Una pequeña figura se movía entre unas sábanas blancas con estampados de ranas, su cabello rubio era la característica más sobresaliente, así como su piel nívea y cuando separaba esos rosados párpados dejaba ver un gris profundo en sus orbes. La guardiana esa mañana, una chica de cabellos rubios rizados y alborotados dejó sus deberes para volver a la cuna embrujada que recitaba una suave melodía de cuna, estiró sus manos para liberar los delgados brazos, entonces gemidos aparecieron en esos labios rosados.
—Debe tener hambre.—Una castaña en pijama hizo acto de presencia, la mujer de cabellos rizados se acomodo sobre una silla mecedora, entonces la guardiana sacó al bebé de la cuna y traslado al regazo de su madre.—Muchas gracias Luna, me has cuidado desde que salí de San Mungo
—No me sentiría cómoda sabiendo que estas sola en esta casa cuidando de mi ahijado.—Comentó emocionada haciendo pucheros al bebé de apenas un mes de nacido.—Las primeras semanas son las difíciles ya que se deben acostumbrar a su nuevo mundo, y es bueno que Harry me extrañe.
La castaña descubrió su pecho derecho para pegar la boca del pequeño infante. Luna y Harry comenzaron a vivir juntos hace apenas dos años antes. Ambos ingresaron al departamento de aurores, por increíble que pareciera esa peculiar rubia anhelaba continuar experimentando aventuras con su amigo Potter pero las exigencias de la profesión la obligaron a enfocarse a la área de laboratorio, investigando maldiciones, pociones, entre otras peculiaridades. Alejada del peligroso campo de batalla.
El salvador del mundo mágico, era jefe de departamento de Aurores, anteriormente fue líder táctico en campo pero desde el embarazo de Hermione decidió aceptar ser el líder y trabajar en oficina. Él después de la segunda guerra se convirtió en su protector y hermano.
—Lo he escuchado en las noches escabullirse a tu recamara.—Le comentó en tono burlón, causando un sonrojo en la rubia.—Son una pareja adorable deberían dejar de esconderse, aunque llevan más de dos años saliendo, su romance es un secreto.
—No quiero que la gente opine de nuestra relación además a Harry le traen malos recuerdos los reporteros de corazón rosa que siempre buscan razones para hablar de él.— La rubia acercó una pequeña toalla blanca para colocarla en el hombro de la mujer, el pequeño rubio necesitaba eructar .—El romance y rompimiento con Ginny estuvo en la portada de las revistas todo el tiempo, quedó hastiado y yo no soy buena en eso.
Harry y Ginevra tuvieron un apasionado y torrente romance que era vigilado por sus acérrimos fans, la relación sofoco al primero lo sumerge en un agónico circo por lo que terminó rompiendo con la pelirroja, fue un drama digno de una telenovela. La familia Weasley lo acepto pero guardaron unas migajas de rencor al pelinegro, Ronald fue el único que apoyó al cien por ciento a su amigo, de hecho fue él quien lo animó a mantener una relación con Luna, al notar que hacían una maravillosa pareja.
—Es tan lindo mi pequeño ahijado.—Indicó tomando en sus brazos al regordete pequeño que hacía burbujas con su baba.—Puedo pasar horas y horas viendo sus monadas.
—Cariño pero me haz jurado que yo soy lo mas lindo que te gusta ver—Una varonil voz interrumpió la escena, ahí bajo el umbral se encontraba Harry Potter.—¿Como sigues Herms?.—La chica movió su mano simulando un más o menos.—He traído algo para comer demás Ron te ha enviado algo.
El hombre mostró una cajita de papel con el logo de la pastelería Maison Bertaux, una sonrisa se dibujó en sus labios, su ex novio la conocía muy bien. Mantuvieron un lindo romance pero en determinado momento ambos decidieron darle prioridad a sus carreras profesionales. Ronald Weasley se convirtió en un ávido hombre de negocios junto a George expandieron su imperio por el mundo mágico, ahora el chico era un conquistador empedernido, rompiendo corazones de todas las nacionalidades posibles.
—Son tartitas de fresa, mis favoritas.—Los ojos de la chica se iluminaron al observar los postres dentro de la caja.—¿Por Qué no ha venido?
—Tiene una cita, creo que por fin nuestro Ron va sentar cabeza con esa chica.—Comentó emocionado sacando el resto de la comida y acomodandola sobre la mesa.—Te ves hermosa como mamá.
—No hagas propuestas indecorosas frente a nuestro ahijado.—Contestó la rubia arrullando al bebé, lo acomodó dentro de un bambineto portátil de tono azul marino oscuro, un regalo de Bill y esposa.—Huele delicioso, cariño sin tí moriríamos de hambre.
La rubia abrazó al moreno por la espalda para depositar un beso en los labios y sentarse a su lado. Los tres magos comenzaron a conversar sobre varios temas, nunca tocaron aquel relacionado al padre de esa mata de cabellos rubios, no era necesario averiguarlo o ser un adivino. Aquellos rasgos solo pertenecían a una línea familiar muy específica. Era un heredero del clan Malfoy.
—He decidido el nombre de su ahijado, será Cepheus.—Soltó la mujer como si no tuviera importancia absorbiendo la sopa.—Es el nombre es una constelación del norte que representa al legendario rey de Etiopía Cefeo, me agradado mucho.
—Es una constelación muy cercana a otra que se llama Draco.—La ravenclaw también soltó como si no tuviera importancia, Hermione detuvo sus acciones.— Padre e hijo, es una buena combinación, me gusta.
La mujer continuó absorbiendo la sopa de su cuchara, Harry llevó sus ojos a la castaña que se quedaba pensativa. Agradecia que nadie le cuestionara como era que ella, la chica más lista de Hogwarts y heroína terminó embarazada de un hombre tan cruel y frío como aquella serpiente.
—¿Él lo sabe? —Cuestionó de golpe el pelinegro abandonando los cubiertos a un lado de su plato.—No me importa saber qué pasó entre ustedes pero como hombre te puedo asegurar que si tuviera un hijo me gustaría saberlo. —Estiró las manos para atrapar la muñeca de la castaña.—Ginny vuelve de su luna de miel la semana que viene, vendrá con su nuevo esposo a visitarte y hasta ahora ha logrado esconder lo evidente pero no va a detenerlo.
—Son los mejores amigos.—Intervino la rubia colocando su mano sobre las de su pareja.—Es normal que le diga que ha sido padre.
La castaña se puso de pie para llevar las manos a su cabeza, cuando vio la primera vez a su hijo supo que no tendría oportunidad de esconder su origen, era tan evidente quién era su padre. Un total bastardo al que odiaba con cada fibra de su cuerpo, a ese hombre la guerra y los años posteriores solo lo volvieron más frío y calculador. No le importaba si Blaise le confirmaba lo que ella meses antes le dijo, ella sabía que no le interesaba un bastardo hijo mestizo.
—Ahora estará seguro que es su hijo.—Soltó para mirar fijamente a su mejor amigo.—No creo que le importe un niño mestizo cuando está casado con una mujer de sangre pura capaz de darle muchos más descendientes.
Harry tragó en seco, esa confesión le deba todas las respuestas a sus cuestionamientos, ese hombre lastimó a su mejor amiga, anhelaba salir corriendo en ese momento e irle a partir la cara. La familia Malfoy agregó un una nuevo miembro ocho meses antes, Astoria Greengrass se volvió en la flamante esposa de Draco. Lo que haya pasado entre la heroína de los leones y príncipe de las serpientes fue antes de que fuera un hombre comprometido, una última cana al aire.
Notas de la autora: Este es un nuevo mini fic, es una historia corta pero con drama, quiero a Hermione y Malfoy peleando, odiándose con toda el alma. Espero les guste, no olviden decirme que les parece la idea. Saludos
