Miéntele
Capítulo 1
Acercamiento

El joven entró a ese bar, con el corazón plagado de dolores… observó todo el lugar, como queriendo encontrar ahí a quien curara sus males… "Soy patético", se dijo a sí mismo al darse cuenta de lo que hacía, y acomodándose su chaqueta de cuero y sus lentes oscuros fue hacia la barra, ordenándole al barman una cerveza.

Después de la quinta, comenzó a hablarle a quien le sirvió la bebida de toda su historia trágica de amor, sin siquiera importarle; con el alcohol encima, quien se te ponía enfrente era tu mejor amigo.

-Espera aquí… te presentaré a Mello.

El nombre era extraño, pero solo sonrió, dejando que el barman se fuera.

Pasó alrededor de media hora, en la que solo se dedicó a beber, y de repente notó que había alguien sentado a su lado, en un principio no le tomó importancia, hasta que vio sus ojos,… su cabello rubio escondía algunas cicatrices en su rostro… su cuerpo era fuerte, él supuso que tendría unos 22 años… era realmente guapo… eso sí le atrajo. Giró su cuerpo hacia el muchacho, quien por unos segundos lo miró, examinándolo y después sonrió.

-¿Mello?-preguntó el chico abriendo los ojos para ver al rubio mejor.

-Hai… un gusto.-su voz era profunda y calmada, y sin embargo hizo que se le erizara la piel.

-Igualmente… mi nombre es Sei.-sus palabras temblaban al salir de su boca y por alguna extraña razón, todo efecto de las cervezas se había esfumado.

-Bueno… sé que apenas nos conocemos pero… el barman me habló de tu problema y quisiera poder ayudarte…

-Bah… digamos que es un amor tormentoso…-Sei volvió a su melancolía, aunque hacía todo lo posible por no recordar aquellos momentos.

-Si lo sabré yo…-Mello sonrió ligeramente, mirando su copa.-Él me habló mas o menos de tu problema… pero quiero escucharte a ti.

En aquel momento no tenía más opción. Mello estaba ahí para ayudarlo y no podía simplemente negarse a hablar y seguir embriagándose, así que tomó el valor necesario y comenzó.

-Siempre me esfuerzo para que esa persona sea feliz… pero por más que lo intento… esa persona siempre encuentra algo malo en mí… o algo que debería de cambiar… ya ni siquiera soy quien era… y me sigo esforzando y no lo logro… tal vez no exista un futuro para nosotros…

-¿Sientes que… tu das más de lo que recibes en la relación¿Cómo se llama tu pareja?

-Jil… y… algo así… además… creo que esa persona quiere casarse… tener un lindo hijo… ser feliz… y probablemente es algo que yo no puedo ofrecerle…-ése era el punto, al fin lo había dicho.

-Mira…-comenzó a decir Mello como pensando cuidadosamente cada palabra.-Hay… personas con la "madurez emocional" muy avanzada… y los romances así, les parecen pasajeros y poco importantes… pero también hay personas que entregamos todo en este tipo de relaciones, esperando ser recompensados de la misma forma.

-Creo que… eso me sucede…-dijo Sei para después darle un enorme trago a su sexta cerveza.

-Te contaré algo que me pasó a mí… nos pasó lo mismo que te sucede ahora.-sonrió, con nostalgia, era obvio que recordando aquellos momentos, que aunque dolorosos fueron muy felices.-Yo… me entregaba mucho… me gustaba estar a su lado, besarlo y hacerle mimos… y el me sonreía… pero lo veía… tan vacío… como si no le diera el mismo gusto que a mí.

Sei se quedó helado al notar como había cambiado la mirada del rubio. Seguramente aún amaba a esa persona.

-Mi pareja… parece que es feliz… sonríe y me dice que me ama… y luego me dice que no me preocupo por él… y cuando le doy detalles o me pongo celoso no lo toma en cuenta…

-Deben hablarlo como pareja.-sentenció finalmente Mello.-Decirle cuales son tus inquietudes y cuales son las de él, y una vez que las vean, pregúntense si están dispuestos a cambiarlas por el otro. Si no, no tiene caso continuar… aunque duela.

-Él solo quiere cambiarme… ¿por qué no se da cuenta que así soy yo¿Que por eso soy así? Le hablo con el corazón en la mano y el sólo me habla correctamente… con metáforas y retórica…-eso le fastidiaba al chico, amaba un lindo verso o una hermosa canción, pero al momento de los sentimientos, solo deseaba palabras simples que lo expresaran todo.

-No conozco la solución a esto… pero, sé cual es tu duda. Corrígeme si me equivoco: Siempre que hablas con él, sólo te preguntas "¿En realidad le importo¿De verdad me ama?"

Sei guardo silenció, avergonzado de sus propios pensamientos. Mello notó esto y sonrió, dándole ánimos al muchacho.

-Aunque no lo digas lo piensas¿verdad?

-Sí.-contesto finalmente Sei.

-Lo mismo hacía yo… pero a tal grado que me obsesioné, y me dije frustrado¡Debo demostrar que le importo¿Y sabes que hice?

-¿Qué…?-el chico lo observaba muy curioso, con ansias de que siguiera hablando.

-Lo dejé para irme con Matt.-rió un poco, tomando otro trago.-Quería ver celos en los ojos de Near, rabia…dolor, y darme cuenta de que me amaba.

-Y… ¿qué pasó?

-Funcionó… pero ¿sabes que dijo después?-su acompañante movió la cabeza en manera negativa, sin quitarle la vista de encima.-"Le dista tan poca importancia a lo nuestro… que te fuiste con el primero que se te puso enfrente".

-El diría lo mismo…-comentó Sei pensando en su pareja.

-Por eso, esa no es la solución… ahora debo abrazar y besar a quien no amo… solo por un infantil juego de celos…-dijo esto último como reprochándose a sí mismo.

-Tú… ¿aún amas a Near?

-Muchísimo, pero… yo usé a Matt para mis planes, y ahora no puedo botarlo como si nada, debo darle frente a mis actos…-miró a Sei que lo veía un poco confundido y suspiró.- ¿Qué quiero decir con esto? Que lo mejor que puedes hacer es hablar con él… ponerte en frente suyo sin importar las consecuencias, y gritarle a todo pulmón¿Me amas? Deja que el vea decisión en tus ojos, que realmente quieres saber. No podrá mentirte en ese momento, y si su respuesta es: "Sí…", debes decirle tus inquietudes.

Sei dio un largo suspiro, mirando a todas partes del bar, intentando distraer su mente de lo que él sabía que tenía que hacer.

-A veces lo miro a los ojos, y no parece la persona de la que me enamoré… y luego viene y me abraza, y el círculo vicioso empieza de nuevo…

-Con más razón debes hablar con él, deben averiguar que cambió entre ustedes.

-Todo empezó una noche… el día antes de navidad.-La voz de Sei cambió completamente, tenía miedo de recordar aquel momento. Siempre terminaba llorando con esos recuerdos, y sabía que con el alcohol encima, eso sucedería muy pronto.

-Cuéntame…-dijo Mello con aspecto confidente.

-Yo necesitaba a Jil, mucho… y por más que lo intentaba, el no se acercaba… y llegó otro sujeto, me besó, me sedujo…

El rubio se quedó helado al escuchar esto mi miró a Sei con una sonrisa extraña.

-Alguien escribió mi historia y la puso en la tuya…-le ordenó una bebida la barman sin dejar de sonreír.-Pero bueno… tú sígueme contando¿qué ocurrió después?

-Me sentí culpable… y le confesé todo a Jil.

-¿Y él como reaccionó?

-Me miró con odio… y me dijo "Te hubiera perdonado todo; que hubieras asesinado a quien es más cercano a mí… incluso que me hubieras intentado matar a mí… pero esto, jamás te lo perdonaré…"-Dos lágrimas amenazaban con derramarse, el rostro de Jil lo hacía sentirse muy pequeño… esas palabras jamás se borrarían de su mente, ni de su corazón.

-Debió reconocer el valor que tuviste en decirle lo que ocurrió…-tomó un trago de la copa que acababan de traerle y jugueteó un poco con los hielos de la misma.-Tú debiste agregar, no como justificación si no como parte de lo ocurrido, no sé si le habrás dicho… pero debiste decir algo como "Fue porque te necesitaba…"

El dolor se hacía más grande… el chico no sabía cuanto más podría soportarlo.

-Ese tipo de deslices… cuanto tienes amoríos con alguien que es cercano a ti pero que no es tu pareja… ocurren porque te sientes abandonado.

-Se lo dije… y él sólo respondió que debí haber sido más fuerte…

-Aunque sea duro, el tiene razón… Near también la tenía…-los ojos del chico mostraban un destello que hasta ese momento, Sei no había visto.-Cuando en realidad se ama… uno debe ser fuerte. Si hay dudas, el amor está perdiendo fuerza y se convierte en simple afecto…

-Lo sé… y creo que empecé a sentir culpa y por eso recibí todo el daño que pude… con gusto, para saldar mi deuda…

-Te seré muy directo, para que me digas si te sucedió igual.-dijo Mello, girando su cuerpo para quedar de frente completamente a Sei.-Tenía dos semanas de haber conocido a Matt, y las cosas con Near iban mal… me puse a hablar con él sobre lo que me sentía abandonado, y el me tendió sus brazos y me acogió… lo disfruté, lo admito, pero la culpa siguiente fue horrenda… tanta, que me dije a mí mismo: "Si tanto amas a Near¿por qué le has hecho esto? Ahora… ¿cómo piensas reclamarle?"

-Lo mismo me pasó a mí…-alcanzó a decir el chico, en un susurro.

-Lloré en mi interior y me dije: "No merezco más esto". En cuando desperté de con Matt fui con Near a terminar nuestra relación.

-Yo recuerdo que la mañana de Nochebuena, le di un dibujo a Near que había hecho para él… y cuando me abrazó, rompí a llorar, no aguanté más y le dije todo…

-Su actitud fue habitual…-dijo sonriendo el rubio.-Eso quiere decir que le importas… pero, quizás después de tu "desliz", tema intimar más las cosas, hacer el máximo acercamiento, para que vuelvas con la misma cantaleta, y todo caiga a la basura de nuevo; se perdió toda la confianza. Como dice la canción "Cuenta las horas que te han hecho feliz, pero cuenta los años que te han hecho sufrir…" Al final¿Cuáles valen más?

Sei solo miraba su bebida, que desde hace un rato estaba intacta, solo podía pensar en todo lo que hasta ahora le había dicho el chico, y un pequeño alivio empezó a surgir.

-Buena pregunta…-dijo al fin.

-Así que… tienes que hablar con él, resolver tus dudas… que vuelva a nacer la confianza.

-Llevamos 3 años así…-su voz llevaba algo de reproche en ella.

-Demuéstrale que ya no volverá a pasar, que ahora le amas inmensamente y que deseas saber si el siente lo mismo… perdóname por lo crudo que sonaré, pero si no logras nada con esa plática, hay miles de peces en el mar…

-Lo sé…-una pequeña sonrisa se dibujó en los labios del muchacho y miró profundamente a su acompañante.

-¿Alguna otra cosa que te perturbe?-preguntó Mello con aires de psicólogo dando consulta.

-Creo que no, sólo necesito hablar con Jil…

-Espero que al menos un poco de lo que te dije te ayude.-Colocó su mano en el hombro de Sei quien sonrió aún más con el gesto.

-¿Bromeas? Me has salvado de deprimirme… gracias.

-Por nada…-sonrió, esta vez de manera diferente, profunda.

Fue entonces que Sei entendió que esa noche no sólo obtuvo buenos consejos, si no también la oportunidad de conocer a una persona bastante interesante… quizás en un futuro, podrían ser muy buenos amigos.