estuvo fuera Neverleaf shire, recreando en su mente, que si sus perras no le hubieran mordido la pantorrilla lo más probable es que hubiera roto cada hueso del rostro sarcástico y maldito desgraciado de su hermano mayor.

Sentía un asco como su hermano quería hacer negocio con las tierras que sus padres tenían en el pueblo, como querían desbaratar la casa donde nacieron con tal de hacer más dinero, como empujaban las más preciadas posesiones de su madre por la mesa de uno a otro, negando guardar o conservar ninguna de ellas, en que momento esas personas que él creía su familia se habían convertido en seres tan despreciables.

Entro a su casa por la cochera teniendo que bajar su cabeza para entrar por la pequeña puerta que seguro solo tenía un metro ochenta, pensando en que su cocina estaría llena de bichos del campo porque dejo demasiados trastos con comida aun en ellos antes de irse, pero cuando entro a la misma no había nada en el fregadero, se rasco la cabeza, intentando ubicarse en tiempo y espacio porque según había registrado en el último segundo que paso por la cocina dejando un plato con leche y algo de cereales en él, casi no había espacio en el fregadero.

Miro las estanterías y allí esta sus platos, las cacerolas los cubiertos y demás cosas que uso, cerro la estantería y miro a su alrededor, no cree que la vecina Alldy se hubiera metido en su casa, se lo había prohibido cuando la vio entrar como pancha por su casa e ir a ver a su madre y antes de marcharse tomar un caldeo que él tuvo que recordarle devolver, miro a su alrededor y una foto faltaba del muro del pasillo, toco la marca y camino a su habitación rápidamente donde su computadora estaba.

Solo que noto que su antigua habitación de niño estaba abierta y las cortinas de la misma plegadas a un costado, como un puñado de juguetes amontonados s en su cama, retomo su curso y entro en su habitación, prendió las luces y allí estaba su pc como si nada, encendió el monitor, estaba segundo ahora de que esa señora había entrado a su casa cuando no estaba, por suerte había instalado cámaras en todo el lugar, porque así podía vigilar a las enfermeras que contrataba para su madre cuando él tenía que trabajar.

Corrió las cintas una detrás de otras por día y nada, pero en la que no iba a revisar porque era del día en que él se fue de la casa vio una sombra al correrla tan deprisa al retrocederla y ponerla a velocidad normal noto a ese hombre lavando sus trastos, ladeo la cabeza y trato de distinguirlo, apretó los ojos acercándose más al monitor.

Se sorprendió más ver su emoción al tomar el cuadro en la pared, las cámaras no tenían mucha definición y las líneas de su rostro apenas se notaban, lo vio entrar en su cuarto y recostarse entre sus sabanas, se volvió rascar la nuca sin entender quién demonios era o que era lo que quería, uno no solo entraba a la casa de un desconocido y le lavaba los trastos con una sonrisa ene l rostro, pero su sorpresa fue aún mayor cuando vio lo que hizo en su cama. Simplemente no podía parpadear, la imagen de ese hombre contorsionándose en su cama con su prenda en el rostro, verlo sacudirse por el orgasmo y luego intentando levantarse débilmente de la cama, con las rodillas flojas y sosteniéndose el pecho para calmar sus latidos.

Busco apresurado las grabaciones esculco las otras más lentamente intentando encontrarlo, pero no hayo más que eso. ¿Quién era ese sujeto? Jamás había visto a alguien similar en el pueblo, ¿Era de ese pueblo no? No debía medir más de unos sesenta tal vez, parecía joven… su cabello era algo claro, pero en una cámara que solo capta imágenes en blanco y negro es difícil distinguir los detalles que le podrían dar una pista. Estaba pasmado, dejo reproduciendo las cuatro cámaras que lo tomaron en un círculo continuo, observando como miraba su casa, como limpiaba su desorden y como adoraba sus juguetes de niño solo…. para hacerse una paja en su cama más tarde.

Simplemente no lo entendía, no tenía sentido, y no sabía de donde había salido, el conocía a todos en el pueblo, miro la cama y sintió algo de asco por ese hombre que hizo eso en sus sabanas, las saco de un tirón y las hizo un bollo, dio vuelta el colchón sin más, desearía tener una o dos ventanas allí para ventilar, pero luego recordó cómo le desagradaba despertar con demasiada luz en el rostro y suspiro mientras colocaba sabanas limpias y ordenaba ese lugar.

¿Se preguntó si alguien más conocería a ese sujeto? Miro de nuevo la pantalla mientras cambiaba las fundas de las almohadas una tras otra, cavilando que alguien que hace algo así debe de haberlo estado observando al menos como para obsesionarse con el de ese modo.

Admitía que necesitaba algo de atención, compañía o alguien que esté interesado en él, no va a negarlo, pero no va a hacerlo público tampoco o especificar sus preferencias a un montón de pueblerinos, que alguien que le mirase como prospecto al menos seria agradable, sabía que todo el mundo le quería en el pueblo, pero siempre vio en ellos esa chispa de que su facilidad al verle dependía de su habilidad para reparar cosas mecánicas, eso era lo que más les gustaba de él, era puro interés profesional, suspiro.

Al menos ese hombre le deseaba de un modo carnal ¿No?… suspiro sintiéndose estancado por lo solo que se veía a sí mismo, ahora sin tener que ocuparse de su madre hacia más pesado el arrepentimiento de haber dejado de ocuparse de su vida por ella.

Esa noche comió sobre la mesa de la cocina sin saber que Jensen le observaba, las dos últimas noches el vampiro solo camino alrededor de la casa haciendo lo posible por no entrar, y ahora que simplemente le miraba comer en silencio sin saber que Jared le había descubierto o que estaba pensando en él y en cómo encontrarlo, el sentía la tristeza de permanecer en las sombra a más de cincuenta metros de él, Cristian se enfadó tanto con el cuándo se enteró que no le dejo pasar otro día más en su casa, claro que tenía que decirle, su cuerpo no soportaba más la locura que le había provocado y debía exteriorizarla.