Bueno, hora de algo diferente, un fic sobre este anime, Zero No Tsukaima, muy bien, solo avisare que en esta historia no estará Saito, o sea, no aparecerá ya que aquí alguien más toma su lugar, ya verán y espero les guste el personaje que se me ocurrió, a mí me agrado. Sin más vacilación, comencemos de una vez.
Disclaimer: Los personajes del siguiente material no son propiedad del autor de la historia, sino que son creaciones de Noboru Yamaguchi, solo soy dueño de algunos acontecimientos.
Capítulo 1
El Entrenador De Dragones
En otro mundo, en otra tierra, en otro país, llamado Terranova, un joven semidragón estaba recostado bajo un árbol, durmiendo plácidamente mientras la brisa movía gentilmente su cabello hacia los laterales de su rostro, un joven de 17 años, cabello verde obscuro, ojos dorados con apariencia de reptil, piel pálida, bufanda roja la cual cubría su boca, ropajes de cuero con una hombrera de piel de dragón con una púa en ella, pantalones obscuros, botas negras y dos fundas de espadas en su cintura. Este joven era conocido como Sylvain Dracomagister, o como le decía la gente de su pueblo "El Entrenador De Dragones", y a su corta edad, era un experimentado domador de dragones, además de espadachín reconocido.
Sylvain descansaba bajo la sombra de un árbol, mientras su pequeño amigo, un dragón blanco con los ojos rojos el cual se llama Groh, se recostaba a su lado y este le pasaba una mano por encima acariciándolo. Sylvain estaba aburrido de su vida, no es que no le gustara, pero ya estaba empezando a ser muy monótona, cuando de repente se abrió frente a él una especie de portal negro, en él se veía un fondo obscuro de color purpura y negro, Sylvain no sabía cómo reaccionar a eso, simplemente creía que un mago le pedía su presencia, en ese mundo se podían contar con los dedos de una mano los magos que usaban portales, y el no conocía a ninguno, pero tal vez ese sería un buen escape de su repetitiva y monótona vida, así que decidió ir a buscar sus dos mejores espadas; Unas espadas gemelas encantadas, hojas color blanco, con un recubrimiento de piel de dragón y mango de titanio. Le pregunto a Groh si quería acompañarlo en su nueva aventura, este asintió fervientemente y ambos saltaron hacia el portal obscuro…
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Louise estaba cansada de que le digieran "La Zero" y se rieran de ella por no hacer ningún hechizo que fuera una muy estúpida auto explosión, así que como represalia hacia todos invocaría al mejor familiar que pudiera imaginar, para que todos queden sorprendidos y la traten con respeto, como ella cree que se lo merece, claro, si es perteneciente a una de las familias más importantes de Tristain.
- Una manticora, una gárgola, un grifo, una quimera o lo que sea que los impresione – Pensaba Louise mientras recitaba el cantico del hechizo para hacer aparecer a su familiar, ella le ponía todo el empeño que pudiera, pero muy en el fondo ella sabía que todo explotaría, como la mayoría de sus hechizos, por no decir todos.
Los estudiantes vieron cómo se formuló una explosión y enseguida, se mataron a carcajadas, cosa que no les gusto a Louise, ella estaba en el piso muy desilusionada, al final todo termino en una explosión, las amigas de Louise, Kirche y Tabitha, estaban viendo la escena sin siquiera reír, sintiendo lastima por la humillación que recibió La Zero por parte de la clase, cuando de repente un grito de un extraño monstruo salió del humo que se formó por la explosión, dejando a todos atónitos, hasta al profesor Colbert, el cual dirigía la clase.
- Tienes razón Groh – Una voz masculina salía del humo – Pero no se dé dónde vino esa explosión, preparado amiguito, puede ser un ataque – Decía la voz mientras se escuchó como unas espadas salían de una funda.
Tabitha hiso una pequeña ráfaga para disipar el humo, a petición del profesor Colbert y lo que vieron no tuvo precio, un humano, o eso parecía a simple vista, con la piel pálida y un poco escamosa, cabello verde obscuro, ojos plateados de reptil, vistiendo ropajes de cuero con una hombrera de piel de dragón, además de una bufanda roja la cual ondeaba por la espalda del joven y unas espadas blancas de empuñadura metálica, además a su lado se encontraba un dragón blanco de ojos rojos y del tamaño de una Iguana. La clase no sabía si reír o no, en primera porque Louise había invocado a un espadachín, de apariencia semidragón y plebeyo, y en segunda que había invocado junto con él, un pequeño dragón blanco.
- Emm ¿Ustedes quiénes son y donde se supone que estoy? – Preguntaba Sylvain un tanto extrañado hacia los estudiantes los cuales se veían extrañados con su presencia – No sé ni dónde estoy, maldita sea, bueno ¿Que tan lejos quedara Terranova de aquí? – Dicho esto enfundo sus espadas y empezó a buscar la salida de ese gran patio, su dragón voló hasta su hombro izquierdo y este empezó a caminar.
- ¡Espera, plebeyo, vuelve aquí! – Grito Louise a su invocación, el cual volteo y el dragón lanzo una llama de fuego azul hacia el piso cerca de donde estaba Louise.
- Vamos Groh, cálmate, no ataques a estos extraños, ni siquiera los conocemos – El peliverde regaño a su dragón – Bien ¿Para qué me llamas, extraña maga? – Decía el hombre a Louise quien se levantó con ayuda del joven frente a él, entonces fue el momento en que todos estallaron en risas, Groh no tolero que su maestro recibiera burlas, así que hizo un aro de fuego azul para intimidar – Groh, bien hecho, sabes cómo me gusta la tranquilidad - Sonreía el joven a su dragón, sacando algunos suspiros de las chicas, las cuales le consideraban atractivo en todos los sentidos de la palabra, pero no dejaba de ser un plebeyo.
- Ahora plebeyo, te hare mi familiar – dicho esto Louise se preparó para hacerlo su familiar, esta empezó con el cantico necesario y luego seguía un beso para sellar el contrato, cuando trato de besarlo este la esquivo.
- ¿Eh? – Fue lo único que atino a decir – No me lo tomes a mal, pero no te conozco y no me interesas – Si un aro de fuego azul y un dragón blanco no estuviera asustando a los estudiantes que se burlaron de Sylvain y Louise, estos hubieran explotado de la risa.
- ¡Idiota, esto es un pacto para que seas algo así como mi mascota! – Grito Louise avergonzada – No confundas la situación – Dicho esto beso al hombre el cual no reacciono y sintió los labios de la muchacha, sin siquiera inmutarse y con una cara de "Esto es ridículo" – ¿Cuál es tu nombre? El mío es Louise Valiere – Dijo la pequeña peli rosa, con cara de estar cansada de la situación que se había formulado.
- Sylvain Dracomagister – Dijo Sylvain haciendo que la pequeña se sorprendiera por su apellido – Ya sé que mi apellido es "Maestro Dragón" y sí, soy un semidragón y maestro dragón, aparte de espadachín, aunque no tengo poderes de semidragón, solo la apariencia – Las llamas azules se habían desvanecido, gracias a un hechizo de Colbert y todos al escuchar las palabras de Sylvain quedaron boquiabiertos, no era un común ni un mago, sino una criatura entre humana y dragón.
- Impresionante – Dijo la silenciosa e inexpresiva Tabitha despegándose de su lectura – Creí que los semidragones eran un mito, pero tal parece que no – Nadie lo sabía, pero a la peli azul le gustaban mucho los libros e historias de fantasía, donde salían relacionadas criaturas de mitos, como lo podía ser Sylvain.
- Muy bien – dijo Colbert a la clase – Se acabó la clase, tiene el resto del día libre para relacionarse con sus familiares – Cuando Sylvain escucho esto en su mano izquierda se formó unas runas, esto le dolió mucho.
- ¡Aghh! – Se agacho Sylvain y se agarró la mano, Groh fue rápido a ver a su maestro – No te preocupes Groh, estoy bien – decía con una sonrisa - ¿Qué me hiciste? – Pregunto el ojidorado poniendo sus manos en las espadas de su cintura.
- Es la marca del familiar, es como una firma de nuestro contrato – Decía de espaldas la pequeña Tsundere – Vámonos rápido sucio perro – Dijo de forma despectiva y altanera.
- Me dices perro otra vez… - Dijo Sylvain un poco molesto con la niña con una sonrisa asesina – Y te juro que amaneces en una bañera de tu propia sangre – Al joven no le gustaba que le tratasen como un animal, bastante fue lo que lucho para no ser tratado como un monstruo en Terranova, no dejaría que aquí lo trataran como un pedazo de mierda.
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- B-Bien – dijo una asustada Louise - ¿Y de dónde vienes familiar? – Se contuvo de decirle perro, la verdad, ese muchacho daba bastante miedo.
- Llámame Sylvain, y nada más – Pidió el muchacho mientras caminaban en los pasillos del instituto de magia – Yo vengo de otro país, aparentemente lejos de este, llamado Terranova, un lugar precioso y lleno de bellas y poderosas criaturas, yo viví desde que tengo memoria ahí, fui hijastro de un cazador de dragones, el me odiaba y yo a él, me dijo a los 4 años que yo era adoptado y el asesinó a mi madre dragona y mi padre humano se suicidó, él fue asesinado por un dragón y por mí, al final decidí criar dragones y defenderlos con mi vida, para que no tuvieran la suerte que tubo mi madre – Finalizo su relato, el cual sin querer escucho Tabitha, quien paseaba por ahí, de repente el estómago de Sylvain rugió, vio el comedor del lugar y quiso ir, sin siquiera preguntarle a Louise – Disculpe jefa, me desviare a comer – Dicho esto fue a tratar de comer algo, Louise trato de detenerlo, pero Tabitha la detuvo a ella.
- Yo lo cuidare – Dijo Tabitha sin ninguna expresión – Después lo llevare contigo, quiero preguntarle algo – Y así como llego, se fue siguiendo los pasos de Sylvain, indignada, Louise se retiró a su habitación.
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Sylvain se dirigió a la barra donde servían diversas comidas, mientras se acercaba a la barra, las personas ahí lo miraban fijamente, ya sea por su físico o simplemente por su pequeño dragón, el cual descansaba en el hombro donde poseía la extraña hombrera de escamas dragón. Cuando solo un metro lo separaba de su delicioso aperitivo, un grupo de cinco nobles lo detuvieron en el acto, Tabitha lo vio con unos cinco idiotas que lo están encarando, ya sabrán que divertido es meterte entre una bestia y su alimento.
- Miren, es el monstruo que invoco La Zero – Dijo uno de ellos, refiriéndose como Zero a Louise – ¿Porque sigues aquí plebeyo, acaso no sabes cuál es tu lugar aquí? – Dijo altaneramente, tratando de intimidar a Sylvain.
- oye Groh, toma, vete a dar una vuelta – Dicho esto Sylvain le dio un pedazo de carne a su dragón y este se fue hacia el corredor y luego afuera del instituto mágico – Bueno, no sé qué ganas diciéndome monstruo, pero te diré una sola cosa… - Tabitha le escucho y vio que saco una espada de su funda, cortando los pantalones de los cinco nobles sin siquiera mover su espada – Odio, que me digan monstruo, así que ya puedes ir con tu mami y decirle que te haga pantalones nuevos – Dijo Sylvain y los cinco chicos se fueron corriendo aterrados, mientras todos ahí se reían de ellos muy sonoramente – Puf, típico, son muy machos hasta que pierden los pantalones – Sylvain hizo una mirada de decepción, Tabitha por otro lado no pudo ver cómo fue que con un solo movimiento hiciera tantos cortes y que ni siquiera se viera si movió la espada o no.
- Bueno, ahora tendré por fin un aperitivo – Dijo Sylvain y se le empezó a hacer agua la boca de los olores que impregnaban en sus fosas nasales, pero se dio cuenta de algo que le dijo un chef "Solo los nobles pueden pedir alimentos", esto hiso que este se pusiera triste, y de manera cómica, empezó a llorar por comida, luego se acercó Tabitha y pidió un filete y un vaso de agua para el chico, se lo dieron a Tabitha y se lo ofreció a Sylvain - ¡Muchas gracias! – Bajo la bufanda para mostrar su boca y empezó a devorar hasta que no hubo nada en el plato – Ah por cierto, mi nombre es Sylvain Dracomagister, mucho gusto – Le extendió la mano a Tabitha.
- Soy Tabitha – Le tomo la mano, asintiendo al saludo ofrecido por el carismático de Sylvain, sintiendo un calor imbuir su mano y lentamente, el resto de su cuerpo, haciendo que se estremezca ante el contacto de manos y sacara su mano rápidamente del agarre del joven, el cual le miro confundido.
- ¿Uh, ocurre algo malo? – Dijo Sylvain el cual miro con confusión a Tabitha para luego oler su bufanda – ¡Agh, rayos! ¿Es porque la bufanda huele mal? Si es así, me la quitare – Tabitha estaba a punto de negar con su cabeza, pero Sylvain se sacó la bufanda antes de que tuviera oportunidad de reaccionar y vio su cuello y barbilla, los cuales eran bastantes escamosos, pero su piel seguía siendo pálida en esa sección – Sé que dirás, y no hace falta que lo digas, soy un semidragón, aunque el único don que tengo es el comunicarme con dragones – Miraba con un rostro de felicidad a Tabitha – Lamento las molestias, debo irme con mi jefa, gracias por la comida Tabitha – Dicho esto se puso otra vez la bufanda, se levantó y se retiró, no sin antes mostrarle una gran sonrisa a Tabitha la cual se sonrojo levemente, claro, siendo ignorado esto por todos los que estaban ahí, excepto por una pelirroja llamada Kirche.
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Sylvain, con dificultad y ayuda de algunas almas caritativas, llego a la habitación de su actual jefa, Louise, sin dudar un segundo entro como si la habitación fuera suya. Fue recibido con un zapato volando hacia su posición, el cual le impacto de lleno en la cara haciendo que este caiga sentado al piso.
- Te tardaste demasiado – Dijo la voz de la Tsundere, la cual estaba un poco molesta – En fin, vamos Sylvain, eres mi familiar, así que lava mi ropa – Dicho esto empezó a quitarse toda la ropa.
- ¿Qué? – El recibió la ropa y de paso vio a su jefa desnuda, esto le hiso que su mente se nublara y la sangre se le fuera al rostro – ¿¡E-Espera porque te quitas l-la ropa!? – Grito en su estado de perplejidad.
- ¿Que no es obvio? – Dijo mientras se ponía un camisón rosa – Quiero que laves mi ropa – Decía la peli rosa autoritariamente.
- Emm, bien, pero solo porque eres mi jefa y ya –Dijo esto para dirigirse al pequeño baño de la habitación y buscar una cubeta en donde llevaría la ropa y un trozo de jabón.
- Date prisa – Decía mientras se acomodaba en su cama – Ya se te hiso de noche, quiero la ropa para mañana por la mañana – Dijo para después darle la espalda a Sylvain.
- Decir "por favor" no te va a matar, Louise – Dijo el peli verde y de inmediato se dirigió a la salida, cerrando la puerta.
Se había ido de la habitación de su jefa, estaba en las escaleras principales y cuando paso por el salon, pudo ver a un chico rubio, con una rosa en la boca y su camisa abierta en la parte superior cortejando a una chica de cabello castaño claro, rozando el rubio. Se quedó mirando a aquel noble, hasta que él le dirigió la mirada, y solo por parecer más fuerte, fue con Sylvain y le plantó cara, pero Sylvain seguía con una mirada de trivialidad absoluta.
- ¿Eh, que quiere un plebeyo de mí, acaso soy muy atractivo, por eso me miras tanto? – Dijo este muy altanero – Soy Guiche de Gramont, pero bueno, creo que pierdo mi tiempo tratando de explicarle a un simple plebeyo, por lo que puedo ver – Si, era un ególatra y altanero de mucho cuidado ese tal Guiche.
- Si, como digas – Dicho esto le mire con una cara de "No me jodas" – Bueno, me retiro su eminencia del ego – Dijo Sylvain con sarcasmo y escucho una risa pequeña de la chica de atrás, luego solo atino a irse dejando a Guiche con la chica y este un poco molesto por lo dicho del peliverde.
Sylvain ya estaba saliendo hacia el jardín y busco una posible fuente de agua para lavar la ropa de su jefa. Vio a una chica vestida de sirvienta, mientras se acercaba a esta la llamo con un grito de "Oye tú, espera" y esta se dio vuelta viendo al atractivo joven peli verde llamarle. Esta se detuvo y analizo las vestimentas del joven y se sorprendió, "¿Serán las modas actuales de un noble?" pensó la sirvienta de pelo negro y corto.
- Oye tú, ¿Puedes decirme donde lavar esta ropa? – Dijo Sylvain para mostrar la cubeta donde traía la ropa.
- Por supuesto señor – Sylvain quedo un poco confundido con que le digan señor, ni que fuera tan viejo, solo tenía 17 años – Siga por el camino de piedras y encontrara una pequeña fuente donde puede lavar esa ropa – Dijo con una amable sonrisa la sirvienta.
- Gracias, pero no hace falta que me digas "señor", no soy tan viejo ni soy un noble – Dijo Sylvain para rectificar su posición – Soy Sylvain, y nada más – Dijo a la sirvienta mientras él también sonreía, cosa que puso un poco nerviosa a la sirvienta.
- E-Esto, bien, y-yo soy Siesta – dijo con un sonrojo mientras Sylvain se marchaba con un simple adiós y levantando la mano de espaldas, dejando a Siesta con un aire de leve enamoramiento, pero apenas lo conocía.
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Ya había pasado unas dos horas y la ropa ya estaba limpia y casi seca, Sylvain decidió sentarse en aquella pequeña fuente y vio a Groh volver un tanto cansado, le pregunto con que se entretuvo y apunto a un dragón más grande que Sylvain y de color celeste, era muy bello, pero se veía común para el joven, este le pregunto al dragón celeste de donde venía y si tenía algún maestro, este hiso una seña y apunto hacia atrás de él, donde se ubicaba la joven de cabellos cortos y azules, llamada Tabitha.
- Tabitha, hola – Saludo Sylvain energéticamente - ¿Acaso este dragón es tuyo? – Pregunto viendo como Groh dormía sobre el dragón de Tabitha.
- Si – respondió seca e inexpresiva la chica – es Sylphid – Dijo Tabitha apuntando con su bastón a su dragón, mientras este se quedaba dormido, Sylvain lo analizaba por todos lados, incluso metió su cabeza en su boca.
- Que bella dragón tienes – Tabitha dudo por un momento de cómo Sylvain sabía que era hembra – Tranquila, sé que es hembra ya que soy un entrenador de dragones ¿Recuerdas? – Dijo con una sonrisa Sylvain.
- Quiero saber más de ti – Dijo Tabitha acercándose al joven y con su bastón hiso una pared de viento – Esto nos mostrara tus recuerdos – Se acercó con una mano alzada a la cabeza de Sylvain y le saco un cabello, después lo puso en la pared de viento y apareció una batalla, donde peleaban Sylvain y un dragón negro, ojos amarillos, dos pares de alas y una aterradora presencia.
- Guau, esa fue la pelea que tuve con un Tenebris Desolationem – Dijo Sylvain asombrado por rememorar esa batalla que tuvo con aquel aterrador dragón - Fue indomable por mucho tiempo así que no me dejo otra opción que matarlo, pero matar dragones no me gusta – Dijo eso mientras Tabitha miraba muy interesada la batalla.
La batalla era muy pareja, el TenebrisDesolationemtenía su cola cortada, además de que sus alas y pies estaban con severos cortes, mientras Sylvain tenía un brazo roto y un corte en el costado del abdomen. Ahí el joven de la bufanda supo que ya le quedaban fuerzas para un ataque final, así que activo su runa y grito "¡Segundo pecado capital, Envidia!", entonces el TenebrisDesolationem trato de lanzar bolas de fuego a Sylvain, pero no podía, nada salía, Sylvain empezó a reír y dijo "Este pecado capital me permite robar una habilidad cualquiera de mi oponente por un corto tiempo, por eso es Envidia", al dragón se le fueron privadas sus bolas de fuego, Sylvain empezó a escupir bolas de fuego como si de una metralleta se tratase, acabando con la vida del TenebrisDesolationemquemándolo hasta la muerte.
Tabitha se impresiono, no solo de la habilidad de robar habilidades de los oponentes por un corto lapsus de tiempo, si no de aquel dragón al cual Sylvain llamo anteriormente TenebrisDesolationem, nunca había escuchado de un dragón así.
- Si te preguntas de que especie es ese dragón, no te preocupes, ese era el último y ahora esta extinto – Dijo este viendo como la pared se hacía pequeña hasta desaparecer – Y mi habilidad es simple, se llama "Pecado Capital", básicamente son potenciadores y habilidades y estos se dividen en; Avaricia, envidia, gula o glotonería, ira, lujuria, pereza y orgullo – Dijo Sylvain explicando un poco su habilidad – Un credo de hechicería blanca me dio esta habilidad para pelear, pero solo la ocupo en casos extremos – Dijo Sylvain mostrándole una marca de cruz en sus palmas a Tabitha, la cual veía con interés a Sylvain, luego se levantó la chamarra y su camiseta y mostro la marca de la herida – No hace falta que te preocupes, los dragones sanan rápido – Se levantó y se dispuso a irse.
- Sylvain – Llamo Tabitha – ¿Podrás mostrarme algún día todos tus pecados capitales? – Dijo la chica desviando la mirada, un poco nerviosa – ¿O contarme alguna de tus aventuras? – Esta vez se sonrojo levemente, cosa que no pasó inadvertida para Sylvain.
- Segura, será muy divertido – Mostro una infantil sonrisa y tomo la cubeta con la ropa, aun húmeda – Pero tendrá que ser otro día, buenas noches Tabitha, duerme bien, vámonos Groh - Se fue hacia la entrada principal con el dragón blanco y luego a la habitación de Louise.
Bueno, aquí está el primer capítulo, sé que igual y no les gusta, así que me gustaría que me lo digieran, comentarios sobre esto, ya sean positivos o negativos serán bien recibidos para los que así lo quieran, como sea, tambien hay algunos nombres en latín, ustedes adivinen.
ADIOS GENTE!
