Anonadada, impresionada, al borde del colapso cerebral, con un infarto de por medio,… y más. Así me sentía en este momento, en el que mi mandíbula ya iba por el 2º subterráneo del bloque de edificios en el que vivía. Y tú te preguntaras que hace mi mandíbula tan lejos del resto de mi cuerpo ¿no?, pues bien te explico: yo estaba, como todos los días al medio día, después del trabajo, en mi casa tomando mi almuerzo, viendo el telediario en la cadena en la que trabajo y enterándome de lo que pasa en el mundo…cuando de pronto mi día cambio por completo; justo en el preciso instante de las noticias internacionales (las que no solía ver muy a menudo sea dicho también) fue cuando paso, mejor dicho , cuando lo vi a EL, si sí con mayúscula, porque él se merecía todas las mayúsculas del mundo. Bueno vale igual todavía no entendiste porque mi mandíbula esta cerca de llegar al centro de la tierra. Creo que tendré que explicarlo todo desde el principio…

Me llamo Isabella Mary Swan, más conocida como, Bella Swan, la chica patosa, o también Bella la torpe y desde luego mentira no era (digamos que desde pequeña soy un poco torpe, buuueno vale extremadamente torpe sería una buena definición para mí)…, el caso, dejando mi torpeza a un lado (ya iremos más tarde). Vivía en Forks un pueblo pequeño en el que cuando no llovía…da igual nunca paraba de llover dejémoslo así. En el instituto nos conocíamos todos, yo había llegado a Forks hace unos 6 años aunque seguía siendo la "nueva" (mencione que era un pueblo pequeño ¿no?). A mis 17 años yo, Bella Swan, era de piel marfil, ojos marrón chocolate y pelo castaño-rojizo y tímida en extremo. Bueno creo que habrán adivinado que no tenía muchos amigos aunque tampoco los buscaba. Pero, en resumen, una chica normal (que se cae mucho pero normal al fin y al cabo). Mi única amiga se llamaba Ángela Webber aunque tampoco era muy habladora ( entiende por qué éramos amigas).El caso, hoy 18 de Enero era un día especial, un chico y una chica llegaban nuevos al instituto, aunque solo el chico se quedaría ya que la chica se iría dentro de tres meses a Phoenix donde Vivian sus padres.

Cuando llegue a clase apague mi Ipod y me senté en la mesa de la tercera fila pegada a la ventana (ya entenderán tanto detalle).El chico nuevo llegaría antes que la chica por lo que el llegaría en esta hora seguramente y la chica después del almuerzo. Claro que a una no la preparan para esto en la vida, porque cuando EL (me encanta desde entonces usar mayúsculas)entró , a la mitad de la clase se le cayó la mandíbula y la baba durante los 5 eternos segundos que tardo en llegar a la mesa del profesor (a la otra mitad de la clase no se les cayo la baba porque eran chicos pero de seguro se les cayó el autoestima ) EL después de llegar a la mesa del profesor y saludarlo se volvió y nos encaro, cuál fue su sorpresa al vernos a todos babeando por el …Ninguna. Absolutamente cero. Nos miro, se acaro la garganta, mostro su perfecta sonrisa y dijo:

-Hola, mi nombre es Edward Anthony Masen y vengo de Alemania. Aunque nací en Italia y mi infancia la pase en Rusia. Encantado de conocerlos a todos.

- …

Hubo un silencio bastante largo por dos razones: una, este chico debería tener prohibida esa sonrisa y dos, asimilar tanta información mientras esa sonrisa persistía era una tarea realmente complicada.

Cuando entendió que no le íbamos a contestar se dirigió AL ASIENTO LIBRE DE LA TERCERA FILA AL LADO DE LA VENTANA (entiende ahora el porqué de los detalles).Total que hay estaba yo con sonrisa de idiota sin poder pensar nada y mirando al chico con cara de tomate de temporada.

-¿Me puedo sentar a tu lado?-en verdad era educado, mmm eso pareció un pensamiento, vamos Bella tu puedes responder!

-Si, si quieres – Tuviste que preguntar aii…

Se sentó, me miro, sonrió, se me volvió a olvidar como pensar y se volvía al profesor para dedicarle toda su atención.

Al acabar la clase, seguía igual, sin pensar, hablar , o cualquier otra función vital que debería poder hacer y no hacia. Sin darme cuenta estaba en la cafetería, es que a veces iba un poco autómata a los sitios. A pesar de ser amiga de Ángela, me solía sentar sola en la cafetería, en la mesa de al lado de la ventana por la que se ve el bosque. Fui a por mí comida y me senté en mi mesa. Me sumergí en mi libro, me gustaba leer mientras comía; cuando alguien se aclaro la garganta a mis espaldas así que salí de mi escondite literario y ahí estaba EL de nuevo 8se que sería mejor decir su nombre pero es mi cabeza ¿no?; que pena me estoy peleando conmigo misma y sigo sin contestarle, lo que es aun peor)

-Hola(wau Bella te superaste).

-Hola ¿te importa si me siento contigo?

-(amm ok, no había preguntado lo que yo había oído o si?)-Claro-(entre los monólogos y los monosílabos me voy a quedar sola )(N/A entendieron el chiste?)

Y tan tranquilo se sentó, me miro, miro mi comida, la suya , … y rio.(Me reitero es sonrisa debería estar prohibida).

Y entonces caí, nuestra comida era la misma. Ensalada cesar, fagottini al roquefort, limonada y una porción de tarta de chocolate. Me reí (hombre Bella por fin reaccionas), lo cierto es que me reía mas de mi debate interno que de que nuestra comida fuera la misma pero el caso es que nos reíamos juntos y claro eso hizo que toda la cafetería se quedara callada y quieta mirándonos. En cuanto me di cuéntame puse como un tomate de temporada y Edward (ohh que bien suena su nombre OMG)me miro extrañado, para después acariciar el sonrojo de mis mejillas con sus largos dedos.

-Estas adorable así.

-(Ok yo no había oído bien eso y tampoco había sentido esa caricia…por qué me pasa esto a mi?)

Le sonreí como idiota y él se puso a comer tan tranquilo; yo preferí no pensar en la gente que miraba y empecé a comer también.