Disclaimer: H.P. no me pertenece. Le pertenece a J.K Rowling


El camino para llegar a ti

.

.

Prólogo

Finite Incantem

Harry alzó la mirada de su libro cuando los gritos empezaron a oírse seguidos de un coro de risitas. Al principio trató de ignorarlo, pero rápidamente empezaron a irritarlo, así que se puso de pie y se dirigió a la salida. No pareció ser el único, dado que todos lo que se encontraban en la sala común ya estaban haciendo lo mismo. Apenas el retrato de la dama gorda se abrió, todos salieron y con sorpresa, miraron a Neville flotando de un lado a otro a la vez que pequeños Slytherins de primer grado movían su varita todos juntos, coordinados mientras tarareaban.

-Bájenlo inmediatamente o les quitaré 50 puntos de Slytherin- exclamó Hermione con firmeza, dejando ver su placa de prefecta, pero el líder apenas la miró antes de contestarle.

-No te metas sangre sucia. Esto es entre él y yo.

-¿Cómo te atreves?-gruñó Ron.

-¿Yo? Tú no sabes lo que él dijo - gritó el más pequeño, apuntando con su mano al y como si hiciera un gesto de desafío le agitó más fuerte.- Él inició todo.

Hermione observó con atención al pequeño, antes de mirar a Neville. Su expresión no era de desafío, ni ira.. era dolor… así que ella se quedó en silencio, preguntándose cómo Neville podría ser capaz de lastimar a un niño de primero. No era típico de él, aunque últimamente estaba enfadado por… bueno, ciertos sucesos. La pregunta era por qué se había metido con niños tan pequeños que tuvieron que unirse para derrotarle. Mirando a los niños detenerse y mirarla malhumorados, Hermione se tomó el tiempo de mirarlo, mientras pensaba cual era la mejor manera de lidear con ellos.

Este niño…se dijo. Lo había visto antes ¿pero de dónde?

Pequeño, castaño y ojos verdes…

Claro ¡Era el protegido de Malfoy!

Ron pareció llegar a la misma conclusión de ella, porque se miraron al mismo tiempo, sin saber qué hacer. Si Neville había iniciado, lo más lógico era que ellos se defendieran. Especialmente este niño, un sangre pura que había sido criado por un mago declarado mortífago hacía unas semanas y al cual habían mandado a Azkaban. Era muy pequeño, de hecho, Hermione entendía que había entrado a Hogwarts con apenas diez años y prácticamente estaba solo. De no ser por Malfoy, quien había invocado el asylum proteccione sobre él,una regla creada por y para sangre puras para hacer una especie de adopción familiar mágica, el niño estaría en un orfanato, pues el rubio slytherin lo había invocado de la nada cuando los servicios mágicos vinieron por él, intentando llevárselo a la fuerza de Hogwarts. Si bien, Hermione no era partidaria del slytherin, ella había admirado el valor del rubio y sabía que hasta Ron respetaba su acto.

Había sido algo que Harry, el antiguo Harry hubiera hecho...

Y hablando de él, la gryffindor miró a su amigo unirse a la multitud con mala cara.

-Bájenlo de una vez.

El comentario solo hizo a los niños indignarse y en reto, mover nuevamente a Neville. Harry, irritado como últimamente estaba, alzó la varita hacia Neville y exclamó.

-Finite Incantem.

-Harry, ¡no!-exclamó Ron, comprendiendo que Neville caería de golpe, así que sacó su propia varita para lanzar un leviosa, cuando Draco Malfoy, un malhumorado y al parecer bastante indignado prefecto, apareció por un pasillo junto a Parkinson.

-¿Qué carajo creen que estás haciendo? – expresó el rubio gritándole a los de primero- Bajénlo en este momento ¿Es que acaso no pudieron venir y decirme qué pasaba? Yo me encargaré de esto, así que...

Malfoy no terminó la frase. El hechizo de Harry destinado a Neville se dirigió a él de repente, tan fuerte que sintió que lo golpeaban y lo siguiente que sus ojos grises vieron fue el techo del castillo antes de que su cuerpo se azotara contra la pared.

-¡Draco!- se escuchó el grito de Pansy, quién corrió junto al rubio, arrodillándose a su lado antes de girarse hacia Harry.–Los estaba regañando maldito imbécil-exclamó- ¿Qué crees que estás haciendo?

Draco quiso escuchar el regaño, mantenerse atento, pero no podía. Sintió la humedad en su cabello donde tenía un fuerte dolor, agarró su cabeza y luego miró su mano intentando descubrir porque estaba mojada.

Había sangre.

Intentó apoyarse de la mano de Pansy para levantarse, pero no podía. Estaba mareado y no paraba de sangrar. Al momento. Hermione miró a Ron intentando obtener una respuesta rápida de lo que deberían hacer, pero a diferencia ella, el pelirrojo solo miraba a Malfoy, congelado.

-¡Malfoy!-llamó a su vez y miró a sus compañeros- ¡Llamen a la enfermera, ahora!

-¿Por qué? – Preguntó Malfoy, dirigiendo sus ojos hacia Harry, quién parecía en shock por lo que había pasado. Su rostro, por primera vez en mucho tiempo, dejando ver algo más que fastidio. Ron no entendió si Malfoy le preguntaba a Harry por qué le había golpeado o a sí mismo por qué sangraba… pero su mirada solo duró unos segundos antes de desvanecerse. Y entonces, Devon, el pequeño Slytherin que lideraba al grupo, gritó con miedo ante la imagen de Draco Malfoy cubriéndose con su propia sangre.