Primero que nada, esta historia la escribí hace como 4 años, entonces no sé si es tan buena como mis trabajos actuales (eso se oyó muy egocéntrico haha) bueno, sé que no soy la mejor escritora pero estoy consciente de que he mejorado con los años. Como sea.
Esta, entonces es una adaptación, era Zanessa, la adapté a Seddie, para poder subirla, así que es en un universo diferente. Sin embargo, espero que les guste mucho.
Verán, esta historia es muy corta, y se desarrolla muy rápido por lo mismo. La traducción que estaré subiendo simultáneamente a esta también es muy corta
¿Por qué?
Porque son solo un puente para abrir paso a mis dos próximos proyectos mayores, serán como lo eran Quédate conmigo y Jugando a la casita.
iCarly no es mío :) pero eso ya lo sabían :(
Con una mano temblorosa y lágrimas en los ojos Freddie tomó la pluma, la contempló unos instantes y después miro a los ojos a su mujer.
-¿estás segura de esto?
-es lo mejor Freddie...
-no, es una terrible decisión... no quiero hacerlo...
Hacia 3 años se habían casado, había sido un lindo noviazgo de 3 años y después habían decidido dar el paso al altar. Los primeros dos años de su matrimonio habían sido como ambos lo deseaban. Había sido perfecto. Pero ya no. Samantha reclamaba tiempo y Fredward paciencia. Dirigir una empresa tan grande requería tiempo, mucho. Viajes, juntas, cenas, cocteles y un sin fin mas de cosas. Eso había comenzado a deteriorar su matrimonio. Y como esposa Sam quería tiempo con él, cariño, charlas, cosas que la empresa le había robado de su marido. Freddie aun recordaba con el mismo dolor latente aquella vez que Sam se había presentado en su oficina en un ajetreado día, solo para pedirle el divorcio, las palabras de ella le habían dolido como si le hubiesen estrujado el corazón "Freddie... Ya no puedo más, quiero el divorcio..." tragó dificultosamente saliva y miró el papel que tenía enfrente, no lo podía creer. Habían comenzado a hablar de bebés, de una casa mas grande, ¿Qué había pasado? Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas y siguió viendo el papel aunque no le pusiera atención. Sam lo notaba, sus ojos iban más allá del papel que terminaba la primera fase del divorcio. A decir verdad ella tampoco estaba segura de quererlo, pero era lo mejor, no podía seguir viviendo en un matrimonio donde era ignorada, y donde ya no estaba tan segura de que su marido la siguiera amando.
-hazlo de una buena vez Freddie...
-No –Dijo él simplemente y apretó tan fuerte la pluma que la partió a la mitad –no…
-No lo hagas más difícil...
-No –dijo de nuevo y apretó más fuerte la pluma, un delgado hilo rojo comenzó a correr por su mano, al parecer se había lastimado con algún trozo de la pluma, pero no le dolía nada, solo el corazón –no quiero...
-No hagas eso –dijo tomándole la mano y quitándole la pluma, al sentir lejos la pluma Freddie sintió como si le hubieran quitado grilletes y cadenas de los pies y manos –te estás lastimando
-Tú me estas lastimando... –Sam suspiró. Se levantó y fue al cuarto de baño por el botiquín de primeros auxilios. Regresó para ayudarle a Freddie con la herida de la mano-
-No te la vallas a quitar –dijo atorando la venda y cuando iba a retirar su mano Freddie se la tomó fuertemente y la jaló para obligarla a mirarlo a los ojos, cosa que a Sam le destrozo al ver esos ojos llenos de tristeza, dolor y confusión
-¿Qué paso? ¿Qué nos paso mi vida? –Dijo él con lágrimas en los ojos
-Freddie... Firma el papel, debo irme... –Respondió esquivando su mirada
-¿A dónde? Esta es tu casa, aquí vivimos los dos...
-No Freddie, de ahora en adelante ya no...
-¿Qué paso? Respóndeme...
-Freddie, sabes bien lo que paso... yo ya no existía para ti...
-Jamás digas eso, siempre fuiste lo primordial en mi vida...
-Pues ya no parecía ser así Freddie, entiendo que la empresa es importante, lo sé, pero yo necesitaba tiempo Freddie, tiempo que tu ya no tenias para mi... –Freddie sacudió frenéticamente la cabeza repitiendo una y otra vez "no, no, no" –cálmate Fredward...
-No cielo, no digas eso, sé que tal vez la empresa me ha absorbido todo el tiempo, y que cometí un error al no darte lo que merecías, lo que te correspondía como mi esposa, pero sé que estamos a tiempo de solucionar eso, estoy dispuesto a lo que sea por ti, te lo juro, puedo, no sé, vender las acciones, la empresa traspasarla a mi hermano y...
-Sabes que no sería así Freddie, lo mejor es esto, firma el papel
-No. No voy a firmar el papel nadie me hará firmar ese papel. No, no lo are
- Freddie... Por favor, sabes que es lo mejor
-No, lo mejor es solucionar esto. Te amo Samantha, no me case contigo por nada, eres el amor de mi vida y juré nunca dejarte ir y eso es lo que haré, no me voy a separar de ti. Amor, podemos solucionar esto juntos –Sam suspiró, ojala fuera así de sencillo... tomó su bolso, se levantó y tomó el papel
-Te daré un par de días para que lo pienses –Freddie se levantó de golpe
-No tengo nada que pensar...
-Vendré entonces para que firmes el papel y el abogado pueda proceder –Dijo como si no lo hubiera escuchado –hasta entonces Fredward
-No, espera –la tomó del brazo y la jaló para volverse a él –no te vayas, ¿A dónde iras?
-A un hotel
-No hay necesidad de que te vayas a un hotel amor, esta es tu casa, mira, yo... me encerrare en el cuarto de huéspedes, no te molestare, pero no te vayas, por favor no te vayas –le imploró- no te vayas... –Sam lo miró fijamente, no podía negar que lo seguía amando, pero no estaba segura de poder resistir más a su abandono. Asintió lentamente y cuando Freddie hizo ademán de abrasarla se dio la vuelta y se dirigió rápidamente a las escaleras, subió a la recamara donde se tiró en la cama. Freddie la miró hasta que desapareció tras la puerta de la que era su recamara. Se dejó caer en el piso y comenzó a llorar desesperadamente, su cuerpo era sacudido por fuertes sollozos, destrozado se dirigió a la cocina y tomo una botella de lo primero que encontró y a rastras subió a la habitación continua a donde estaba Sam, se tiró en un rincón y comenzó a beber con el corazón destrozado. Sam no podía evitar escucharlo llorar y decirse a sí mismo que era un imbécil, le dolían las palabras que se decía a sí mismo. Intentó ignorarlo y dormir, pero fue inútil. Sentía la necesidad de ir y abrasarlo, decirle que no se siguiera dañando, que le podía dar otra oportunidad. Pero haciendo un esfuerzo considerable desechó ese pensamiento. Comenzó a acariciar la cama del lado donde él normalmente dormía, y recordó con nostalgia que apenas un par de semanas antes habían dormido en esa cama, y habían estado juntos, amándose. Pero ya no. Cerró fuertemente los ojos y comenzó a llorar silenciosamente. Se sentía agotada, y triste, más que nunca. No recordaba haberse sentido tan triste desde hacía mucho tiempo, tal vez nunca. No, claro que sí. Solo una vez además de esta. Cuando Freddie se había accidentado en su auto y había estado en coma por casi un mes. Esa vez podría compararse con esta. Y las dos tenían el mismo enfoque. El temor de perderlo. Pero esta vez ya lo había perdido, desde hacía algún tiempo ya no era lo mismo. Lentamente ambos se quedaron dormidos, ella de cansancio y el ahogado en alcohol.
A las primeras luces de la mañana Freddie se despertó con un horrible dolor en la cabeza, se dirigió al baño y se metió a la ducha sin importarle que el agua estuviera fría. El ruido despertó a Sam quien al abrir los ojos, echó de menos verlo ahí al lado de ella abrasándola. Pero se recordó la realidad cuando vio el papel algo arrugado en el buró junto a su bolsa. Se levanto e igualmente se aseó. Bajó a la cocina a prepararse algo de desayunar cuando Freddie apareció en la puerta
-¿Vas a salir? –Le preguntó cuidadosamente
-Tengo que llevarle el papel al abogado después de que lo firmes
-¿De verdad quieres esto? –El dolor en su voz era casi palpable
-Es lo mejor…
-No, no me digas que es lo mejor porque no lo es, responde a mi pregunta ¿de verdad quieres esto? –Sam agachó la mirada a su plato de cereal, ya no sentía hambre –Samantha
-Solo firma el papel y dámelo
-Eso no responde a mi pregunta, firmare el papel si me dices que es lo que quieres, ¿De verdad es lo que quieres?
-Freddie... –Cerró los ojos un instante y con un esfuerzo sobrehumano –si Fredward, es lo que quiero –contestó lentamente sabiendo en su interior que no, no era lo que quería, Freddie quedó inmóvil unos segundos, Sam le extendió el papel con una pluma encima y Freddie se sentó lentamente frente a ella
-Quiero que sepas que a pesar de que firmare este maldito papel, no me daré por vencido, no señor. Te amo Sam y no te vas a ir tan fácilmente de mi vida, si es necesario venderé la empresa y me conseguiré un trabajo de barrendero o lechero si es lo que te hace feliz, pero lo haré por ti y porque no pienso pasar más tiempo lejos de ti del que ya he pasado por imbécil-Freddie tomó la pluma y firmó consciente de que la respuesta que Sam le había dado no era cierta, conocía demasiado bien a su esposa para creerse eso. Y ahora estaba convencido. Lo haría, haría lo que fuera por recuperarla y nada más los separaría nunca otra vez. Sam no supo cómo reaccionar ante sus palabras, pero sintió emoción, por un momento pensó que sería maravilloso que el hiciera todo eso por ella, pero otra parte le decía que no era verdad, que no lo haría. Lo vio salir de la cocina tras haber tirado la pluma a la basura y subió de nuevo al cuarto de huéspedes a poner en acción su plan. A más tardar al terminar esa semana Sam y él volverían a ser el feliz matrimonio que eran y seguirían adelante con sus planes de hijos y una casa más grande.
El día paso sin más, ambos metidos cada uno en una habitación, aunque Freddie había hecho un par de llamadas. Tenía todo un plan. Un plan donde los dos serian felices. Él la recuperaría y ella tendría toda la atención de él que quisiera. Llamó primero a su hermano Drake y luego a su padre Frederick para contarles la situación y lo que tenía en mente, ambos habían accedido encantados a ayudarle y su papá además le dio un par de concejos "hijo, debes reconquistarla como en la universidad, recuerda como lo hiciste, y firma el papel de la siguiente fase sin oponerte, después haremos lo dicho. Todo irá bien hijo, tranquilo" Freddie confiaba en su papá y sabía que eso serviría. Por lo pronto iba a poner en marcha el plan de reconquistarla. Ahora iba a ser una poco más difícil porque en la universidad no se conocían y él era un joven alocado y ahora era su marido y había cierta tensión entre ellos, pero no le importaba, llamó a su amiga Carly la cual era dueña de una florería, le contó y pidió consejos, Carly le dijo que en seguida enviaría un arreglo de flores para su casa. Con una sonrisa en los labios Freddie recordó mientras llegaban las flores la primera vez que se había atrevido a hacer algo así. En el campus apenas y habían cruzado saludos después de que Brittany y Chace los presentaran pero él quería ir más allá de los saludos. Compró un arreglo de flores colorido y lo puso en la puerta del dormitorio de ella, toco y se escondió a la vuelta del pasillo. Cuando Sam abrió la puerta se encontró con el hermoso arreglo de flores con una nota que decía "ni una sola de estas flores se compara con tu belleza. Eres maravillosa. Freddie Benson". Aquello había provocado que al día siguiente Sam se acercara a Freddie, se volvieran amigos y 2 meses después se convirtieran en novios, un año después se graduaran y 2 después se casaran, ahora 3 años más tarde, tenía que repetir el proceso. Freddie tomó una hoja y una pluma y escribió. Su celular sonó, era Carly quien ya estaba fuera esperándolo, salió y tras darle las gracias entró en la casa con el arreglo de flores, era muy parecido al de hace casi 7 años, coloco la nota encima de él y lo puso fuera de donde estaba Sam tocó y corrió a la habitación de huéspedes. Sam se levantó pesadamente de la cama preguntándose qué quería Freddie. Cuando abrió la puerta estuvo a punto de irse de espaldas. Un hermoso arreglo de flores con una nota encima. La imagen la transporto años atrás al campus, el arreglo era increíblemente parecido al que le había dado en el campus aquella vez. Sam lo tomó y entró, sin darse cuenta que tenía una sonrisa de oreja a oreja. Abrió la nota y leyó algo que la dejó helada. "ni una sola de estas flores se compara con tu belleza. Eres maravillosa lo mejor que me paso en la vida. Freddie Benson, tu esposo" los ojos se le llenaron de lágrimas y guardó la nota delicadamente en su cofrecito donde tenía las cartas de Freddie. Regresó donde las flores y las contempló un rato. Definitivamente lo seguía amando, tal vez más que nunca ¿Y si esto solo era una prueba a su matrimonio? La cual los dos deberían pasar juntos... sintió la enorme necesidad de ir con él a la habitación de al lado pero algo la obligo a contenerse. Un par de horas después bajó a la cocina para comer algo y ahí estaba Freddie recargado en la barra con una sopa instantánea en la mano, sonreía como si algo le causara gracia, aunque de verdad era porque estaba convencido de que su plan funcionaria. Freddie la miró entrar y acercarse al refrigerador. Luego volvió la atención hacia su sopa.
-¿Qué intentas? –Preguntó Sam mordiendo un trozo de jamón
-¿Yo? –Respondió él, inocentemente
-Si tu
-¿Qué intento de qué?
-Ya sabes Freddie, las flores, la nota
-¿Te gustó? –Sam esquivó su mirada volviéndose a la estufa- cielo, contéstame...
-...si... –dijo en un susurro pero aun así Freddie la escuchó y sonrió para sí. Si, tal vez sería más fácil de lo que parecía. Sam tomó lo que se había preparado y subió de nuevo a su recamara. Se sentó al lado de las flores y las admiró por un buen rato. Freddie por su parte siguió pensando, en qué hacer. ¡Dios! Como necesitaba a su mujer... se humedeció los labios con la lengua y recordó la última vez que habían estado juntos, ¿y si...? no, sería una locura, de seguro en cuanto lo viera parado frente a la puerta lo correría a la recamara de huéspedes... aunque la razón de que Sam tomara esa desagradable decisión del divorcio era por que Freddie ya no pasaba tanto tiempo con ella, como Sam deseaba. Si no lo aceptaba ya lo compensaría después y si, si lo hacía, sería maravilloso. Valía la pena intentarlo. Subió lentamente las escaleras y se paró frente a la puerta tocó un par de veces y tras unos segundos Sam abrió la puerta. Los dos se miraron unos instantes.
-¿Qué pasa? –Dijo ella con cierto tono de desconfianza
-¿Puedo pasar? –Por lo menos no le cerró la puerta en la cara, Sam suspiró y lo miró de nuevo –solo un momento –Sam asintió lentamente y se dio la vuelta para regresar a la mesa. Freddie sintió el impulso de abrasarla, besarla y tirarla en la cama, pero se dijo que debía ser más sutil si quería que pasara. Se sentó calmadamente en la silla donde solían ver hacia fuera, lo que le causo nostalgia
-¿Qué quieres?
-Nada –Dijo Freddie simplemente
-¿Nada?
-Solo quería sentarme en esta silla y ver por esta ventana mientras tú hacías algo en la habitación. Recordar. Los días más felices de mi vida para ser exactos. Y como dicen que recordar es volver a vivir, bueno, puedo vivirlo una vez más y luego podría decir que moriré feliz hoy mientras duerma. –Sam se quedo helada ante esas palabras, sobre todo con las ultimas "y luego podría decir que moriré feliz hoy mientras duerma" no supo qué hacer y solo lo miro-¿Tu qué piensas cielo?
-¿Exactamente a que te refieres con "y luego podría decir que moriré feliz hoy mientras duerma"? ¿Qué diablos dices Freddie? –Dijo con un toque de preocupación y desesperación en la voz –¡contéstame Freddie!
-Tranquila hermosa, no creo que sea de mucha importancia explicar esas palabras, solo importa que te libres de mí, así que será todo. –Sam sentía impotencia, quería sacudirlo y decirle que eso era una tontería. Se dio la vuelta y con pasos fuertes y enojados entró en el cuarto de baño. Freddie sonrío para sí, estaba funcionando. Conocía los puntos débiles de Sam y sabía que no lo dejaría salir de esa habitación. Sam estuvo en el baño más de media hora y Freddie contempló como el sol se fundía con el mar a lo lejos. Comenzaba a oscurecer y Freddie decidió que ya no podía esperar más. –Sam solo quiero decirte que... recuerda que eres lo mejor que me paso en la vida, te amo mi vida, me voy, adiós. Te amo –Sam en el cuarto de baño sintió como una puñalada esas palabras y una sensación de miedo y desesperación la inundo. Freddie caminó a la puerta y la abrió, al dar un paso fuera de la habitación...
-Espera Freddie! –Freddie giró sobre sus talones y la miró –espera...
-¿Qué pasa? Estaba por irme, ya es tarde y querrás descansar
-Cierra la puerta –Freddie la obedeció lentamente y luego la miró
-No entiendo... ¿Qué pasa cielo?
-Podrías... ¿Dormir en el sofá?
-¿Por qué? –Dijo con una fingida cara de sorpresa- sigo sin entender
-Bueno, dijiste que esta casa era mía y por eso debería quedarme aquí, la casa es de los dos, y bueno... la recamara también, puedes dormir aquí...
-La cama también es de los dos –Sam pensó que era una tonta pero que si lo veía dormir a su lado estaría más tranquila que si él estuviera en la habitación de al lado intentando suicidarse
-Tienes razón, si quieres puedes quedarte en la cama –se dio la vuelta y entro de nuevo en el cuarto de baño. En cuanto entró Freddie estuvo a punto de soltar una exclamación de alegría pero se logro contener y se sentó en el sofá pacientemente esperando a que saliera del baño. Tras otro buen rato Sam salió con su pijama y se acostó de su lado de la cama, Freddie se quitó la ropa solo quedando en bóxer que era como normalmente dormía. Al sentirlo acostarse en la cama Sam contuvo un suspiro, Freddie bajó el interruptor de la luz quedando la habitación totalmente oscura. Sam se puso sumamente nerviosa cuando lo sintió acercarse y Freddie lentamente paso uno de sus brazos por encima de ella y la jalo hacia él.
-Freddie no...
-Shh... Ven –la abrazó con ambos brazos y Sam se maldijo por ser tan débil siempre ante él. Freddie comenzó a besarle suavemente la cabeza y luego bajo hasta su oído –La casa, la habitación, y la cama, son de los dos, también soy tuyo y eres mía –Le susurro con esa voz que siempre la vencía, luego de eso la besó y comenzó a quitarle el pijama y toda la ropa. Sam no hizo más que dejarse llevar y corresponderle a los besos y caricias que él le hacía. Se olvidó de todo, se olvidó de que le había pedido el divorcio y de que la primera etapa estaba terminada, se olvidó de que eso no debería estar pasando y se concentró solo en amarlo como hacía tiempo que no lo hacían. Ambos perdieron la noción del tiempo y de todo. Exhausto, Freddie se dejó caer a su lado y la abrazó. Ella suspiró contra su pecho y susurro un quedo "te amo" que Freddie escuchó y la apretó más hacia sí. Le comenzó a acariciar la espalda y así, ambos relajados y narcotizados por las sensaciones se dejaron llevar por un largo y profundo sueño.
Ahí lo tienen. No creo que Sam ceda tan fácil… ok yo no debería dar opiniones, y menos cuando la historia la terminé hace 4 años hahaha XD
Chicos son los mejores! Si han estado desde hace tiempo conmigo por este lugarcito sabrán que no me gusta tardar mucho en subir y dado que estoy de vacaciones… bueh! Ustedes dirán con sus reviews cuando quieren el próximo capítulo.
Pasen por la traducción! Se llama "Estoy Atascado" iGet Stuck en su versión original.
