Summary: El Consejo planea deshacerse del Zorro de las Nueve Colas y, para ello, capturarán a la Habanera Sangrienta. Kyuubi no permitirá que dañen a su carcelera, porque le tiene estima aunque no lo admita, y le pedirá ayuda a los Clanes Uchiha y Hyuuga; sin embargo no contaba que estos le traicionarán, a él y a sus amigos, en el último minuto. Ahora, doce años después, Naruto Uzumaki lidiará con la sombra de su pasado. —Reto—

Aclaraciones: Esta ficción es en respuesta al reto hecho por Master Aura Sam. Es un Semi-Universo Alterno y la pareja principal es Naruto Uzumaki/Hinata Hyuuga aunque pueden que salgan algunas más.

Disclaimer: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto y la idea de Master Aura Sam. Solo la trama me pertenece.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: ::::::::::::

.

Go With The Tide.

Capítulo uno: Ataque del Kyuubi, primera parte. La decisión del Consejo.

.

Era un nuevo día en la Aldea Oculta entre las Hojas, todas las personas se preparaban para sus labores diarias ya sea ir a una misión, cuidar el huerto, enseñar en la Academia... Sí, todo completamente normal, incluso para el Tercer Hokage, quién ahora se hallaba revisando los papeles del día.

Sarutobi no sabía lo que el Consejo planeaba en estos momentos, sin duda, sería algo que lamentaría toda la aldea; pero bueno, eso al Consejo no podría importarle lo más mínimo.

Así que ahora se encontraban, en la sala de juntas, proponiendo ideas para su plan.

—Koharu, danos tu opinión —pedía Homura al otro integrante.

—Debería deshacernos lo más pronto posible de esa Bestia —comenzaba la aludida seriamente—, antes de que ocurra alguna catástrofe —concluyó terminante.

—¿Cómo? —consultó Danzo.

—Capturando a su Contenedora —dijo con una sonrisa malvada Homura— y extrayéndole todo su chakra.

—Sería peligroso —inició Koharu—. Hagamos lo.

Y así la mayor tragedia comenzó.


Por otra parte nos encontramos una mujer de cabellera roja, la cual tenía diez meses de embarazo, y de ojos verdes esmeralda que caminaba con un hombre rubio de ojos azules, los que portaban el símbolo que representaba al Clan de la mujer: Un remolino en espiral; estos eran Minato Namikaze y Kushina Uzumaki, la feliz pareja y ex-alumnos de Hiruzen.

—Querida, ¿y sí vamos a visitar a Mikoto y Fugaku? —propuso el blondo.

—No. Ambos están ocupado con el pequeño Sasuke —contestó la de cabello rubí—, ya sabes —terminó usando su tic verbal.

Namikaze suspiró— De acuerdo, entonces ¿qué haremos? Porque es aburrido no estar haciendo nada —informó.

—Minato Namikaze estás con tu amada esposa —se empezaba a enojar—. ¿Eso es aburrido o no? —preguntó.

—Sabes a lo que me refiero —habló nervioso aunque lo trataba de disimular.

Palabra clave: Trataba, eso quiere decir que no resultó. Al menos no con Kushina, quien con una sonrisa que no presagiaba nada bueno, continuó expresando.

—No, no sé —decía avanzando a paso lento al tiempo que el de ojos azules retrocedía con miedo—. Dímelo, Minato —exigió la Habanera Sangrienta con su pelo que se empezaba a elevar al aire.

—Es enserio, Kushina, deberías saber de que hablaba —si se hubiera volteado habría sabido que estaba a punto de estrellarse con un muro.

—Repito lo dicho: No, no sé.

¨Por favor, que alguien me ayude. No quiero morir¨ pensaba aterrado el próximo Hokage ¨, no sin conocer a mi hijo¨

Como si lo invocará con el pensamiento un Ambu, apareció en frente del dúo.

—Minato Namikaze; necesitó que me acompañe. Es urgente —avisó desapareciendo, su voz fue de in-expresividad.

¨Salvado por la campana, perdón, por el Ambu¨ agradeció el Rayo Amarillo corriendo, lo más rápido que podía, a la de la persona que evitó que su amada esposa lo golpeará tan fuerte que no recordaría el nombre del local con el que se estrelló.

La Uzumaki bufó molesta— De esta no te libras —pronunció yendo a quién-sabe-dónde.


En unos de los techos cercanos a la escena, un Ambu de cabellera plateada y con un libro naranja en su mano, veía toda la escena.

—Tengo un mal presentimiento —comentó como quien no quiere la cosa—. Los seguiré —se encaminó en la dirección del siguiente líder de la Aldea.


Minato era guiado por el shinobi de pelo arándano, a través de la ciudad. No era consciente del por qué lo habían llamado.

Y eso no se iba a quedar así por mucho tiempo.

—Disculpe, ¿por qué me ha traído? —indagó el rubio.

—Para esto —le comentó confundiéndole.

¨¿A qué se refiere?¨ llegó a decirse mentalmente antes de caer inconsciente por un golpe que le dio en la nuca.

El de cabellera tonalidad arándano musitó—: Minato Namikaze; fuera —desapareció en una cortina de humo llevándose el cuerpo inerte del antes mencionado.

El espía aterrizó en el mismo lugar y se dijo—: Lo sabía, nada bueno iba a pasar. Sobre todo porque hoy nos informaron que no habría ninguna misión —abrió su libro y lo leyó sentándose en la banca que tenía cerca.

O al menos eso haría, de no ser porque se puso a reflexionar lo que aconteció minutos atrás.

¨¿Quién será ese? Nunca lo había visto, sería un espía... De ser así el Tercero ya estaría al tanto y nos habría pedido extrema vigilancia¨ aunque pensaba aquello no dejaba que se notará en su rostro ¨, estaré alerta a cualquier eventualidad fuera de lo normal¨


Regresando con el Consejo del Tercer Hokage, estos estaban en una cueva con el ninja que les ayudó a capturar al sucesor de Sarutobi.

—Bien hecho, Neko. Tendrás tu recompensa —felicitó Koharu contemplando al esposo de la Tomate, él estaba amarrado de pies y manos en una pared de la caverna.

—La única recompensa que necesitó es cumplir, a la perfección, con sus mandatos —decía el susodicho.

Una sonrisa perversa se instaló en el rostro de la anciana al oír esas palabras.

—En ese caso —inició caminando lentamente con un brillo maligno en sus ojos—, vigila que no se escape —ordenó.

—¿Alguna otra petición, mi señora? —inquirió Neko.

La sonrisa se hizo más grande— Si llega a ser necesario, sácale de la ecuación —siguió malvada.

—Como ordene —decía respetuosamente a su Jefa.

—Bien —se giró a la derecha encaminándose hacía Homura y Danzo.

—Koharu estás siendo muy benevolente —informó Danzo con el ceño fruncido.

—No quiero matarlo. Por el momento permanecerá inconsciente —avisó la aludida de forma cortante.

—Si nuestro plan llega a fallar por tu irracional amabilidad... —amenazó Homura siendo interrumpido por la Líder de Neko.

—Para que no te enfades —volteó a ver su Ambu—: Átalo con cadenas de chakra, lo suficientemente fuertes para que no pueda salir —espetó cruel estando al tanto de las habilidades del secuestrado—. Al menos hasta que cumplamos con nuestra meta —él asintió haciendo lo ordenado—. ¿Contentos? —preguntó histérica.

—Algo —contestaron no conformes del todo.

Koharu gruñó— Bien, Neko —el ninja le dio toda su atención—, si algo sale mal harás esto —y el escuchó atentamente a cada palabra salida de la boca de la mujer—. ¿Ahora si se tranquilizarán? —consultó a los dos miembros restantes del Consejo.

Ambos asintieron al mismo tiempo.

Koharu bufó ¨Y pensar que lo hago para que me dejen de fastidiar¨ ojeó al de la máscara de gato ¨. Como mínimo nos desharemos de la molestia que es el Zorro de las Nueve Colas¨ ahora a Minato ¨, solo deseo que no se despierte antes de lo previsto...¨ una voz la sacó de sus pensamientos.

—Es hora de irnos —anunció Danzo.

Los tres que lo acompañaban se retiraron inmediatamente dejando solo al Rayo Amarillo de la Hoja, con un mismo pensamiento.

¨Este día la Aldea Oculta entre las Hojas eliminará a la Bestia con Cola más peligrosa... Y nada podrá detenernos porque nadie sabe nuestras verdaderas intenciones con Kushina Uzumaki¨


La de la cabellera caminaba por las calles de su aldea, siendo saludada por los aldeanos y uno que otro shinobi que rondaba por allí, sin darse chocó con alguien.

—¡Ay! —se quejó la de ojos verde.

—Lo lamento —se disculpó una mujer, de su misma edad, que poseía el cabello negruzco suelto y que le llegaba por encima de los hombros. Usaba el símbolo distintivo del Clan Uchiha: El Uchiwa, un abanico de papel— ¿Kushina? —preguntó alegre de verla.

—¡Mikoto! —la habría abrazado, de no ser porque vio un pequeño bulto envuelto en un sábana azul: Era un pequeño niño, de tan solo seis meses de nacido, con el pelo obscuro; tez clara, como el de la amiga que se acaba de encontrar la Tomate. También detentaba un pequeño sonrojo en sus mejillas y estaba profundamente dormido— Sasuke —esta vez no gritó, no quería despertarlo.

—Así es —la madre observó con cariño y ternura a su pequeño—, ¿qué piensas de él? —no quitaba su visión de Sasuke ni un solo segundo.

—Que es tan hermoso como su madre y que se convertirá en un gran ninja —contestó sin pensarlo dos veces.

—Eso pienso —luego la azabache divisó el vientre de diez meses de la Habanera Sangrienta—. Ya quiero que nazca, seguro que será un buen amigo de mi pequeño hijo.

—Hablando de eso —su semblante se transformó a uno de horror—, ¿es verdad que duele? —se refería al parto.

—Sí. Pero vale la pena soportar aquellos dolores... Es excelente el resultado —el suyo propio; le había hecho sufrir... No obstante ahora tiene, ahí, a su Sasuke. Definitivamente lo merece ¨No te preocupes, hijo mío, te protegeré... Nadie te lastimará, lo prometo. Y un Uchiha siempre cumple sus promesas¨ declaró internamente.

—Supongo que tienes razón —no estaba del todo convencida.

—La tenga —habló muy segura de sí misma.

La Uzumaki suspiró— Bueno... —no continuó porque le empezó a doler el vientre. Colocó sus manos sobre el.

—Felicidades, Kushina, amiga mía. Ya nacerá —lo reconoció al instante, no en balde ella los tuvo hace veinte y cuatro semanas.

—¿¡Qué?! —gritó alarmada— ¡No está Minato! ¡¿Cómo llegaré al hospital?! —seguía chillando poniéndose más y más histérica.

—No te preocupes, le pediré a Fugaku que te lleve —informó calmándola, poco mas lo hizo— ¡Ambu! —vociferó provocando que apareciera uno que tenía la máscara de un toro— Usashi, busca a mi esposo ¡rápido! —pidió con vez de mandato.

—Por supuesto, señora Mikoto —desapareció en una nube de humo.

Ajenas a esto, Kyuubi se decía.

No veo a los patéticos intentos de miembros del Consejo —están adorable, ¿cierto? Insultando a medio mundo... ¡Por eso todo lo ama! Perdón, volvamos a la historia—, si intentan lastimar a mi fastidiosa carcelera juro que se arrepentirán —amenazó—. Aunque para eso tengo que... Oh, que horror —un brillo de disgusto surcó sus orbes— ¡Tomate! —llamó, mentalmente, a la del cabello rojo.

¡¿Cómo te atreves a llamarme así, Zorro horrendo?! —bramó la susodicha ingresando en su mente.

Si no fuera por estos barrotes, ya te estaría matando —gruñó—. Sin embargo, llama a ese pervertido conocido como Inu y dile que vigile al Consejo...

¿Para? —no le permitió continuar.

¡Solo hazlo, Uzumaki!

Debe ser importante, no me llamaste "Mocosa impertinente" o "Tomate"

¡Por supuesto que lo es! —bramó el Zorro— ¡¿Crees que yo, el Gran Kyuubi, le pediría que hiciera algo a la bipolar que, por desgracia, me tocó como carcelera?! —se indignó al cien por ciento— Si piensas eso, estás loca, Mocosa impertinente —terminó, en retrospectiva, más tranquilo.

Una mocosa que impide que destruyas a la aldea —sonrisa hecha en Uzumaki—, Bola de pelos su sonrisa se ensanchó al oírlo gritar.

¡¿Cómo te atreves, Tomate?! —por una vez no se molesto en devolverle el mote.

Salió de su mente y lo primero que hallo fue la expresión preocupada de la mamá de Sasuke.

—Bola de Pelos —mencionó como diciendo que dos más dos son cuatro.

—Entiendo —se limitó a hablar.

Sasuke se despertó llorando.

—Oh, mi pobre nene —iniciando a acunar a su hijo menor—. Nos vemos pronto, Kushina —se alejó con su retoño chillando.

—Mi Naruto, ya quiero verte —decía con tonalidad soñadora la Jinchuuriki de Kyuubi acariciando su vientre.


Alguien la espiaba desde uno de los techos que estaba cerca de su posición actual.

—Pronto, muy pronto —dijo con voz sombría—, serás mío. Y ya tengo una maquinación para ello, nada saldrá mal —terminó desapareciendo sin dejar rastro alguno.

.

Continuará...

.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: ::::::::::::

Comentarios: Hola, mis queridos lectores, está es la nueva versión de "Destino" y, como disculpa, va dedicado para los/las lectores del original. De verdad lo lamento y creo que notaron la diferencia del viejo con el nuevo... Bueno, cambiando de tema, les deseo un buen año tanto para los estudiantes (independientemente de lo que, valga la redundancia, estudien) como los trabajadores (lo mismo que dije antes) y espero que tengan éxito en todo lo que se propongan. Nos leemos pronto, mis estimados lectores, y adiós.