Este es mi primer fic, así es que disculpen cualquier error. Me gusta escribir, pero me estoy aventurando en algo totalmente nuevo. Agradecería me den su opinión, es importante para mejorar. Las críticas, las sugerencias y las opiniones en general son siempre bienvenidas cuando se hacen con respeto.

No soy dueño de Anatomía de Grey o cualquiera de los personajes; los derechos pertenecen a ABC, los productores de Anatomía de Grey y Shonda Rhimes.


Prólogo

"Mientras el latido del corazón persista, aun si es doloroso y apenas se siente, existirá la esperanza;
y algo puede suceder que nos permita revivir y volver a creer."

. . .

Nos movemos entre el dolor y la alegría, lloramos y reímos, caemos y nos levantamos. La vida nos conduce de un lado para otro constantemente, pero a veces permanecemos inmóviles en medio del camino y no podemos avanzar.

Cuando eso sucede nos sentimos sobrepasados por las circunstancias, los sentimientos nos superan y las emociones nos atrapan. La angustia, la desesperación y la impotencia nos paraliza... nos enceguecemos por la tristeza, la rabia, el dolor y el miedo. Comenzamos a tomar elecciones equivocadas, la oscuridad llega a hacernos compañía y dejamos de respirar cada día un poco más. Pronto ya no vemos salida, ni creemos que algo pueda cambiar.

Caminamos ocultando nuestro sentir, mostrando la cara de "estoy bien" y vivimos en la constante de "la función debe continuar"; pero en nuestro interior todo lo que hacemos es gritar y llorar.

¿Y quién conoce nuestro interior?

. . .

El sol golpea fuertemente en las ventanas y sus rayos se deslizan por entre las persianas. Un cuerpo descansa entre sabanas y cobijas, el suave respirar y el latir de un corazón que a veces amenaza con apagarse es todo lo que suena en el silencio de un cuarto abrumador.

Cajones abiertos, ropa colgando, fotografías cubiertas de polvo y algunas botellas vacías de noches en vela buscando adormecimiento y no pensar.

El sonido incesante de una alarma comienza a sonar, una mano a tientas busca capturar al infractor en la mesita de noche. Dolor de cabeza, todo parece estallar.

Media vuelta, su espalda al colchón; unos ojos se abren y se fijan en cielo de la habitación. ¿Qué espera encontrar?

Pensamientos vacíos navegan en el espacio buscando aterrizar.

¿Alguna vez se podrá despertar?

Se mueve lentamente, se incorpora y baja sus pies para quedar sentada a la orilla de la gran cama. Sus manos descansan a un costado, apoyando las palmas al colchón queriendo impulsarse con fuerza hacia arriba... o como queriendo impulsar su vida, su corazón.

Suspiros pesados, una vista alrededor.

¿Cuándo fue la última vez que se limpió esta habitación?

Pensamientos.

Esto se asemeja al corazón, aquí nadie entra, nadie ve, nadie limpia. Todo se acumula, todo permanece tirado desde hace mucho tiempo.

El piloto automático del cuerpo se enciende y comienza a caminar, toda una rutina ya.

Pronto el vapor se acumula en el cuarto de baño e inerte bajo el agua intenta despertar. Media hora o quizás más. ¿Esto ayudará?

Un recorrido, la sala de estar, la cocina, una vuelta de allá para acá y el olor del café comienzan a llenar el ambiente.

Respirar.

Despertar.

Moverse.

Todo es un intentar... poco a poco.

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- (11 de febrero 2013) –

Punto de vista general

Hoy es un gran día para Arizona, el primer día en su nuevo trabajo como jefe del departamento de pediatría en uno de los mejores hospitales del país y se sentía orgullosa de sí misma, había trabajado muchísimo para llegar a la posición en la que hoy se encontraba y se sentía feliz.

Lo primero de la mañana fue hablar con el jefe, realizar un recorrido por las instalaciones y colocarse al tanto de todo lo que debía hacerse cargo en su departamento. También tuvo su primera reunión de jefes de departamento, donde se habló de todo lo relacionado con la programación semanal, casos importantes y cuestiones administrativas. Se le dio la bienvenida oficial y fue presentada entre sus colegas; pronto todo termino y se le acercaron a saludar, palabras corteses y sonrisas amables. Sin mayores preámbulos, con una sonrisa comenzaba a afrontar su nuevo desafío profesional.


- (01 de marzo 2013) -

Las primeras semanas para Arizona corrieron vertiginosamente y se sentía cansada. Tuvo sus primeras consultas y cirugías, todo se sentía increíble; tanto el ámbito profesional como el personal.

La mayoría de sus colegas eran amables y muy agradables. Compartieron almuerzos en la cafetería y la mayoría de ellos era fácil de llevar. Hoy era viernes y algunos se reunirán en un bar cercano al hospital que frecuentan y había sido invitada.

"No creo que un poco de relajo me vaya mal", había pensado para sí.

. . .

El día pasó rápidamente y la noche en el bar llego. Muchas personas, un gran bullicio y bastante movimiento. Gente bailando, mesas llenas y la barra repleta. Arizona se encontraba compartiendo con sus nuevos colegas, se hablaba de todo y de nada... risas, bromas... todo el mundo parecía encajar.

Mientras hablaban y se divertían, de un momento a otro un gran sonido común le hizo saltar. - ¡Wow!, ¡Hey! – dijeron varios al unisonó.

- ¡Viniste! - alguien dice y la rubia dirige su mirada a quien le están dando la bienvenida.

Observa a una mujer que llega y se siente al lado de Mark, hace un saludo general algo retraído y les da una sonrisa. - Sí, decidí venir un momento; gracias por la invitación... no me vendrá mal un trago. - sonríe mirando a Mark. - Me da gusto volver a verlos, ha pasado un largo tiempo.

Todo el mundo la aprecia y están contentos de verla. La rubia no tengo idea de quién es y nadie parece notarlo porque siguen en lo suyo, hasta que Mark dice. - Oh!, Doctor Robbins, deje presentarle a un viejo amigo. Robbins esta es Callie. Callie, ella es nuestra nueva adquisición en PED. - él se ríe.

- Mucho gusto, soy Arizona Robbins. - la rubia le da gran sonrisa y Callie asiente.

- Mucho gusto. - es todo lo que responde la morena.

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Punto de vista Arizona

No he podido dejar de observar a Callie, ella ha llamado mucho mi atención. Ha hecho el intento de estar en la conversación que gira en torno a ella, se ríe de las bromas y de los recuerdos que todos comparten. Pero debo decir que está muy lejos de aquí. A veces se pierde en su vaso, pasa sus dedos por el borde y traga como que si tuviese algo espeso en su garganta; luego bebe y vuelta a lo mismo.

No sé si el resto lo nota, pero creo que lo único que le interesa esta noche es el líquido dentro de su vaso, pero está luchando con él. No he dejado de mirarla durante toda la noche, estoy intrigada por ella. Me pregunto qué pasa por su cabeza, que la tiene tan lejos de aquí.

- ¡Hey Torres! ¿Y cuándo piensas regresar? - alguien le pregunta y vuelvo mi atención a la conversación.

- No lo sé aun, debo hablar con el jefe y resolver algunas cosas antes. Pero supongo que ya es hora de volver. - se rasca la cabeza y sonríe, como queriendo convencerse a sí misma.

- ¿Trabajas en el hospital? ¿Eres cirujano? - le hablo y por primera vez nota que estoy aquí, me mira... tiene lindo ojos.

- Mmmm, sí; pero he estado fuera por un tiempo.

- Y que... - Voy a seguir preguntando, pero me interrumpen.

- ¿Un tiempo Torres?, ¡Dios! que lo he sentido como un siglo. Te hemos extrañado. - dice Mark.

Mark la abraza y la acerca a él como queriendo animarla implícitamente. Le besa la cabeza y le susurra algo al oído, ella solo sonríe y mira su vaso… hábito que ha tenido toda la noche.

Parece que ellos son amigos o algo más, es con quien intercambia miradas, con quien se entiende sin decir nada... a quien le permite mantener sus ojos, a quien le permite cercanía. A todos los demás les trata con deferencia, con cariño; pero con Mark es distinto. He escuchado mucho respecto a él, pero aquí, con ella... es distinto.

Curiosidad, intriga.

¿Es eso lo que tengo?

El tiempo sigue transcurriendo, uno que otro trago, la conversación sigue un poco más y la morena está diciendo adiós. No se va sola sin embargo, Mark la acompaña.

Yo... sigo divirtiéndome.

La noche fluye y nadie más se ha movido. Realmente fue una buena elección venir, además he estado observando a alguien desde hace un rato, un coqueteo se agradece en una noche así.

Quizás no me venga mal un poco de relax.


- (02 de marzo 2013) -

Un móvil no deja de sonar.

"¡Dios! que alguien lo apague.", pienso para mí.

Estoy pegada a la orilla de mi cama boca abajo e intento llegar a la mesa de noche a tientas. Contesto. - ¡Hey! Arizona, me imagino que no te has olvidado de mí.

- ¿Quién es? - digo media adormilada y oigo una risa.

- Wow! tu noche debe haber sido bastante buena como para no saber con quién hablas y olvidar que nos juntaríamos hoy.

- ¿Teddy? ¿Qué hora es? - Me muevo, Auch! mi cabeza me mata.

- 11.45, casi medio día. - sigue riendo.

- ¡Oh! lo siento, lo olvide por completo. Te lo compensare con el almuerzo, deja levantarme y nos encontramos. ¿Aún quieres, verdad?

- Por supuesto. Nos vemos.

Termino la llamada y debo hacerme la idea de levantarme, la cabeza me mata. Me doy vuelta hacia el otro lado y... - ¡Wow! - mi voz sale en asombro.

Un cuerpo muy desnudo de medio lado y con una mano afirmando su cabeza me mira con una sonrisa seductora. Pero mi cara debe haber sido confusa y extraña porque inmediatamente ese mismo cuerpo, pero ahora con el ceño fruncido y algo de incertidumbre en el rostro, me dice. - ¿Sucede algo? - trato de pensar en quién es... y lo recuerdo.

- Lo siento, es solo que no esperaba que estuvieras aquí aún. - soy sincera, siempre lo soy.

- ¿Qué? ¿Qué hay de malo?... ¿No te gusto?, ¿La pasaste mal?... porque eso no es lo que me pareció.

- Oh no, no. Todo está bien. Todo estuvo bien. - me apresuro a decir - Pero no imagino que estés esperando a que hagamos de esto una relación o nos enamoremos después de encontrarnos en un bar y tener relaciones. Pensé que estábamos en la misma página, una noche divertida, sin compromiso y por supuesto no quedarse al desayuno.

- Sí que eres una chica directa. - ella sonríe con aturdimiento. - Es solo que... pensé que quizás podríamos repetirlo. No sé, quizás salir y conocernos. Hace tiempo que he querido invitarte a salir, te he visto por el hospital y... - La interrumpo inmediatamente.

- ¿En el hospital?, ¿trabajas ahí?

- Si, pensé que lo sabías... nos hemos cruzado un par de veces. - ¡Oh no!, no puedo créelo; nunca me involucro con gente del trabajo y mira en donde estoy.

- Lo siento pero creo que deberías irte, debo salir. No fue mi intención confundirte y nunca te había visto antes, no te recuerdo de nada; ni siquiera pensé en que podrías trabajar en el hospital. De verdad lo siento, creo que es mejor que olvidemos esto. Quiero decir que estuvo bien, pero eso es todo. - Trato de no ofender, no quiero problemas futuros. "Genial Robbins, la hiciste de maravilla!".

La mujer sale rápidamente de mi cama sin decir más palabras, la frustración se ve reflejada en su rostro pero es mejor así. Por mi parte me levanto directo al baño, necesito una ducha con urgencia.

Pronto estoy lista y hago mi salida para mi almuerzo.

. . .

Teddy es mi mejor amiga y nos conocemos desde hace algunos años. Fue ella quien me hablo de la vacante aquí y me animo a postular al cargo. Ha sido bueno tenerla cerca.

Nuestro almuerzo fue algo tardío, pero como siempre fue agradable compartir con ella.

- No puedo creerlo, ¿en serio?, ¿en que estabas pensando?... Está bien, está bien... no me lo digas. Tú no cambias, ¿verdad? - mi amiga sonríe.

- Solo estaba divirtiéndome, nada más que sexo... pero creo que desde hoy seré célibe, menos problemas – nos reímos.

- No me digas, no lo creería ni en cien años... no sirves para eso... ¿al menos valió la pena?

- Mmmm... No estuvo tan mal. - suspiro profundo y me dejo caer en la silla hacia atrás.

Así transcurre mi tarde libre, contando mis desventuras a Teddy, siempre es así. Ella siempre disfruta de mis historias y yo por supuesto las de ella.

Tendré más cuidado para la próxima, siempre he separado el trabajo de la intimidad y no será aquí que las cosas cambien; no me gustan los dramas y las confusiones. Prefiero las cosas fáciles y sin compromiso, por lo mismo es mejor separar esa parte del ambiente laboral. La amistad sí, eso para cualquier sitio donde se dé, si es que se da.

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