Hola a Todos! soy Maru y un tanto nueva en esto... es mi primer historia Samcedes y espero que les guste...
Como se darán cuenta soy un tanto fanática de estos dos, me encantan y por eso quiero hacer mi historia sobre ellos...
Espero que les guste, voy a ir subiendo a medida que escriba, y espero sus opiniones para mejorar =)
Gracias a Sil que me ayudo bastante con esto, y la molesto seguido!
Besooooteeees =)
Solo tú y yo
Sam Evans
Un año más en el McKinley, pero este año sí que es raro… desde que ganamos las nacionales todo cambio, ya no somos los perdedores de siempre y aunque admito que a veces no cae tan mal un poco de fama, no estoy del todo acostumbrado. Ya no somos los marginados y almorzamos con los populares, somos como estrellas de rock con chicas siguiéndonos por todos lados, es una verdadera locura y aunque admito que un poco de privilegios no nos viene mal, siento que falta algo o mejor dicho alguien
Y realmente falta. Nadie lo nota, pero no es lo mismo, esto está mal y no sé cómo llevarlo. Sigo el ritmo de todos, pero a veces se hace complicado… ¿de verdad nadie nota que no está?, no lo entiendo
En donde estas Sam? – me pregunto Blaine mientras se sentaba frente a mí en el comedor – te olvidaste tu cuaderno en clase –
no me di cuenta – le sonreí – gracias por traérmelo – desde que ella se había ido y más tarde Mike y Finn me había quedado solo, pero Kurt y Blaine habían sido buena compañía para mi
se puede saber en donde tenes la cabeza? - me pregunto aunque la respuesta la tenía más clara que yo – no me digas que está en Los Ángeles –sin dejarme contestarle siguió hablando – es obvio que está en Los Ángeles, pero tu estas en Ohio, despierta
ya sé donde estoy y se donde no estoy – le conteste algo malhumorado
porque no intentas distraerte en vez de torturarte todo el día? – me pregunto a modo de consejo – estas en las nubes Sam, ni le prestas atención al club Glee por estar pensando en Mer…
no la nombres – lo interrumpí antes de que dijera su nombre – me hacia mal escucharlo sin poder escucharla a ella, o sentirla a ella aquí a mi lado
no es sano Sam – me reprocho – ella está haciendo su vida allá
ya lo sé – gire la vista hacia la ventana mirando como todo seguía su ritmo natural
ha estado hablando con Kurt – me dijo más tranquilo y al no tener respuesta siguió hablando – también te extraña, pero lo intenta
hago lo que puedo
lo sé y por eso quiero ayudarte Sam… somos amigos no? – esa pregunta me obligo a que lo mirase nuevamente – lo somos?
Si, somos amigos – asentí
Entonces porque no empezamos a llamar las cosas por su nombre, o porque no mejor le hablas – dijo con un tono complaciente
No es fácil para mí – me sincere – kurt esta acá, lo tienes cerca…
No dije que fuera fácil pero… intentarlo?
Intentar qué? – llego Brittany a sentarse con nosotros
Nada Britt, locuras de la Nueva Rachel – quise cambiar de tema pero me había olvidado de lo perceptiva que resultaba ser Brittany cuando quería
Locuras o Mercedes? – dijo como si nada dejándonos a todos sorprendidos – me equivoco?
Se equivoca? – pregunto Blaine mirándome a punto de soltar una carcajada
Pueden dejarme en paz lo dos – les dije cruzándome de brazos en un intento por parecer enojado, aunque con sus risas entendí que no había sido muy convincente – de verdad chicos podemos cambiar de tema?
La verdad no entiendo porque no quieres hablar de ella, yo hablo todo el tiempo de San
Se dieron cuenta que somos los embajadores de las relaciones a larga distancia, no?
Embajadores? Yo voy a ser presidenta con el unicornio al frente - la rubia le explicaba a Blaine y no pude no sonreír con eso
Kurt está en Lima todavía – acote
Por cuánto tiempo? – pregunto tristemente – no queda mucho por que nuestra relación sea una más vía skype
Emocionante – ironice levántame de la mesa – realmente emocionante
Mercedes Jones
La vida en Los Ángeles era caótica, entre la Universidad, los ensayos y pruebas de vestuario no tengo tiempo para nada, ni siquiera para pensar. Pensar en él, lo único que hacía en cuanto escucho alguna canción, un profesor hablaba un poco de más y mi mente vuela recordando a mi chocolate blanco, a mi príncipe de cuentos.
Tomamos la decisión de no hablarnos durante un tiempo, y él lo estaba cumpliendo al pie de la letra, aunque yo no pudiera y en cada oportunidad de hablar con alguno de de los chicos que seguían en Ohio, no dudaba en preguntarle por él
Kurt era el que más me contaba de cómo estaba Sam, pero las ganas que tenia de verlo aunque sea por una computadora crecían cada vez más. También me conto que él no me nombraba para nada, en un principio me confundió eso, porque pensaba que él ya me estaba olvidando pero rápidamente me dijeron el motivo y lo entendí, a mi me pasa igual, con la diferencia que acá nadie lo nombra, excepto por los mensajes de Blaine que me implora porque lo llame y debo admitir que ganas no me faltan de hacerlo, pero el sonido de mi celular sonando me saco rápidamente de mis pensamientos y atendí sin mirar la pantalla
Con la diva Mercedes Jones? – escuche la voz inconfundible de Brittany
Con ella habla – sonreí siguiéndole el juego
Esa es mi chica – bromeo – este es un llamado no oficial
Ok – dije sin evitar la risa – y es por…?
Por Sam – dijo un poco más seria haciendo que mi corazón estallara al escuchar su nombre
Le paso algo? Está bien? Qué pasa? – hable tan rápido que ni yo misma me entendí
Supongo que la repuesta a todas tus preguntas es"está bien"? O no sé porque no estaba escuchándote en realidad
Britany – grite algo impaciente – que paso con Sam?
Todavía nada pero esta punto de pasar
Qué? , no entiendo nada – le hablaba impaciente sin entender porque Brittany me hacia este llamado – puedes hablar
Es solo que me pareció lindo que hablaran, no sé yo hablo con San todo el tiempo y me pone contenta – me explicaba – entonces pensé que si hablabas con él, también se podría poner contento alguna vez
Britt – dije dulcemente entendiendo perfectamente lo que me quería decir – sos un encanto
Siempre me lo dice – dijo segura – en este tiempo me encariñe con boca de trucha, y no me gusta verlo así todo el tiempo
Te entiendo Britt a mí tampoco me gustaría, sos una gran amiga, sabes
De verdad?- dijo sorprendida – nadie me dijo eso nunca a no ser Santana
Pero Santana te ama es diferente
Como vos lo amas a Sam, o no?
Cuando te volviste tan perceptiva e incisiva? – le pregunte entre risas
Lo vas a llamar? – me pregunto tímidamente y no sabía que contestarle, me moría de ganas por llamarlo pero a la vez me moría de miedo, era una difícil decisión – Mercedes él te necesita, vos estas más fuerte en este momento… y no se quizás…
Brittany quizás qué? – le pregunte algo sorprendida por su tono sin querer escuchar lo que ella iba a decir – no sé, ahora todos lo siguen, sus imitaciones son de lo más divertida... y
Basta no quiero escuchar mas, ya entendí – le respondí mas seria pensando que la rubia porrista tenía toda la razón del mundo, tenía todo servido y ella a kilómetros de él
Sam no cambio, quédate tranquila
Lo sé Britt, lo conozco demasiado bien
Entonces llámalo, te tengo que cortar porque es hora de Glee Club
Gracias Britt – le dije sinceramente – cuídalo – le alcance a decir antes de que Brittany cortara la comunicación abruptamente dejándome en un mar de dudas.
Ahora todo era más difícil, saber que él no estaba bien, que la necesitaba y esa maldita promesa que se habían hecho antes de viajar y esa maldita promesa que sabía que Sam no rompería por nada del mundo.
"Una noche antes de viajar a Los Ángeles los padres de Mercedes habían organizado una cena en familia con algunos amigos y por supuesto Sam. La velada fue increíble llena de alegría y de felicitaciones pero a medida que avanzaban las horas los ojos de Sam se iban poniendo más rojos que nunca y su ánimo estaba apagado, era obvio que estuviera así y ni las bromas de Mike o Puck pudieron sacarle una sonrisa, solo cuando Mercedes se acercaba a él fingía una enorme sonrisa para ella y para darle las pocas fuerzas que le quedaba. Una vez que todos se habían ido entre Sam y los padres de Mercedes ordenaron algo de la casa
Te quedas esta noche Sam? – le pregunto la madre se Mercedes terminando de lavar los platos que quedaban sobre la mesa
No avise nada a mis padres… creo que no
Entonces llámalos y avísales – dijo una sonriente señora Jones – creo que es su última noche en Lima, le haría bien
Que haría bie?' – pregunto Mercedes entrando a la cocina y abrazando a su chico por la cintura
Sam se va aquedar esta noche, ya es tarde – le contesto a su hija – has que llame a sus padres para avisarles – le aconsejo a su hija mientras se despedía de ambos – descansen chicos
Gracias mama – sonrío abiertamente viendo cómo salía de la cocina y los dejaba solos – entonces…
Entonces no sé si es lo mejor – dijo algo tenso
Sam te amo – le dijo mirándolo a los ojos – y te necesito esta noche, nuestra última noche – no alcanzo a terminar la frase que ya estaba saboreando los hermosos labios de su novio – entonces los llamas?
Luego de avisarles a sus padres, Sam y Mercedes estaban en la habitación de ella recostados en la cama, abrazados en silencio
Qué pasa? – fue mercedes la que rompió el silencio sorprendiendo al rubio
Que pasa de qué? – contesto mientras le acomodaba sus rulos detrás de la oreja
A ti Sam, que te pasa? – volvió a preguntar – estuviste raro toda la noche y no me creo las sonrisas porque no estabas feliz
Estoy feliz, estoy feliz por vos Cedes – le dijo cariñosamente- estas por alcanzar tus sueños, no podría ser mejor, te amo
Pero eso ya lo sé – dijo seriamente mirándolo a los ojos – pero estas triste, lo noto
Triste porque no voy a poder abrazarte todos los días, ni llenarte de besos, ni tampoco sentir tu perfume… eso si
Sam – dijo su nombre casi como una súplica – yo también te voy a extrañar, pero podemos hablarnos, no? Podemos viajar de vez en cuando también
Lo sé… y ya estoy tachando los días para volverte a ver – sonrió capturando los labios de mercedes en un beso dulce y lento del que nunca quisiera salir – sos mi adicción Mercedes Jones
Tú la mía Sam Evans – sonrío y ahora ella tomo los labios del chico adueñándose de la situación, no queriéndolo dejar por nada del mundo. El era su hombre y quería sentirlo cerca la vida entera y no tener que despedirse nunca de él.
En ese momento una extraña sensación paso por el cuerpo de Mercedes haciendo que dejara de besarlo y se sobresaltara
Que sucede? – le pregunto confundido
Tenemos que hablar – dijo seriamente mirándolo a los ojos – no voy a poder Sam
No entiendo nada – dijo asustado sin dejar de mirarla por un segundo
Me tenes que hacer una promesa y no podes decir que no – le dijo dejando caer una lagrima por su mejilla
Me estas asustando Mercedes, que pasa? – dijo acariciándole el rostro para limpiar las lagrimas que empezaban a caer de manera constante
No puedo hacerte esto… no puedo atarte a mí de esta manera, no es justo
No hables mas Mercedes, nadie me ata más que yo – dijo seguro – no entiendes que te amo
Yo también te amo por eso me tenes que prometer que no vamos a hablarnos durante un tiempo, vamos a distanciarnos
Estás loca!? – grito sorprendido y dolido – yo no voy a prometerte eso, yo me muero si no sé nada de vos
Es lo mejor Sam, necesitamos aunque sea los primeros meses establecernos en nuestras nuevas vidas… necesito saber que puedo vivir sin vos
Yo ya se la respuesta y es no… no puedo vivir sin vos- dijo ya con lagrimas en sus ojos – no me hagas esto Cedes, por favor
Es lo mejor Sam… por un tiempo
No te entiendo – dijo en tono de reproche y enojado – no entiendo porque nos haces esto
Por los dos, porque no puedo pedirte que vivas atado a mi – dijo casi a los gritos como él entre lagrimas – por favor Sam, es lo último que te pido – dijo en suplica – una vez que suba a ese avión seguirás tu vida
No – dijo negando con la cabeza – no
Por favor… por un tiempo y si todo sigue igual
Si no te enamoras de alguna estrella en Los Ángeles – le reprocho
Samuel Evans – lo reto – la única estrella que amo es a vos y nadie más
Entonces por qué?
Necesito tu palabra Sam, necesito tu promesa como buen caballero que sos… pliss
No estoy de acuerdo – dijo tomando aire – pero si es lo que quieres de verdad
Es lo que necesitamos – le corrigió – acariciándole el rostro haciendo que el rubia suspirara profundamente
Te lo prometo – dijo casi en un susurro – te prometo que voy a respetar tu tiempo de veda
Te amo Sam – sonrío abrazándolo – por favor disfrutemos de etas ultima noche, basta de lagrimas, de reproches- le pidió sin dejar de abrazarlo – solo tú y yo
Solo tú y yo – repitió el mientras salía del abrazo para poder mirarla a los ojos y decirle un te amo antes de besarla como nunca antes la había besado.
Esa noche se necesitaban, necesitaban sentirse, besarse, olerse, saber que eran el uno para el otro, que sus perfumes quedaran grabados en sus cuerpos y su memoria. En silencio se amaron, sin dejar de mirarse a los ojos donde caían lagrimas de amor mezclada con el sudor de sus cuerpos. Donde todo era amor y despedida sellando así su promesa, la promesa más dolora para ambos."
Recordar esa última noche en Lima me había hecho sentir lágrimas cayendo por mis mejillas y la convicción de que era momento de romper la promesa, era momento de llamar a Sam.
Ojala les haya gustado...
