Al Rescate de Mi Prometido
Capitulo 1: Prologo
Había pasado ya casi un año desde la boda fallida de Ranma y Akane, la relación entre ellos no iba mejorando al contrario las peleas iban en aumento. El motivo principal de las peleas eran las prometidas de Ranma.
Akane quien ya se había acostumbrado a que las tres chicas quienes se hacían llamar las prometidas de Ranma, lo acosaran la mayor parte del tiempo no podía evitar sentir celos de ellas y su prometido.
Akane sentía celos no solo de la forma en que perseguían a su novio sino también de las aptitudes de cada chica por ejemplo, con Ukyo era por la comida que le encantaba a Ranma, con Shampoo eran los tratos amables y cariñosos para Ranma y con Kodachi era el carácter femenino hacia su "prometido" (aunque de esta ultima era de la que menos sentía celos).
Akane sabía que ninguna de las tres chicas conseguiría el corazón de Ranma pero aun así no podía evitar encelarse y sentir miedo de que algún día Ranma se cansara de ella y se fuera con otra rompiendo al fin su compromiso.
Ranma por otra parte odiaba que tanto Shampoo como Ukyo y Kodachi lo acosaran todo el tiempo pero no podía evitar sentirse feliz por los evidentes celos de su prometida, esto le daba más confianza a él, aunque esto le atrajera inevitables problemas con Akane.
Ranma no sabía cómo detener a sus otras prometidas ya que en más de una ocasión el lo había intentado pero todos sus esfuerzos eran inútiles, ahora, no podía decirles a las otras que a la única que consideraba su prometida y a quien amaba con toda su alma era a Akane porque ellas harían todo lo posible por alejarlo de ella o intentarían atacarla cuando el no estuviera cerca y le harían daño eso Ranma jamás lo iba a permitir el gustoso daría la vida por proteger la de Akane, el tenia que protegerla a cualquier costo.
Todo empezó un día tranquilo en el Dojo Tendo; Kasumi y Nodoka se encontraban en la cocina preparando el almuerzo, Nabiki estaba viendo televisión, el señor Tendo se encontraba en el dojo ya que Genma había recibido una carta y no se encontraba en la casa, Hapossai se encontraba vagando por las calles de Nerima en busca de mas "tesoros" para su colección y por ultimo Ranma y Akane se encontraban en la habitación de ella estudiando para futuros exámenes.
-Ranma pon atención porque si no vas a reprobar-dijo Akane perdiendo la paciencia-vamos has un esfuerzo
-lo lamento Akane pero ya no puedo más… si hay algo que detesto más que las matemáticas es el Ingles-dijo Ranma aburrido
-si eso ya lo sé pero si no estudias ten por seguro que repruebas y tú no quieres eso ¿o sí?-dijo Akane dando en el clavo
-pues no pero honestamente ya estoy cansado de estudiar qué te parece si hacemos un receso…-dijo Ranma- ándale y te prometo que voy a estudiar mas ¿SI?-dijo Ranma suplicante y poniendo una cara de niño pequeño que enternecía demasiado a Akane
-hash… está bien pero solo si me prometes que estudiaras mas…-dijo Akane rendida por no poderle discutir nada al chico cuando hacia una cara de niño pequeño
-te lo prometo Akane-dijo feliz por haberse salido con la suya-bueno luego te veo Akane-dicho esto se levanto de su asiento se dirigió hacia la puerta y salió de la habitación dejando a Akane sola.
Ranma fue hacia su habitación para dejar sus libros dentro de esta pero una vez que entro preparo su futón y se acostó en el pensando un momento
-Akane… como quisiera decirte lo que siento… bueno me conformaría con decírselo a alguien, la verdad es que no puedo decirle a ninguna persona lo que en realidad siento… a pesar de que tengo amigos y familia con ninguno me siento a gusto discutiendo este tema… con Ryoga… olvídalo el me mataría, a demás él es mas mi ene-amigo así que no… Mousse… no tampoco… siempre que lo veo él quiere hacerme sushi así que ni siquiera me dejaría explicarle mis problemas… Kuno… ¿un momento en serio estoy pensando en decirle algo a Kuno?... no olvídalo… ahora veamos con las chicas… Ukyo… es mi mejor amiga pero a la vez es mi prometida y no… Shampoo o Kodachi… descartadas totalmente… intentarían hacerle algo a Akane y eso no me lo perdonaría… ahora veamos con la familia… con Kasumi… no ella es muy amable y discreta pero honestamente no me siento con la confianza suficiente… con Nabiki olvídalo me estafaría cuando se enterara de esto…con mi mama… claro que no le diría a mi papa o al tío Soun y no… habría boda mañana mismo así que a ninguno de ellos le puedo confiar nada… y ni siquiera me lo puedo decir yo mismo frente al espejo por que con eso de que las paredes tienen oídos llamados Nabikis…-pensó Ranma después suspiro y dijo en tono de susurro-hay Akane en que líos me metes-una vez dicho esto se levanto del futón, lo volvió a enrollar y salió de la habitación y se fue rumbo al comedor donde se encontraban Nabiki y Akane viendo televisión Ranma se sentó junto a Akane y se disponía a unírseles pero algo se lo impidió… su papa había regresado, pero sin embargo no regreso solo… una chica había regresado con él.
La chica era muy linda de unos 17 años… tenia cabello castaño claro con destellos dorados que le llegaba a los hombros, sus cejas eran no tan pobladas, tenia ojos pequeños color café oscuro, su piel era blanca, sus labios pequeños pero carnosos, su nariz era muy fina y tenía un buen cuerpo era alta (no tan alta como Ranma, pero si un poco más alta que Akane) delgada casi no tenia pecho y se veía muy delicada… en fin era una chica muy bonita.
Kasumi, Nodoka y Soun se enteraron que Genma ya había regresado y fuero al comedor a recibirlo uniéndose así a Nabiki, Akane y Ranma.
Nadie se atrevía a hablar solo se dedicaban a mirar de arriba abajo a la nueva chica pero Ranma quien tenía curiosidad por saber quién era la chica nueva se atrevió a hablar
-papa… ¿Quién es esta chica?- dijo Ranma esperando una respuesta por parte de su padre pero fue una reacción de la chica lo que tuvo como inmediata respuesta, la chica había bajado la cabeza ella ahora se dedicaba a mirar el suelo con el ceño algo fruncido y un poco sonrojada, lo que la hacía ver un poco más bonita con ese tono rosado en sus mejillas
-Ranma… mira te presento a Lucina… tu prometida-dijo Genma en un tono de voz casi inaudible pero a pesar de eso todos los presentes, lo escucharon
-¡¿QUE!- dijeron todos al unisonó