Capítulo 1: Doble traición

El sol se eleva por encima de las torres demacianas seguido por los ojos acerados de Garen, el frío de la mañana huye de los hombros del guerrero ataviado con el azul y el dorado de su nación. La mirada del poder de demacia está perdida en un horizonte que para él no existe, lleva ya meses viviendo sin vivir realmente, desde aquel encuentro en los campos de la justicia que en su momento se presentaba como uno más. Aquel día la visión de la academia de la guerra de Garen cambió, como lo hizo también el sentido de su lealtad. En todo ello pensaba Garen cuando una poderosa mano se posó en su hombro haciendo que el guerrero demaciano saliera de su estupor. Garen se dio la vuelta y vio a su príncipe mirándole con una mirada despreocupada, la que los amigos de la infancia te brindan incluso antes de la batalla,nunca mejor dicho ya que inmediatamente la boca de Jarvan confirmó lo que Garen suponía su antiguo amigo quería decirle.

-Hey, despierta de una vez, tenemos que acudir a los campos, tenemos un enfrentamiento de la liga.

-¿Otro?¿Cuántos van ya esta semana?.

-Unos cuantos, lo se, últimamente nos llaman mucho a la grieta, pero siempre es mejor eso que tener que derramar la sangre de nuestros hombres.

-Preferiría no tener que hacer ninguna de las dos cosas.

-Quizá a no mucho tardar se pueda cumplir tu deseo amigo...-el rostro de Jarvan revelaba que había un mensaje oculto detrás de esas palabras,algo que el príncipe supone que a Garen le hará ilusión oír, nada más lejos de la verdad.

-Eso espero,cada día avanza un poco más este sentimiento de cansancio.

-Vamos anciano-dice Jarvan golpeando el hombro de su amigo-nos esperan para la invocación, hoy tenemos de compañera a la princesa de Freijord y la guerrera solari, además claro de tu hermanita, y un caballero demaciano no hace esperar a las señoritas.

Con una risa sarcástica Garen se resigna a acompañar a Jarvan por los pasillos hasta la sala de invocación, allí esperan charlando tranquilamente tres mujeres que se giran y saludan sonriendo cuando los dos guerreros cruzan la doble puerta de roble. La más joven de ellas, de cabello rubio y armadura con los colores de demacia se acerca dando saltos a Garen y le abraza, Garen no se lo devuelve, simplemente se limita a esperar hasta que ella le suelta y se dirige a hacer una reverencia ante el príncipe.

-Tienes que dejar de crecer Garen, o llegará el día en que tenga que subirme a un taburete para hablar contigo-la joven Lux lucía una sonrisa radiante a juego con ella.

-Quizá tú deberías empezar a crecer, un guerrero demaciano no debería, ser tan enclenque.

-Oye, que no hay que ser tan grande como tú para luchar en los campos de la justicia, y si no recuerdo mal, el otro día ese yordle, Teemo, te tuvo amedrentado un buen rato en la grieta.

-Sólo al principio...

Lux suelta una carcajada y se dirige a la plataforma de invocación. Garen y Jarvan intercambian saludos de cortesía con Ashe y Leona quienes responden con el protocolo propio de quien representa a su nación en la academia de la guerra. Una vez todos han tomado posiciones en la plataforma, se produce un destello de luz púrpura y los cinco campeones desaparecen entre ríos de energía arcana para reaparecer segundos después en la grieta del invocador, donde una voz femenina ya conocida les da la bienvenida a la batalla. Los campeones han dejado atrás las risas, la seriedad puebla sus rostros y raudos adquieren los objetos que potenciarán sus habilidades en el encuentro y toman posiciones para el combate a la espera de que los súbditos sean generados en el nexo. Garen asciende a la parte superior de la grieta por la jungla, cubriendo a su príncipe, mientras avanza por los arbustos escudriñando las sombras aprecia al otro lado del río un destello plateado acompañado de un trazo rojo sangre, y por un momento, el poder de demacia queda atrapado en un recuerdo lejano y agridulce. Sólo la voz de su amigo le saca de su trance cuando ambos se lanzan acero en mano contra el gólem que espera un próximo final.

Lux empieza la descarga de luz que destroza los súbditos enemigos, pero no tarda en encontrarse con su rival en el centro del campo de batalla. Katarina, la hoja siniestra, aparece en un remolino de acero ante la joven demaciana, sus cuchillas empiezan a rebotar entre los súbditos de Lux y con un rápido combo de golpes la noxiana elimina la oleada de súbditos, y en medio de la calle las dos mujeres enfrentan sus miradas, supuestas a estar llenas de odio, aunque para un buen observador, sólo mostrarían una rivalidad extrema entre dos guerreras de leyenda. Una nueva oleada de súbditos pone a prueba las habilidades de las dos, que sin demora se lanzan al ataque. Lux calcula cada golpe, cada hechizo, su objetivo, desgastar a Katarina hasta que pueda ejecutar su ataque final y hacerla desaparecer entre un destello devastador, la noxiana sin embargo parece no tener intención de atacar directamente a su rival, simplemente se limita a acabar con los súbditos y esquivar sin mucha dificultad las oleadas de energía que la demaciana descarga sobre ella. Su mente, perdida en miles de pensamientos no presta atención al combate, se limita a intentar captar los gritos de batalla que se perciben en la parte superior del mapa, donde Garen y Darius cruzan aceros. Katarina sigue en su mente el ondear de la bufanda que cubre el rostro del poder de demacia hasta unos meses atrás, hasta un combate en la grieta, hasta el fondo de unos arbustos, hasta el chocar de dos aceros, de dos naciones, de dos pares de labios.

Lux parece darse cuenta del estado de trance de Katarina y le hace una señal imperceptible a Jarvan, en ese momento Katarina es consciente de como a su lado cae con fuerza un estandarte demaciano, y un segundo después el príncipe de su eterna enemiga se abalanza sobre la hija del General Du Coteau, pero Katarina tiene tiempo de alejarse lo suficiente para no verse afectada por la embestida, Luz lanza una rápida de combinación de hechizos que la noxiana esquiva gracias a su shunpo, en ese momento, la joven demaciana está a merced de la hoja siniestra, Jarvan está demasiado lejos como para auxiliarla y Katarina lanza uno de sus cuchillos contra ella, gira sobre si misma e inflige un gran daño a la guerrera de la luz. Luz apenas tiene tiempo de utilizar su vara para cubrirse antes de que Katarina ejecute su loto mortal, las hojas vuelan y se estrellan contra una barrera de luz que se desgasta rápidamente. Lux consigue alejarse herida de Katarina y antes de que ésta vuelque su furia sobre Jarvan que está en desventaja respecto a la noxiana lanza su ataque final, y entre destellos llenos de destrucción los súbditos enemigos desaparecen y con ellos gran parte de la vida de su rival. Katarina ahora es susceptible de ser eliminada por los demacianos, y ya recargado, usa su shunpo para saltar sobre uno de los súbditos que forma parte de una nueva oleada de su nexo. Inicia el camino de vuelta a la base con la desagradable sensación del ataque fallido y un sentimiento de intranquilidad que se refleja en un rápido vistazo entre los árboles que ocultan la batalla encarnizada que tiene lugar entre el poder de demacia y la mano de noxus.

Saltan chispas al chocar de los aceros cuando el hacha de Darius y la gran espada de Garen se encuentran en el fervor de la batalla, se puede apreciar el ansia del general noxiano en cada golpe que lanza contra el héroe demaciano, un sentimiento que va más allá del odio entre las dos naciones de Valoran. Darius acomete a Garen con fuerza, en su mente una idea, un resentimiento hacia aquel hombre que ha hecho germinar la traición en las filas del general noxiano, algo imperdonable para Darius. Garen es consciente de la virulencia que está tomando el encuentro, sabe que cuando las habilidades definitivas de ambos entren en acción uno de los dos caerá y eso marcaría sobre manera el rumbo del encuentro. Aún sabiendo eso Garen no es capaz de centrar su mente en el combate pues sabe que acaba de tener lugar un enfrentamiento en el corazón de la grieta en el que ambas partes significan para él lo suficiente como para distraerle. Garen no logra esquivar un amplio ataque circular de Darius queda gravemente herido, un instante después oye un aullido lejano que precede a un ataque repentino de Warwick quien se acerca velozmente hasta él, Garen no puede reaccionar antes de que el hacha de Darius se posicione sobre su cintura y o atraiga hasta su rival. Garen, sabiendo que no queda ya oportunidad para una retirada vuelca su poca furia sobre Darius intentando hacer el daño suficiente para invocar a los poderes de demacia con la suficiente fuerza y al menos arrastrar al noxiano en su caída. Los dos guerreros están al borde de la muerte y Darius se alza en el aire para ejecutar su guillotina noxiana al tiempo que Garen grita con fuerza el nombre de su patria para ajusticiar al enemigo. La coordinación es perfecta y ambos se ven en el suelo, sus consciencias se separan de su cuerpo etéreo y vuelven momentáneamente a la sala de invocación. Darius siente la sangre hervir en sus venas y lanza un rugido que retruena en la sala pero no más allá, Garen sin embargo agacha la cabeza y deja que las lágrimas corran por su cara hasta la bufanda de azul demaciano, la misma que no deja ver como sus labios maldicen esa guerra, esa maldita grieta que se queda pequeña al lado de la que atraviesa su corazón. Se hace el silencio y ambos vuelven al campo de batalla envueltos en oscuros pensamientos y energía arcana, un día más las leyendas de Valoran se enfrentan, un día más se mantienen en pie las murallas entre hermanos y amantes esclavos de la guerra.

Finaliza el encuentro con una victoria ajustada decidida en una lucha de equipo en la que Katarina se vio mermada por el acoso de Leona y el asalto de Ashe dando así la victoria al equipo de los tres demacianos. Garen, Lux y Jarvan regresan al palacio demaciano dejando atrás a sus dos compañeras que emprenden el camino astral hasta sus hogares. Después de despedirse del príncipe, los dos hermanos caminan por las calles de la ciudad-estado en silencio, esta vez Garen no ha podido disimular lo suficiente y Lux se ha dado cuenta de que algo turba a su hermano.

-Estás muy callado-la voz de Lux se muestra claramente preocupada, ella sabe que su hermano la protegería de cualquier cosa, incluso de él mismo, y eso incluye el tener secretos para con ella, soportar el peso de los problemas sólo.

-No, es sólo que tú hablas demasiado, como siempre- Garen acompaña sus palabras de un alborotar del cabello de su hermana para quitar importancia a su respuesta e intentar disimular.

-No me refiero a eso...

-¿Y entonces qué te pasa?-Garen se pone nervioso al atisbar que su hermana quiere preguntar algo que no se atreve a saber, algo muy inusual en ella.

-Ya hace un par de meses que siempre estás muy callado, y he visto que evitas la liga, antes tampoco te gustaba mucho, pero al menos no tenías esa mirada cada vez que nos invocan.

-No se de que me estás hablando Lux, soy el de siempre, pero el cansancio se nota, llevamos casi seis meses en el que cada uno el número de veces que somos llamados a la grieta aumenta, necesito un descanso.

-No es cansancio lo que yo veo.

-¿ y qué ves?.

-Miedo.

-No te entiendo, que yo sepa, nunca he dado una sola muestra de terror o pánico en batalla, no entiendo lo que dices- Garen se pone a la defensiva y eso sólo confirma las sospechas de Lux.

-Claro que tú no tienes miedo cuando luchas, llevas haciéndolo desde que éramos pequeños, y es por eso que se que tienes miedo, porque te he visto feliz y enfadado, y muchas cosas más, pero nunca he visto el miedo en tu cara, y no se decir que es lo que hay en ella cuando entras en la sala de invocación, por eso supongo que es miedo. No se de que, no se lo que te asusta, pero si me lo dijeras, podría ayudarte o protegerte, como tu siempre has hecho conmigo.

-Sólo son imaginaciones tuyas Lux, no hay nada de lo que preocuparse, vamos a casa, es tarde y puede que mañana tengamos que volver a la grieta.-Garen avanza hacia la mansión de la famila que protege a la realeza de demacia desde hace generaciones, dándole la espalda a su hermana menor.

-Antes no teníamos secretos.-Garen se detiene ente la puerta doble del recinto, los instantes de duda del guerrero se hacen eternos para ambos, Lux ha dado en una herida profunda que ambos conocen pero que ninguno admite, Garen retoma el paso y así queda en silencio demacia, con la amargura en la noche de unas lágrimas brillantes, como un río de estrellas que desemboca en los labios apretados de quien se ve impotente ante el sufrimiento de un ser querido.

Katarina camina en silencio y sin rumbo por los pasillos del palacio noxiano, distraída en la pelea de ese día, no era el sentimiento de derrota lo que la inquietaba, era el recuerdo de la colisión de sus cuchillas contra la armadura demaciana de Garen, así como el golpe de la espada de éste sobre su brazo en la pelea de equipo que decidió el resultado del enfrentamiento. No se lo imaginaba, había percibido un dolor, un arrepentimiento en ese golpe, al igual que las cuchillas que impactaban en el guerrero demaciano eran mucho menos veloces que las que acometían a los demás rivales. No había voluntad de herir en ninguno de los dos, no al menos al otro. Katarina sólo sale de su trance al sentir un acero de gran tamaño volando hacia ella, la hoja siniestra tiene el tiempo justo de agacharse y esquivar el proyectil que seguro la hubiera matado. Un segundo después, una gran hacha

giratoria se encuentra volado de nuevo a las manos de su dueño.

-Dando un paseo nocturno eh, hace una noche preciosa para una ejecución.-Draven, el ejecutor glorioso y hermano pequeño de Darius se alza ante Katarina, en su cara el desproporcionado ego característico del verdugo reflejado en una sonrisa sádica.

-¿No tienes a nadie al que perseguir con tu patético numerito?.-Las palabras de Katarina suelen ser afiladas, pero más cuando van dirigidas a Draven, quien no goza en absoluto de la amabilidad de la casa Du Coteau.

-Eh, eh, más despacio pelirroja, o la siguiente en caer bajo mi hacha podrías ser tú.-Draven pareciía disfrutar con aquello.

-Tendrías suerte si consigues tocarme.

-Bueno, los noxianos hay algo que aborrecemos aparte de la debilidad, ¿sabes qué es?.

-Sorprende me.

-La traición.

-¿Y?

-Que si ya de por sí eres un frágil gatito que prentende arañar a los demacianos como si fuera un verdadero soldado, sería horrible para un noxiano, o una noxiana, ser un gatito traidor¿no lo crees así?.

-¿ Te atreves a insinuar que he traicionado a mi nación?.-Si hay algo que sea peor que cuestionar la lealtad de Katarina hacia noxus, no había en Valoran un alma que supiera decirlo.

-Yo no insinúo nada pequeña, yo se que es así, no en un sentido militar de la palabra, pero desde luego eres una traidora.

-Te voy a destrozar...-Katarina avanza hacia Draven cuchilla en mano, pero éste no se mueve ni se inmuta, lo que desconcierta a la noxiana.

-No te enfades pelirroja, si hubiera sido una traición como se suele entender, tu cabeza ya se habría separado de tu cuerpo hace mucho, no sin cierta satisfacción por mi parte claro. Sin embargo, dado la naturaleza de tu pequeño pecado supongo que puedo guardar un secreto. Si quieres saber como se de tu nueva lealtad te diré que aunque no se con exactitud lo que pasa, ver a mi hermano tener siempre vigilado a alguien así no es habitual. Así que será nuestro secreto, yo no diré que has traicionado a nuestra nación y tu harás como que no estás al corriente de que lo se.

Draven se va y deja sola a Katarina en la penumbra de la noche. Katarina se encuentra fuera de si, ya es malo que alguien la llame traidora, pero que lo haga semejante individuo es simplemente inaceptable. Pero lo más grave es que si fuera cierto lo que ha dicho el ejecutor, Katarina estaría bajo la mirada de Darius, y eso sólo significaba que el general sospecha algo. Puede que Darius se hubiera dado cuenta de algún cambio entre una de las guerreras más notables de sus líneas, algún detalle en el comportamiento de Katarina había llamado la atención de Darius, y si éste descubría el motivo de la preocupación de Katarina, bien podría ser el final de su existencia en la sociedad noxiana. Katarina piensa en todo esto y mira por una de las ventanas del castillo, la luna está muy hermosa esa noche, alumbra con fuerza una noche sin estrellas en la que Katarina tiembla sin testigos ante la idea de ser descubierta en el peor de los pecados para un noxiano, que no es traicionar a la nación, sino traicionarla en favor de demacia. Katarina no llora, pero si maldice la época en la que vino al mundo, y así es como se hace el silencio en Valoran, nace otro día.