¡Hola! -w-
Bueno, para esta pequeña colecta de historias cortas me permitiré ser algo, ¿exigente? O.o
Digo colecta de historias cortas, porque no son Drabbles y sinceramente no me gusta demasiado seguir reglas.
Además exigente, dado que esta vez pediré que ustedes como lectores sean más dedicados en cada comentario que me regalen, que me aconsejen, que me digan tanto lo que les gusta como lo que no.
Si no es mucho pedir, me encantaría que fuera así.
Espero que este trabajo, hecho con todo el amor hacia mis, ¡No! Nuestros egoístas. Les guste, y pasen un momento agradable.
-Estoy en casa.
-Bienvenido.
El castaño no pudo evitar desviar la mirada de su libro, a la alta y bella figura de su novio. Siempre pensó cuán admirable era, que después de tanto ajetreo en la clínica siempre apareciera con una cálida sonrisa en el rostro, a diferencia de él que no se separaba del ceño fruncido.
-Hee Nowaki, ¿Cómo ha ido en el hospital?-se limito a preguntar, prosiguiendo a aparentar que la lectura ocupaba toda su atención.
-Bastante bien Hiro-san, los chicos que estaban muy enfermos, hoy mostraron una satisfactoria mejoría, y ¿Cómo estuvo el trabajo?-cuestionó el menor sentándose despreocupadamente en el sofá, frente al profesor.
-Pues, supongo que bien.- respondió Hiroki, recordando que ese día solo tuvo que arrojar dos borradores para asegurar que la clase fuera apreciada correctamente.
-Me alegro.-susurró, mientras sacaba de su bolso una revista.
-Nowaki, ¿Qué es eso?-la curiosidad movió al docente, prácticamente la pregunta se formuló por si sola.
-¿Hee? Jeje bueno, son tatuajes.
-¿Tatuajes?
-Si, de regreso a casa pase por un local donde los hacen, me llamaron mucho la atención. Hay muchos modelos, así que me acerque y la encargada me regalo este ejemplar con todos los diseños.-aclaró Nowaki con sumo entusiasmo.- ¡Las personas que los realizan son realmente talentosas!
-…
El profesor observó los laboriosos trazos, coloridos y perfectos. Algunos subían, otros se entrelazaban, eran todo un entretenimiento para las pupilas.
-Nee Hiro-san, ¿Has pensado alguna vez en hacerte uno?-cuestionó lleno de curiosidad el menor de los amantes.
-¡¿Heee?!-Era verdad que fue un adolescente rebelde y temerario, pero nunca pasó por su cabeza el tatuarse.-Bueno no, no en realidad.
-¿En serio?... ¡Yo pensé en hacerme uno! Pero me retracte por el dolor jeje.- confesó divertido el ojiazul.
-¿De verdad?-aquello sorprendió al mayor, no creyó algo así de su pediatra. Pero ciertamente, siempre le tenía sorpresas.
Observó al menor perderse en los llamativos diseños, con un aumento de emoción al irse acercando a la sección complejos.
Entonces, sin más, se sonrojo. Se dio cuenta de algo obvio.
Le importaba un comino el dolor, las molestias y la posible hinchazón, estaba completamente dispuesto a tatuarse por todo el cuerpo el adorado nombre de Nowaki.
O mejor aún…
-¿Soy de Nowaki?
-¿Hee? Hiro-san, ¿Qué has dicho?
Su bochorno aumentó, al verse descubiertas sus más alocadas ideas.
-¡Calla idiota!
-¿Qué hice?
El castaño solo pudo inútilmente cubrir el atomatado rostro con su libro, así como jurarse por encima de todo, que jamás pisaría ni un solo salón de tatuajes.
Por que quien sabe, quizá la tentación…
Podría ganarle.
(N:A)
¡Ah, que cosas! XD
Es pequeño, insignificante y no muy bueno, ¡pero apenas estamos empezando! .W.
Pido paciencia, espero no tardarme mucho entre uno y otro.
Saludos.
