Capítulo 1: El inicio del final

Las luces rojas y azules se encontraban iluminando aquella oscuridad que no les permitía observar a aquel ladrón-asesino que toda la policía buscaba. Las patrullas tenían completamente rodeado el edificio era casi imposible escapar sin ser visto, pero, ¿Quién era ese ladrón tan buscado? La respuesta es "El Carmecier", este hombre era conocido por ser el líder de una organización conocida como "Las sombras", esta organización se basaba en los robos y asesinatos que realizaban, en otras palabras son unos asesinos a sueldo.

-Carmecier-se escuchó un megáfono-Estas completamente rodeado, sal ahora-Se encontraban en una prestigiosa joyería llamada "The elegant Death" esa joyería era precisamente conocida por tener una de las joyas más caras y deseadas del mundo "La esmeralda amarilla", una hermosa esmeralda de un color dorado que era deseado por millones de empresas pues su valor se equivalía en billones de dólares, una joya ejemplar sin duda alguna-Sal de ahí o entraremos por la fuerza.

-Idiota no sabemos si está acompañado o solo, sería casi un suicidio el entrar por la fuerza-se quejó uno de los altos mandos ahí presentes.
-Pero aun así no podemos permitir que Carmecier siga robando grandes joyas, ahora está acorralado si no hacemos algo escapara y las consecuencias serán peores-se quejó una mujer de cabellos naranjas y ojos color almendra.
-No podemos es demasiado riesgoso, conoces la habilidades de ese sujeto, sería algo completamente ilógico entrar-La discusión seguía entre la decisión de entrar o no entrar.
-Pero aun así-
-¡AH! ¡Ya cállense los dos!-Una voz muy irritada los interrumpió en media discusión, ambos mandos voltearon a ver quién era y no era nada más ni nada menos que el pelinegro jefe de policía.
-¡¿Yokozawa?!-Ambos altos mandos quedaron sorprendidos por la rebeldía de su subordinado.
-Entrare solo, con eso no hay mucho riesgo ¿no es así?- la mujer y el hombre que discutían además de estar altamente irritados quedaron algo confundidos con ante tal sugerencia de parte del oji-azul
-¡¿acaso estás loco?! ¡Entrar solo ahí es una locura!-Grito la pelinaranaja
-¡Si no hacemos algo él escapara! ¡Estás de acuerdo con eso!-LA discusión solo tenía una solución
-De acuerdo-Cedió el hombre que hace unos momentos discutía con la mujer.
-¡¿Qué?!-La mujer aún se encontraba en contra de esa acción pero al ser aceptada Yokozawa podía entrar. Yokozawa no tardó mucho en prepararse para la misión que ahora dependía de él.

-¿Yokozawa-san?-pregunto Henmi un subordinado del pelinegro.
-Henmi diles a todos que voy a entrar-El oji-café se quedó sorprendido no era que no confiara en su jefe, pero aquel Carmecier era un asesino.
Yokozawa preparo su arma antes de entrar a la joyería atacada por aquel criminal, de un momento a otro desapareció de la entrada y se escabullo por el lugar.
(…)
El silencio era penetrante, las luces azules y rojas daban vueltas por el alrededor de esa joyería, se podían visualizar los grandes diamantes y tesoros que ese lugar resguardaba en su totalidad. Yokozawa era consciente de que aquel criminal se encontraba cerca por lo que era muy cuidadoso al caminar. Entro a la habitación donde se encontraba el hogar de la Esmeralda solo para encontrarse con una silueta sentada en donde debía estar aquella joya.

-Arriba las manos-El pelinegro entro a la habitación diciendo esto en una orden.

La silueta volteo e inmediatamente se levantó y miro al policía que había entrado, lo único que se podía percibir de ese ladrón era que vestía elegantemente y tenía una máscara en su rostro.

-Que tenemos aquí ~-la voz tenía un tono burlón y era de hombre.
-Suelta la esmeralda y entrégate, estas completamente rodeado- Las amenazas de Yokozawa eran ciertas el lugar estaba completamente rodado y era imposible escapar de ahí
-Me temo que no puedo soltar esta joya, si lo hago no terminare mi trabajo-la esmeralda aun la tenía entre sus manos jugando con ella retaba al policía que estaba enfrente de él.
-Suelta la joya, ya no hay escapatoria-Yokozawa sosteniendo el arma entre sus manos tenía en la mira a aquel hombre desconocido.
-Me temo que no-En ese momento la silueta se movió demasiado rápido como para poder tenerlo en la mira, esta se dirigía hacia el pelinegro con un objeto filoso en su mano, El oji-azul reacciono rápidamente y logro bloquear el ataque, pero no salió completamente ileso de eso-Vaya vaya ~ eres un buen policía, nunca antes alguien había podido bloquear ese ataque- El ataque era conocido por causar las muertes rápidas y de un dolor inimaginable, prácticamente era atacar al corazón inmediatamente y cortar una de sus venas principales- Sera divertido-Después de decir esto el enmascarado intento de nuevo atacar al jefe de policía con ese objeto que aun desconocía.
-¡ugh!-Carmecier había logrado encajar el objeto filoso en una de las piernas del pelinegro, pero lo que no se esperaba es que este se dejó lastimar a breve y cuando se fijo tenía el arma apuntada en la cabeza.
-Interesante~-Aquel criminal solo estaba jugando con el oji-azul y este se estaba enojando- eres una persona muy inteligente, me gustas ~
-Vete al carajo-Pero cuando estaba a punto de acorralar a ese sujeto sintió como algo le había golpeado y derribado.
-Kirishima-san, por favor deje de jugar- Era otra silueta casi irreconocible pero tenía una voz más aguda que parecía ser una mujer no muy madura
-Lo siento, lo siento pero no fui capaz de contenerme al ver a este hombre tan interesante ~-Yokozawa aún se encontraba en el suelo confundido por el golpe que recibió en la cabeza.
-Vámonos, ya arregle la salida, más vale que me page por esto, me hiso trabajar extra- Al parecer esa mujer había trabajado para el por mucho tiempo por la forma en que hablaba, los dos se dirigieron a una pared done se supone que había policías vigilando cada rincón.

Una explosión pequeña se escuchó y al otro lado del muro no había nadie. ¡Qué demonios! Era lo único que Yokozawa podía formular en su cabeza, se suponía que toda el área estaba cubierta y no había manera de salir de aquí. Antes de que ambos criminales huyeran el pelinegro intento una última cosa, aun con arma en mano y con la poca conciencia que aún conservaba este apunto a la cabeza del castaño, y jalo el gatillo. Pero eso no salió bien, antes de que disparara la silueta más pequeña se percató de sus intenciones y empujo a su jefe, la máscara que cubría el rostro del Carmecier se destruyó dejando ver aquel rostro, el hombre era todo un semental, se podía ver su ojos color café y sus cabellos castaños revueltos dándole un buen parecido al sujeto. Yokozawa solo podía volver a presionar el gatillo.

-¡Qué demonios!-El castaño se movió hacia él, y el pelinegro presiono unas cuantas veces el gatillo pero ninguna de las balas había logrado lastimarlo.
-Vaya, vaya~ eres un tipo interesante, creo que podría jugar contigo más tiempo~-Yokozawa estaba a la merced del sujeto. No sabía como pero había logrado esquivar cada una de las balas que disparo hace unos segundos.
-¡KIRISHIMA!-La acompañante se escuchaba estresada- ¡VAMONOS!
-Sí, si ~, pero antes quiero saber tu nombre~-Se dirigió hacia Yokozawa que se negaba a darle la respuesta. La castaña se acercó a ambos y miro fijamente el rostro del pelinegro.
-Él es Yokozawa Takafumi-El oji-azulado no se sorprendió de que supieran rápidamente su identidad – es el jefe de policía, todos lo conocen por ser un gran luchador y tener el orgullo de atrapar a todos los ladrones con los que ha luchado anteriormente, ahora, ¿PODEMOS IRNOS?
-Si con esto me basta-El oji-café acaricio un de las mejillas del pelinegro mientras se lamio un poco los labios, el oji-azul tenía un expresión de ira, Después de eso el castaño junto con su acompañante se dirigieron al hoyo provocado por la explosión de hace unos segundos.

-Maldición-la pierna donde antes el oji-café había clavado aquel objeto sangraba ¿que tenía ese cuchillo para que doliera tanto?, después de unos momentos se escuchó como entraban más hombres al lugar posiblemente por escuchar las balas que antes había disparado contra el criminal.
(…)

En la estación de policía el pelinegro estaba como siempre arreglando unos papeles, y tratando de llevar todo en el orden correcto. Los toques de una puerta lo sacaron de su trabajo.

-¿Yokozawa-san?-Entro un hombre que a pesar de ser un policía no tenía par anda la pinta de serlo.
-¿sucede algo Henmi?-pregunto normal el pelinegro.
-quería saber si se encuentra bien-le respondió el oji-café.
-Si ya estoy mejor-
-Qué bueno, realmente me preocupe por usted, quien pensaría que ese cuchillo tendría un veneno tan peligroso- El veneno que tenía aquel cuchillo era conocido por matar sigilosamente a su víctima cuando tocaba algún órgano vital, claramente era el secreto del ataque mortal de ese hombre.
-No debes preocuparte ¿ o acaso soy muy poco confiable?-dijo el pelinegro mirando a su subordinado.

-¡claro que es de confiar!, pero ese criminal es muy hábil así que es normal que uno se preocupe ¿no?-Yokozawa solo miro por unos momentos y después le respondió con toda naturalidad.
-Supongo, gracias por preocuparte-El oji-café después de un rato de una buena charla se marchó dejando solo al pelinegro.

En los pensamientos del pelinegro solo se encontraba esa cara que había visto en el asalto, aunque había echo todo lo posible por recordarla aún se encontraba borrosa, tal vez por el veneno que le inyectaron cuando los hombres habían entrado encontraron casi en medio del desmayo a Yokozawa, apenas podía recordar lo que sucedió, pero si algo sabia era que ese rostro aun lo seguía atormentando. No estaba seguro de si era o no era el Camecier, por lo que aún no daba ningún reporte. Pero algo tenía que ver ese rostro.


Espero les haya gustado y por favor dejeme sus RW me ayudaran a crecer *W* (?
nos vemos (=W=)/