Yuri! on Ice no me pertenece.

Sentía muchas nauseas, su cabeza le dolía a horrores y todo le daba vueltas. Podía escuchar sirenas a lo lejos, abrió los ojos al sentir que estaba sobre una superficie dura y algo le daba cosquillas en el rostro. Lo primero que vio fue césped, recordó que había ido al parque a pasear a…

Se levantó sobresaltado, casi perdió el equilibrio al ponerse de pie, tenía tanto miedo al no escuchar para nada al cachorro. Apoyó el peso de su cuerpo en la carriola a un lado suyo.

Desconocía en que momento llegaron detrás de él unos paramédicos que fueron guiados por una mujer que parecía ser quien los había llamado para atenderlo.

Se llevó una mano a la cabeza echándose hacia atrás el cabello. Incrédulo, observó su mano al darse cuenta que había tocado algo húmedo, percatándose de que era sangre que escurría de su frente.

Entonces recordó que alguien lo había llamado por detrás y al girarse a ver quién era, lo golpearon con un tubo en la cabeza.

Los paramédicos no eran capaces de retener al pobre omega que no podía salir del shock y no dejaba de tratar de liberarse del agarre de los betas, quienes tuvieron que sedarlo para poder atenderlo.

Al despertarse vio que estaba en un cuarto de hospital, se llevó ambas manos a la cabeza y notó que estaba vendada. Sentía tonto de su parte creer que solo había sido una horrible pesadilla, todo era real.

¿Qué clase de omega era? ¿Cómo pudo permitir que ocurriera?

Las lágrimas salían sin control. Sentía a su alfa acercarse. ¿Que le diría? Acaso… ¿lo abandonaría? Era lo más lógico para el temeroso y desconsolado omega.

La puerta de su habitación fue abierta bruscamente por su pareja que al verlo, no pudo evitar correr hacia él y abrazarlo. El omega se desconcertó al sentir como el otro acariciaba su cabello intentando calmarlo.

-Todo está bien Yuuri. Por favor, no te angusties.

El japonés se sintió confundido. ¿Cómo era capaz de tratarlo tan bien a pesar de su negligencia?

Sollozó audiblemente, provocando que el otro lo apartará para verlo a la cara.

Al alfa se le partió el corazón al ver como el omega tenía los ojos hinchados sin parar de llorar y con las mejillas rojas.

-Lo siento tanto Viktor.-Sorbió su nariz.-Permití que se llevarán a nuestro hijo.

-No digas eso Yuuri, tú no tienes la culpa.

-Pero es cierto, yo debí impedirlo.-Se mordió el labio.- ¿Qué clase de omega deja que ocurra algo como eso? Se llevaron a nuestro cachorro.-Dijo con voz quebrada.

El alfa volvió a acercar a su pareja, quien ocultó su rostro en su cuello mientras seguía llorando y refiriéndose a sí mismo como el peor padre omega de la historia al haber perdido a su hijo de tan solo tres meses de edad.

El ruso no hacía nada más que acariciar su espalda y decirle que todo estaría bien, que encontrarían al o a los malditos que se llevaron a su cría y lo tendrían de vuelta pero él sabía que nada de lo que dijera en ese momento llegaría a tranquilizar al nipón, su vínculo era lo suficientemente fuerte como para saber que nada lo calmaría después del rapto del bebé. Nada de lo que dijera llegaría a él, era un omega solo era capaz de pensar en el dolor de perder a su primer hijo con su pareja de vida.

Tal vez jamás podría recuperarse.

Tan solo esperaba que si pudiera hacerlo.

Buenas tardes, ¿noches?, ¿días?, lo que sea en el lugar donde vivan.

En fin, hace unas semanas se me había ocurrido la trama de este fic pero no la había escrito hasta hace unos días, al tener listo en unos minutos el primer capítulo decidí subirlo antes de ocuparme en pendientes que tengo estos días.

Fue difícil pensar en un fandom que quedara con la historia en un omegaverse, es la primera vez que escribo tanto de Yuri! on Ice como un omegaverse.

Sin más que escribir, hasta la próxima actualización…

Si es que la habrá.

Hasta pronto.