El choque de vidrio, alcohol corriendo desde las botellas hacia su estomago pasando por su garganta, con cada trago un grito silenciado, con cada baile una mirada menos pero el tiempo no perdona y la marcha no para.

-pero mira que preciosura hay por aquí- un joven fornido se sienta a lado de la joven peliocre que no le presta atención alguna- vamos preciosa no finjas demencia- el hombre descaradamente desabotona la mitad de sus camisa mostrando su bien formado tórax pero la chica no voltea a verlo, parece más interesada en su vaso casi vacío-… si quieres yo te puedo comprar otros tragos pero tendrás que mirarme… entre otras cosas preciosa.

-¿serias tan amable de dejarme sola?- la elegante voz sale sus labios pero apenas es audible, solo lo suficiente para que llegue el mensaje.

-vamos preciosa, te vi bailar con los otros hace unos momentos…-hizo su mejor intento de sonrisa- ven que conmigo te vas a divertir el doble- su tosca mano toma el antebrazo de la chica y lo siguiente que sabe es que esta tumbado en el piso con la nariz rota.

La joven peliocre llega entre zigzagueos al baño del establecimiento, vomita en el sucio lavadero, mira hacia al frente a lo poco que se alcanza a ver del espejo "oye preciosa… mira qué bonita te vez… estas bien guapa" las frases de todos los compres que conoció hoy se agolpan en su mente convirtiéndose en una voz amorfa gruesa y lúgubre que le provoca ira al mirar su perfecto rostro. Un golpe más, fragmentos de vidrio cayendo y unos cuantos cuarteados se sostiene a la pared, ella solo ve pedazos de su máscara estrellándose en el suelo…

.

.

Conforme camina hacia la salida el ruido de la muisca se va haciendo cada vez menor al llegar al punto de solo susurros vagos, el piso se le mueve y a un mal paso el tacón se rompe.

-no importa- se quita las zapatillas y sigue su andar en zigzag… más susurros, los gritos del pasado regresan de a poco martillando su cabeza. La joven entrecierra los ojos, no ve una bajada y está a punto de caer cuando se sostiene fuertemente de la reja que está a su lado- ara… mis reflejos aun no me abandonan- con tanto alcohol una persona normal estaría al borde de un coma etílico.

Siguió su andar por algunos minutos o quizá horas, su sentido del tiempo lo perdió 3 botellas atrás. Subió por el elevador desparramada en una pared, todo le daba vueltas, con tropieza introdujo la llave y giro la perrilla, de un movimiento entro al departamento cerrando la puerta con su cuerpo.

Abrió un poco más sus ojos carmesí, no podía ver nada. De un manazo como matando moscas aprieta el interruptor a lado suyo haciendo la luz acto de presencia.

Le echa una vaga mirada al lugar, blanco y pulcro… justo como su apariencia…

-hermosa…- una risilla burlona adorna sus perfectos labios-… pero si soy un monstro helado.

Al igual que ese departamento tan finamente amueblado y tan bien cuidado, era solo una fachada, la apariencia que se le muestra al espectador desde afuera. Si te acercas un poco más veras que no tiene ni un rastro de vida como una fruta de cera y si prestas atención notaras que hace mucho que dejo de sentirse como un hogar.

Un espacio tan amplio… tan frio que le hacía helar los huesos. Comenzó a caminar hacia el interior por donde va tirando sus pertenencias, primero las llaves, luego el bolso, se va quitando los aretes, con fastidio arranca el collar de su blanco cuello y con mucho trabajo termina quitándose el vestido.

Suspira aliviada, se ha quitado un peso de encima, su estomago dio un brinco, apenas le dio tiempo a sus piernas a llegar al retrete. Después de vaciar su estomago 3 veces camino hacia la cama, se le quedo mirando con melancolía, en sus ojos se mostraba una tira de imágenes como fotografías de un pasado que a cada minuto parece más una sueño.

.

-Natsuki chan espera….

-Shizuru apresúrate o vamos a llegar tarde

-ara… ¿tarde? si no han dado ni las cinco de la mañana

-tu… tu solo apresúrate mujer quiero subir al risco lo más pronto posible- la ojirubi se quedo callada y acelero el paso, llegando al final la peliazul le extendió la mano ayudándola a subir- cierra los ojos

-¿Por qué tanto misterio?

-soy una mujer misteriosa jajaja- esa gruesa y áspera risa hizo temblar ligeramente a la otra mujer. Su compañera la lleva del brazo hacia el frente unos pasos, se escucha el como saca algunas bolsas, maldice por no encontrar lo que busca sacando una sonrisilla a la peliocre y después…- quítate la venda

Sin tardar abre los ojos para contemplar el más bello amanecer que en su vida viera

-tú eres como mi amanecer Shizuru… la luz que sale después de la total oscuridad- con cuidado y maestría toma la mano izquierda de la chica colocando un hermoso anillo que compite en brillantes con el sol.

.

Cerró los ojos cortando la tira y congelando una imagen en su cabeza, de sus ojos lágrimas corrieron cual animales perseguidos por un incendio. Pero este líquido no es suficiente para apagar el incendio que consume su alma.

Exhausta se deja caer en el mullido colchón como un roble que fue cortado de raíz… y ahora solo le queda dormir rogando a todas las ánimas no volver abrir los ojos.

.

.

.

Un pitido incesante retumba en su cabeza casi como un martillo, una voltereta y un manazo, a los 5 minutos el pitido sigue, un manazo y se cubre la cabeza con la almohada… 5 minutos mas y ahora la almohada sale volando, cae al suelo junto con el reloj despertador que a modo de venganza parece ya no volver a parar su irritante pitido.

No le queda de otra, con pereza se levanta, golpea de mala manera la mesa de noche provocando que la finísima lámpara se estrelle en el suelo rompiéndose.

-maldita sea- golpea su cabeza contra la madera- ¿Qué diablos estoy haciendo?... ¿Qué me pasa? –no se reconoce, ella no es así… ella no pierde la compostura acompañada o sola pero ahora, todo era un huracán que se arremolina. Otro sonido irritante comienza su cantar regresándola a la realidad, con cierta brusquedad tira del cable del reloj desenchufándolo y camina hacia donde proviene el sonido.

No tarda mucho en encontrar el teléfono escondido entre los cojines del sofá, lo toma y se deja caer entre los cojines. Se quedo ahí sentada mientras su mente se iba a vagar de nuevo hacia el pasado, unos minutos más tarde el aparato volvió a sonar, sin ánimos voltea hacia él para reconocer el número que le llama.

-ara… ¿tan temprano y ya molestando?- suspiro resignada acercando el auricular a su oído

-Teniente Viola…- una voz masculina se escucha del otro lado.

-Diga- en un tono autoritario contesta la joven que contrasta con la forma tan infantil en la que se hunde entre los cojines.

-El General Brigadier Watanabe me ha pedido personalmente recordarle sobre el…

-no hace falta que me lo recuerde Mayor Kanzaki soy capaz de recordad mis obligaciones perfectamente…- dio un salto al futuro a lo que en unas horas tendría que hacer- yo… yo nunca lo olvidare.

-Shizuru se que es difícil pero…- las palabras no quieren salir o más bien no puedan, el hombre no encuentra el cómo ayudar a su amiga y opta por solo callarse.

-dígale al General Brigadier Watanabe que llegare a la hora pactada Mayor Kanzaki – sin esperar respuesta colgó… de nuevo las lagrimas no paran de correr.

.

.

En otro lugar casi a la misma hora una joven peliazul es despertada

.

.

.

.

COMENTARIOS DE LA AUTORA:

Por fin termine la primera parte jajajajajajaja (me siento grande) este ff lleva esperando casi medio año para salir si no es que mas. ¿pero de que se trata? ¿de dónde lo saque? Puesssssss esto era en un principio un song fic solo que tenía mucha tela de donde cortar y paso a ser una historia de entre 3 y 4 capítulos dependerá de que tan inspirada y detallista ande jajajaja.

Y como me encantan los jugos y ando de buenas les hare esta pregunta ¿Cuál es la canción en la que está basada esa historia? Quien le atine se lleva su chocolatote jajajajaja. Nos vemos.