Hola a todoooooooossss, este es un nuevo fanfic de mi pareja favorita!
Derechos de autor: Personajes pertecen exclusivamente a MASASHI KISHIMOTO, (próximamente estaré haciendo la carta de petición para que me los preste unos días).
ADVERTENCIA: YAOI, CHICOXCHICO mis amoreeees, si no les gusta retrocedan.
Universo alterno, Romance, lenguaje algo fuerte, Lemmon proximamente, MUAJAJA
DISFRUTENLO, BESOS.
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HIELO
CAPITULO I: EL NUEVO
—Oye Naruto—me susurró la voz de Kiba desde detrás—hoy todos van ha mi casa al salir, vendr—lo miré aguantado la risa mientrás Iruka-sensei lo interrumpía.
—INUZUKA, ESTAMOS EN MEDIO DE UNA CLASE, SI NO LE IMPORTA, CALLESE—Y lo miró frunciendo el ceño, me reí para mis adentros, típico de kiba.
Me sentaba en uno de los dos puestos libres que quedaban, justo en el principio de la fila de en medio de aquel salón, fruncí un poco el ceño, odiaba sentarme adelante, pero como al llegar tarde no queda de otra, el otro puesto también estaba al frente, solo que en la fila de al lado, me encogí de hombros restándole importancia, de todas maneras nada se podía hacer.
La clase de Iruka—biología— se había tornado más aburrida que de costumbre, a lo que le siguió que la hora se hiciera aún más larga. Bostecé ampliamente y sujeté mi cabeza con la palma de mi mano derecha en señal de aburrimiento. Yo solía sacar excelentes calificaciones, en general parecía que ni me esforzaba, pero era todo lo contrario, me costaba demasiado retener información en cada una de las materias, era como que en cada clase lo único que escuchaba de los profesores era un constante "Bzzz, Bzzz…bzzzzz" como un insecto muy molesto, usualmente hacia mis tareas al último minuto, aunque al final tuviera la mejor calificación, y solía estudiar dos días seguidos sin descanso antes de cada examen, mi promedio actual era de 98, era popular, en especial porque no había nadie más social que yo, quizás también porque era guapo, muchas chicas se me declaraban cada día, aunque solía ser bipolar, era bueno en los deportes, y resaltaba como nadie lo hacía, tenía dinero, en realidad gozaba de privilegios que muchos no tenían, como tener chófer, una limusina, un VMW rojo, un M3 plateado, una enorme casa, todo esto gracias a que mi madre fuera la Doctora más famosa de Japón, pero en realidad estaba solo, tenía muchos amigos, mucha gente con la que compartía, pero había algo que me faltaba, eso ya me había quedado claro, el problema era ¿Qué?
Apareció una mujer rubia y voluptuosa en la entrada de la puerta, la directora, con cara de mal humor y nuevas noticias, Tsunade-oba-chan le decía yo, me gustaba molestarla, aunque me castigara sabia que ella me apreciaba como a su propio hijo.
—Iruka-sensei, tengo noticias—dijo entrando en paso decidido y confiado, ella era así, parecía un arma letal, habían chicos en el instituto que babeaban por ella, ¡la directora! Yo sabía que tenía más de 50, pero debía tener algún truco especial para lucir tan joven.
Inmediatamente me espabilé, pues por fin pasaba algo interesante en esa aburrida hora.
—Claro, Tsunade-sama—dijo el sensei, se sentó en la silla detrás del escritorio y esperó a que la voluptuosa rubia hablara.
Se giró hacia nosotros y nos informó.
—Tenemos un nuevo alumno en la institución, sean amables con él, adelante—dijo girándose hacia la puerta, esperando que "el nuevo" entrara. La verdad es que yo estaba anonadado, pues que un nuevo alumno llegara a mitad de semestre solo había pasado una vez, fue en mi caso, y recuerdo mi madre tuvo que pagar una cantidad considerable de dinero para que me dejaran entrar a mitad de semestre, sobre todo por el hecho de que pronto estaríamos en etapa de exámenes, seguramente esta no era cualquier persona.
Ahí fue cuando lo vi por primera vez.
Era un chico alto, quizás uno o dos centímetros más alto que yo, cabello negro brillante, de apariencia suave y con un extraño peinado, en el rostro caían dos flequillos de forma despreocupada, era de tez muy pálida y de apariencia delicada, estaba muy bien formado tras lo que dejaba ver el uniforme del colegio, una camisa blanca, pantalones negros y el habitual blazer lo llevaba de forma despreocupada, llevaba las manos en los bolsillos y la mochila negra colgando de su hombro derecho, lo más impactante eran sus ojos, enormes, fríos, tan fríos que el polo norte quedaba en ridículo a su lado y de un color negro tan profundo que no se distinguía el iris de la pupila, cejas delgadas y de apariencia tan elegante que enmarcaban sus ojos de una forma deslumbrante, poseía un aura de masculinidad a su alrededor que ya casi podía ver a las chicas correteándole detrás en lo que quedaba del semestre, tenia labios perfectos, un poco sonrosados, solo lucia…atractivo, era el chico más atractivo que hubiera visto en mi vida. Pude escuchar varios suspiros por parte de las chicas en el pequeño salón de clase. Fruncí el ceño, parece que abría un nuevo popular, luego sonreí zorrunamente, pues, me gustaban los desafíos, y el parecía un buen candidato a rival, Kiba no daba tanto la talla.
—Bueno, pase adelante y preséntese, tengo que irme Iruka-sensei, asegúrese de que se le trate como es debido—dijo la directora saliendo sin esperar respuesta.
Todos miraban expectantes y con abierta curiosidad al chico nuevo, en las chicas casi se podían observar los corazones en sus ojos. El nuevo nos miraba con una abierta expresión de molestia.
—Mi nombre es Uchiha Sasuke, un gusto—dijo con voz grave y aterciopelada, aún más varonil que él mismo, había sido la voz más sexy que había escuchado en mi vida, aunque de inmediato saqué esas ideas de mi cabeza, el era un chico, no podía considerarlo sexy.
El nombre, por alguna extraña razón le iba como anillo al dedo, sonreí arrogantemente. Como por arte de magia, el tal Sasuke fijó su atención en mi, taladrándome con sus profundos ojos, sentí un escalofrió recorrer mi espina dorsal, sonreí más ampliamente, parecía que quería abrirme un hueco con la mirada, bufó, dejándome sorprendido y apartó su mirada de mi con molestia, se cruzó de brazos y miró a Iruka-sensei. Estaba sorprendido, de hecho, todos en la clase estaban sorprendidos al haber presenciado el extraño intercambio de miradas entre nosotros, pues, nadie, jamás, JAMÁS, se había atrevido siquiera a desafiarme, y sin duda, aquel bufido y aquella expresión de "me importa una mierda lo que pienses" era una clara invitación a la guerra, sonreí de nuevo y me recosté en el respaldo del pupitre llevando mis manos a mi nuca en una pose relajada, me crucé de piernas. Las chicas suspiraron de nuevo. Claro está, esta vez por mí.
—Puedes sentarte ahí Sasuke—dijo Iruka señalando el pupitre vacíoque estaba a mi lado, Sasuke se dirigió a su puesto y se sentó. Con una pose tan elegante y altanera al mismo tiempo, que el contexto del pupitre casi no cuadraba en la escena.
En todo el resto de la clase ni siquiera nos miramos. Aunque era extrañamente consciente de su presencia.
Extraño.
Bieeeen, ¿Que tal?
Trate de poner a Naruto como un personaje NO-TAN-JODIDO.
Ya que en todas las historias que leo, siempre lo ponen como el inútil, tal y como en la serie. Pero si recuerdan, Naruto solo fue un inepto de pequeño, en esta historia transcurren sus 17 años, y a esa edad, Naruto ya era un BOMBÓN. Aunque no sin esfuerzo CLARO. JAJAJA
Espero les haya gustado, subiré los próximos capítulos en cuanto pueda. (Esperen el lemmon con ANSIAS, me gusta mucho mas que mi anterior trabajo)
Espero les gusteeeeee, dejen Reviews, aprecio las criticas.
BESOSSSS
