El Eterno Chico Perdido
Ryoga: pensamiento
Ryoga: técnicas
Aviso: Ranma ½ y cualquier otro anime, libro, serie o película que use no me pertenecen.
Shin Tokyo:
Miya se encontraba observando tranquilamente a las sekirei del joven que había liberado a toda su especie, viendo como estas les daban todo su amor posible, y porque no deberían, después de todo ya no se encontraban bajo el dominio del MBI; sin embargo ella no podía encontrarse totalmente feliz, después de todo por más feliz que se sintiera por la jóvenes y muchacho en frente de ella no podía evitar también sentir celos, ya que ella también quería estar con su ashikabi, poniendo una mano cerca de donde se encontraba su corazón mientras volvía su mirada al cielo, recordando como si fuera ayer cuando lo había conocido.
Flashback (21 años antes):
Miya no sabía qué hacer, luego de mucho tiempo de espera por fin habían llegado al planeta que sería su nuevo hogar, pero ese no era el problema es mas eso le hacía feliz, el problema era que fuera del sistema que sustentaba a sus niños nada funcionaba, todo el alimento o demás provisiones ya no servían, no podía ver donde se encontraban, no podía saber si había civilización cerca o civilización de por sí, estaba ciega y sin recursos, si no hacia algo pronto no podría asegurar la supervivencia de sus niños.
Las horas pasaban y aun no podía encontrar una solución, dejándose caer pesadamente en el frio metal de su silla, desde donde podía monitorear todo lo que sucedía en su ya casi totalmente descompuesta nave.
-erm- hablo una voz casi imperceptible a su derecha.
Abriendo sus ojos rápidamente en pánico, la atractiva joven salto de su asiento, poniéndose rápidamente en posición defensiva para posar sus ojos en la figura de un joven humano el cual aparentemente movía sus brazos en señal de que se tranquilizara, lo cual no hizo - Quien eres?! Como entraste aquí?! - mirándolo con el seño fruncido.
El joven al ver que al parecer la mujer delante suyo no le iba a atacar, aunque si seguia molesta por lo que notaba - bueno, mi nombre es Hibiki Ryoga y como llegue aqui, pues, es gracioso que lo preguntes... - mirando avergonzado a un lado mientras se rascaba la nuca en señal de vergüenza mientras se reía nerviosamente.
Por su parte la joven decidió ignorarlo y hacer lo que su especie hacia mejor, sentir las emociones de los demás concentrándose en el joven, sintiendo un shock inmenso en todo su cuerpo por todas la emociones que el humano delante de ella portaba sintiendo como si se desvaneciera, viendo como todo se movía en cámara lenta pero extrañamente nunca sintiendo el frio metal del suelo de su nave al saber que perdía el conocimiento.
Varias horas después:
La joven alíen por fin recuperaba el conocimiento siendo lo primero de lo que se percatara era el extraño material en el que se entraba cubierta, era cálido, pensó fugazmente - Que me paso? - se pregunto así misma casi inaudiblemente.
-Qué bueno que despiertas, me tuviste preocupado-
La joven reconoció rápidamente la voz, mirando a su lado para ver como el joven de hace poco se encontraba sentado con la piernas cruzadas con una sonrisa de alivio en su rostro -...- volviendo la vista a lo que le cubría, para rápidamente atar los cabos, él le había ayudado por mas que no era su obligación, mas aun por la clara hostilidad que ella le mostro cuando se encontraron por primera vez mirándolo nuevamente y casi perdiéndose en los ojos que recién notaban eran de un verde intenso, sintiendo algo que no podía identificar.
Ryoga por su parte estaba muy confundido, bueno alegre también por que al parecer la joven no tenía nada grave, pero más que nada confundido - Porque no habla? - pensaba - su ki? me dice que no tiene nada malo, será algo mas, algo que no veo - frustrándose un poco, ya que él no era doctor, solo sabía lo básico para sobrevivir - bueno, será empezar con lo básico, supongo - sintiéndose un poco nervioso al empezar a mover su mano izquierda.
La joven se sobresalto repentinamente, saliendo de su trance para ver como el joven había puesto una mano sobre su frente, sintiendo una opresión fuerte en su pecho - Que está haciendo?! - no sabiendo cómo reaccionar a todas las emociones nuevas que estaba sintiendo, las matriarcas de su mundo no la habían preparado para lo que le estaba sucediendo, su única misión era velar por sus niñas.
-no tienes fiebre, que alivio- retirando su mano dando un suspiro de alivio.
-fiebre?- no pudiendo evitar repetir tontamente lo dicho por el joven.
Ryoga se sorprendió un poco ante la pregunta - no sabe lo que es fiebre? - mirando en una nueva luz a la joven, notando por primera donde se encontraba y a la mujer, viendo como lo que pensó en un principio era ki, no lo era, era algo mucho más poderoso, pero que?, - erm, tal vez esta pregunta te suene extraña - captando la atención de la joven - no eres de aquí verdad? - haciendo la pregunta lo mas vaga posible, así tal vez ella podría llenar los vacios por él, o por lo menos eso esperaba.
La joven solo lo miro por varios segundos, desviando su mirada finalmente -no, no lo soy, soy de un lugar muy lejano - dejando en el aire sus palabras con esperanzas que el joven entendiera o pudiera suponer de que tan lejos se refería - es más, estoy tan lejos de casa y ahora en esta situación...la verdad no se qué hacer - no ocultando la tristeza en su voy y no entendiendo porque confiaba en el extraño delante de ella, solo, solo estaba siguiendo su naturaleza como le había enseñado su madre hace ya mucho tiempo atrás, y esa naturaleza le decía que la persona en la que mas podía confiar era el joven que se encontraba a su lado.
Ryoga por su parte podía empatizar con la joven, después de todo el había pasado por sentimientos similares muchas veces, y si esa era la situación con la joven que veía, solo había algo que hacer - te ayudare entonces - diciendo claramente esta vez, no con su voz suave que usaba la mayoría de la veces que hablaba con una chica, en especial una sumamente atractiva como la que tenia enfrente.
La joven no pudo evitar voltearse a verlo nuevamente, esta vez con mucho asombro - me va a ayudar? - parte de ella se sentía feliz por las palabras, pero otra, su parte mas lógica se preguntaba que podía hacer el muchacho - no creo que puedas ayudarme, pero te lo agradezco - incorporándose finalmente mientras ponía sus manos sobre sus muslos.
Confundido, Ryoga no puedo evitar fruncir el seño - porque no? no lo sabrás hasta que me digas que sucede - riéndose un poco internamente al darse cuenta que él, el!, estaba tratando de animar a alguien más, aunque era lo que tenía que hacer, para luego mirar a la joven expectante.
Luego de varios minutos de silencio la joven finalmente empezó a hablar - hace poco te diste cuenta que no soy originaria de donde estamos, y yo solo te respondí que era de un lugar muy lejano - sintiendo por alguna razón un poco de temor por la reacción del joven hacia de donde provenía - yo, yo...- tomando un poco de aire - yo ni siquiera pertenezco a tu mundo - tomando un poco de valor para ver por el rabillo del ojo la reacción del joven, sorprendiéndose al ver que este solo le veía seriamente y sus ojos parecían decir que continuara, lo cual hizo - es más, ahora nos encontramos en mi nave, una nave muy importante, es la que contiene las esperanzas de mi planeta, pero ahora... - sintiendo nuevamente como la desesperación y tristeza se apoderaba de ella - ahora ya no hay nada que hacer - viendo como su visión se tornaba borrosa, no había duda estaba llorando, pero para su sorpresa viendo como el joven le limpiaba las lagrimas delicadamente con sus dedos.
-hey, no te preocupes, dije que te ayudaría - mirándola con una sonrisa que sorprendería a algunos de sus conocidos, pero no a sus amigos más cercanos que sabían el buen corazón que el joven poseía.
La joven no pudo evitar acelerársele el corazón nuevamente, es más, ahora por alguna razón podía sentir mejor los sentimientos del joven - yo...- deteniéndose al recordar de lo que hablaban - gracias, pero necesitarías darme un cantidad enorme de energía - señalando con sus manos las paredes inertes de la enorme nave - es complicado, pero mi nave está muerta y pronto también mis niñas - entristeciéndose para volver su vista al joven, extrañándose al ver como este le sonreía grandemente.
-entonces si te puedo ayudar- sonriendo aun mas - si hay algo en que este Hibiki Ryoga es bueno, es en generar energía.
-Como?-
-donde la necesitas?-
Varios minutos después:
Ambos jóvenes se encontraban en lo que se podía describir como una habitación con un motor extraterrestre enorme, o por lo menos eso parecía para el joven Hibiki.
La joven por su parte abrió un pequeña compuerta al lado de la maquinaria, volteándose al joven - aquí es donde tendría que ir al bate...la energía - señalando a la pequeña abertura a su lado - pero Ryoga, no creo que tengas algo en esa bolsa a tus espaldas que pueda reanimar mi nave - señalando la enorme mochila amarilla que su acompañante portaba.
-Esto? - copiando la señal de la joven sobre su mochila - no te preocupes, así que, es ahi? - señalando al compartimiento, obteniendo una asentida como respuesta - bueno, espero no hacer una tontería - sonriendo con un poco de nerviosismo, confundiendo a la joven, para luego poner su mano sobre la abertura - todo o nada, supongo.
-Ryoga?- mirando extrañada para luego comprender lo que iba a hacer el joven - no! - pero reaccionando muy tarde solo alcanzando a tocar la mano del Hibiki para ambos y toda la habitación ser cubierta por una intensa luz que provenía del potente ki del joven artista marcial.
Algunas horas más tarde:
Es gracioso como las situaciones pueden intercambiarse en tan poco tiempo, y eso era lo que sucedió con el joven Hibiki, ya que ahora era él el que despertaba de un letargo, siendo lo primero que viera la mirada de alivio de la joven con la que ya había pasado varios horas, examinado sus alrededores para sonrojarse enormemente.
La razón, la joven lo tenia descansando sobre su regazo mientras le sujetaba sus manos tiernamente.
-Me alegra mucho que despiertes, no sabes lo que hubiera hecho si nunca lo hacías, en especial ahora que se que eres para mí - apretando suavemente la mano del joven, sonriendo mas al sentir los sentimientos de vergüenza del joven Hibiki - no sabes cómo te agradezco lo que has hecho por mí y mis niñas, es más, además me has dado el regalo más grande que le puedes dar a una serikei - sintiendo la confusión del joven, para levantar su mano enseñándole el pequeño tatuaje que ambos tenían en sus dedos anulares, el tatuaje de un ave - nunca pensé que fuera posible para mi, mi única misión era velar por las niñas, pero cuando desprendiste toda esa energía lograste lo imposible, lograste que nos conectáramos, señalando sus manos.
-Yo, yo no entiendo- tartamudeo el chico perdido.
-Sabes, cuando supe que estabas bien, decidí estudiar un poco tu mundo, ahora que la nave funciona nuevamente claro, y encontré algo que me llamo mucha la atención - sonriendo aun mas si es posible - nunca te dije mi nombre, y con ayuda de lo que investigue, encontré una forma correcta de darte mi nombre que ahora nos une, permíteme presentarme - entrelazando sus dedos con el joven ocasionando un sonrojo aun más prominente - Hibiki Miya.
El eterno chico perdido no puedo hacer nada más que desmayarse nuevamente.
Época actual:
Miya no podía evitar reírse para sí al recordar lo adorable que era su esposo, recordando también todas la aventuras que pasaron luego que su nave fuera descubierta por los esos dos estudiantes universitarios que terminaron siendo los padres del peculiar ashikabi de sus niñas ,recordando el pasado lo cual le hizo recordar con molestia la única cualidad que le molestaba de su esposo. Perdiendose en sus recuerdos no notando como Minato se le acercaba curiosamente.
-Miya-san?-
Saliendo de sus recuerdos la reina serikei volvio su vista al joven - pasa algo Minato-kun?-
-pensado de nuevo en Ryoga-chan?-
-Ryoga-chan?-
-oh, Minato-chan es muy joven para conocer a Ryoga-chan, pero si quieres saberlo, Ryoga-chan es el ashikabi de nuestra querida Miya-chan, no que Ryoga-chan se enterara - sonriendo con picardía a la clara expresión de molestia de su casera.
-Matsu, parece que quieres que te discipline nuevamente- mostrando que iba enserio al tomar el mango de su katana, pero frunciendo el seño al ver que la hacker solo le sonreía mas - y Ryoga ES mi esposo - dándose media vuelta sin decir más.
-Matsu?- obteniendo la atención de su sekieri sin mucho esfuerzo - donde esta Ryoga-san? - confundiéndose al ver como esta ponía una expresión un poco triste.
-Otosan, se extravió hace ya mucho tiempo-
-Otosan?!- no haciendo nada para ocultar su sorpresa ante la confesión, pero tragándose preguntar sobre el tema al querer saber algo mas importante - entonces él?
-no, Miya aun lo puede sentir, todas las que estuvimos ahí sabemos que tarde o temprano ambos se encontraran de nuevo - volviendo a poner una sonrisa picara en su rostro - y quién sabe, tal vez terminemos con una hermanita - riéndose grandemente ante el prospecto.
Mientras tanto en su habitación de la posada, Miya no podía contener la lagrimas de felicidad, ya que en sus manos se encontraba una carta con una fotografía de la persona más preciada para ella - anata - diciendo casi inaudiblemente mientras abrazaba con todas sus fuerzas la fotografía.
En la carta se encontraba un mensaje directo.
"Mañana en la torre de Tokio, a las tres de la tarde tendrás la oportunidad de reunirte con tu ashikabi" firma, un amigo de Ryoga Hibiki.
PS "no lo arruines"
Miya no podía contener su felicidad, después de casi 19 años podría reunirse con su amor nuevamente. Lo que ella sin embargo no pudo notar por la felicidad era que la fotografía de su ashikabi mostraba a un Ryoga solo 2 años más viejo, no la cantidad que había pasado para ella.
Bueno, este era una historia que quize escribir desde hace mucho tiempo, si tienen curiosidad porque no la puse en los crossover con serikei, es porque pienso poner más animes en esta historia. Porque escogí a Ryoga, es mi personaje favorito y no tiene suficientes historias como el protagonista.
Espero que disfruten la historia.
