El día 25 de diciembre el joven príncipe cumplía sus 21 años, y según la tradición es la edad para poder comprometerse.
Pero el joven príncipe Allen lo que tenía de atractivo lo tenía de obstinado con respecto a las reglas de la familia real por lo que no quería una pareja ni hombre, ni mujer, ni mayor ni menor, ni rico ni pobre, él quería y le gustaba ser una alma libre no quería atarse a algo tan comprometedor como el matrimonio.
Por eso mismo el Rey Mana Walker organizo un concurso de arco y flecha, las reglas eran simples quien consiguiera el puntaje más alto seria quien tomara la mano del atractivo joven.
El rey estaba sentado en el área más alta de las gradas apartado de los ciudadanos del pueblo y junto a él se encontraba el bello y peligroso muchacho quien aunque estuviera enfadado, no dejaba de acariciar a su mascota cariñosamente.
Los concursantes eran mucho más de lo que se esperaba y no era para asombrarse pues aparte de ser de la familia real e independientemente de ese carácter infantil y obstinado del príncipe este era muy guapo, a diario recibía cartas de amor tanto de hombres como de mujeres las cuales quemaba en una hoguera cuando acampaba con Tim, su fiel perro.
Entre los competidores predilectos estaban Lavi de 23 años era un joven pelirrojo descendiente de una importante familia de filósofos y escritores, era guapo, inteligente y sin duda llenaría a Allen de conocimiento y lujos, lástima que a Allen en lugar de leer historias le gustaba vivirlas.
Por otro lado estaba Cross otro pelirrojo mayor con 25 años, dueño de una licorería muy importante en el reino, famoso por su buen gusto en hombres y mujeres tanto como por hacer siempre buenos tratos de negocios, ese hombre era ideal para Allen ya que mantendría alejado a su pareja de cualquiera que lo quiera lastimar gracias a su gran fuerza además cocinaba muy bien gracias a que condimentaba los alimentos con licores, lo malo es que a Allen no le gusta para nada el alcohol.
Otro de los favoritos era Debito, un joven de peo negro muy risueño y divertido el cual se dedicaba a hacer funciones de comedia junto con su hermano jasdero, este partido siempre mantendría a Allen riendo, pero a Allen nunca le gustó la idea de salir con una persona que no sabía hacer nada más que no fuera reír como vill hiena.
El resto de participantes eran panaderos, cocheros, y demás, todos dispuestos a pelear por la mano de ese joven albino.
Al final como era de esperarse los tres jóvenes predilectos habían empatado.
-Bien tal parece que tenemos un empate, creo que tendremos que hacer otra clase de duelo- Anuncio Mana.
-Esperad aun falto yo de participar- Anuncio un joven vestido de negro con un sombrero que le cubría su rostro y cabellera.
Entro orgullosamente con su arco y flecha y dando en el blanco en cada una de las tiaras marcadas, sin fallar una sola, sorprendiendo a todos, superan la puntación de sus tres rivales.
El rey mana estaba impresionado y tan metido estaba en la situación que no se dio cuenta que alguien faltaba al lado suyo.
-Increíble, tú has ganado la mano de mi príncipe, ahora dime quien proclama la mano de mi adorado hijo único?- Pregunto el viejo hombre provocando la risa del joven misterioso.
Lanzo al aire el sombrero descubriendo su cabello y rostro serio mirando fría y fijamente a su Rey.
-Quién proclama la mano del joven príncipe es Allen Walker- anuncio orgulloso retando a su propio padre con la mirada el cual estaba encolerizado por aquella bochornosa situacion
