Una niñera para Gray
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Hiro Mashima, yo solo los tomo prestados para puro entretenimiento.
Capítulo 1:
Juvia caminaba por la acera mojada, sosteniendo su mochila al hombro, y aguantando las lágrimas, hoy definitivamente había sido el peor día de su vida.
Flash Back
Juvia iba subiendo las escaleras camino a su trabajo, era camarera en un restaurante, la paga no era no era mala, así que por suerte le alcanzaba para costearse los libros de la universidad y el alquiler de su muy pequeño pero acogedor departamento. Se encontraba con un humor de las mil maravillas, había aprobado con una puntuación perfecta en su último examen y eso era motivo de celebración.
Ingresó al segundo piso, pero antes de poder ingresar al baño a cambiarse, el jefe la abordó.
-Señorita Loxar, necesito hablar con usted en mi despacho- ella asintió y una vez ambos estuvieron en el mismo, el jefe procedió a hablar. –Me temo que no tengo buenas noticias para usted- Juvia sudó frio ¿había hecho algo malo? Solo deseaba no quedarse sin trabajo, en esos tiempos no era fácil conseguir uno y no se podía dar el lujo de estar desempleada, ya que no alcanzaría a costear sus gastos básicos. La universidad era costeada por su tío Jose, el único familiar que tenía con vida y con el cual no tenía buena relación, él no la quería y simplemente le pagaba la universidad por lástima, cosa que aunque a Juvia no le gustara lo aceptaba.
-¿J-Juvia hizo algo malo?- el hombre suspiró y junto sus manos sobre el escritorio. Mala señal.
-Señorita Loxar, usted es una gran empleada, responsable y trabajadora y la verdad me duele decirlo pero… me temo que debo despedirla- su mundo se vino abajo ¿despedida? No… no podía ser posible. Juvia abrió la boca pero al segundo la volvió a cerrar, simplemente no sabía que decir. –Usted no ha hecho nada malo, y le aseguro que le daré una nota de recomendación para que pueda conseguir trabajo más fácilmente, nuestro problema es que no estamos generando tantos ingresos como antes y debemos recortar personal, al ser usted la más nueva… es lo justo, lo lamento mucho señorita Loxar- ella asintió y tomó el papel que su ahora ex jefe le tendía. Al menos tenía una nota de recomendación.
-Juvia e-entiende no… se preocupe- y poniendo su mejor sonrisa falsa salió del despacho, para luego abandonar el restaurante y encaminarse a su departamento ¿Qué iba a hacer? El pago del alquiler se le había atrasado. Los libros le habían salido caros por ende no le había alcanzado para costear toda la renta y el dueño ya le había avisado sobre que necesita que le entregara el dinero en estos días. Estaba frita.
Fin Flash Back
Ese incidente en el cual quedó desempleada había ocurrido hace solamente tres días, en su momento creyó que lo superaría, pero claramente se equivocó. Horas antes se encontraba con la cara llena de lágrimas y empacando para irse a quien sabe dónde, el dueño la había echado cuando le aviso de su problema y ya no tenía a donde ir, y para agregarle la cereza al postre, su tío le había dejado de pagar la universidad y ni siquiera le había comentado. Lo intentó llamar pero era inútil, Juvia sabía que no le contestaría.
Flash Back
-¿Cómo dice?- la directora de la universidad la miró con pena, a Juvia comenzaba a desagradarle que la miraran así.
-Así es señorita Loxar, su tío retiró el dinero del mes y cerró la cuenta del banco, por ende asumimos que dejó de costearle la cuota mensual- Juvia se pasó las manos por la cara, prácticamente su tío la odiaba por una razón desconocida, pero esto era demasiado, mínimo podía haberle avisado. –Me duele en el alma señorita Loxar, es una alumna muy responsable y brillante, si no fuera porque todas las becas ya fueron dadas de verdad le daría una sin dudarlo- Juvia le sonrió de manera sincera, la directora era una mujer muy amable, y a pesar de ya estar entrada en años siempre se la veía elegantemente arreglada.
-No se preocupe, Juvia le agradece de todas formas- la directora le extendió un sobre marrón.
-Es una recomendación para que pueda conseguir más fácilmente una universidad, de verdad sería una picardía que su inteligencia sea desaprovechada, estoy segura que tiene mucho futuro- Juvia asintió y tomó el sobre para posteriormente guardarlo en su bolso. Cuando lo hubo hecho se retiró de la oficina con un cordial saludo y un "mucha suerte" por parte de la directora.
Juvia debería empezar a coleccionar recomendaciones- pensó en un intento inútil de un chiste para animarse a sí misma, pero lo cierto era que ya no quería ni sonreír.
Fin Flash Back
Sin trabajo, sin estudios y sin un mísero lugar para quedarse. Juvia se volvió a acomodar el bolso en el hombro, le comenzaba a pesar, allí llevaba la poca ropa que tenía, sus libros y un par de cosas más.
El estómago le dolía de tanta hambre que tenía, no comía desde la noche anterior. El cielo estaba nublado y en cualquier momento se largaría a llover de vuelta. Amaba la lluvia desde chica, siempre solía disfrutarla, se ponía sus botas y tomaba su paraguas para salir a chapotear en los charcos de agua, a la par que las gotas de lluvia seguían cayendo, pero en momentos así deseaba no ver la lluvia, le daría un aire mucho más depresivo a su situación, y era lo último que quería.
Un cartel de "Gajeel reparaciones" se alzó frente a ella.
Gajeel-kun…- Gajeel no era un nombre muy conocido, pero claro había unos cuantos hombres que lo portaban. Sus recuerdos comenzaron a girar en torno a su difunto amigo, Gajeel Redfox. Lo extrañaba tanto. Sin poder evitarlo las lágrimas danzaron por sus mejillas, cayendo por su barbilla. Gajeel era su mejor amigo, un accidente de auto le había arrebatado la vida. Ese día nevaba, él iba hacia su casa porque ella se sentía mal, cuando sonó su teléfono y le informaron la noticia de que el auto de Gajeel había caído a un lago, quiso morir. No encontraron su cuerpo, el auto se había destrozado en la caída, y todo eso había sido su culpa, si no hubiera sido tan egoísta, si no lo hubiera llamado, seguramente el seguiría vivo. Le arruinó la vida a Metalicana, quien se quedó sin su adorado hijo, y a Levy McGarden, que tuvo llorar la partida del amor de su vida, nunca más había sabido de ella desde el funeral. Lo que más la destrozaba es que Gajeel no se encontraba ni siquiera en el cementerio… no había ni siquiera un lugar en el cual ir a dejarle flores, aunque sabía perfectamente que su alma estaba en un mejor lugar.
Cerró los ojos y recordó hermosos momentos junto a él. Gajeel había sido su sostén, desde la muerte de sus padres cuando tan solo tenía trece hasta los maltratos que le daba su tío posteriormente.
Flash Back
Una Juvia de siete años se encontraba sola sentada en el patio de su escuela, miraba como todos los niños jugaban mientras ella estaba aislada, sentada sosteniendo una muñeca de trapo.
-Miren ahí está la rara- rieron un par de niños mientras la apuntaban con el dedo. Uno se acercó y le arrebató la muñeca.
-¿Qué haces con esta cosa tan fea?- entonces el niño la tiró al piso y comenzó a pisarla, frente a Juvia que había empezado a llorar.
-P-por favor ¡No lo hagas!- el otro se acercó y comenzó a jalarle el cabello.
-¡Que pelo tan feo! ¿Y qué con este color?- Juvia se tapó la cara con las manos, ocultando sus lágrimas.
-¡P-por favor!- De repente alguien empujó al niño que le jalaba el pelo.
-Si no quieren que les rompa la cara lárguense- un niño de pelo azabache alborotado y contextura fuerte se paraba frente a ella.
-G-Gajeel Redfox- pronunció el otro niño, que no tardó en soltar la muñeca y salir corriendo seguido de su amigo. Juvia levantó la mirada y el recién llegado se volteó y la ayudó a levantarse.
-¿Te encuentras bien?- Juvia asintió y se sacudió el vestido.
-M-muchas gracias…- él se encogió de hombros.
-Soy Gajeel- ella se sonrojó y bajó la mirada.
-J-Juvia Loxar
Fin Flash Back
Desde ese día se habían hecho muy amigos, él siempre la ayudaba y cuidaba y ella se lo agradecía mucho. ¡Como lo extrañaba! Nada había vuelto a ser igual, le hacía tanta falta. Un sollozo se ahogó en la garganta de Juvia, definitivamente estaba desamparada.
Decidió que lo mejor sería comprar un diario con el poco dinero que le quedaba, de esa manera podría ver si encontraba un empleo. Se acercó a un puesto de diarios, pero antes de si quiera poder hablar con el empleado un cartel llamó su atención.
"Urgente
Se busca persona responsable capaz de cumplir con un trabajo de cuidador a tiempo completo. Buena paga, interesados llamar al número citado a continuación"
Juvia parpadeó, quizás tenía esperanza, tomó uno de los papeles que estaban con el número de teléfono y corrió a buscar un teléfono público. El cartel parecía bajado del cielo, a ella le encantaban los niños, y era lo suficientemente responsable para cuidar de uno. Cuando al fin encontró un teléfono, no tardó nada en buscar un par de monedas y marcar al número.
Uno, dos, tres pitidos y alguien atendió.
-¿Hola?- Juvia sonrió y se corrió un mechón azul detrás de la oreja.
-S-si, llamó por el anunció…- la mujer la interrumpió con un gritito.
-¡Llamas en un gran momento! De verdad necesito una cuidadora- rió y comenzó a decir muchas cosas rápidamente, cosas que Juvia no logró entender – ¡Discúlpame! Cuando me emociono suelo hablar mucho ¿crees poder venir ahora?
-S-sí, claro
-Bien, mi casa está en frente del lado sur del parque de Sakura, es de color amarilla y su número es 1600 ¿Te orientas? - Juvia rió, ese lugar estaba a unas diez cuadras, no era tan lejos.
-Sí, sí, estaré allí en unos quince minutos
-¡Fantástico! Nos vemos entonces- Juvia cortó el teléfono y levantó su bolso del piso. Estaba tan emocionada, al fin veía un poco de luz, si todo salía bien le darían el empleo, se entretendría cuidando a un dulce niño y ya después vería lo demás.
Gracias Gajeel-Kun- Juvia amaba pensar que su amigo la seguía cuidando desde arriba, velando por ella y todos sus seres queridos aquí en la Tierra, porque así era Gajeel Redfox, un cabeza dura al cual no lo detendría ni la misma muerte.
Juvia se echó a correr, no era muy fácil usando vestido y botas, pero no se rendiría ahora, estando tan cerca de estabilizar un poco su vida de vuelta. Muchos catalogaban su manera de vestir como extraña, siempre solía usar vestido con botas muy altas, pasando la rodilla. Su cabeza estaba cubierta por un bonito gorro con una mariposa. Así solía vestirla su mamá.
Poco más de quince minutos le tardó llegar a la casa, verificó bien el número y la casa, y en efecto, era una bonita casa amarilla, de dos pisos, con una reja y detalles en blanco. El número 1600 resaltaba en color negro, en un cartel de madera colgado en la puerta. Sus manos sudaban y antes de tocar el timbre se acomodó la ropa y el bolso.
Segundos tardó en abrirse la puerta desde que el timbre sonó, de ella salió una bonita mujer, de pelo corto oscuro y vestida con una camisa blanca y jeans oscuros.
-¡Hola! Tú eres la chica que llamó hace un rato ¿cierto?- Juvia asintió y la mujer le regaló una cálida sonrisa para posteriormente abrir la reja y dejarla pasar. –Adelante no seas tímida- la casa por dentro era aun más bonita, tenía un living con un gran televisor y un cómodo sillón amarillo, en el piso había una bonita alfombra colorida, y frente a ella se alzaba una escalera de madera de algarrobo. Era una preciosa casa. –Mi nombre es Ur… ¿y el tuyo?- Juvia se sonrojó y agachó la mirada.
-¡Me llamo Juvia!- Ur rió y le dio una palmadita en el hombro.
-¡Me caes bien! Llegas en un gran momento linda, tengo un viaje importante mañana y creí que al final debería dejar a Gray solo, pero por suerte veo que no será necesario-Juvia la miró confundida. ¿Iba a dejar a un niño solo? Ella no era madre ni mucho menos, pero se le hacía extraña la idea, de todas formas no tenía idea de la edad del niño. –Es muy problemático, y últimamente se ha estado metiendo en muchos problemas ¡Va a provocar que lo metan a la cárcel!- Juvia soltó una risita, a puesto a que Ur lo amenazaba con eso, su mamá también le decía cuando niña que si se portaba mal la policía iría por ella. –Él está en su habitación ¡Gray ven aquí!- el grito de Ur resonó en toda la casa, y luego una puerta del piso de arriba se escuchó cerrarse. Juvia conocería al niño que debería cuidar.
¡Hola! Bueno es la primera vez que escribo un fic de Fairy Tail, después de estar tanto con Naruto me animé a subir este fic Gruvia jaja AMO la pareja y espero que les agrade el fic. Seguramente a lo largo de la historia agregue leve Nalu y algunas menciones Jerza.
Besos y nos estamos leyendo :)
