La silueta de una estudiante de preparatoria era el único movimiento que se hacía presente, la noche estaba tranquila bajo la luz de la luna llena, Hily caminaba sin preocupación hacía su hogar con un tarareo de alguna música que ni ella misma recordaba el nombre, el clima era frio, demasiado, las manos de la chica muchas veces se dirigían a su boca para darle soplidos de aire caliente intentando en vano que sus dedos entrarán en calor.

Una extraña criatura la observaba desde la distancia, no era humana, pero su cuerpo si, ojos brillantes en la oscuridad, frialdad palpable en la lejanía, su boca estaba rodeada de sangre por la cantidad de vidas arrebatadas, tenia sed a muerte, no le importaba nada, solo queria satisfacer aquel extraño placer de sentir el liquido caliente en su boca y en su cuerpo.

Esa noche no fue agradable para aquella chica, sus lamentaciones fueron acalladas por la inhumana fuerza del extraño ser, sintio el punzante dolor de colmillos parecidos a dagas en su yugular, pensó que ya todo había acabado, pero no fue así...

Obserbaba todo borroso y se sentia muy bien en todos las areas de su cuerpo lastimadas, era un éxtasis envolviendola completamente y soltandola bruscamente como si a un niño le arrebataran un dulce que le acababan de comprar. Sus gritos no representaban el sufrimiento por el que pasaba, queria arrancarce la piel, pero su inmovilidad se lo impedia.