Otro proyecto más.
Si alguien llega a leer esto le agradezco mucho su atención.
Victorious ni los personajes me pertenecen, yo solo ocupo los personajes sin fines de lucro.
Capitulo I. Conociendote.
Jade iba caminando por el pasillo que miles de veces había recorrido, había sido llamada para una misión especial, iba con traje formal color negro, sus tacones altos hacían eco al caminar, al llegar a la puerta dió un golpe a la puerta y entró sin esperar respuesta del otro lado. Durante años había hecho un excelente trabajo, eso la había hecho indispensable en su trabajo, merecedora de ciertos privilegios en el.
- ¿Me llamo, señor? -. Dijo en voz neutro, viendo al hombre detrás del escritorio.
- Antes de empezar debo preguntar. - dijo el hombre cuidando su tono de voz. - ¿Quiere está misión?
Jade sabía que cuando se empezaba así una cita con el hombre frente suyo, prácticamente era una misión suicida.
- Si, señor.
- Agente Smith, a habido una serie de asesinatos en los altos miembros de la élite política -. Dijo el hombre dandole una carpeta bastante gruesa en las manos. - No hay indicios de quién es, o que es lo que se busca, solo se sabe que no puede seguir así. - termino de decir sin cambiar en ningún momento de su tono de voz.
Jade ojeo la carpeta rápidamente. - ¿Quiere que atrapé a los que están haciendo esto?
El hombre asintió.
- Necesito un equipo.
- Agente Smith, se le llamo por su alto índice de casos resueltos, está misión es de alto secreto, y es en colaboración con la ONU.
- ¿Que tiene que ver la ONU, en esto?
- Quiere evitar desplegar todos sus ángeles de la muerte.
Jade casi jadea.
- Así que usted va a recibir ayuda de uno de ellos. - El hombre le extendió una tarjeta de crédito color negro. - Todo lo que necesite debe conseguilo por su cuenta, a partir de aquí está sola, no debe contactar con la agencia en ningún momento, no importa las circunstancias.
Jade asintió y se retiró de la oficina.
Al ir cambiando, fue ojeando la carpeta, en la parte trasera de la carpeta venía su colaboradora, era una mujer, podría decir que de su edad, de piel tono olivo, como lo pensó todos los datos de la mujer estaban remarcados con un plumón negro, solo mostrando la fotografía de la susodicha, y en la parte superior, "Az-23", supuso que era su nombre clave, detrás de la hoja un número celular. Al llegar al elevador, dentro había un hombre con todas sus pertenencias en cajas, Jade no podía creer que ni siquiera la dejarán guardar sus propias cosas, marco el botón del estacionamiento, y espero. Al llegar afuera ya estaba una camioneta negra Suburban esperándola, el hombre del elevador puso todas sus cosas dentro de la camioneta y le entrego las llaves de la camioneta para luego retirarse sin decir nada.
Jade manejo hasta una cafetería del centro de París, era una pequeña cafetería, con vista a ningún lugar, pero el café era una delicia ahí, dió una vista rápida al local, solo un par de mesas ocupadas, pero nada relevante, se sentó y espero a que le sirvieran su café para llamar al número que venía detrás de la carpeta, mientras daba el primer tono, en la mesa de a lado, se empezó a escuchar una canción pop, bastante pegajosa, ella supuso que era una coincidencia, pero justo cuando dió el inicio de la llamada, se dejó de escuchar la canción. Jade volteó hacia la mesa, mientras dejaba de escuchar, era una mujer, no muy alta, ni mucho menos intimidante, dentro de su juicio bastante hermosa, pero cuando le dijieron que trabajaría con un ángel de la muerte, se esperaba todo menos, a la mujer que estaba a su derecha, comiendo un pastel de chocolate y tomando un café capuchino.
La mujer se despegó el teléfono de la oreja, vio la pantalla un par de segundos, antes de encogerse de hombros, y guardar el teléfono en su bolsillo otra vez, siguiendo comiendo.
Jade guardo su teléfono, en su bolsillo, tomo su café y se levantó de la mesa, fue hacia la mesa de la mujer que parecía que no le prestaba atención a nada más que a su pastel.
- ¿Me puedo sentar?
La mujer por fin alzó la mirada, y unos perfectos ojos café, la miraron. La mujer sonrió, remarcando unos grandes pómulos.
- Claro. - dijo ofreciéndole la silla delante suyo.
Jade se sentó sin más ceremonia.
- Az-23.
La mujer casi se atraganta con su pastel, mientras golpeaba su pecho, asintió con la cabeza.
Jade enserio no podía creer que tuviera que trabajar con alguien así. Ella había escuchado historias, los angeles de la muerte de la ONU, eran prácticamente mercenarios, la mayoría después de servir a sus países como altos mandos de la milicia eran contactados por la ONU, pues la mayoría eran dados de baja por insubordinación, solo eran desplegados como la última instancia de las naciones unidas, solo cuando de verdad la mierda de otros países era tal, que ellos llegaban a aniquilar a todo y a todos a su paso, por ellos era temida la ONU, de ahí sus nombres "Ángeles de la muerte".
- Mucho gusto. - dijo extendiendole su mano. - Me llamo Victoria, pero me puedes decir Tori.
