N/A: Nuevo fic... Bueno, no es tan fic... Es un One Shot con posibilidad de tener algún capítulo más (tengo mucho pensado, pero necesitaría saber qué os parece...)

Veremos que ocurre... También depende un poco de vosotros que esto...


AMOR PROHIBIDO

Era un día muy especial para Sam. Después de mucho esfuerzo, por fin trabajaría en lo que quería. Ese día era el primero de Evans como profesor de New Directions. Ese coro había sido parte importante de su adolescencia, donde conoció a muy buenos amigos y paso grandes momentos. Por eso le encantaba pensar que él podría crear eso también para nuevos adolescentes que estarían necesitados de un hogar, un lugar donde ser ellos mismos sin miedo a que los juzguen.

Mr Schue... Bueno, para él en ese momento era Will o director Schuester. Él había confiado en él para seguir con su legado y no podía estar más agradecido por eso. El McKinley tenía tres Glee Clubs pero él acabó en el que tenía significado en su vida.

Lo primero que hizo fue poner la hoja de inscripciones en el tablón de anuncios, esperaba que varios chicos y chicas se apuntaran a las audiciones, que tendrían lugar tres días después del primer día de clases.

Después de eso, caminó hasta la sala de profesores donde el resto de su colegas estaban. Se sentó junto a Sheldon y Emma.

– ¿Estás nervioso? – Preguntó la pelirroja.

– No, sorprendentemente estoy tranquilo. Ilusionado y tranquilo.

– Seguro que te irá genial. – Ella le sonrió con cariño, se sentía orgullosa del hombre en el que se había convertido. Aun recordaba a ese chico que parecía que no conseguiría nada en su vida, totalmente perdido y sin saber qué hacer, llorando en su oficina porque había conseguido las peores notas en la prueba de acceso a la universidad. Sin embargo, contra todo pronóstico, había conseguido encontrar algo para lo que era bueno.


– ¡Siguiente! – Sam gritó para que un nuevo estudiante del McKinley subiera al escenario para cantar la canción con la que haría su audición a New Directions. Pensaba que todo sería como hasta ese momento, alumnos con más o menos talento intentando conseguir un hueco en el coro.

Sin embargo, la persona que se subió al escenario no era alguien más. Era bajo, tal vez porque todavía le faltaba crecer algo ya que era un adolescente. Iba vestido con unos pantalones rojos ajustados que realzaban todos sus encantos... ¡Y vaya si tenía encantos! Su trasero era redondeado y se marcaba a cada paso que el joven daba para situarse en el centro. Sus zapatos negros resaltaban debido a la falta de calcetines. Llevaba un polo blanco que marcaba sus brazos, fuertes e ideales para ser sostenido entre ellos. Para completar su vestuario, llevaba una pajarita amarilla perfectamente anudada al cuello. Su sonrisa nerviosa era cautivadora y sus ojos se arrugaban de felicidad bajo sus triangulares cejas. Su cabello oscuro estaba fuertemente controlado bajo varias capas de gomina para que ningún pelo saliera de su lugar.

– Mi nombre es Blaine Anderson y voy a cantar Cough Syrup (1).

El chico anunció antes de que la música comenzara. En cuanto su voz comenzó con las primeras estrofas de la canción, Sam supo que estaba perdido. Cada sílaba lo atrapaba y le erizaba la piel, había algo misterioso y a la vez cálido en el joven que estaba en el escenario. Estaba convencido de que había encontrado al líder que New Directions necesitaba. El grupo tenía siete miembros del año anterior que todavía no se habían graduado pero, cinco de ellas eran chicas (porque Unique era chica para él), tenía buenas voces y una buenas bailarinas. Sólo había dos chico y la voz de uno de ellos era peor que la de su ex compañero de coro Mike Chang. Sus ojos no podían evitar mirar como Blaine movía los brazos, haciendo que sus venas se marcaran en los abultados bíceps.

¿Pero qué estaba pensando? No podía tener esos pensamientos con un alumno. Él no había sido capaz de salir del armario, a pesar de tener veinticinco años y un amigo gay, él no quería hacerlo. Se dio cuenta cuando su última relación con una chica terminó. Había tenido "algo" con todas sus amigas pero realmente no había estado enamorado. No había sentido dolor en ninguna de sus rupturas, más bien alivio y cuando estaba con Rachel, la entrenadora Beiste confesó que era un hombre en un cuerpo de mujer y empezó la transformación de su cuerpo para que fuera el que realmente le correspondía a su alma. Eso le hizo pensar en lo que realmente era él y lo comprendió todo. Su "novia" fue a Nueva York a vivir y él se quedó en Lima, encerrado en el armario.

Y ahí estaba él, sintiendo algo especial por un chico por primera vez en su vida y era un alumno suyo... ¿Qué estaba mal con el mundo?


Sam ya tenía la nueva lista de admitidos en New Directions y estaba realmente emocionado por ello. Cinco chicos y una chica habían estado perfectos en su audición y él estaba contento. Así, New Directions contaría con trece miembros, seis chicas y siete chicos.

Puso la lista con los seis nombre es en tablón de anuncios con una sonrisa, satisfecho porque sabía que tenía un gran grupo lleno de talento. Había uno que le había sorprendido ya que era hermano de uno de sus amigos y sabía que tenía un problema porque Puck no conocía su existencia, pero ya lidiaría con ello más adelante.

ADMITIDOS EN NEW DIRECTIONS

Blaine Anderson

Madison McCarthy

Mason McCarthy

Jake Puckerman

Ryder Lynn

Spencer Porter

Se ruega a los seleccionados se presenten el jueves a las 15:00 en la sala de New Directions.

La sorpresa era que dos eran de décimo grado (2), por lo que se preguntó por qué no habían pertenecido al grupo el año anterior. Por otro lado, se sintió estúpido al darse cuenta de que se sentía atraído por un chico de quince años. La noche anterior había soñado con él y... Bueno, digamos que en condiciones normales el menor no estaría autorizado a ver ese tipo de escenas en la televisión...

Cuando se dio la vuelta se quedó aun más sorprendido. Allí estaba Blaine con el uniforme de Cheerio, sonriendo junto a Kitty (una de sus mejores bailarinas), Madison y Mason. Al parecer tendría a cuatro animadores y a un jugador de fútbol americano. No estaba nada mal, sobre todo si se tenía en cuenta que los jugadores preferían a Duly Noted y las Cheerios solían ir a las Troubletones. La vista de los chicos se dirigió hacia allí y corrieron hacia el tablón de anuncios para ver la lista que Sam acababa de colocar. El rubio no pudo evitar reír cuando vio lo felices que estaban los cuatro porque estarían juntos en New Directions. Se produjeron varios abrazos aunque el más efusivo era el de los mellizos.

Sin embargo, había algo raro en todo eso, por lo que Evans decidió que debía informarse de lo ocurrido. Se dirigió a la sala de profesores para que Emma y Sheldon le contaran todo. Les contó sus dudas y pronto recibió la respuesta.

– Spencer está en el equipo pero no se lleva muy bien con sus compañeros. Es un chico algo problemático y muy independiente. Si todos esperan que vaya a Duly Noted, él irá a New Directions. No tiene más explicación. – Beiste explicó.

– Kitty intentó entrar a las Troubletones pero no lo consiguió. Al parecer, Bree no se lleva bien con ella e intenta sabotear todo lo que a ella le puede interesar. Por eso Kitty decidió entrar a New Directions, ahí estaría libre de la influencia de Bree... Supongo que ha convencido a los mellizos y Blaine para que la acompañen. Los tres son nuevos en el McKinley y ella rápidamente los ha llevado a su bando. – Pillsbury comentó.

– ¿Blaine no estaba en el McKinley el año pasado? ¡Él es Sophomore! – El rubio preguntó. Era lo que realmente le interesaba.

– Ha sido transferido al McKinley este año. El curso pasado, justo después de las vacaciones de invierno, se realizó un baile de Sadie Hawkins y algunos compañeros lo golpearon gravemente. Estuvo mucho tiempo en el hospital y sus padres buscaron un tutor para que no perdiera el curso. Han elegido este lugar porque Will está esforzándose mucho en aplicar las normas que tenía Dalton contra la violencia y a favor de la tolerancia. – La orientadora informó.

– El chico es muy educado y dulce, no entiendo que el hecho de que sea gay le haga víctima del odio de otros... Yo tuve la oportunidad de hablar un poco con él porque Spencer no fue muy amable con él y se quedó un poco asustado... Tendrás que lidiar con eso en New Directions pero sé que lo harás muy bien.


Sam entró sonriente a la sala del coro, esa en la que él mismo había sido tan feliz hacía años y en la que se esforzaría por hacer feliz a todos los adolescentes que consiguieran sentarse en esas sillas.

– Buenos días.

Miró a los doce estudiantes que lo observaban felices e ilusionados por el nuevo reto que tendrían ese año... Sin embargo, paró al darse cuenta de algo.


Blaine estaba realmente nervioso. Esperaba el comienzo de su primera reunión con New Directions. Le encantaba cantar y la posibilidad de ver todos los días a Mr Evans... Mr Evans... ¿A alguien le extrañaba que el joven se sintiera fuertemente atraído por un hombre como él? Esos labios, esos ojos, esos brazos que asomaban por la manga de la camisa... Un suspiro se escapó de sus labios, deseoso de tener ese amor prohibido.

– Buenos días... – El rubio los miró a todos. – ¿Por qué sois doce?

– Matt ha dejado el Glee Club porque dice que tiene demasiada competencia y sabe que no va a tener mucho protagonismo este año. – Jane explicó.

– Es una lástima... Todos sois bienvenidos aquí.


Era el primer solo de Blaine en la sala del coro. Había elegido Last Friday Night de Katy Perry (3) y estaba siendo desenfadado, alegre y divertido. Para Sam, ese chico era una caja de sorpresas y cuanto más descubría de él, más le interesaba. Por supuesto que ese sentimiento no estaba bien, que no debería sentir esas cosas por un chico... Tenía diez años más que el menor y que tuvieran sexo era incluso ilegal... Por no contar que le despedirían de su trabajo.


Los chicos estaban en el auditorio, terminando con los ensayos para los primeros Sectionals de Sam como profesor. Durante los meses que habían pasado, el rubio había ido aumentando sus sentimientos por Blaine. Le encantaba verlo reír, su corazón se aceleraba cuando lo escuchaba cantar... Incluso había acudido a verlo en su presentación con las Cheerios y estaba muy orgulloso de que hubiera ganado. Lo que llevaba peor era no poder hablarlo con nadie. Era algo vergonzoso para él y sabía que nadie lo entendería.

Blaine por su parte estaba cada día más enamorado de su profesor. Todos sus amigos lo sabían y sus reacciones eran muy diversas. Kitty pasaba horas intentando "alimentar" las fantasías (eróticas y románticas) del moreno creando historias sobre posibles situaciones que podrían vivir. La joven iba desde castos besos robados en el backstage del auditorio hasta sexo salvaje sobre el piano de la sala del coro. Mason intentaba aconsejarlo sobre como seducirlo. Sin embargo, Madison le decía que tenía que olvidarlo e intentaba que formara pareja con Roderick o Spencer, algo a su alcance.

Cuando el ensayo acabó, todos comenzaron a irse ya que era la última clase del día. Sin embargo, Wilde empujó a su amigo para que se quedara a "ayudar" a su profesor.

– Ya me lo agradecerás luego. – Ella le guiñó un ojo mientras se marchaba.

El moreno caminó algo indeciso hacia donde estaba el rubio, recogiendo algunas cosas que habían quedado sobre el escenario.

– ¿Le ayudo? – Preguntó el ojimiel viendo como Mr Evans recogía algunas toallas y botellas de agua del suelo.

– No te preocupes, Blaine. Puedo yo.

El mayor sonrió hacia el otro. No tenía intención de seducirlo pero ese gesto hizo que el estómago del joven se llenara de mariposas. Rápidamente, el menor se agachó para recoger la última botella de agua. El más alto también se agachó y su mano acabó alrededor de la del otro mientras éste sujetaba la botella. Sam la quitó rápidamente pero era incapaz de dejar de mirar esos ojos, que en ese momento eran de color miel y brillaban intensamente.

Los dos se levantaron y Anderson dio un paso al frente para acercarse al otro. Sin embargo, el profesor reaccionó y se alejó, dispuesto a dejar todo recogido sin siquiera volver a mirar al adolescente, que se sentía rechazado.


New Directions acababa de ganar sus Sectionals. Todos estaban celebrándolo. Los amigos de Sam habían ido a apoyarlo y él lo agradecía porque así podía abrazarse a ellos para mantenerse lejos de Blaine mientras celebraba su primera victoria como profesor.

Después de varios minutos, todos comenzaron a caminar hacia el autobús para seguir la celebración mientras volvían a Lima. Sin embargo, Santana sujetó el brazo de Sam antes de que éste pudiera abandonar el "camerino" donde New Directions se había preparado para su gran actuación.

– Quiero hablar contigo. – Ella susurró. Cuando estuvieron a solas, ella continuó. – Lo he notado.

– ¿Qué has notado? – El rubio la miró confundido.

– He notado como miras a Blaine... Y lo que es peor, he notado como él te mira a ti. – La latina comentó sin su habitual carácter fuerte. Sus palabras habían sido tan suaves que casi podía haber sido Brittany. Tal vez la rubia había tenido buena influencia en ella al final.

– No sé de qué me hablas. – El ojiverde intentó evitar la mirada de la chica.

– Esto es peligroso... Puede costarte tu trabajo y te perseguiría allá donde vayas. Entiendo que el chico está bueno y tiene un buen culo pero... No merece la pena que lo arriesgues todo... ¡Podrías ir a la cárcel! – Ella insistió.

– No tienes que preocupare, no voy a hacer nada con él. Mantendré la distancia... – Evans prometió.

– Lo sé, me he dado cuenta. El problema es que él no la va a mantener... ¿Serás capaz de resistirte si él se te pone en bandeja(4)?

– No es algo sexual, si eso es a lo que te refieres, Santana. – Sam la conocía lo suficiente para saber de qué hablaba.

– ¡Eso es peor que lo que pensaba! ¡Te has enamorado! – Ella gritó y el rubio intentó silenciarla.

– Sí, me he enamorado. Llevo meses observándolo en silencio, escuchándolo cantar... Pero no voy a hacer nada, es muy joven. No te preocupes, no voy a arriesgar lo que he conseguido y tampoco haré nada que lo pueda dañar.


Blaine estaba decidido. Habían pasado demasiados meses esperando a que Mr Evans notara sus sentimientos y nada había ocurrido. Había intentado ser obvio pero aun así no lo había conseguido. Por eso, ese sería el momento en el que todo cambiaría. Estaban en un hotel en San Francisco ya que faltaban tan sólo dos días para los Nacionales. Eso significaba que estaban lejos de las miradas de otras personas del McKinley que no fueran sus compañeros de New Directions. Y él sabía que ellos no le traicionarían.

Esperó a que todos fueran a la cama antes de caminar hasta la habitación de su profesor. Llevaba una camiseta blanca sin mangas que acentuaba su pecho y unos pantalones de pijama que había dejado más bajos para que quedaran a la altura de la cadera y así pudiera notarse algo la V que se formaba en su bajo vientre. Había estado trabajando para mantenerse en forma para gustarle al rubio. Esperaba que todo fuera perfecto y poder pasar una noche perfecta.

Llamó a la puerta totalmente nervioso y esperó a que el ojiverde abriera. Se sorprendió al verlo ajustarse la camiseta como si acabara de ponérsela. El menor negó con la cabeza, no entendía para qué se la ponía si él tenía intención de quitársela de todos modos. Sí, tenía intención de acostarse con él. El moreno entendía que el otro, al ser mayor, estaba acostumbrado a otras cosas y él esperaba poder dárselas. Estaba dispuesto a todo por estar con el hombre del que se había enamorado.

– ¿Hay algún problema? – Sam preguntó totalmente confundido porque era muy tarde.

– Sí, es sólo que... Estoy muy nervioso, sí, eso y... Me preguntaba si... Tal vez tú... Tienes algún método para tranquilizarme antes de una actuación tan importante. – El ojimiel se arrepintió de no haber pensado antes en una excusa, si lo hubiera hecho habría sonado más convincente.

– No tengo ningún método. Es normal que estés nervioso, hasta artistas experimentados pasan por ese momento de nerviosismo antes de subir a un escenario. Intenta dormir.

El rubio fue a cerrar la puerta pero el más bajo se lo impidió. El mayor lo miró con sospecha pero antes de poder hacer nada, Anderson lo estaba besando. No podía creer lo tímidos y suaves que eran los labios del menor mientras intentaba que él le correspondiera el beso. Y por supuesto que el ojiverde moría por corresponder ese beso, deseaba poner sus manos en la cadera del otro e introducirlo en la habitación. Ansiaba quitarle la ropa y fundirse con él, los dos experimentando nuevas sensaciones por primera vez.

Sin embargo, eso no podía ser. No podía arriesgarse a ir a la cárcel, no podía arruinar su vida y la de Blaine. Por mucho que lo amara, por mucho que lo deseara, ese amor no había llegado ni en el mejor momento, ni en el mejor lugar, ni en las mejores circunstancias.

Por eso puso sus manos en los hombros del moreno y lo apartó suavemente. El chico lo miró con los ojos asustados y confundidos. Sabía que debía explicarle lo sucedido y sabía que el ojimiel iba a sufrir con su explicación, pero era algo necesario.

– Blaine... No puedes volver a hacer eso. Sé que es fácil confundir sentimientos a tu edad, yo tuve muchos ligues durante mis años de instituto. Pero debes entender que no puedes besarme. Ni a mí ni a ninguno de tus profesores. – Sam intentó suavizar algo su discurso al ver las lágrimas que caían por las mejillas del más bajo. – Es normal que sientas eso, somos algo prohibido, tenemos una relación de superioridad, somos mayores... Sin embargo, debes entender que entre tú y yo no pasará nada. Ahora vuelve a tu habitación y descansa. Mañana es un gran día.

– Has dicho lo que debemos hacer pero... ¿Qué es lo que sientes? Mírame a los ojos y dime que no me amas, que no sientes nada por mí.

Anderson sabía que estaba humillándose demasiado y que tal vez se estaba comportando de una manera poco racional pero él no había dicho que no sintiera nada por él.

El rubio no sabía que hacer. Sabía que debía mentir pero corría el riesgo de que el otro lo descubriera. Aunque si decía la verdad, no era de gran ayuda para que el menor superara esos sentimientos. Sólo había una respuesta y la iba a dar cuando Blaine se decidió a gritar. Él había sabido leer en la expresión de su profesor lo que realmente estaba pasando.

– ¡Eres un cobarde! ¡Te odio!


Kitty, Mason y Madison no se habían separado de Blaine en todo el día. Era totalmente imposible encontrar al joven solo. Los ojos del moreno estaban hinchados y rojos, a pesar de que sus amigas habían intentado disimularlo con maquillaje. Lo peor era la tristeza que irradiaba. Sam sabía que él era el culpable de todo lo ocurrido y no podía evitar sentirse mal. Amaba al menor y no quería que pasara por una decepción amorosa y menos por su culpa. Sin embargo, no podía darle al ojimiel lo que él quería.

Las miradas que el más bajo le daba eran de odio y sabía que se lo había ganado. Había roto el corazón de la persona que amaba y no podía hacer nada para remediarlo. Se sentía mal y lo único que quería era tumbarse en el sillón en su casa comiendo Ranch Doritos.

El turno de que New Directions salieran al escenario llegó y Evans se quedó en el lateral para observar la actuación. En la mitad de la canción, su corazón se partió en mil pedazos, Blaine se había equivocado tanto en la letra como en la coreografía y no supo reponerse. Al contrario, arrastró con él a varios de sus compañeros.

La actuación terminó y el moreno corrió hacia el backstage. Sam quería rodearlo con sus brazos y consolarlo. Sabía que no podía dejar las cosas así.

– Blaine... – El rubio intentó ponerse en el camino del moreno para consolarlo pero el otro lo apartó de un empujón.

– Déjame en paz. – El ojimiel no se detuvo y salió de allí lo más deprisa que pudo, sin darle tiempo a ninguno de sus compañeros a alcanzarlo.


Nadie había visto a Blaine desde el fracaso en los Nacionales. Como era de esperar, habían quedado en último lugar pero todos estaban más preocupados por el moreno que molestos por lo ocurrido. Sam estaba histérico, se acercaba el momento de acudir al aeropuerto para volver a Ohio y el menor no aparecía. Había llegado el momento de ser responsable y avisar a la policía. Había marcado los dos primeros números cuando el ojimiel apareció. Su mirada estaba clavada en el suelo y sus pasos eran lentos. Sus hombros estaban caídos y era la viva imagen de la tristeza. Sus amigos corrieron a abrazarlo y consolarlo. El profesor no se atrevió a acercarse. Sabía que él era el culpable de todo eso. Todos se subieron en el autobús para llegar al aeropuerto. Parecía que todo estaba perdido para todos.


(1) Obviamente, la versión de Glee XD.

(2) En Estados Unidos se empieza el instituto en noveno grado (Freshman, 14-15 años) según Wikipedia. Décimo grado sería el Sophomore (al que pertenecen Blaine y Spencer, 15-16 años). Para terminar, estarían el undécimo y duodécimo grado, que serían los Junior (16-17 años) y Senior (17-18 años).

(3) Obviamente, la versión de Glee XD.

(4) Poner algo/alguien en bandeja, no sé si conoceréis la expresión. Significa que alguien facilita que se consiga algo/a alguien de manera que es casi imposible que no lo consiga.

Sé que es un poco complicado, así que resumo los integrantes de los dos New Directions (Old -generación de Sam- y New -generación de Blaine-).

New New Directions: Blaine, Roderick, Jane, Mason, Madison, Spencer, Kitty, Unique, Marley, Ryder, Jake y Sugar

Old New Directions: Mike, Rachel, Kurt, Sam, Puck, Finn, Artie, Santana, Brittany, Mercedes, Tina y Quinn