Disclaimer: Invasor Zim no me pertenece, gracias.


Tabla Terror/ Drama ZADR

01. Lamento.

Vivian sabía leyendas de aquella casa, los niños decían que en aquella casa se oían lamentos y llantos de alguien. Decían que era de un chico que había perdido a su amada, nadie sabía cómo había muerto la chica. Decían que estaba enferma o que la habían matado por estar con ese chico. Del chico decían que se había matado o que simplemente había muerto de vejez, eso ella no lo sabía con exactitud.

Se acomodo sus lentes, mientras metía varias cosas para comer en la mochila y terminaba de peinar su pelo negro mientras sus ojos ámbar brillaban emocionados en el espejo. Hoy sus compañeros le habían animado a entrar en la casa embrujada, aquella casa verde con techo rojo que tenía unos gnomos en el jardín ya descuidado. Vivian sabía que sus compañeros la rechazaban en la escuela, era una niña anormal, le gustaban cosas diferentes a las demás niñas. Cosas paranormales, como fantasmas o monstruos. Sus padres no la entendían, pero le amaban.

Les tuvo que mentir diciendo que estaría en casa de una compañera ya que no la iban a dejar salir de casa si decía que iba a la casa embrujada. Sus padres eran también muy sobre protectores, aun si nunca estaban en casa con ella. Tomo la mochila y se la puso en la espalda saliendo de la casa a tiempo para ver a un grupo de chicos de su edad esperándola afuera. Sabía que debía sospechar que la invitaran a hacer algo así, pero estaba al menos contenta de estar con los demás y no sentirse una extraña.

-Siento haber tardado, estaba reuniendo comida.-dijo Vivian ofreciendo parte de la comida que tenia a los chicos quienes la aceptaron.

-No importa, ahora es mejor apresurarnos ya es de noche, hora perfecta para ir a la casa.-dijo uno de los chicos que con Vivian eran siete, cuatro chicos y tres chicas. Todos llegaron hasta la casa verde de la cual volvían a escucharse lamentos que estremeció a todos pero no a Vivian, ella percibió tristeza en el lamento.

Lo que era algo extraño en su opinión.

-Uno de nosotros debe entrar ahí y traer pruebas de que hay fantasmas, así los demás del vecindario nos creerán.-dijo uno de los niños.

-Pero ¿Quién va a entrar? Yo no voy a ir ahí…-dijo otro niño y rápidamente todos miraron a Vivian que aun seguía absorta viendo la casa al notar que la miraban se giro rápidamente.

-¿Eh?-pregunto confundida al ver que todos la miraban intensamente.

-¡Vivian ira!-exclamaron todos rápidamente y la encerraron en un círculo, diciéndole que ella era la encargada de tan arriesgada misión y le dieron una videocámara así grabaría las pruebas y la dejaron en la entrada de la casa.- ¡Tu puedes Vivian!

Vivian miro a los niños, pensando para si en que eran unos idiotas cobardes, luego a la puerta de la casa y suspiro. Así que la abrió sintiendo una brisa fría de ella y entro a ella.

La casa era oscura, se veía polvorosa por el tiempo y las cosas también, las paredes estaban rasgadas ya fuera por el tiempo o como si alguien las hubiera rasgado por la ira. Se cubrió más en su abrigo al sentir frio y escucho un sonido fuerte, para cuando se giro noto de manera perpleja que la puerta se había cerrado, rápidamente fue a tratar de abrirla pero la perilla no cedía y después de unos minutos se rindió.

-Estoy atrapada…-dijo después de ver que la puerta no iba a abrirse, saco la video cámara de su mochila y la encendió grabando la casa.-Soy Vivian McKinnon, he entrado a la casa embrujada, este video es para que observen lo que hay dentro… por ahora no hay nada pero debe haber algo…

Vivian iba hablándole a la cámara mientras exploraba la casa, viendo la cocina destruida y subió las escaleras que sonaron ante sus pisadas, abrió una de las primeras puertas que vio al subir, se asusto al ver unas formas en la oscuridad del cuarto, jadeo asustada acercándose para ver que era, notando con sorpresa que eran dos robots con aspecto más o menos humano, aunque tenían pinzas con manos así sabía que eran robots.

Se asusto cuando estos se movieron y la miraron con ojos rojos muy aterradores, sin darse cuenta corrió asustada creyendo que iban a perseguirla, rápidamente se encerró en otro cuarto.

-¡¿Pero qué clase de casa es esta?-susurro aterrada mientras veía la cámara.- Y con robots que iban a matarme…

Vivian se estremeció como oía nuevamente aquel lamento no sabía si era una advertencia o una llamada pero estaba asustada ahora, noto mejor la habitación en donde estaba viendo que era normal, con una cama, una mesita de noche, una puerta que seguro llevaba al baño y una ventana.

Decidió salir notando que ya no se oía nada que dijera que los robots estaban ahí, se dirigió al pasillo donde estaban las escaleras que daban al piso de abajo con la intención de seguir su exploración, cuando repentinamente sintió que alguien o algo estaba detrás de ella así que se giro rápidamente -¡Personas como tú, no deberían estar aquí!-grito una voz con enojo, haciendo que Vivian solo viera ojos rojos que la miraban con ira y melancolía.

Tembló asustada mientras tenia la video cámara en las manos y corrió con fuerza para bajar las escaleras y repentinamente la casa cambio ante sus ojos. No era oscura ni aterradora, sino normal con las paredes arregladas. Vivian bajo lentamente los últimos escalones notando que no sonaban como cuando subió la primera vez, llegando a donde había ido a parar primero.

La sala, donde había estado al principio, mostraba una pared purpura con el retrato de un mono verde, un sofá y un televisor intactos. Lo cual era sospechoso, la casa era diferente a como la había visto. Intento ir hasta la puerta para salir y decirle a sus compañeros que entraran a verla, aunque algo la detuvo.

-¿A dónde vas, pequeña?-pregunto una voz, Vivian al girarse, vio a un chico al menos cuatro años mayor que ella, con ojos ámbar tras unas gafas igual que ella, pelo corto negro y con una extraña antena en forma de hoz y en ropas azules y negras.

Igual que ella.

-Y-yo… ¡Lo siento! ¡No debí entrar sin permiso!-dijo Vivian rápidamente disculpándose al ver al joven ya que seguramente debía ser su casa.

-Eh… la verdad es que esta no es mi casa…-dijo el joven con una sonrisa al ver a Vivian.

-Es mía.-dijo otra voz, este era un chico, pero tenía piel verde y una ropa muy extraña, una camisa roja con mangas rosadas, guantes negros y pantalones y botas negras. Y tenia ojos rojos y antenas.- ¿Qué hace una humana como tu aquí?

Era un alíen. Ese chico verde era un alíen, sin evitarlo Vivian lo miro con admiración.- Mis compañeros de clase organizaron una excursión para entrar a su casa ya que creíamos que estaba embrujada porque desde hace muchos años se oyen lamentos en ella, así que me mandaron a investigar…-dijo rápidamente viendo al chico alíen, al recordar a sus compañeros busco su video cámara, la cual se había metido en la mochila cuando estaba huyendo y vio con sorpresa que sus cosas no estaban.

El alíen se quedo viendo a Vivian de manera extrañada por la mirada admirada que esta le mandaba, mientras el otro joven reía divertido por lo de que la casa estaba embrujada-¡Deja de reírte, Dib-gusano!-exclamo enojado y luego vio a Vivian.- ¿Embrujada? ¡Esas son tonterías, la casa de Zim es normal y humana!

-Pero si ahora mismo no eres humano, Zim.-dijo, el chico humano, Dib, viéndole con una ceja alzada, además de una sonrisa maliciosa y el alíen le miro enojado.

-¡Cállate peste humana!-grito el alíen, Zim, de manera enojada señalándole con un dedo.

-Si, si… como sea… vámonos de aquí.-dijo Dib haciendo un gesto desinteresado ante las palabras de Zim.- ¿Vienes?-dijo ahora dirigiéndose a Vivian.

-¿Eh? P-pero yo no podría…-dijo ella apenada y viendo a Zim de reojo.- Después de todo es su casa…

-Es mía y del Dib, así que el también tiene derechos sobre ella.-dijo Zim con el ceño fruncido y cruzando los brazos aun enojado.

-De acuerdo…-dijo ella aceptando al final y recibiendo una sonrisa de Dib y un bufido de Zim.-Soy Vivian, Vivian McKinnon.-dijo al darse cuenta de que ellos al parecer no sabían su nombre.

-Mucho gusto, Vivian.-dijo Dib sonriéndole a ella.-Yo soy Dib y este amargado irken extraterrestre es Zim.-dijo jalando a Zim del brazo, haciendo que este le viera enojado.

Vivian pensó para sí que entre Dib y Zim había un aura como si fueran amigos aunque por las miradas que se mandaban era algo más y mucho más especial e intimo lo que tenían. Vio como Dib tomaba la mano de Zim de reojo y luego el tomo la suya.

-Vamos, seguro estas hambrienta, de suerte soy el único aquí que cocina algo aparte de waffles.-dijo Dib divertido mientras Zim hacia una mueca indicando que al parecer estaban hablando de el.

-¡Si!-dijo ella con una sonrisa ya que la verdad estaba hambrienta así que tomo la mano de Zim con una sonrisa porque estaba cerca aunque el alíen no se quejo por ello.

Después de comer, Vivian también acepto a quedarse a dormir, después de todo podría regresar en la mañana a casa. Lo que ella no supo, es que ya no volvería a casa.

Jamás.

En el momento en que ella se encontró con Dib y Zim, ella ya no estaba viva en el mundo real. En el mundo real, los chicos con los que Vivian fue hasta la casa escucharon gritos y asumieron que algo le paso a Vivian y huyeron asustados a donde sus padres quienes llamaron a la policía al sacar la información a sus hijos sobre que una niña había entrado en la casa.

Encontraron un cuerpo en el suelo de la sala, y lo llevaron rápidamente al hospital y los doctores constataron que había muerto al parecer de un golpe severo en el cráneo producto de chocar en el suelo, al parecer fue empujada desde el borde del piso superior y murió instantáneamente.

Perplejos, entre las cosas notaron la video cámara y la vieron. Constataron que era Vivian McKinnon la que grabo dicho video–por lo tanto la niña muerta era ella- mientras la veían, vieron todo lo que ella vio a los robots de ojos rojos, escucharon el lamento y el como ella gritaba al oír la voz que estremeció a los que la escucharon y notaron aterrados que algo de ojos rojos la empujo desde el piso de arriba.

Los niños al saber todo de las noticias y los periódicos que sus padres leían y veían, más que nunca temieron a la casa y no se atrevieron a pisarla nuevamente, aunque se sintieron culpables por Vivian y creyeron que su espíritu los maldeciría pero no les pasó nada. Los padres de Vivian enterraron su cuerpo en el cementerio ya después de al menos dos años volverían a intentar tener otro bebe.

Ya después de un mes de la muerte de Vivian, en la casa embrujada los lamentos dejaron de sonar, los murmullos del vecindario fueron que al parecer la casa había esperado que Vivian entrara a esa casa para reclamar su alma. Y los lamentos eran como su llamado a ella.

Sin evitarlo, interiormente la gente se aliviaba al saber que no tendrían más lamentos durante las noches aun si la vida de una niña de doce años había sido el sacrificio. Un joven, una noche decidió entrar a la casa para ver si no había nada de fantasmas de ojos rojos como se mostro en el video de Vivian -El cual hasta se veía en internet, obviamente subido de manera ilegal y a veces cambiaban el nombre de ella- pero ya no había nada.

El chico salió gritando que ya no había nada en la casa y en la mañana siguiente se decidió destruir la casa y así fue. La casa verde maldita fue destruida y construyeron otra casa, siendo su leyenda contada solo en historias de horror para asustar a los niños desobedientes. Al menos al año siguiente de ello, una familia compro la casa y los vecinos preguntaron disimuladamente a la familia como fue su noche.

La pareja respondió que durmió sin problemas, pero el niño de la familia respondió que tres personas jugaron con el anoche. Y describió perfectamente a Vivian entre esas personas, los vecinos después de oírlo se aterraron, pero pensaron que seguramente el niño había visto las noticias o los periódicos. Pero la verdad, es que el niño no había visto los periódicos o las noticias, el en verdad había visto a Vivian, Zim y Dib durante las noches.

Veía las peleas de Zim y Dib y el cómo se reconciliaban rápidamente dándose algún beso en los labios y escuchaba atentamente las historias de dormir de Vivian que los otros dos exageraban para hacerle reír. Ya no habría lamentos en esa casa pero los fantasmas de Vivian, Zim y Dib seguían en aquella casa. Solo siendo vistos por los niños pequeños.

Pero eso, nadie más lo sabía ya.


Buenas, gente! Me extrañaron? Han sido exactamente cuatro meses desde que subi los vicios ZADR, es bueno saber que han sido populares y heme aqui, obviamente como estamos en octubre, es el mes del halloween y nuevamente traigo otra tabla ZADR pero ambentada al terror y el drama, obviamente este vicio aparte de tener a mi OC Vivian -sera el unico con OCs prometido jajaja- da comienzo a la tabla y es secuela de otro vicio que pronto publicare, solo espero que disfruten la tabla... seguro actualizo pronto el siguiente, tomando en cuenta que aun faltan tres semanas para halloween... solo les digo que disfruten esta nueva tabla!